Anclada en el Jr. Junín, la Quinta Baselli -el ‘Titánic’ de los Barrios Altos de Lima –es considerado uno de los lugares más tradicionales que conserva nuestra ciudad. En ella, italianos y limeños se reunieron en un espacio común y compartieron no solo el ideal de progreso, también costumbres y lazos culturales.
La Quinta Baselli en la edición sobre ‘El Centro Histórico de Lima: Patrimonio Humano y Cultural en Riesgo”, edición hecha por el CIDAP.
Inaugurada el 24 de marzo de 1929, la Quinta Baselli representa una época de bonanza en Lima: sus espaciosos y múltiples pasadizos, parejas habitaciones y su prestancia arquitectónica evidencian el poder adquisitivo que tenían algunas familias y autoridades para construir inmuebles en una tipología de quinta amplia y equipada con todos los servicios básicos.
Interiores de la Quinta Baselli. Foto: Marco Gamarra Galindo.
La Quinta Baselli fue habitada por un considerable número de italianos –el nombre que recibe esta quinta es, pues, resultado de ello: se dice que los esposos Baselli, un matrimonio italiano, mandó a construir la famosa quinta-. Los padrinos de la Quinta Baselli fueron doña Elena Porras del Riego y el ingeniero don Felipe González del Riego y hasta fue bendecida. Durante varias décadas el inmueble conservó los enchapes de mármol de las escaleras, los relieves en yeso y los barandales de madera. Mucho de este mobiliario permanece.
Segunda planta de la Quinta Baselli. Foto: Marco Gamarra Galindo.
Grandes fiestas son celebradas en la Quinta Baselli, al más idéntico estilo del carnaval veneciano –donde tanto máscaras, papeles picados y músicas se entrelazaban para formar un ambiente lleno de color y alegría-. Esto se da en el marco de una clara influencia italiana en el lugar. La Quinta Baselli fue escenario también de concurridas jaranas criollas. Se cuenta que el máximo compositor peruano de música criolla, Felipe Pinglo, quien vivía a unas cuadras, cerca a la Iglesia y Monasterio Virgen del Prado, visitaba y armaba fiestas de rompe y raja en los interiores del ‘Titánic’.
Vecinos arreglando la quinta. Foto: Página Oficial de la Quinta Baselli en Facebook.
Su estilo es academicista, un tipo de arquitectura fiel a normas consideradas ‘clásicas’ de construcción. Si bien es cierto el academicismo no busca una belleza ideal, hace gala de una gran calidad técnica –lo cual es muy notorio en la Quinta Baselli-. Muchas familias que hoy viven en el ‘Titánic’ son conscientes de la historia y la importancia de este inmueble –ello lo pude constatar durante mi visita: muchos vecinos fueron amables y nos enseñaron hasta sus habitaciones-. No se borrará de mi mente los innumerables pasadizos que atravesé en los interiores de la quinta –es verdaderamente muy extensa, quizás por ello la llaman ‘Titánic’-. En el último pasaje hay una escalera –ya sin mármol- que sube a la segunda planta. Tendría que estar un día entero para conocer todos sus interiores. Esperemos que las autoridades y los propios inquilinos velen por la integridad de la Quinta Baselli.
Para ingresar a la Quinta Baselli se debe tener un conocido dentro; si no, puede verse uno en problemas. Foto: Anthony Valverde. Leer más