Archivo de la etiqueta: Lima

22/01/12: La zona arqueológica de Huanchihuaylas en Ate

Ubicada en una extensa área en el Valle del río Rímac, la zona arqueológica de Huanchihuaylas o ‘Huancho Huaylas’, un vestigio prehispánico de relevancia histórica para el distrito de Ate, y considerado Patrimonio Cultural de la Nación, yace en evidente estado de desamparo.

Sitio Arqueológico de Huanchihuaylas ha sido dividido por la construcción de una pista. Foto: Marco Gamarra Galindo.

Al pie de unos cerros, en el AA.HH. Dignidad de Huanchihuaylas, descansa la zona arqueológica de Huanchihuaylas, centro poblado mayor correspondiente al Intermedio Temprano (100 a.C. – 650 d.C.). Está compuesta por una serie de edificaciones –pirámides truncas sostenidas por estructuras de terraplén y plataformas- y pequeñas habitaciones defendidas por muros de adobe y piedra. Se aprecia la técnica del tapial o uso del molde en la construcción de sus muros. El sitio arqueológico también está conformado por un espacio público central, así como áreas extensas de entierros.

Asentamiento precolombino Huanchihuaylas o ‘Huancho Huaylas’. Presenta pirámides. Foto: Marco Gamarra Galindo.

Huanchihuaylas ha sido habitado en distintos momentos por las culturas Lima e Ichma. En sus tiempos de esplendor estuvo representada por el diseño de complejos arquitectónicos monumentales estructurados en torno a plazas. Entre los vestigios culturales hallados se encuentran objetos cerámicos, textiles y óseos humanos.

Pequeñas habitaciones en el Sitio Arqueológico de Huanchihuaylas, Ate. Se aprecia el uso de material pétreo en sus paredes. Foto: Marco Gamarra Galindo.

Este asentamiento precolombino pudo abastecer de recursos hídricos a sus dominios gracias al canal de Ate o Lati que surge del río Rímac. La construcción del primer ramal probablemente se terminó entre los 400 a 500 d.C. (Cultura Lima), y atravesaba el actual distrito de La Molina. En los años 900 y 1,400 d.C. (Cultura Ichma) se inicia la construcción del segundo ramal para ampliar las áreas de cultivo, el cual recorre los actuales distritos de Ate, La Molina y Surco.

Durante la colonia, el Virrey Juan de Mendoza y Luna ordena fundar nuevas jurisdicciones españolas en Lima. Una de ellas fue Ate, conformada a su vez por Ate Alto y Ate Bajo. Huanchihuaylas perteneció a uno de los fundos de Ate Alto, más conocido como Santa Clara. El dominio de Santa Clara y anexos correspondía al corregimiento de Lima que era administrado por Gerónimo Barreto. En 1573 Barreto parte de Lima por la portada de Barbones para llegar a Huanchihuaylas y Pariachi: su finalidad era exigir a los indios de dicha jurisdicción a que cumplan sus obligaciones instauradas por el Virreinato, cobrar en partes los 890 pesos autorizados por las autoridades y construir un lugar de castigo conocido como el ‘Infiernillo’.

Uso del tapial en la construcción de los muros. Foto: Marco Gamarra Galindo.

Durante la República, el sitio arqueológico ha permanecido en el olvido y en la indiferencia. Ello se puede apreciar conociendo que hasta hace unas décadas todavía no era declarada Patrimonio Cultural de la Nación. El Colegio de Arquitectos del Perú (CAP) asegura que parte considerable del sitio arqueológico de Huanchihuaylas ha sido destruido por las construcciones de la Granja Azul, el Hotel El Pueblo y el Cementerio del AA.HH. Esperemos que las autoridades recuperen este centro arqueológico, testimonio de vida de nuestros antepasados. Podría ser tomada como parte de un circuito arqueológico del distrito de Ate o como un espacio público de los pobladores de la zona, con los cuidados y arreglos correspondientes. Leer más »

18/01/12: Feliz 477 aniversario: un homenaje a la historia prehispánica de Lima

Nuestra Lima hoy cumple 477 años de fundación española. Sin embargo, su pasado data de mucho más antes: la presencia de diversas culturas –que se asentaron y habitaron el territorio- evidencia que una considerable parte de la historia de Lima ya se había escrito antes de la llegada de los españoles. Sin la existencia de estos colectivos humanos, la fundación de Lima no hubiese sido viable: la extensa red de regadíos que con gran logística establecieron los antiguos peruanos, entre otras razones, pudo permitir el funcionamiento de la ciudad fundada por los hombres de Francisco Pizarro.

La Lima de Taulichusco, el último cacique. Elaboración del gráfico: Juan Gunther.

Los españoles fundaron una ciudad sobre otra ciudad –esta última integrada por muchas sociedades, diversas culturas-. Sobre Lima milenaria, prehispánica y precolombina, quedan muchos vestigios y lugares por conocer. En homenaje del 477 aniversario de Lima, comparto algunas fotografías de las huacas y sitios arqueológicos que alberga nuestra urbe, testimonios de un pasado que perdura y que permite comprender parte de nuestra historia.

Huaca La Puruchuca, Ate.

Huaca Huallamarca, San Isidro

Huaca Palomino, Lima.

Sitio Arqueológico Santa María I, Chosica.

Huaca Cerro Culebras, Pueblo Libre.

Huaca Palacio del Inca, Callao.

Fotos: Marco Gamarra Galindo. Leer más »

08/01/12: Ciclo de Conferencias en el Británico por el 477 aniversario de Lima

Para celebrar un año más de fundación española de Lima, se realizará un Ciclo de Conferencias en el Centro Cultural Británico este mes de enero. Los ponentes relatarán la historia de Lima, sus curiosidades y arquitectura, aspectos que muchas veces pasan incógnitos en nuestras caminatas por el Centro Histórico de Lima. El simposio finalizará con un paseo por sus jirones y plazas.

Casona Osambela, Centro Histórico de Lima. Foto: Marco Gamarra Galindo.

Jueves 12: LIMA: UNA BREVE HISTORIA DE SUS ESTILOS ARQUITECTÓNICOS
Expone: Antonio Polo y La Borda, arquitecto de la Universidad Ricardo Palma
7.30 pm

Jueves 19: CURIOSIDADES LIMEÑAS
Expone: David Pino, autor del blog Lima la Única
7.30 pm

Jueves 26: ¿POR QUÉ TANTOS LIMEÑOS NO QUIEREN A LIMA?
Expone: Dr. Wilfredo Ardito Vega, catedrático de la Universidad Católica
7.30 pm

Sabado 28: 10 a.m. UN PASEO POR TU CIUDAD (un recorrido por el Centro de Lima)
*Previa inscripción en las dos primeras fechas de conferencias.
Guiado por: David Pino y Wilfredo Ardito

CENTRO CULTURAL BRITÁNICO
Jr. Bellavista 531/Malecón Balta 740, Miraflores
http://www.centrocultural.britanico.edu.pe Leer más »

03/01/12: El rancho de Juan Antonio Pezet en Chorrillos

Juan Antonio Pezet y Rodríguez de la Piedra, Prócer de la Independencia, Vicepresidente del gobierno de Miguel de San Román y Presidente de la República entre 1863 y 1865, adquirió la propiedad de un apacible rancho en el balneario de Chorrillos. El conocido Palacio Pezet, dotado de una elegante terraza morisca y de un florido jardincillo, daba al conjunto aquel un aire encantador lleno de glamour y esplendor. En esta casona se celebraron los más grandes saraos de la época. Fue destruido durante la ocupación chilena de Lima.

El rancho del presidente Juan Antonio Pezet en Chorrillos. Foto: Eugenio Courret.

Según el historiador Juan Luis Orrego (2009), Chorrillos, durante el siglo XIX, era “en un verdadero jardín por la proliferación de árboles y flores de sus plazuelas, esmeradamente cultivadas y arregladas. No había rancho o mansión que no contara con plantas escogidas y finas de las que se sentía orgulloso el propietario”. El villorrio de Chorrillos era muy concurrido, sobre todo en estación de verano, por las familias más acaudaladas de Lima. Muchas de ellas habían establecido allí su residencia por su atractivo y por estar ubicado cerca a Lima, de donde se venía por ferrocarril. Entre los ranchos y palacios erigidos en el balneario –considerado, por cierto, uno de los más hermosos del Pacífico Sur- se encontraban el del artista italiano Ulderico Tenderini, el de la familia Derteano, y del que vamos a conocer hoy, el de la familia Pezet, entre otros.

El balnerario de Chorrillos a fines del siglo XIX.

El palacio Pezet, propiedad del presidente Juan Antonio Pezet, estaba ubicado en la calle Lima, cerca al Malecón, y “estaba provisto de preciosas explanadas, fuentes de mármol de Carrara, plantas ornamentales, enredaderas, glorietas, estatuas florentinas, a las que se agregaban salones de lujo donde tuvieron lugar los grandes ‘saraos’ de la época (Orrego, 2009)”. Construida al estilo morisco, adornada con lozas españolas y decoradas con arte andaluz, el rancho Pezet contaba, además, con tres niveles y una escalera de doble acceso ubicada en su fachada.

Rancho o Palacio Pezet en Chorrillos. A la muerte de Juan Antonio Pezet, asumió la propiedad su hijo Juan Francisco Pezet Tirado.

El balneario de Chorrillos, catalogado por los viajeros extranjeros, como uno de los lugares más elegantes y vistosos de América del Sur, sufrió su devastación en 1881, año en el que fue saqueado e incendiado por el Ejército chileno. El destino del famoso Palacio Pezet estuvo vinculado a la destrucción del pueblo chorrillano. A pesar de respetarse la integridad del rancho del General Pezet (que había ya fallecido en 1879) para su uso como cuartel general de las tropas de Manuel Baquedano, se optó finalmente por que las llamas consumieran la lujosa mansión al igual que casi todo el balneario en los horrorosos días del 13 y 14 de enero de 1881. Algunos inmuebles pudieron salvarse al ser utilizados como almacenes de municiones o víveres, pero fueron muy pocos.

Propiedad de la familia Pezet luego de la invasión chilena a Chorrillos. Lo único que quedó en pie fue la escalera de doble acceso.

Si bien Juan Antonio Pezet no pudo presenciar la destrucción de su rancho de Chorrillos, puesto que falleció en 1879 –antes de que estallara la guerra-, sí lo hizo su hijo Juan Federico Pezet Tirado (1832-1926) que se enroló en las tropas peruanas para hacer frente a la incursión chilena por Lima. Participó así en la Batalla de Miraflores.

Interiores del morisco Palacio Pezet, en la Calle Lima, Chorrillos.

El recuerdo de la casona Pezet de Chorrillos queda impreso en algunas fotografías que nos permiten apreciar el gusto arquitectónico y artístico de una época histórica del Perú. A pesar de sufrir cuantiosas pérdidas, el balneario de Chorrillos pudo sobresalir de los escombros y retomar su rumbo. Hoy podemos continuar degustando de sus plazuelas, glorietas, ranchos y malecones. Cuidemos nuestra ciudad.

Presidente Juan Antonio Pezet en una fotografía tomada en Palacio de Gobierno. Leer más »

01/01/12: Cómo fue mi 2011: un balance del año que dejamos

El 2011 fue un año de muchas emociones y descubrimientos. Estuvo estrechamente vinculado al conocimiento de nuestra ciudad y a los últimos días en la Facultad de Estudios Generales Letras de la PUCP, también a las campañas y a la consolidación de mis aspiraciones profesionales. En líneas generales, podría decir que el 2011 ha sido muy enriquecedor.

Siendo entrevistado por el Canal de TV de la Universidad de San Martín de Porres, luego de un recorrido nocturno por el Cementerio Presbítero Maestro. Foto: Delcy López.

Últimos ciclos en la Facultad de Estudios Generales Letras
Durante el 2011 cursé el tercer y cuarto ciclo de estudios en la Facultad de Estudios Generales Letras (EE.GG.LL). En ellos, aprendí los valores humanistas que cultiva la PUCP y estreché amistad con muchas personas que creen en la independencia de pensamiento, la autonomía y los derechos humanos, comprometidos también con su país y su problemática. Conocí excelentes profesionales al servicio de la sociedad y afiancé mi interés por la política universitaria. Así como conocí estudiantes a favor de una sociedad más justa, encontré compañeros asentados en el neoliberalismo y la apertura de mercados.

Participando en el Evento ‘Yo también quiero conocer a Ernesto’, un homenaje a Ernesto Castillo Páez, desaparecido por las fuerzas armadas durante el conflicto armado. Foto: Estudios Generales Letras de la PUCP.

Las campañas: Elecciones presidenciales 2011 y a la REA PUCP
Durante los primeros meses del 2011 estuve participando activamente en las elecciones congresales apoyando al candidato Ronald Gamarra. A pesar de que no ocurrió su elección, aprendí mucho sobre el activismo y la democracia. A cada charla a la que asistí, mitin o base partidaria de Perú Posible, era una nueva experiencia: en ella conocía los lugares más alejados de Lima, conversaba con personas dirigentes de sus barrios y me pronunciaba por un Perú más equitativo entre sus ciudadanos.

Semanas de acabadas las elecciones presidenciales 2011, postulé como candidato a la Representación Estudiantil ante la Asamblea Universitaria. Fueron días de mucho debate y diálogo abierto: de rápidos pasos por casi todas las facultades de la universidad con el fin de conversar con más estudiantes. No obstante, no logré la meta. Me quedo, sin embargo, con el aprendizaje y la amistad que trabé con nuevas personas, involucradas con el día a día de la universidad.

La consolidación de mis aspiraciones profesionales
Si bien ingresé a la PUCP con la carrera de Periodismo, decidí cambiarme al Derecho. No es que haya desistido mi gusto por la redacción y las cámaras. No es así. Es más, todavía me interesan y me gustaría enrolarme en algún medio de comunicación. Sin embargo, entre mis gustos también figuran el conocimiento por la estructura del Estado, el sistema de justicia y las leyes. Espero ser un buen abogado con vocación de periodista.

En la casona Calvetti que posee el balcón más largo del Perú, La Victoria. Foto: Wilfredo Ardito.

Mi familia
Este 2011, si bien estuve un poco menos con la familia por las expediciones al Centro, ha sido un año con muchas reuniones y momentos juntos. Hemos estado festejando, ya sea el cumplimiento de un año más de alguno de nosotros o celebrando una fecha conmemorativa.

Las expediciones a Lima
Durante el 2011 amplié mucho mis conocimientos de la ciudad. Emprendimos con Lima la Única y Lima Antigua, dos páginas interesantes sobre historia de la capital que recién conocía, una serie de paseos y caminatas por jirones, casonas y monumentos patrimoniales de Lima. El 2011 también fue el año de las expediciones, una especie de recorridos por lugares ocultos y sin mucha información, organizado por un grupo reducido.

La última expedición del 2011 fue a las ruinas de la antigua iglesia agustina Nuestra Señora de Guía (XVII). Foto: Ed Boulangger.

Las tertulias limeñas
En homenaje a aquellas conversaciones amenas realizadas en la Lima de antaño rememoramos las famosas tertulias. La primera que celebramos fue en la casa de nuestro ilustre amigo Fernando Poblete, a la que por desgracia no pude asistir, pero que estuvo llena de anécdotas y buenos recuerdos. La segunda también se realizó en la calidez de su hogar. A esta sí pude asistir.

Aparición en medios
El 2011 premió mi noble labor en la difusión y protección de patrimonio con una entrevista en el diario El Comercio. El periodista Javier Lizarzaburu escribió un reportaje que revaloraba el trabajo que emprendo desde esta tribuna. Estoy seguro que el 2012 también deparará una mayor presencia del movimiento Lima en los medios, con el único fin de que no se maltrate su cultura e historia. La campaña Lima Milenaria es una de las propuestas que se han hecho para ello.

Leer más »

31/12/11: El Tontódromo de la PUCP y sus lugares emblemáticos

Caminar por la PUCP sería dificultoso si no existiese el famoso Tontódromo, la vereda principal del campus que conecta a casi toda la universidad. Tiene una extensión de 550 metros y es paso obligado para las más de veinte mil personas que, aproximadamente, visitan diariamente la universidad.

Existen muchas versiones del porqué de su nombre. ‘Tontódromo’ es sin duda un nombre que llama la atención. Este peculiar término proviene de dos palabras: ‘tonto’ (alguien que carece de juicio o de razonamiento) y ‘dromo’ (lugar). Me identifico, sin embargo, con una en particular. A lo largo de esta avenida, desde ya hace varias décadas, transcurrían parejas de enamorados, universitarios ellos, que, cuales ‘embobados’ de amor, caminaban en medio de suspiros y miradas. Se agarraban de la mano, y cuales tontos, caminaban por este tramo largo, en la mayoría de veces para matar el tiempo, alejados del mundo y de todos los deberes de la universidad.

Esta vía es reconocida por muchos estudiantes, pero no tanto por ello. Se ha convertido en un emblema por cumplir un valioso rol en la vida del estudiantado: permite un movimiento rápido de un extremo al otro de la universidad. Por ello que es una de las siete maravillas de la PUCP. Junto a Luis Grau recorrimos el ‘Tontódromo’. Aquí el video.

Leer más »

27/12/11: La Hacienda Buena Vista: historia de una finca colonial en las alturas del Valle Lurín

Al verla asentada en la cima de un promontorio rocoso, dotada de una vista privilegiada del valle circundante y de una imponente presencia, se pensaría que no estamos frente a la Hacienda Buena Vista, sino en Grecia y ante la añeja Acrópolis. Sin embargo, tanto la historia que la rodea como la arquitectura que le es fiel rezuman memorias de una época que transcurrió en el Perú colonial y republicano.

La Hacienda Buena Vista es una de las fincas que se edificaron en el sur. Está ubicada en el camino a la Rinconada de Lurín y es propiedad de la Instituto de Hermanas Agustinas de Jesús. Foto: Marco Gamarra Galindo.

Vista desde la Avenida Manuel del Valle, la Hacienda Buena Vista resalta por encima de los árboles y chacras del último valle verde de Lima: el del río Lurín, simulando la estampa de un castillo feudal o de la Acrópolis grecorromana. Esta casa-hacienda data del siglo XVIII y desarrolló, durante la colonia, una eficiente producción de pastos, algodón y cereales. Su posición estratégica y privilegiada en el valle, con vista incluida a la costa, le dan dado el nombre: el de Buena Vista.

Hacienda Buena Vista es un Monumento Integrante del Patrimonio Cultural de la Nación desde el 2003. Foto compartida por María Abril.

A la llegada de los españoles al valle de Lurín, las tierras agrícolas y los naturales residentes fueron dados en encomienda a los conquistadores. Esto produjo cambios significativos que, con el tiempo, hicieron necesaria la construcción de haciendas como las de San Pedro, Buena Vista, Villena y Las Palmas para el abastecimiento de alimentos y el aprovechamiento de la mano de obra. Los primeros españoles que propugnaron la existencia de las encomiendas en la zona para la evangelización de los naturales fueron Miguel de Estete, Juan Maldonado, Francisco Gonzáles, Juan de Villafuerte, entre otros.

Galerías de la Hacienda Buena Vista, Lurín. Foto: Marco Gamarra Galindo.

“Durante el siglo XVIII –época en que fue erigida-, la Hacienda Buena Vista fue propiedad de Diego de Chávez, Diego y Martín Chávez Calderón y Francisco Antonio Lastras. En el siglo XIX le perteneció a Josefa Jacot, Francisca Jacot, Pedro y Lauro Arciniegas. En el siglo XX a la familia Bazo y Arciniegas, Rosa y Manuel Valle, y finalmente a la familia Olcese. Se dice también que en esta hacienda habría vivido Micaela Villegas, la ‘Perricholi’, amante del Virrey Amat. Por esto se le conoce también a la finca como Casa del Virrey Amat”, señala el Inventario Turístico del Perú. Leer más »

21/12/11: “Que Lima deje de ser una incógnita para su gente”

Era una mañana de octubre. Me levanté como todos los días, descansado por una semana de arduo estudio universitario, listo para emprender las actividades del día. Era fin de semana y, atraido por leer las noticias, me acerqué a recoger El Comercio que todos los sábados y domingos llega a casa. Grande fue la sorprenda cuando, en la sección ‘Limeños de todas las cepas’ apareció “un joven alto, algo lánguido y de ojos almendrados”, comentando su pasión por Lima y su vocación por recuperar su memoria de gran ciudad milenaria. La entrevista iba adjunta de dos fotografías: de una grande, contrapicada, resaltando al entrevistado y, detrás de él, la fina estampa de una dieciochesca portada. La segunda fotografía mostraba la Lima prehispánica, oculta y llena de misterios. El entrevistado resaltaba la necesidad de que la historia de Lima fuese conocida por sus ciudadanos: “Conociendo Lima nos conocemos a nosotros mismos”, afirma. Por ello, a través de sus publicaciones, intenta cada día “que Lima deje de ser una incógnita para su gente”. Aquel personaje era yo, respondiendo las preguntas del periodista Javier Lizarzaburu, hace unos días atrás, en el Barrio Chino. Días que no olvidaré.

Horas después sería felicitado por muchos familiares y amigos. Les agradezco mucho a todos ellos y a aquellas personas que tienen el interés por conocer su ciudad. Yo seguiré como siempre, haciendo mi trabajo de hormiga.

Artículo del Diario El Comercio
PERFILES – LIMEÑOS DE TODAS LAS CEPAS

Por: Javier Lizarzaburu

Domingo 30 de Octubre del 2011

“QUE LIMA DEJE DE SER UNA INCOGNITA PARA SU GENTE”

Marco Gamarra Galindo, 18, lleva unos años conociendo a pie la ciudad y, casi sin proponérselo, ha ido recuperando memoria urbana. Usa las redes sociales e Internet para difundir sus hallazgos.

“Esta aquí cerca. Verás que te va a sorprender”. No es una línea de ‘Alicia en el País de las Maravillas’, pero bien podría serlo. La avenida Abancay se convierte en un espejo gigante y la atravesamos. Una vez del otro lado, las piezas de ajedrez que en el cuento de Lewis Carroll toman forma humana, aquí son ejércitos de vendedores que ofrecen juguetes, globos, disfraces, piñatas, máscaras, collares de perlas de colores. Sueños. Fiesta. Es una transición entretenida. El cuento y la realidad se mezclan, y avanzamos hasta el lugar que Marco ha elegido para hacer la foto de esta nota. Entramos.

Es una propiedad sobre el jirón Cusco, y después de pasar por unas tiendas interiores y dejar atrás la intensidad comercial del lugar, llegamos a un área tranquila, de cuartos con puertas de todo tipo y callejones interiores. Aquí, de pronto, detrás de una morera surge una pequeña joya del barroco colonial. Es un arco del año 1774 que fue parte del colegio mayor San Pedro Nolasco. Es todo lo que queda del claustro mayor que en el siglo XVII un hermano de la orden mercedaria, Francisco Bueno, describía como “lo mejor de Lima”.

“Escogí este lugar porque es un claro ejemplo de cómo está el patrimonio en el centro”, explica Marco, que es un joven alto, algo lánguido y de ojos almendrados. A sus 18 años, en Internet y en las redes sociales ya tiene fama de ser uno de los mejores conocedores de la ciudad. “Lima siempre me sorprende”, señala. “Tiene cosas escondidas que al conocerlas impactan”, e indica que este arco fue recientemente descubierto por un programa de televisión, y que es algo tan novedoso que no aparece en ningún libro sobre la ciudad ni en ningún folleto turístico. Leer más »

19/12/11: ‘El Buque’ de Barrios Altos gana concurso fotográfico en la PUCP

Participé en el Concurso Juegos Florales PUCP 2011 auspiciado por OPROSAC (Oficina de Promoción Social y Actividades Culturales) y la de la Facultad de Estudios Generales Letras (EE.GG.LL.) de la Pontificia Universidad Católica del Perú (PUCP) con una fotografía de la conocida casona colonial ‘El Buque’, ubicado en los Barrios Altos de Lima. A mediados de noviembre -hace unas semanas- se celebró la premiación, y por veredicto del jurado, me encontraron ganador.

La fotografía llevó por título ‘Los Inocentes’ en referencia a la obra del reconocido escritor Oswaldo Reynoso. La tomé en un domingo caluroso. Foto: Marco Gamarra Galindo.

Sobre la foto, mi buen amigo, el Dr. Fernando Poblete hizo el siguiente comentario: “¡Felicidades, Marco! Premio muy bien merecido. Deduzco que se debe a esta magnífica toma del Callejón del Buque, que tiene un tratamiento nostálgico (gracias al sepia de la tonalidad) que contrasta armónicamente (aunque parezca un contrasentido) con los ‘vestigios’ de una modernidad expresada en el grafiti que asoma desde los barandales del tercer piso”.

Este premio es una motivación para seguir conociendo la historia de nuestro país, pero también para sensibilizarnos aún más de los graves problemas que aquejan a sus monumentos y testimonios de su cultura. Leer más »

14/12/11: La Hacienda Caballero, historias de un potentado español y de un cura decapitado

Existió en la colonia, allá en el siglo XVII, un personaje que pudo poner en problemas a toda la Lima cuadrada. Juan Caballero de Tejada, regidor del cabildo limeño, era el mayor abastecedor de carne, leche y queso en la ciudad. Su finca y casa de campo –la hacienda Caballero- era una de las más importantes del valle del río Chillón por su producción agrícola y vacuna. Este hacendado, convertido en un potentado económico, adquirió tierras e inmuebles con las cuales fundó el Mayorazgo de Caballero. Estudiar la historia de la Casa Hacienda Caballero es conocer cómo estaban fundados los sistemas de producción, las élites sociales y la utilización de la tierra.

La Hacienda Caballero, patrimonio cultural de Lima Norte. Foto: Marco Gamarra Galindo.

Rodeada de vastas áreas de cultivo, en el kilómetro 31 de la carretera a Canta, se encuentra erigida la Hacienda Caballero, en el actual distrito de Carabayllo (Lima). Su presencia evoca la imponencia y esplendor de aquellas haciendas que mantenían poblaciones numerosas, fincas que manejaban una fuerza productora de considerable proporción y latifundios que establecían la moda en sistemas de producción por la avanzada técnica que empleaban.

En la Hacienda Caballero se criaban toros de lidia. Caballero de Tejada los enviaba al ruedo de la Plaza de Acho del Rímac. Foto: Marco Gamarra Galindo.

Han pasado más de tres siglos desde que Juan Caballero fue el propietario de esta gran hacienda. Unos años menos desde que el General José de San Martín, el libertador argentino, iniciara su recorrido de ingreso hacia la ‘Ciudad de los Reyes’ desde Lima Norte para romper cadenas y alcanzar la tan ansiada libertad. Las tropas patriotas, lideradas por San Martín, tomaron la Hacienda Caballero por considerarla un lugar estratégico de acceso a Lima y por ser una zona clave en la producción de alimentos, esto luego de una serie de enfrentamientos contra las tropas realistas por la posesión del valle.

Sala principal de la hacienda Caballero. El descuido es notorio. Foto: Marco Gamarra Galindo.

Años después, con la invasión chilena en territorio nacional, la Hacienda Caballero sufre asaltos y destrozos de considerable magnitud. Luego de la ocupación chilena, se encarga de la hacienda la familia Calmet (en 1918), quien además era dueña de la hacienda Huarangal, que se encuentra frente a Caballero, cruzando el río Chillón.

En el camino a Canta, donde se ubica la hacienda Caballero, no es tan díficil cruzarce con un tractor. Foto: Marco Gamarra Galindo.

En el siglo XX muchas haciendas se convertirán en sociedades agroindustriales, que a su vez estaban relacionadas a actividades ligadas a la minería, la banca y la construcción, lo cual convirtió a sus propietarios en un importante grupo de poder económico del país y, a vez, en protagonistas de la vida política y militar del Perú. En 1965 existían veinte haciendas en el valle del Chillón, las cuales eran administradas por nueve propietarios, entre ellos destaca Ernesto Nicolini. La Hacienda Caballero perteneció, luego, a la Sociedad Agrícola Los Cedros. Para ese entonces el producto más sembrado era el algodón que era llevado después a la desmotadora de la hacienda Chocas y de ahí llevado al Callao para ser exportado.

Carabayllo posee vastas áreas dedicadas a la agricultura. El proceso de expansión urbana no ha llegado a las zonas de Punchauca, Caballero, Torreblanca, Yangas, Chocas, Trapiche, entre otros. Foto: Marco Gamarra Galindo.

Uno de los ex-trabajadores de la hacienda, el Sr. Valverde, nos relata que en la época de los Nicolini, el trato era humano y había de dónde subsistir. Desde su modesta bodega, en el antiguo pueblo de los peones –al frente de Caballero- trae a la mente el recuerdo de su juventud, vinculada a la agricultura, al trabajo arduo y a las leyendas urbanas que se han tejido alrededor de la finca. “Cuando vinieron los españoles a esta parte del valle quisieron apoderarse de los terrenos de los que trabajaban la tierra; luego de preguntarse cómo hacerlo, solicitaron al cura del lugar que celebrara una misa para juntar a todos los ‘parceleros’ (estos trabajadores a quienes los españoles querían quitar sus tierras ya habían tenido contacto con los hispanos mucho antes, esto porque asistían a la misa y estaban familiarizados con una capilla). Los españoles que codiciaban esta zona pidieron al cura que los convocara para así poder capturarlos a todos y apoderarse de sus tierras. Para ello le acercaron al cura un documento que acreditaba que este iba a hacer una misa e invitar a todos los ‘parceleros’. El cura se rehusó y, en cambio de ello, dio su palabra de caballero. De ahí viene el nombre. Cuando vinieron los españoles a la misa, encontraron únicamente al cura, mas no a los trabajadores de las tierras: les había alertado del peligro y los había hecho huir. Los españoles mandaron a decapitarlo y por eso cuentan que por acá sale un curita sin cabeza”, narra espléndidamente.

El Sr. Valverde es una fuente viva. Desde su humilde bodega, atiende a los pobladores de Caballero, el pueblo que está al frente de la hacienda. Foto: Marco Gamarra Galindo.

El sistema económico basado en las haciendas terminó durante el gobierno de Juan Velasco Alvarado, quien promulgó la Reforma Agraria; así la propiedad de las tierras agrícolas, pasó a manos de los campesinos que trabajaban el campo. La hacienda Caballero, unida con la hacienda Chocas formó la Cooperativa María Parado de Bellido N° 64, con 560.33 hectáreas cultivables cuyos beneficiarios eran 106 socios. En poco tiempo las cooperativas se convirtieron en poblados rurales, tal es así que en 1984 la población de Caballero y Chocas sumaban 3,570 habitantes, quienes participaban en las actividades agrícolas de siembra y cosecha de productos agrícolas.

Richard Pereyra, arquitecto, y Enrique Mori, bibliotecario, observando el material con el que han sido hechas las paredes. Foto: Marco Gamarra Galindo.

Para el historiador Edgar Quispe, a pesar de las ventajas comparativas que poseen las tierras agrícolas del valle del Chillón (cercanía al mercado limeño, fertilidad de las tierras, carreteras, y, sobre todo, abundante agua de riego tanto de río como de puquiales), los campesinos decidieron individualizarse y perder la cooperativización de la tierra, que tanto esfuerzo y sacrificio les costó obtener.

El pequeño pueblo donde descansaban los trabajadores de la hacienda tiene por nombre Caballero y hoy es habitado por varias familias. Foto: Marco Gamarra Galindo.

Para ingresar a la casa hacienda se tenía que ascender por una amplia escalera –que sobrevive- y luego se llegaba a una terraza techada, desde donde se apreciaba los campos de cultivo, las rancherías de los esclavos, los galpones y los corrales. Asimismo, al costado de la escalera principal se encontraba un pozo construido para obtener agua. Existe, además, en sus paredes aledañas una capilla familiar, cuyas torres estaban adornadas de campanas. En sus interiores se contaba con un reluciente retablo y otros a los lados. Su techo fue abovedado de medio cañón y hasta 1998 se podía apreciar el alto coro que se encontraba ingresando a la capilla.

Capilla familiar de la Hacienda Caballero todavía en pie. A su costado, un muro de la finca que deja ver en su relieve la figura de un toro de lidia. Si no existen programas para su recuperación, quedarán en el recuerdo de aquellos que alguna vez la visitamos. Foto: Marco Gamarra Galindo.

La arquitectura de este inmueble, añade el catedrático de la PUCP, Juan Luis Orrego, presenta “tres niveles y paredes de adobe de casi medio metro de ancho, además de elementos traídos de Europa como sus baldosas, algunas de las cuales aún permanecen en su lugar original”. Unos detalles que dejan ver sus paredes exteriores son las pinturas murales que muestran el retrato del valle y los toros de lidia, criados en esta hacienda para la práctica de dicha costumbre hispana.

Hoy la hacienda Caballero permanece en el más triste olvido. Su historia es rica en pasajes importantes de nuestra identidad y pasado. Sin embargo, las autoridades parecen desconocer ello. Esperemos que sea pronta su recuperación. Leer más »