31/01/12: Murallas de Lima: el Baluarte Comandante Espinar

De aquella gran muralla que defendió Lima, construida por el virrey Melchor de Navarra a fines del XVII y compuesta por muros y baluartes que cercaban la ‘Ciudad de los Reyes’, sobreviven una serie de fragmentos que resisten al pasar de los años y a la indiferencia de las autoridades. Una de ellas es el Baluarte Comandante Espinar, ubicado en la Urbanización Santoyo, en el límite de Barrios Altos con El Agustino, Lima.

El baluarte Comandante Espinar, parte de las Murallas de Lima. Foto: Marco Gamarra Galindo.

El Baluarte Comandante Espinar es uno de los segmento de la Muralla que permanecieron intactos al proceso de urbanización de Lima iniciado por el gobierno de José Balta y ejecutado por Henry Meiggs. Como toda la Muralla, el sistema constructivo de este baluarte está compuesto por adobe, ladrillos y una base de piedras.

Junto al baluarte Comandante Espinar, persisten los baluartes Puerto Arturo y Santa Lucía. Es este último el que se halla en mejor estado de conservación. Foto: Marco Gamarra Galindo.

Durante la década de los 50’s la zona empezó a lotizarse. Como consecuencia, el baluarte Comandante Espinar sufrió daños y atentados, quizás por el desconocimiento. A pesar de que en la actualidad se encuentra en estado grave, todavía son identificables sus muros y material constructivo. Esperemos que las autoridades de la Municipalidad Metropolitana de Lima y del Ministerio de Cultura la recuperen y pongan en valor. Cuánta historia existe detrás de este bastión.

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23/01/12: Los geoglifos de Yanacoto: un pasado que nos habla

A la altura de la Carretera Central con el Club El Bosque, en Chosica, existen unas figuras geométricas y serpentiformes conocidas como los geoglifos de Yanacoto. Estos trazos que posiblemente corresponden al Periodo Inicial (2000-1000 a.C.) de la cronología andina están dibujados sobre la terraza aluvial de la quebrada Yanacoto. Además de no ser muy conocidas por la ciudadanía, este complejo de geoglifos no ha sido investigado a profundidad.

Geoglifos de Yanacoto, testimonios de la historia precolombina del distrito de Chosica-Lurigancho. Foto: Marco Gamarra Galindo.

“El complejo de geoglifos de Yanacoto está conformado por líneas y círculos de evidente motivo geométrico; está presente la recurrencia de líneas paralelas con remates circulares a manera de bordes. Están incluidos, además, trazos que se pueden interpretar como serpentiformes”, señala Arnold Aguilar, estudiante de Arqueología de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos (UNMSM) y joven interesado en conocer la historia prehispánica de Chosica. Su estudio no se limita al trabajo de gabinete: ha recorrido la quebrada de Yanacoto y los cerros aledaños un sinfín de veces para investigar los primeros asentamientos en la zona. Uno de los sitios que más le gusta visitar es el complejo de geoglifos de Yanacoto. “Cada día me parecen más hermosos y misteriosos”, nos cuenta mientras observa las líneas y círculos del complejo, un notable vestigio precolombino que nos permite conocer más sobre la cosmovisión andina.

Arnold Aguilar explica a Junnior Reyes las características de la quebrada de Yanacoto, donde se encuentran ubicados los geoglifos milenarios. Foto: Marco Gamarra Galindo.

Los geoglífos de Yanacoto fueron registrados en la década de los 80’s por el arqueólogo peruano Alberto Bueno Mendoza. Son una muestra extraordinaria del arte figurativo monumental que, según los estudiosos, podrían corresponder al Periodo Inicial (2000 – 1000 a.C.) de la cronología andina.

Alrededores de los geoglifos de Yanacoto. Para acceder a ellos se requiere emprender una caminata de aproximadamente una hora. Durante el recorrido el visitante aprecia un innumerable número de estructuras oblongas de datación prehispánica como las que se aprecian en la imagen. Foto: Marco Gamarra Galindo.

“Hay que considerar que los periodos, horizontes o cualquier cronología que se utilice, siempre cuenta con una cierta continuidad cultural de elementos que quedan y otros que cambian dentro de la cultura y se reflejan en las evidencias materiales. Si nosotros postulamos que esto es un geoglifo precerámico, por ejemplo, y luego postulamos que también existen evidencias cerámicas aledañas –que se pueden apreciar en la zona-, podemos establecer que esa división cortante entre lo que es precerámico y lo que es cerámico aquí no se da de manera tajante: hay todo un proceso de desarrollo cultural que evidencia continuidades y cambios, y donde la introducción de la cerámica no causa un impacto trascendental en lo que concierne a las expresiones figurativas de la cultura. Esta es una de las hipótesis a trabajar”, apunta Arnold Aguilar, revelando que todavía hay mucho por estudiar en el lugar.

Presencia considerable de cerámica dispersa en la zona. Foto: Marco Gamarra Galindo.

Uno de los trazos que más llama la atención son las líneas serpentiformes. Éstas, comenta Arnold Aguilar, “se encuentran en la cerámica Ichma, sobre todo al estilo Huancho asociado a esta cultura y que geográficamente podría pertenecer al curacazgo de los Ruricancho o Lurin-huancho. La toponimia actual, si consideramos que el nombre del distrito de Chosica es Lurigancho, nos asocia a estos términos arqueológicos y sus posibles esferas de accion”. Sobre los círculos concéntricos y motivos geometricos, Aguilar señala que también están presentes en varias culturas. “Estos tipos de decoraciones se encuentran en, por ejemplo, La Galgada, en Huaca Prieta, en Chilca y en varios otros sitios también precerámicos que tienen motivos geométricos y círculos concéntricos en las decoraciones textiles, en algunas manifestaciones rupestres, en los muros de piedra, etc. Estamos ante un horizonte estilístico, geométrico para el inicio del Periodo Formativo (o entiéndase por Periodo Inicial) con una cronología aproximadamente de dos mil a mil años antes de Cristo”.

Arnold Aguilar señalando los círculos concéntricos de los geoglifos de Yanacoto. En quechua la palabra ‘Yanacoto’ significa montículo de piedras de color negro. Esto se aprecia en la zona. Foto: Marco Gamarra Galindo.

Sobre la relación que podría existir entre el Templo en U de Yanacoto, ubicado a 1 km aprox. de los geoglifos, con el complejo, Aguilar indica que “existen planteamientos que suelen asociar geoglifos a Templos en U, y eso pues es un postulado antiguo: El arqueólogo Lorenzo Roselló asoció constantemente los campos de geoglifos de Canto Grande a Templos en U existentes. Por la misma línea el también arqueólogo Aurelio Rodríguez postula el mismo planteamiento (de asociar geoglifos con Templos en U o a diferentes tipos de desarrollo cultural). Lo que opina Aurelio Rodríguez es que eran caminos ceremoniales, caminos de los dioses, donde se realizaban las fiestas, él los denomina ‘taquis’, huellas”.

Templo en U de Yanacoto. Foto: Marco Gamarra Galindo.

No se descarta que el complejo de geoglifos de Yanacoto haya sido más grande de cómo lo apreciamos hoy en día. “Como podemos observar, hay dos líneas paralelas con su remate redondeado (…), el otro extremo no existe porque ha habido un deslizamiento de rocas que ha destruido parte de ese trazo. Esto nos puede permitir postular tentativamente que este complejo de geoglifos se extendió un poco más. Las actividades aluviónicas que vienen con regular intensidad, la han ido deteriorando. Estamos en una zona donde hay huaycos”, añade.

En las cercanías de la quebrada de Yanacoto se encuentran los restos arqueológicos de Santa Maria y Quirio, además de un camino inca intervalles. Foto: Marco Gamarra Galindo.

“Lastimosamente los geoglifos han sido olvidados por las autoridades y son generalmente aquellas personas que habitan sus cercanías los que conocen su existencia: muchos, pues, ignoran que en Lima también hay geoglifos”, explica con asidero el estudiante de arqueología.

Vista del valle del río Rímac desde la quebarada de Yanacoto. Foto: Marco Gamarra Galindo.

Los geoglifos de Yanacoto están ubicados en el kilómetro 29.5 de la Carretera Central, a la altura del Club el Bosque, a unos quince minutos del Parque Central de Chosica. Al pie de la quebrada existe el AA.HH. Yanacoto al que se accede por mototaxi. Desde el centro poblado, el trayecto a los geoglifos es aproximadamente de una hora y media, caminando por terrenos pedregosos. El área del complejo de geoglifos comprende una longitud de 200 metros aproximadamente. Esperemos que las autoridades difundan y, sobretodo, protegan la integridad de estos geoglifos que nos permiten conocer más sobre la idiosincrasia y cosmovisión de los antiguos peruanos. Además del recorrido a los geoglifos, futuros recorridos por la zona podrían incluir visitas a los sitios arqueológicos de Santa María I, II y Quirio I, II. Leer más »

22/01/12: La zona arqueológica de Huanchihuaylas en Ate

Ubicada en una extensa área en el Valle del río Rímac, la zona arqueológica de Huanchihuaylas o ‘Huancho Huaylas’, un vestigio prehispánico de relevancia histórica para el distrito de Ate, y considerado Patrimonio Cultural de la Nación, yace en evidente estado de desamparo.

Sitio Arqueológico de Huanchihuaylas ha sido dividido por la construcción de una pista. Foto: Marco Gamarra Galindo.

Al pie de unos cerros, en el AA.HH. Dignidad de Huanchihuaylas, descansa la zona arqueológica de Huanchihuaylas, centro poblado mayor correspondiente al Intermedio Temprano (100 a.C. – 650 d.C.). Está compuesta por una serie de edificaciones –pirámides truncas sostenidas por estructuras de terraplén y plataformas- y pequeñas habitaciones defendidas por muros de adobe y piedra. Se aprecia la técnica del tapial o uso del molde en la construcción de sus muros. El sitio arqueológico también está conformado por un espacio público central, así como áreas extensas de entierros.

Asentamiento precolombino Huanchihuaylas o ‘Huancho Huaylas’. Presenta pirámides. Foto: Marco Gamarra Galindo.

Huanchihuaylas ha sido habitado en distintos momentos por las culturas Lima e Ichma. En sus tiempos de esplendor estuvo representada por el diseño de complejos arquitectónicos monumentales estructurados en torno a plazas. Entre los vestigios culturales hallados se encuentran objetos cerámicos, textiles y óseos humanos.

Pequeñas habitaciones en el Sitio Arqueológico de Huanchihuaylas, Ate. Se aprecia el uso de material pétreo en sus paredes. Foto: Marco Gamarra Galindo.

Este asentamiento precolombino pudo abastecer de recursos hídricos a sus dominios gracias al canal de Ate o Lati que surge del río Rímac. La construcción del primer ramal probablemente se terminó entre los 400 a 500 d.C. (Cultura Lima), y atravesaba el actual distrito de La Molina. En los años 900 y 1,400 d.C. (Cultura Ichma) se inicia la construcción del segundo ramal para ampliar las áreas de cultivo, el cual recorre los actuales distritos de Ate, La Molina y Surco.

Durante la colonia, el Virrey Juan de Mendoza y Luna ordena fundar nuevas jurisdicciones españolas en Lima. Una de ellas fue Ate, conformada a su vez por Ate Alto y Ate Bajo. Huanchihuaylas perteneció a uno de los fundos de Ate Alto, más conocido como Santa Clara. El dominio de Santa Clara y anexos correspondía al corregimiento de Lima que era administrado por Gerónimo Barreto. En 1573 Barreto parte de Lima por la portada de Barbones para llegar a Huanchihuaylas y Pariachi: su finalidad era exigir a los indios de dicha jurisdicción a que cumplan sus obligaciones instauradas por el Virreinato, cobrar en partes los 890 pesos autorizados por las autoridades y construir un lugar de castigo conocido como el ‘Infiernillo’.

Uso del tapial en la construcción de los muros. Foto: Marco Gamarra Galindo.

Durante la República, el sitio arqueológico ha permanecido en el olvido y en la indiferencia. Ello se puede apreciar conociendo que hasta hace unas décadas todavía no era declarada Patrimonio Cultural de la Nación. El Colegio de Arquitectos del Perú (CAP) asegura que parte considerable del sitio arqueológico de Huanchihuaylas ha sido destruido por las construcciones de la Granja Azul, el Hotel El Pueblo y el Cementerio del AA.HH. Esperemos que las autoridades recuperen este centro arqueológico, testimonio de vida de nuestros antepasados. Podría ser tomada como parte de un circuito arqueológico del distrito de Ate o como un espacio público de los pobladores de la zona, con los cuidados y arreglos correspondientes. Leer más »

18/01/12: Feliz 477 aniversario: un homenaje a la historia prehispánica de Lima

Nuestra Lima hoy cumple 477 años de fundación española. Sin embargo, su pasado data de mucho más antes: la presencia de diversas culturas –que se asentaron y habitaron el territorio- evidencia que una considerable parte de la historia de Lima ya se había escrito antes de la llegada de los españoles. Sin la existencia de estos colectivos humanos, la fundación de Lima no hubiese sido viable: la extensa red de regadíos que con gran logística establecieron los antiguos peruanos, entre otras razones, pudo permitir el funcionamiento de la ciudad fundada por los hombres de Francisco Pizarro.

La Lima de Taulichusco, el último cacique. Elaboración del gráfico: Juan Gunther.

Los españoles fundaron una ciudad sobre otra ciudad –esta última integrada por muchas sociedades, diversas culturas-. Sobre Lima milenaria, prehispánica y precolombina, quedan muchos vestigios y lugares por conocer. En homenaje del 477 aniversario de Lima, comparto algunas fotografías de las huacas y sitios arqueológicos que alberga nuestra urbe, testimonios de un pasado que perdura y que permite comprender parte de nuestra historia.

Huaca La Puruchuca, Ate.

Huaca Huallamarca, San Isidro

Huaca Palomino, Lima.

Sitio Arqueológico Santa María I, Chosica.

Huaca Cerro Culebras, Pueblo Libre.

Huaca Palacio del Inca, Callao.

Fotos: Marco Gamarra Galindo. Leer más »

08/01/12: Ciclo de Conferencias en el Británico por el 477 aniversario de Lima

Para celebrar un año más de fundación española de Lima, se realizará un Ciclo de Conferencias en el Centro Cultural Británico este mes de enero. Los ponentes relatarán la historia de Lima, sus curiosidades y arquitectura, aspectos que muchas veces pasan incógnitos en nuestras caminatas por el Centro Histórico de Lima. El simposio finalizará con un paseo por sus jirones y plazas.

Casona Osambela, Centro Histórico de Lima. Foto: Marco Gamarra Galindo.

Jueves 12: LIMA: UNA BREVE HISTORIA DE SUS ESTILOS ARQUITECTÓNICOS
Expone: Antonio Polo y La Borda, arquitecto de la Universidad Ricardo Palma
7.30 pm

Jueves 19: CURIOSIDADES LIMEÑAS
Expone: David Pino, autor del blog Lima la Única
7.30 pm

Jueves 26: ¿POR QUÉ TANTOS LIMEÑOS NO QUIEREN A LIMA?
Expone: Dr. Wilfredo Ardito Vega, catedrático de la Universidad Católica
7.30 pm

Sabado 28: 10 a.m. UN PASEO POR TU CIUDAD (un recorrido por el Centro de Lima)
*Previa inscripción en las dos primeras fechas de conferencias.
Guiado por: David Pino y Wilfredo Ardito

CENTRO CULTURAL BRITÁNICO
Jr. Bellavista 531/Malecón Balta 740, Miraflores
http://www.centrocultural.britanico.edu.pe Leer más »

03/01/12: El rancho de Juan Antonio Pezet en Chorrillos

Juan Antonio Pezet y Rodríguez de la Piedra, Prócer de la Independencia, Vicepresidente del gobierno de Miguel de San Román y Presidente de la República entre 1863 y 1865, adquirió la propiedad de un apacible rancho en el balneario de Chorrillos. El conocido Palacio Pezet, dotado de una elegante terraza morisca y de un florido jardincillo, daba al conjunto aquel un aire encantador lleno de glamour y esplendor. En esta casona se celebraron los más grandes saraos de la época. Fue destruido durante la ocupación chilena de Lima.

El rancho del presidente Juan Antonio Pezet en Chorrillos. Foto: Eugenio Courret.

Según el historiador Juan Luis Orrego (2009), Chorrillos, durante el siglo XIX, era “en un verdadero jardín por la proliferación de árboles y flores de sus plazuelas, esmeradamente cultivadas y arregladas. No había rancho o mansión que no contara con plantas escogidas y finas de las que se sentía orgulloso el propietario”. El villorrio de Chorrillos era muy concurrido, sobre todo en estación de verano, por las familias más acaudaladas de Lima. Muchas de ellas habían establecido allí su residencia por su atractivo y por estar ubicado cerca a Lima, de donde se venía por ferrocarril. Entre los ranchos y palacios erigidos en el balneario –considerado, por cierto, uno de los más hermosos del Pacífico Sur- se encontraban el del artista italiano Ulderico Tenderini, el de la familia Derteano, y del que vamos a conocer hoy, el de la familia Pezet, entre otros.

El balnerario de Chorrillos a fines del siglo XIX.

El palacio Pezet, propiedad del presidente Juan Antonio Pezet, estaba ubicado en la calle Lima, cerca al Malecón, y “estaba provisto de preciosas explanadas, fuentes de mármol de Carrara, plantas ornamentales, enredaderas, glorietas, estatuas florentinas, a las que se agregaban salones de lujo donde tuvieron lugar los grandes ‘saraos’ de la época (Orrego, 2009)”. Construida al estilo morisco, adornada con lozas españolas y decoradas con arte andaluz, el rancho Pezet contaba, además, con tres niveles y una escalera de doble acceso ubicada en su fachada.

Rancho o Palacio Pezet en Chorrillos. A la muerte de Juan Antonio Pezet, asumió la propiedad su hijo Juan Francisco Pezet Tirado.

El balneario de Chorrillos, catalogado por los viajeros extranjeros, como uno de los lugares más elegantes y vistosos de América del Sur, sufrió su devastación en 1881, año en el que fue saqueado e incendiado por el Ejército chileno. El destino del famoso Palacio Pezet estuvo vinculado a la destrucción del pueblo chorrillano. A pesar de respetarse la integridad del rancho del General Pezet (que había ya fallecido en 1879) para su uso como cuartel general de las tropas de Manuel Baquedano, se optó finalmente por que las llamas consumieran la lujosa mansión al igual que casi todo el balneario en los horrorosos días del 13 y 14 de enero de 1881. Algunos inmuebles pudieron salvarse al ser utilizados como almacenes de municiones o víveres, pero fueron muy pocos.

Propiedad de la familia Pezet luego de la invasión chilena a Chorrillos. Lo único que quedó en pie fue la escalera de doble acceso.

Si bien Juan Antonio Pezet no pudo presenciar la destrucción de su rancho de Chorrillos, puesto que falleció en 1879 –antes de que estallara la guerra-, sí lo hizo su hijo Juan Federico Pezet Tirado (1832-1926) que se enroló en las tropas peruanas para hacer frente a la incursión chilena por Lima. Participó así en la Batalla de Miraflores.

Interiores del morisco Palacio Pezet, en la Calle Lima, Chorrillos.

El recuerdo de la casona Pezet de Chorrillos queda impreso en algunas fotografías que nos permiten apreciar el gusto arquitectónico y artístico de una época histórica del Perú. A pesar de sufrir cuantiosas pérdidas, el balneario de Chorrillos pudo sobresalir de los escombros y retomar su rumbo. Hoy podemos continuar degustando de sus plazuelas, glorietas, ranchos y malecones. Cuidemos nuestra ciudad.

Presidente Juan Antonio Pezet en una fotografía tomada en Palacio de Gobierno. Leer más »

01/01/12: Cómo fue mi 2011: un balance del año que dejamos

El 2011 fue un año de muchas emociones y descubrimientos. Estuvo estrechamente vinculado al conocimiento de nuestra ciudad y a los últimos días en la Facultad de Estudios Generales Letras de la PUCP, también a las campañas y a la consolidación de mis aspiraciones profesionales. En líneas generales, podría decir que el 2011 ha sido muy enriquecedor.

Siendo entrevistado por el Canal de TV de la Universidad de San Martín de Porres, luego de un recorrido nocturno por el Cementerio Presbítero Maestro. Foto: Delcy López.

Últimos ciclos en la Facultad de Estudios Generales Letras
Durante el 2011 cursé el tercer y cuarto ciclo de estudios en la Facultad de Estudios Generales Letras (EE.GG.LL). En ellos, aprendí los valores humanistas que cultiva la PUCP y estreché amistad con muchas personas que creen en la independencia de pensamiento, la autonomía y los derechos humanos, comprometidos también con su país y su problemática. Conocí excelentes profesionales al servicio de la sociedad y afiancé mi interés por la política universitaria. Así como conocí estudiantes a favor de una sociedad más justa, encontré compañeros asentados en el neoliberalismo y la apertura de mercados.

Participando en el Evento ‘Yo también quiero conocer a Ernesto’, un homenaje a Ernesto Castillo Páez, desaparecido por las fuerzas armadas durante el conflicto armado. Foto: Estudios Generales Letras de la PUCP.

Las campañas: Elecciones presidenciales 2011 y a la REA PUCP
Durante los primeros meses del 2011 estuve participando activamente en las elecciones congresales apoyando al candidato Ronald Gamarra. A pesar de que no ocurrió su elección, aprendí mucho sobre el activismo y la democracia. A cada charla a la que asistí, mitin o base partidaria de Perú Posible, era una nueva experiencia: en ella conocía los lugares más alejados de Lima, conversaba con personas dirigentes de sus barrios y me pronunciaba por un Perú más equitativo entre sus ciudadanos.

Semanas de acabadas las elecciones presidenciales 2011, postulé como candidato a la Representación Estudiantil ante la Asamblea Universitaria. Fueron días de mucho debate y diálogo abierto: de rápidos pasos por casi todas las facultades de la universidad con el fin de conversar con más estudiantes. No obstante, no logré la meta. Me quedo, sin embargo, con el aprendizaje y la amistad que trabé con nuevas personas, involucradas con el día a día de la universidad.

La consolidación de mis aspiraciones profesionales
Si bien ingresé a la PUCP con la carrera de Periodismo, decidí cambiarme al Derecho. No es que haya desistido mi gusto por la redacción y las cámaras. No es así. Es más, todavía me interesan y me gustaría enrolarme en algún medio de comunicación. Sin embargo, entre mis gustos también figuran el conocimiento por la estructura del Estado, el sistema de justicia y las leyes. Espero ser un buen abogado con vocación de periodista.

En la casona Calvetti que posee el balcón más largo del Perú, La Victoria. Foto: Wilfredo Ardito.

Mi familia
Este 2011, si bien estuve un poco menos con la familia por las expediciones al Centro, ha sido un año con muchas reuniones y momentos juntos. Hemos estado festejando, ya sea el cumplimiento de un año más de alguno de nosotros o celebrando una fecha conmemorativa.

Las expediciones a Lima
Durante el 2011 amplié mucho mis conocimientos de la ciudad. Emprendimos con Lima la Única y Lima Antigua, dos páginas interesantes sobre historia de la capital que recién conocía, una serie de paseos y caminatas por jirones, casonas y monumentos patrimoniales de Lima. El 2011 también fue el año de las expediciones, una especie de recorridos por lugares ocultos y sin mucha información, organizado por un grupo reducido.

La última expedición del 2011 fue a las ruinas de la antigua iglesia agustina Nuestra Señora de Guía (XVII). Foto: Ed Boulangger.

Las tertulias limeñas
En homenaje a aquellas conversaciones amenas realizadas en la Lima de antaño rememoramos las famosas tertulias. La primera que celebramos fue en la casa de nuestro ilustre amigo Fernando Poblete, a la que por desgracia no pude asistir, pero que estuvo llena de anécdotas y buenos recuerdos. La segunda también se realizó en la calidez de su hogar. A esta sí pude asistir.

Aparición en medios
El 2011 premió mi noble labor en la difusión y protección de patrimonio con una entrevista en el diario El Comercio. El periodista Javier Lizarzaburu escribió un reportaje que revaloraba el trabajo que emprendo desde esta tribuna. Estoy seguro que el 2012 también deparará una mayor presencia del movimiento Lima en los medios, con el único fin de que no se maltrate su cultura e historia. La campaña Lima Milenaria es una de las propuestas que se han hecho para ello.

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31/12/11: El Tontódromo de la PUCP y sus lugares emblemáticos

Caminar por la PUCP sería dificultoso si no existiese el famoso Tontódromo, la vereda principal del campus que conecta a casi toda la universidad. Tiene una extensión de 550 metros y es paso obligado para las más de veinte mil personas que, aproximadamente, visitan diariamente la universidad.

Existen muchas versiones del porqué de su nombre. ‘Tontódromo’ es sin duda un nombre que llama la atención. Este peculiar término proviene de dos palabras: ‘tonto’ (alguien que carece de juicio o de razonamiento) y ‘dromo’ (lugar). Me identifico, sin embargo, con una en particular. A lo largo de esta avenida, desde ya hace varias décadas, transcurrían parejas de enamorados, universitarios ellos, que, cuales ‘embobados’ de amor, caminaban en medio de suspiros y miradas. Se agarraban de la mano, y cuales tontos, caminaban por este tramo largo, en la mayoría de veces para matar el tiempo, alejados del mundo y de todos los deberes de la universidad.

Esta vía es reconocida por muchos estudiantes, pero no tanto por ello. Se ha convertido en un emblema por cumplir un valioso rol en la vida del estudiantado: permite un movimiento rápido de un extremo al otro de la universidad. Por ello que es una de las siete maravillas de la PUCP. Junto a Luis Grau recorrimos el ‘Tontódromo’. Aquí el video.

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27/12/11: La Hacienda Buena Vista: historia de una finca colonial en las alturas del Valle Lurín

Al verla asentada en la cima de un promontorio rocoso, dotada de una vista privilegiada del valle circundante y de una imponente presencia, se pensaría que no estamos frente a la Hacienda Buena Vista, sino en Grecia y ante la añeja Acrópolis. Sin embargo, tanto la historia que la rodea como la arquitectura que le es fiel rezuman memorias de una época que transcurrió en el Perú colonial y republicano.

La Hacienda Buena Vista es una de las fincas que se edificaron en el sur. Está ubicada en el camino a la Rinconada de Lurín y es propiedad de la Instituto de Hermanas Agustinas de Jesús. Foto: Marco Gamarra Galindo.

Vista desde la Avenida Manuel del Valle, la Hacienda Buena Vista resalta por encima de los árboles y chacras del último valle verde de Lima: el del río Lurín, simulando la estampa de un castillo feudal o de la Acrópolis grecorromana. Esta casa-hacienda data del siglo XVIII y desarrolló, durante la colonia, una eficiente producción de pastos, algodón y cereales. Su posición estratégica y privilegiada en el valle, con vista incluida a la costa, le dan dado el nombre: el de Buena Vista.

Hacienda Buena Vista es un Monumento Integrante del Patrimonio Cultural de la Nación desde el 2003. Foto compartida por María Abril.

A la llegada de los españoles al valle de Lurín, las tierras agrícolas y los naturales residentes fueron dados en encomienda a los conquistadores. Esto produjo cambios significativos que, con el tiempo, hicieron necesaria la construcción de haciendas como las de San Pedro, Buena Vista, Villena y Las Palmas para el abastecimiento de alimentos y el aprovechamiento de la mano de obra. Los primeros españoles que propugnaron la existencia de las encomiendas en la zona para la evangelización de los naturales fueron Miguel de Estete, Juan Maldonado, Francisco Gonzáles, Juan de Villafuerte, entre otros.

Galerías de la Hacienda Buena Vista, Lurín. Foto: Marco Gamarra Galindo.

“Durante el siglo XVIII –época en que fue erigida-, la Hacienda Buena Vista fue propiedad de Diego de Chávez, Diego y Martín Chávez Calderón y Francisco Antonio Lastras. En el siglo XIX le perteneció a Josefa Jacot, Francisca Jacot, Pedro y Lauro Arciniegas. En el siglo XX a la familia Bazo y Arciniegas, Rosa y Manuel Valle, y finalmente a la familia Olcese. Se dice también que en esta hacienda habría vivido Micaela Villegas, la ‘Perricholi’, amante del Virrey Amat. Por esto se le conoce también a la finca como Casa del Virrey Amat”, señala el Inventario Turístico del Perú. Leer más »

26/12/11: La Casa Prado Sosa de Chaclacayo

Los Prado, una de las familias con mayor poder adquisitivo y status social en la Lima del XX, sumó a la serie de propiedades de las que disponía, la construcción de una espaciosa casa de esparcimiento a las afueras de la capital. La casa de Chaclacayo se convirtió en punto de encuentro para que la familia Prado celebrara en ella saraos en honor de algún visitante, realizara la práctica de cierto deporte de campo o simplemente para que sus miembros se alejaran del tedio que generaba la administración de sus empresas textileras, compañías eléctricas, minas y fundos agrícolas.

Casa de campo de la familia Prado en Chaclacayo, Lima. Para el sociólogo Felipe Portocarrero el “imperio Prado” perduró de 1890 hasta 1970, año en el que el presidente Velasco Alvarado acabó con la fortuna familiar. Foto: Marco Gamarra Galindo.

La casa fue mandada a construir a fines de los treinta por Mariano Ignacio Prado Heudebert, sobrino del presidente Manuel Prado y Ugarteche. “Prado Heudebert era Presidente del directorio del Banco Popular, el emporio comercial que, se dice, fue formado con el dinero que el patriarca Mariano Ignacio Prado ‘aportó’ del erario nacional al fugarse en plena guerra con Chile con los fondos que supuestamente habría de comprar barcos y armas para hacer frente al enemigo”, explica el jurista Fernando Poblete Elejalde, quien visitó la casa en 1998. Prado Heubebert contrae nupcias en 1935 con Mercedes Sosa Pardo de Zela, de cuya relación nacen ‘Marianito’ Prado Sosa, Leoncio Prado Sosa, Mercedes Prado Sosa, ‘Marita’ Prado Sosa y ‘Malena’ Prado Sosa.

Mercedes Prado Sosa, hija mayor del presidente del Banco Popular, Mariano Prado Heudebert, se casó con el abogado Javier Ferrand Cillóniz en el oratorio de la mansión de la familia Prado, en Miraflores. Foto: Revista Caretas.

Los cinco hijos del matrimonio Prado-Sosa, de allí el nombre de la casona, pasaron parte de su infancia y juventud en este inmueble ubicado en Chaclacayo (que por cierto, se fundó como distrito político recién en 1940, por mandato de mandatario Manuel Prado y Ugarteche, tío de Mariano Ignacio Prado Heudebert). “Durante el primer gobierno de Prado y Ugarteche, era conocido que cada dos fines de semana, el presidente y su entonces esposa, Enriqueta Garland -emparentada con la familia Miró Quesada, dueños de El Comercio- descansaban en la casa del sobrino”, detalla Fernando Poblete, estudioso de la historia peruana. “Para relajarse de su faceta presidencial, practicaba aquí el presidente Prado y Ugarteche uno de sus deportes favoritos: la equitación, ante la atenta y dulce mirada de sus sucesivas esposas: doña Enriqueta Garland, con la que tuvo dos hijos y, años después, ante la presencia de doña Clorinda Málaga, su segunda conyugue”, añade.

El conocido Banco Popular, propiedad de los Prado, guardaba el 80% de ahorros de la gente más rica del Perú. Asimismo, los Prado también eran dueños de un conglomerado empresarial que incluía a la Fábrica Nacional de Tejidos, el Ferrocarril Eléctrico de Lima y Callao, la refinería Conchán, Cementos Lima, el diario La Crónica, entre otros. Era un auténtico imperio económico y político.

A la muerte del matrimonio Prado-Sosa, el predio fue materia de un litigio que nunca llegó a resolverse del todo, aunque en buena cuenta quien pasó sus temporadas ahí fue únicamente ‘Marianito’ Prado Sosa, sucesor de su padre en la presidencia del Banco Popular. “Se sabe, además, que don Manuel Prado usó la residencia chaclacaína durante su segundo mandato para celebrar en ella saraos en honor de algunos miembros de la diplomacia extranjera acreditada en el país, sin la mirada acuciosa de los guardias de Palacio”, resalta Poblete Elejalde.

Diseñada por el arquitecto Emilio Harth-Terré, la casa, a finales de los noventa, fue tienda KFC. Hoy ya no existe: fue demolida en el 2011. Foto: Antonio Polo y la Borda.

El inmueble, representante de una época de oro para el reducido número de familias que fueron realmente “dueñas del Perú” -de la que la familia Prado fue parte- terminó de la manera en que lo conocemos –demolido y chancado- porque ese juicio entre herederos nunca llegó a buen fin, situación que aprovecharon las agencias inmobiliarias para cometer un acto más en contra del patrimonio. Acaso una metáfora del poder y fortuna de los Prado. Leer más »