Archivo de la etiqueta: Lima

30/10/10: Recuerdos del Señor de los Milagros y de un periodista

Ha transcurrido un año desde que vi al Señor de los Milagros muy cerca, sereno, como nunca. Formé parte, entre fieles, zaumadoras y seguidores del Cristo de Pachacamilla, de ese cálido ambiente de costumbre y alegría, de hábito morado y rico turrón, de octubre. La tradición que acompaña los pasos del santo verenado son seguidos por las diversas cuadrillas que se han erigido en su remembranza. La bruma de la mañana se desdibuja para dar escenario a esta procesión, de religiosos y ciudadanos, innumerables por cierto y de todas partes. Ellos son parte de nuestra historia y muestra clara de cómo ésta se mantiene al pasar de los años.

Procesión del Señor de los Milagros: tradición que lleva historia. Foto: Marco Gamarra Galindo.

Recuerdo muy bien cuando -días antes a la salida del Señor de los Milagros- había acordado con mi estimado compañero de mañanas interminables, de cafes y noticias en el diario El Comercio, Nicolás Rodríguez, para tomar la cobertura de esta festividad de octubre. Era el 2009 y nuestro segundo año en la Corresponsalía Escolar de El Comercio, sin embargo, nuestra primera vez que asumimos este compromiso que Aurora Escárate y Lisset Córdova, encargadas del programa, asintieron con gusto.

Era octubre y no solo la avenida Tacna hervía de gente. Todos los alrededores de Lima estaban pendientes por la salida del Cristo Moreno. En el edificio de El Comercio ya estabamos listos. Ese día, tres de octubre, habíamos llegado temprano, a pesar de que nuestro taxi había tenido que dar prácticamente saltos y volteretas para pasar por varias calles que habían sido habilitadas para la procesión. Con el paso de las horas llegaron algunos corresponsales quienes, al igual que Aurora y Lisset, no dudaron en desearnos lo mejor de las suertes en la cobertura.

Sin embargo, ninguno podía ocultar cierta nostalgia en el aire al vernos salir de la oficina, nos adentraríamos a la procesión para ser parte de la tradición. Pronto me enteré que este reportaje significó un gran progreso para el programa. En los interiores de nuestras mochilas, que se movian inquietas al compás de nuestros pasos, nuestras cámaras y cuadernillos esperaban, ansiosos, el trajín de la tarde.

Era tres de octubre, la primera salida del Señor de los Milagros, su regreso para bendecir nuestra patria; asumir una cobertura como aquella implicaba compromiso y buen trabajo. Eso lo supimos a la perfección, desde el comienzo.

En el primer recorrido (…) del Cristo de Pachacamilla o Señor de los Milagros, Marco Gamarra Galindo y Nicolás Rodríguez López estuvieron este sábado y domingo por las calles céntricas calles de Lima por donde la imagen del Cristo Moreno hizo su recorrido.

Caminamos con cierto apuro por el Jr. Huancavelica, desembocamos en la Av. Tacna y nos dirigimos a la iglesia de las Nazarenas. El ambiente era nuevo para nosotros. Nicolás observaba curioso a una abuelita de hábito morado mientras yo empezaba a tomar las primeras fotos y grabaciones. La gente venía por acá y por allá. No se detenían. Recordaba haber visto minutos antes cómo un considerable grupo de fieles se abría paso en el puente Trujillo para adentrarse en la procesión. Para cuando volví a la realidad, frente a mi, había un policía que miraba con cierto cansancio mañanero el sinparar de las personas. Era momento de comenzar. Nos dimos un minuto para convidar unos turrones y conversar sobre cómo ibamos a hacer el video. Todo estuvo en orden. La hora había llegado. Era el Señor de los Milagros, una de la tarde -empezaba diciendo Nicolás con fuerza en su voz-. Estaba cargado por varios fieles y rodeado de casonas de peculiares aromas y colores. Entramos en acción.

Fieles en la procesión del Señor de los Milagros. Foto: Marco Gamarra Galindo.

Soltamos unos permisos y nos abrimos en el mar de gente. Avanzamos. La cámara sujetada con mucho cuidado. Toda comunicación inmediata con Nicolás es impedida por la profunda oración de los fieles. En esos momentos unas miradas bastan para decir lo suficiente. Aqui grabamos. Desde los balcones de cajón se arrojan flores rojas y blancas que combinan con las cuatro que cargan los fieles. Se respira tradición. El Señor de los Milagros está en sus corazones, sin duda. Poco a poco la imagen del Señor se aleja para dejar una sensación de que debemos seguirlo, pero esta vez más de cerca. De eso estamos seguros.

Nos contactamos con Mauricio Vivanco, Corresponsal Escolar, al igual que nosotros. Nos encontramos en la iglesia de Santa Rosa. Lo vemos. -Doctor, ya era hora- alcanzo a decir. Vestido de hábito nos estrecha la mano. Es devoto desde los diez años. Después de unos intercambios de palabras le pregunto si nos puede conducir a la procesión. -Claro que sí, de eso no duden, los llevo donde están mis compañeros de la cuadrilla- dijo alegre… y minutos después ya estábamos en los interiores, dentro de los cordones.

Jirón Callao. 3:00 pm. Vamos con Mauricio a tomar unas Coca Colas.
-Por cierto, Mauricio… serías buena entrevista para el video: jóvenes devotos como tú merecen aparecer en el video.
Ahí estaba Mauricio, impaciente. Como queriendo salir en el video pero con temor de decirlo.
-Vamos Maureco, anímese… dijo Nicolás y esbozó una sonrisa, sin dejar de sujetar la Coca Cola.
Mauricio y hasta se atrevió a dar detalles; era sus quince segundos de fama. Asintió.
-Verdad… una foto no vendría nada mal para recordar este día.
– Va… dicen ambos al mismo tiempo.

Foto para el recuerdo. Marco Gamarra, Nicolás Rodríguez y Mauricio Vivanco.

Mauricio -antes de ingresar a los cordones- nos pidió ser prudentes y guardar nuestras mochilas por debajo de nuestras casacas. -Uno no sabe cuando puede suceder- vociferó como si fuese un adulto entrado en años. Entramos. Lo logramos. Algunos fieles nos miran de reojo, curiosos. No utilizábamos hábito, mas solo una cámara y cuadernillos. Son periodistas, más de uno habrá dicho para sí. Y sí, nos sentíamos periodistas, atrás las épocas de escolares. Pensamos en lo grandioso de la carrera, de las muchas comisiones, de los viajes. Nos ilusionábamos. Carajo, vamos a ser los mejores periodistas que haya visto el mundo.

Leer más »

23/10/10: El Rímac y el olvido por su historia

“Histórico distrito del Rímac en el olvido”, titula un pequeño pero ilustrativo artículo en La República sobre la situación actual del Rímac, en el Centro Histórico de Lima. La imagen que muestra es de un balcón de cajón, sucumbido por el tiempo y el desaire de sus autoridades. Su otrora fina estampa se refleja en matices grises que indignan y ,por poco, ensucian la mirada. Cada vez menos son los vestigios coloniales con los que se queda Lima. La sociedad los maltrata, agrede, los olvida. De pronto una indignación infiltrada en el ambiente se siente y mientras recuerdo mis caminatas por el Rímac pienso que no soy el único que percibe esta desgracia. Algunos como yo se han detenido a observar la magnitud de la ignorancia general, propia, lastimosamente, del ciudadano común. Muchos tienen la voluntad de cuidar lo nuestro. Sin embargo, somos pocos.

20101023-rimacofomarco.JPG

Mencionado artículo “Histórico distrito del Rímac en el olvido” en el diario La República.

(…) No se preocupan de nada; dónde están esas instituciones restauradores que no se preocupan de lo nuestro. Soy peruano y me duele en el alma ver que en nuestro pais no valoramos lo que tenemos; si resusitara Chabuca Granda se volvería a morir al ver tanta ruina.

Barrio del Rímac, barrio de San Lázaro, de grandes y lujosas construcciones coloniales, atrás quedaron tus épocas de oro cuando toda Lima te iba a visitar, recorrían tus bellas Pampas, las veraniegas de Amancay, ¿recuerdas?, para ver florecer, a ritmo de fiesta rompe y raja, tus hermosos pétalos amarillos. Atrás también quedaron los días de paseos interminables por haciendas que acogiste en tus tierras fértiles de fruto eterno. Atrás, con nostalgia, quedaron los bosques y la fauna tan tuya, al igual que los días de tertulias pintorescas surgidas alrededor de tu damicela cautivadora de virreyes. Barrio del Rímac, de Abajo el puente, de entrañables recuerdos, me compadezco ante tu deteriorada situación. Leer más »

24/09/10: El molino Santa Clara: recuerdos de Barrios Altos

Puede ser digno de un gran poema, del más prestigioso elogio acerca de edificaciones republicanas en el Perú y de intrañables recuerdos que obligan a sus soñadores, los verdaderos barrioaltinos, a revivir una nostalgia latente en sus corazones al ver su sombra de casona añeja en día de verano. Sin embargo, el molino de Santa Clara, símbolo de una época interesante en el país, permanece en estado decadente, triste y, por poco, ruinoso. Fue declarado Monumento Histórico de Lima el 23 de enero de 1973.

20100924-molinoSantaClara.jpg

Fotografía antigua del molino Santa Clara. Atrás está la iglesia del mismo nombre.

Fue en una de mis caminadas urbanas cuando la observé por primera vez. -A pesar de los años, el Molino aún permanece con su usual imponencia de hace décadas- me dije y le dediqué unos minutos de mi tiempo, a contemplarla detalladamente: portón por portón, balcón por balcón, y claro, para también tomarle algunas fotos. Recuerdo muy bien cuándo sucedió este encuentro: un día de Semana Santa del 2010 como parte del recorrido tradicional de siete iglesias que, por primera vez, realizaba -aunque decidí ir a visitar algunas no tan concurridas como la iglesia Buena Muerte, Trinitarias, Santa Clara, no me perdí absolutamente de nada; descubrí, al contrario, que en estas zonas de la capital existen grandes riquezas históricas y culturales que a los limeños, en general, nos falta conocer-.

20100924-IMG_8436.jpg

Actual vista de la casona molino Santa Clara, de estilo italiano. Foto: Marco Gamarra Galindo.

Esta casona representa, claramente, el influente estilo italiano que contagió a Lima durante la llegada de un considerable número de inmigrantes de dicho país a la capital. Un caso ilustrativo es el de los hermanos Rainusso. En 1845 vino al Perú el inmigrante italiano Luis Josué Rainusso junto a una fortuna que invirtió, acompañado de su hermano Elías, en una empresa. Decidió realizar unas ampliaciones y mejoras a un antiguo y deteriorado molino que utilizaba al extinto río Huatica -el cual originó la construcción de una serie de molinos que trabajaban como fábricas de harina y venta de pan; de ahí el término de molino; Santa Clara, por la iglesia que está a unos pasos-. De esta construcción, la casa-molino Santa Clara ha quedado como tal hasta la actualidad. Por cierto, su arquitectura pertenece a la escuela neoclásica.

Siguiendo con la linea de tiempo, Luis Rainusso continuó por adornarla con magníficas esculturas que representaban a reconocidos intelectuales y artistas clásicos italianos, hechas en marmol de Carrara. Se trataban de 17 estatuas. Acerca de ello, el historiador de la PUCP, Juan Luis Orrego Penagos comenta en su blog:

… (Luis Josué Rainuzzo) era muy amigo del arte: adornó su casa con 17 magníficas esculturas de mármol que representaban, en la parte baja, a Miguel Cervantes, Alejandro Volta, Andrea Doria, Rafael Sanzio, Dante Alighieri, Miguel Ángel, Maquiavelo, Víctor Alfieri y Galileo Galilei; en la parte superior estaban Víctor Manuel, Marco Polo y Diógenes; las otras cinco eran alegorías mitológicas. Sin embargo, cuando don Luis murió, las estatuas fueron bajadas y vendidas a Juan Levaggi quien, a su vez, las revendió a distintas personas de Lima. Hoy, a la entrada del Museo de Arte Italiano, podemos ver cuatro de ellas“.

Molino Santa Clara en épocas pasadas, cuando estaban sus estatuas italianas en su fachada. En esta foto de 1908 era local de la compañía de curtiembres Camino & Cia que la alquilo hasta 1913.

Se sabe, por las inscripciones de la base, que las estatuas de Galileo Galilei, Miguel Angel, Rafael Sanzio, Dante Alighieri, Miguel Cervantes y Víctor Alfieri fueron hechas en Florencia (Italia) por el escultor Casoni en 1865 y, sin duda, son de mejor factura que las restantes.

A raíz de la venta de la propiedad en 1878, las estatuas fueron vendidas y dispersas alrededor de 1940. En las primeras décadas del siglo XX y con la decadencia paulatina de los Barrios Altos, el edificio deja de funcionar como molino y poco a poco va perdiendo sus esculturas. Algunas fueron sustraídas y otras vendidas a coleccionistas. Leer más »

16/09/10: Humedales de Ventanilla: espejos del cielo

Para el blog de los Corresponsales Escolares del diario El Comercio.
Callao, 2008.

A un cuarto de hora de nuestro colegio, se encuentran los humedales de Ventanilla. Para llegar a este refugio natural catalogado como uno de los últimos de Lima y Callao se puede tomar un mototaxi. Exactamente ubicado cerca al balneario Costa Azul de Ventanilla.

20100916-100-0004.JPG

Cartel de bienvenida a los Humedales de Ventanilla. Foto: Marco Gamarra Galindo.

Mi colega y yo nos arrumbamos a los humedales para buscar información turística para nuestro periódico; teníamos en mente tomar algunas fotos y entrevistar a la encargada de recibir a los turistas.

Al llegar nos recibió la señora, nos entregó unos folletos acerca del tema y se dispuso a contestarnos todas las preguntas que quisieramos sobre el destino. Prefirimos observar primero la gran extensión que alberga los humedales, la gran flora y fauna que posee.

Al terminar, nos relató que en estos humedales habitan 62 especies: 32 aves migratorias y 30 residentes (23 migratorias locales, 2 migratorias alto andinas, 1 migratoria del norte del pais). Las aves migratorias provienen de Norteamérica (Canadá y Estados Unidos) y 1 de Sudamérica. Entre 62 especies están: el pato gargantilla, pato colorado, garza blanca grande, garza azul, garza tricolor, gaviota gris, gaviota dominicana, zambullidor, pimpollo, pato rana, pollo de agua, polla sultana, playero manchado, para amarilla menor, etc.

20100916-kmrojas.jpg

Vegetación en los Humedales de Ventanilla, Callao. Foto: KmrojasA.

Como sabemos los humedales son formaciones de agua que vienen por las filtraciones del mar y por la porocidad del suelo. El espacio físico de estos humedales está conformado por albuferas, gramadales, totorales, litoral marino y zonas adyacentes de colinas bajas que conforman en su conjunto un ecosistema. Posee un 1.70 de profundidad en invierno.

Los humedales cuentan con un total de 297, 93 hectáreas. Este bello paraje natural sirve de descanso para las aves de largo viaje (aves migratorias).

“Es nuestro deber, preservar los humedales porque son nuestros”.
Leer más »

28/08/10: El oso de los mil lugares de Lima

De silenciosa figura, pétrea rigidez y curiosa mirada -pienso que me estuvo mirando al detalle tanto como yo a él-, el oso panda, ente urbano con vida propia que observé con inmutable curiosidad en mis caminatas a los suburbios de Lima, tiene autor. El nombre calle de este graffer limeño es Poet. Su obra encierra el más profundo significado de la vida urbana de Lima, un modo de expresión donde la calle habla, se manifiesta y cuenta los más oscuros secretos de su problemática.

“Mírame a los ojos y verás lo que soy”. Foto: Mutandourbano.

Poet, antes de haber creado a su máximo representante del arte que pregona -el oso panda, de múltiple personalidad-, se dedicó a escribir, a puño limpio, versos que expresaran sus sentimientos más recónditos en las diversas cuadras de los Barrios Altos y de otras entrañas de Lima. Uno de ellos, quizá el más inspirado, dice: “Sueños e ilusiones / son mis únicas pasiones / de aventura y peligro / que dan forma a mi delirio”. Pronto, con la indiferencia habitual hacia el graffer por parte de la sociedad capitalina, tuvo que cambiar de estrategia, de modo que su herramienta de voz se amplie y abrigar, con ello, la esperanza de que parte de su personalidad, su arte, sea aceptada por la sociedad. Era el momento del oso panda, inspiración del peluche que regaló alguna vez a su pequeña hija.

El oso panda en acción. Foto: Poet.

Leer más »

27/08/10: La huaca Huallamarca: una historia dentro de San Isidro

En medio de colosales edificios, entre el bullicio de la ciudad de Lima, se encuentra un pedazo de historia que nos remonta a tiempos anteriores, inclusive a los del imperio incaico. Hablamos del templo de Huallamarca, lugar en el que la tribu de los Huallas tuvo su esplendor. Se calcula que la construcción de este imponente centro ceremonial ubicado en el distrito limeño de San Isidro se produjo entre los años 200 a.C. y 200 d.C.

Colosal huaca Huallamarca. Foto: Marco Gamarra Galindo.

Es en este siglo IV d.C. cuando sus habitantes, probablemente, abandonan el asentamiento debido a la construcción de la Huaca Pucllana en el distrito de Miraflores. Es en ese momento cuando atraviesa un momento de decadencia y se convierte totalmente en un cementerio.

Hasta 1942 el arqueólogo peruano Julio César Tello empezó las excavaciones en la hacienda Pan de Azúcar – de ahí la razón por la cual se le conoce a Huallamarca como Pan de Azúcar -, para posteriormente, a fines de la década de 1950, conocer de un proceso de restauración de la mano de Arturo Jiménez Borja.

Reconocido arqueólogo Arturo Jiménez Borja. Foto: Museo de sitio.

Tras la restauración, el templo presenta tres plataformas de planta rectangular y una rampa central de la cima al piso. Leer más »

08/08/10: Nuestro señorial Centro Histórico de Lima

Uno de mis primeros artículos como Corresponsal Escolar de El Comercio, en el 2009. Mi fascinación para con la historia del Centro Histórico de Lima me incitó a dedicar una nota casi a las primeras semanas que -a través de mis “andadas” reporteras en el diario- empecé a conocer.

Texto y fotos: Marco Gamarra Galindo
Video: Marco Gamarra Galindo, Nicolás Rodríguez López y Juan Carlos Espinoza Peña
Corresponsales escolares asignados

El Centro Histórico de Lima es un claro reflejo del amor hacia la arquitectura. Sus casonas, balcones, iglesias y monumentos son algunas pruebas de esta afirmación. Su estilo virreinal, rococó, renacentista, neo clásico, barroco, republicano, hablan de ella, como una ciudad multifacética y de diversidad cultural.

Lima, la “Ciudad de los Reyes”.

Por cierto, nuestra querida Ciudad de los Reyes fue declarada como patrimonio de la humanidad en 1988 por su originalidad y por poseer alrededor de 600 monumentos históricos construidos durante la presencia hispánica.

Muchas de las calles del Centro mantienen sus antiguas casonas con sus respectivos balcones.

En esta oportunidad, recordaremos la historia de una de las plazas de mayor trascendencia. Me imagino, amigo lector, que usted ya intuye de qué plaza estamos hablando. O quizás por el título. O tal vez, por haber mirado el vídeo con anticipación. En fin, no le daré largas y le confirmaré que estamos hablando de la Plaza Mayor de Lima. Sí, esa donde se ubica la catedral que hace poco cumplió 400 años y donde se encuentra el Palacio de Gobierno y el Palacio Arzobispal.

Francisco Pizarro, el conquistador español, fundó la ciudad de Lima el 18 de enero de 1535 y con ella, la Plaza Mayor. Se dice que fue el mismísimo Francisco Pizarro, el conquistador, quien trazó con su propia espada el cuadrilátero de la plaza y señaló el sitio donde se ubicarían la Casa de Gobierno, la iglesia matriz. Un cronista de la época, Bernabé Cobo, afirmó que la Plaza Mayor de Lima era la más grande y la mejor diseñada de todo el continente americano.

En los inicios de Lima, la Plaza Mayor se convirtió en el principal espacio de reunión de la ciudad: por allí circulaban diversos personajes como pregoneros, toreros y comerciantes que probablemente saciaban su sed con el agua de la pileta. A propósito, la primera pileta que se construyó fue en 1578, durante el mandato del virrey Toledo; posteriormente, en 1651 se reemplazó por la del virrey Sotomayor, la misma que se aprecia hasta hoy en día.

Durante la época virreinal, la Plaza Mayor funcionó como mercado, plaza de toros y como sitio de ejecución de los condenados. Asimismo, el Santo Oficio de la Inquisición, con sede en Lima, desarrolló en ella los autos de fe. En 1875 dejó de ser un terral y fue adornada con estatuas y sembrada de árboles para cambiar de imagen. Ahora, recordaremos juntos la historia de las edificaciones localizadas alrededor de la plaza.

Palacio de Gobierno
A lo largo de casi 480 años, el Palacio de Gobierno ha sido afectado por cinco terremotos, cuatro saqueos y tres incendios que destruyeron el edificio en parte o totalmente. Además, fue allí donde el conquistador Francisco Pizarro vivió sus últimos días.

Construcción del actual Palacio de Gobierno.

Durante el virreinato fue hogar de varios virreyes que enriquecieron sus adornos y su mobiliario. Además, fueron mejorando la construcción transformándola en un suntuoso palacio, digno de una capital del entonces poderoso imperio español. Ya en la república, el Palacio vivió quizá su mejor época, ya que fue embellecido por el presidente Ramón Castilla con varias obras de arte. Trágicamente, más adelante el Palacio se convirtió en el cuartel general del ejército chileno (1881 – 1883).

En 1921, en vísperas del centenario de la independencia, estalló un incendio que destruyó grandes salas, aposentos y despachos del Jefe de Estado. El presidente de ese entonces, Augusto B. Leguía, encargó al arquitecto francés Claude Antoine Sahut Laurent el diseño del nuevo Palacio de Gobierno. Terminado éste, se convirtió en un claro ejemplo del estilo neocolonial con tendencias moriscas. Finalmente, en 1937 Ricardo de Jaxa Malachowski dio la retocada final.

Ciertamente, asombra la arquitectura con la que se ha construido el Palacio de Gobierno, la misma que transmite orden, seriedad y poder.

Casa del Oidor
En la esquina de los jirones Junín y Carabaya se encuentra la única casona limeña que mantiene su arquitectura original. Se trata de la Casa del Oidor que fue construida en el siglo XVII. Su balcón esquinero es el principal distintivo de la casa y hasta hoy lleva el color verde que lucía cuando se construyó. Cabe mencionar que fue sede de la administración de justicia de los magistrados nombrados por el rey.

Palacio Arzobispal
La edificación actual concluyó en 1924. Es de estilo neocolonial, inspirado en el renacimiento español, aunque en su fachada encontramos elementos característicos del barroco. En la parte final, como rematando el edificio, se halla la escultura de Santo Toribio de Mogrovejo, hecha en granito. Es reconocida por poseer bellísimos balcones tallados con primorosas celosías. Se comunica con la Catedral de Lima través de un patio donde hace unas épocas había naranjos.

Catedral de Lima
El inicio de su construcción se remonta al mismo año de la fundación de Lima, cuando se edificó un pequeño edificio. Su construcción era de adobe con techo de troncos. Esta iglesia obtuvo el rango de catedral en 1540 gracias a Jerónimo de Loayza, el primer obispo de Lima, quién pidió al maestro Alonso Beltrán que construya una catedral similar a la que está en Sevilla (España). Al igual que Palacio de Gobierno, ha resistido a numerosos terremotos y podido guardar los rasgos y ambientes que poseía en sus inicios.

Ingresar a esta monumental edificación es una travesía por la historia. Conocidos personajes estuvieron en sus instalaciones: Rosa de Santa María, patrona de América y las Filipinas; San Martín de Porres; Francisco Solano; Santo Toribio de Mogrovejo y Juan Masías. Además, los restos de Francisco Pizarro yacen en la cripta de la Catedral.

Una visita obligada a este monumento si es que estamos haciendo turismo en Lima.

Estación de Desamparados
Es el remate visual del jirón Carabaya. Aquí se encuentra la más importante estación de tren. Consta de tres pisos, que fueron obra del arquitecto peruano Rafael Marquina. Se inauguró con la ruta Lima – La Oroya en 1893. Obtiene el nombre de Desamparados ya que fue sobre esta iglesia donde se construyó la estación. Actualmente funciona como sala de exposiciones y es conocida por poseer el vagón presidencial “paquita”, mandado a construir en honor a la esposa del entonces Presidente de la República Óscar R. Benavides.

Convento Santo Domingo
Es uno de los conventos más antiguos de la ciudad. Resalta la sencillez de su portada que cubre hasta las torres. El claustro presenta amplios patios cuyos pasadizos conservan parte de su artesonado y los azulejos de los zócalos. Durante la colonia fue el máximo foco cultural. Más adelante, llegó a albergar a San Martín de Porras, cuyos restos actualmente descansan allí junto con los de Santa Rosa de Lima y del Beato Juan Masías.

Santo Domingo nació con la ciudad, pero su fundador fue el fraile Tomás de San Martín, quien después se convertiría en prior principal de la orden de los dominicos. Se ubica en la esquina de los jirones Conde de Superunda y Camaná.

Pasaje Olaya
Conocido como la Calle de los Petateros ya que diversos comerciantes vendían sus petates – una especie de alfombra – y esterillas alrededor de este pasaje. Es conocida también porque aquí fue donde los realistas fusilaron al patriota José Olaya. Actualmente es sitio de comercio y de restaurantes. También se puede apreciar un monumento al mártir peruano.

Casa de Correos y Telégrafos
Es una construcción académica que posee un estilo francés elegante y monumental. Se ubica al frente del Convento de Santo Domingo. En este lugar fue donde se realizó la primera emisión oficial. El reparto de la correspondencia durante los primeros años de la república se realizó en espaciosas carretas confeccionadas con resistente madera. Actualmente es la oficina central de correos de Lima. Aquí también hay un museo donde se puede observar una de las últimas carretas de esa época.

Bar El Cordano
Se ubica a unos metros del Palacio de Gobierno. Es un orgullo que resiste al pasar de los años. Por este bar han desfilado diversos presidentes que ha tenido nuestro país durante la última centuria. Actualmente se puede degustar de una deliciosa butifarra de cerdo, arroz con mariscos, papa a la huancaína y el peruanísimo pisco sour. El bar fue fundado hace 102 años por los genoveses Andrés y Fortunato Cordano, quienes dejaron después la administración a sus sobrinos Luis y Antonio Cordano, los que a su vez legaron a sus trabajadores el local en pago por el tiempo de servicio.

Esto es sólo un pedazo de historia de nuestra capital, confiamos que todos podamos contribuir con el cuidado y mantenimiento y que lo sigan gozando las siguientes generaciones. Leer más »

07/08/10: Lima y el cuidado de su cultura

Es un tema que realmente me genera pena, tristeza y hasta verguenza ajena. El hecho que no se valore el patrimonio del Centro Histórico puede permitirnos llegar a la conclusión de que su población no tiene cierto grado de cultura, y menos aún de sus vertientes. Lima es importante no sólo porque, a través de sus edificaciones, nos muestra una época que alguna vez vivimos. El Centro Histórico es un lugar donde Lima puede ser auténtica: sus costumbres, tradiciones e idiosincracias urbanas forman parte donde la ciudad, es propia de sus ciudadanos.

El debido cuidado del Centro Histórico de Lima depende de todos nosotros. Foto: Marco Gamarra Galindo.

Lima tiene dos caras muy distintas: una muy cuidada donde las agencias de turismo pasean a los visitantes. Los llevan a la Plaza de Armas, el Jirón de la Unión, la Alameda Chabuca Granda y la Plaza San Martín. De ahí que quieran adentrarse, por ejemplo, a conocer el Jirón Trujillo, depende totalmente de los turistas. Esto es con la finalidad de proteger su integridad y eso es comprensible. La otra cara se encuentra entre el Rímac y los Barrios Altos, sectores donde se hallan la más vistosa arquitectura de nuestra capital. Sus casonas, quintas, iglesias, plazuelas rodeadas de calles con curiosos nombres, en conjunto, son mucho más interesantes que la cuidada. Ellas reflejan la Lima que sí estuvo al alcance de sus pobladores, que verdaderamente fue propia de sus habitantes. La mayoría de anécdotas descienden de sus calles, de sus entrañables callejones de un solo caño. Lo que pierde Lima en turismo.

Curiosidad urbana limeña. 1885.

Leer más »

06/08/10: El imponente palacio del Marqués de la Osambela

Caminar por las calles céntricas del Cercado de Lima es como regresar a la Lima de antaño, tan tradicional y monumental que, todavía, guarda celosamente recuerdos que muchos de nosotros hemos olvidado.

Una de estas reliquias dignas de ser admiradas es el Palacio del Marqués de Osambela, una magna construcción de finales del siglo XVIII que se encuentra en el Jirón Conde de Superunda. Perteneció al opulento banquero y comerciante español Martín de Osambela, Marqués de Osambela y Teniente Coronel de Milicias.

Mencionado Jirón Conde de Superunda y la Casona de Osambela en resalte. Foto: Marco Gamarra Galindo.

De estilo neoclásico con influencia francesa del rococó, esta casona limeña posee un hermoso mirador desde donde se observaba la entrada y salida de los barcos del Callao. Además, presenta características únicas en comparación a otras casas virreinales de la época. Una de ellas son sus habitaciones, distribuidas en forma paralela a la calle, lo cual hace que su fachada sea lo suficientemente extensa para albergar a cinco balcones de cajón de estilo Luis XVI.

Balcones de cajón de la Casona de Osambela. Foto: Marco Gamarra Galindo.

Al parecer, fue en 1815 que Martín de Osambela, al encontrarse enfermo, escribió su primer testimonio declarando que no tenía herederos. Sin embargo, después contraería matrimonio. Años después, el libertador San Martín se hospedaría en casa de la familia Osambela e inclusive, sería aquí donde se celebró la proclamación de la independencia política del Perú.

Casi treinta años después de su muerte en 1825, el palacio de Osambela pasaría a manos del vasco José de la Asunción Oquendo, razón por la cual la gente la comenzó a llamar la casa de Oquendo, nombre con la que también se conoce hoy en día. Actualmente funciona como sede de la Academia Peruana de la Lengua y Lenguas Nativas, y de la Oficina Regional en el Perú de la Organización de Estados Iberoamericanos para la Educación, la Ciencia y la Cultura (OEI).

Si usted se encuentra por el corazón del Centro Histórico, no deje de visitar esta majestuosa casona de añil azul, la cual se conserva y destaca por sus balcones de cajón. Leer más »

23/07/10: El Convento de los Descalzos en el Rímac

Desde 1595 este monasterio se afianza como uno de los más tradicionales del país. Su sencilla fachada corona la elegante Alameda de los Descalzos, la cual se mantiene en silencio hasta que abre sus puertas.

Sus patios conventuales son testigos del ir y devenir de los religiosos. Las monjas adornan los huertos y jardines con un vaivén y gracia de antaño. Como decía José de la Riva Agüero: “Son los únicos sitios en que aún es posible imaginar y sentir la poesía de la colonia, poesía blanda y muelle, enervadora”.

El Convento de los Descalzos fue un importante centro apostólico de donde salieron cientos de misioneros a catequizar las zonas apartadas del Perú durante el siglo XIX. La construcción de este monumento histórico nacional se efectuó sesenta años después de la fundación de Lima por Francisco Pizarro en terreno donado por Doña María de Valera y su hijo Don Luis Guillén, benefactores de la orden.

El aroma del Perú antiguo se percibe en el Convento de los Descalzos, Rímac. Foto: Marco Gamarra Galindo.

A pedido del arzobispo Santo Toribio de Mogrovejo, el rey español Felipe II aceptó la creación de una casa franciscana de oración, penitencia y recogimiento. Su denominación oficial fue la de Convento de Nuestra Señora de los Ángeles. Sin embargo, la tradición popular la llamó “los Descalzos” debido a las sandalias usadas por los sacerdotes.

A pesar de no tener la intención de acumular riquezas, la devoción había reunido valores para el patrimonio histórico y artístico de la nación como reliquias de San Francisco Solano, San Francisco de Asís y San Antonio de Padua junto a más de 300 lienzos de la escuela cusqueña, limeña y quiteña, y una biblioteca de dos niveles con más de 15,000 libros de piel de cabra de los siglos XVI al XX que actualmente se pueden apreciar en el Museo de los Descalzos.

Sepa más
Las visitas guiadas al Museo de los Descalzos se realizan de lunes a domingo, incluyendo los días martes, de 9:30AM a 12:30PM y de 2PM a 5:00PM [Actualización 21/05/2017]
Leer más »