Archivo por meses: septiembre 2011

13/09/11: Chosica en PuntoEdu

Esta fotografía de una hermosa casona de Chosica fue publicada en la Revista Q -222- del semanario PuntoEdu, de la Pontificia Universidad Católica del Perú (PUCP). La conocimos hace dos meses junto a Jesús Reyes y Wilfredo Ardito. Es tan solo una muestra de la belleza arquitectónica y ambiente cálido que nos ofrece la Villa del Sol, Chosica.

Revista Q 222 (12/09/11).

Agradecemos a PuntoEdu por la publicación y reiteramos nuestro compromiso con la cultura y la historia de nuestro país. Leer más »

11/09/11: La Quinta Virgen del Carmen del Jirón Miro Quesada

En la cuadra diez del Jirón Antonio Miro Quesada -Barrios Altos- encontramos otra quinta limeña de pintoresco aspecto y apacible ambiente. Su interior presenta un patio cuadrado rodeado de casas enladrilladas de rojo y en el centro un farol. En dos esquinas surgen dos entradas cuyas puertas enrejadas están separadas por un pequeño altar en devoción a la Virgen del Carmen. En enero de 1994, por su valiosa colaboración y ardua labor en bien de la vecindad, orden, limpieza y tranquilidad, obtuvo el primer puesto del concurso de Patios Tradicionales del Centro Histórico de Lima, en marco de la semana de Lima por un nuevo aniversario.

La Quinta Virgen del Carmen, ubicada a unas cuadras de la iglesia del mismo nombre. Fotos: Marco Gamarra Galindo. Leer más »

04/09/11: El antiguo Hospital Portada de Guía y leprosorio de Lima

La Avenida Santa Rosa, en el barrio limeño de Piñonate –entre los suburbios del distrito de San Martín de Porres-, nos abre el camino a más de una historia. Grandes árboles resaltan imponentes en la larga calle. En la urbanización solo se siente el ensordecedor sonido del silencio. Algunos perros, desde la pasividad de su refugio -debajo de un algún destartalado auto-, se atreven a romper con la monotonía del lugar. Las primeras horas de la mañana resguardan nuestro recorrido. Son pocos los vecinos que transitan en estos momentos.

Avenida Santa Rosa, barrio de Piñonate, San Martín de Porres. Foto: Marco Gamarra Galindo.

En busca del Hospital Portada de Guía –y ex leprosorio de Lima- nos hallamos David Pino, Ernesto Román, Antonio Polo y David Segura, en una nueva investigación para conocer la evolución urbana de los inmuebles de nuestra histórica ciudad y la condición de vida de sus inquilinos. El silencio del lugar se va despejando poco a poco. Algunos vecinos se aproximan a comprar los primeros alimentos del día. De pronto, se avizora la presencia de una instalación muy espaciosa, la misma que acompaña nuestra caminata interminable en busca de una puerta de acceso al antiguo sanatorio. Asombrados, vemos el primer hallazgo del día. Frente nosotros, una fachada del Hospital de Guía aparece vistosa. La escena nos recuerda a los ranchos de esparcimiento de Chosica y Chaclacayo –urbanizaciones alejadas del trajín diario de las grandes urbes-.

Hospital Portada de Guía. En 1911 abarcaba el área de 26 mil m2. Foto: Marco Gamarra Galindo.

Sin embargo, esta característica que presenta el inmueble no parece ser un hecho aislado de la realidad. En efecto, se preferían los lugares alejados de los centros urbanos para la curación de los afectados por el mal de Hansen –lepra-. A pesar de nuestro intento por ingresar a través de esta puerta, no obtuvimos mayor éxito. Nuestro recorrido, no obstante, nos depararía una oportunidad valiosa para conocer sus interiores, luego de rodear el sitio en casi todo su perímetro. Una puerta que daba paso a una vasta cochera, nos permitió observar la silueta del lazareto de Guía y las construcciones de campaña colindantes.

El Hospital Portada de Guía fue construido aproximadamente en el año 1860. Foto: Marco Gamarra Galindo.

Nuestra sorpresa fue mayor cuando pudimos conocer la problemática que alberga este sitio. Pudimos conversar con Serafín Vásquez “El Caudillo” -Presidente de la Comisión de Gestión de la Asociación 20 de enero, institución que representa a los ex enfermos de lepra en la ciudad de Lima- y Nancio Gordon -este último amigo del “Che” Guevara-. Ambos representan a los diversos inquilinos –ex pacientes- que viven en las casas que rodean el Hospital de Guía desde hace cincuenta años. “Ahora somos 21 sobrevivientes de la lepra que vivimos aquí solos o con nuestras familias”, comenta Serafín.

Nancio Gordon, descendiente de colonos ingleses, conoció en el leprosorio de San Pablo al guerrillero argentino Ernesto ‘Che’ Guevara. Foto: Marco Gamarra Galindo.

Decidieron vivir aquí, luego de muchos años de internado, por la falta de vivienda y recursos. El abandono de sus familiares y la discriminación cotidiana fueron las razones principales de la situación de desamparado que los obligó a morar este recinto. Como si no fuese suficiente, la Municipalidad de San Martín está intentando despojarlos de sus viviendas para construir un parque recreativo, dilapidando con ello el histórico Hospital de Guía y el único lugar que tienen para vivir –antiguas casas de condición humilde-.

Viviendas donde residen los ex-pacientes del Hospital Portada de Guía. Foto: Marco Gamarra Galindo.

Fuertes, se arman de valor para denunciar el estado del Hospital de Guía: la indiferencia del Instituto de Cultura y del Municipio de San Martín de Porres es grave. Este sanatorio yace en completo abandono. ‘Fue un tiempo depósito del DIGESA’, comenta Serafín mientras caminamos por corredores angostos, puertas resquebrajadas, desperdicios médicos y dibujos singulares en la pared.

Interiores del Hospital Portada de Guía. Foto: Marco Gamarra Galindo.

Historia del Hospital Portada de Guía

El Hospital de Guía se construyó cuando el Ministro Plenipotenciario y Cónsul de Francia en el Perú, Don Edmond De Lesseps – primo de Ferdinand Lesseps, constructor de los canales de Suez y de Panamá -, fundó en 1860 la Sociedad de Beneficencia Francesa (La Maison de Santé) edificándose el hospital para el aislamiento de los enfermos de fiebre amarilla. Con el paso de los años y entrado el siglo XX, el Hospital de Guía se convirtió en el Lazareto de Guía.

El 22 de diciembre del año 2010 el Hospital Portada Guía, considerada una reliquia histórica del patrimonio cultural de la nación y del distrito de San Martín de Porres, fue rematado en subasta pública por la Superintendencia de Bienes Estatales, a favor de Manuel Garay Espinoza y Cesar Aguirre Laos, quienes sin medir el valor histórico del Hospital Portada de Guía, han comenzado a desmantelarla el techo de dicho Hospital a vista y paciencia de las autoridades del Instituto Nacional de Cultura INC y las autoridades de la Municipalidad de San Martin de Porres, que en vez de velar por el patrimonio cultural, desprecian con total indiferencia el legado histórico, informa Pedro Morales, Director del Informativo Visión, del distrito de San Martín de Porres. Foto: Marco Gamarra Galindo.

“El Lazareto de Guía se levantó en una pampa árida que existía en la entrada norte de Lima (a la altura de lo que es hoy San Martín de Porres). Construido de madera, estaba rodeado de vallas de alambres y de calaminas con varias cerraduras en las rejas y penetrado por una atmósfera de ácido fénico. Los médicos del Lazareto vestidos con camisa oscura de cuello alto, botas y gorro de hule, transmitían una imagen de autoridad y asepsia”, señala el historiador de la Ponticificia Universidad Católica del Perú (PUCP), Juan Luis Orrego. El Lazareto contaba con dos pabellones para varones y dos para mujeres. Los enfermos debían tomar un purgante y mantener una rígida dieta de leche y agua de grama (una planta medicinal) y llegaban a la convalescencia muy débiles. Por ello, “recuperarse de la peste (bubónica) era para muchos una antesala para caer víctima de otros males, como al tuberculosis que se ensañan con cuerpos debilitados. El temor popular al lazareto se incrementó por la mortandad entre sus “pacientes” que, entre 1903 y 1905, llegó al 52%” (ídem). Al parecer, el Lazareto de Guía también acogio a pacientes de la peste bubónica en Lima.

Lazareto de Guía. Colaboración: David Pino y Skyscrapercity.

Antes, durante la colonia, hubo otro leprosorio en el Convento de San Lázaro (en el Rímac). Lázaro era y es, hasta hoy, el santo patrón de los enfermos de ese mal. Posteriormente, y durante la época republicana, se organiza el servicio y el tratamiento de esta enfermedad.

Las primeras actividades de control de la lepra se iniciaron en 20’s en Loreto con la construcción del Leprosorio de San Pablo en 1926 y con la creación del Servicio Antileproso en Apurímac. Posteriormente, en los años 40 comenzó la Campaña Antileprosa Nacional, siendo el Hospital de Guía en Lima el centro base de sus actividades. Para ese entonces existía cierto temor por la lepra que llegaba al país, principalmente desde Brasil, y así aparecieron los centros para atender enfermos. Hasta 1980 la atención de los leprosos estaba confinada a los leprosorios de San Pablo en Loreto y el Hospital de Guía en Lima. El Estado clausuró este último en 1977.

En el año 1952 el médico peruano Dr. Hugo Pesc, aloja al “Che” Guevara y a Alberto Granados en el ex Hospital Portada de Guía. Foto: Marco Gamarra Galindo. Leer más »

02/09/11: ‘¿Hasta cuándo impunidad?’ por Gisela Ortíz

Activista Gisela Ortiz cuestiona propuesta de impunidad del Ministro de Defensa Daniel Mora.

Lima, 01 de setiembre del 2011

Señor:

Ollanta Humala Tasso

Presidente de la República

Presente.-

He decidido escribirle esta carta pública, porque no es nada secreta mi posición contra la impunidad como problema en nuestro país y porque, en lo personal y familiar, ha significado un reto que hemos asumido con terquedad desde hace 19 años; preocupada además por su silencio después de las opiniones vertidas por el Ministro de Defensa de su gobierno, General en retiro, Daniel Mora sobre “punto final” a procesos por violaciones a los derechos humanos o cualquier forma de impunidad para quienes acabaron con la vida de nuestros familiares, violaron nuestros derechos y dejaron en nosotros secuelas terribles como producto de años de injusticia.

El 19 de mayo, participé, así como algunos otros ciudadanos, en el Acto denominado “Juramento por la Democracia”, realizado en la Casona de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, y lo hice, como usted sabe porque así le manifesté, con muchas dudas sobre ser testigo de un acto comprometedor respecto a nuestro papel vigilante en cuanto a su cumplimiento y por las acusaciones no resueltas en violaciones a los derechos humanos que exigen de mí manifestar mi solidaridad con los familiares de Madre Mía. Pero a la vez expectante de sus compromisos democráticos para con TODOS y de la esperanza que la injusticia vivida hasta ahora podría terminar con un compromiso político expreso en un momento crucial que podía significar el retorno a la dictadura de los 90.

Al nombrar, en los Ministerios del Interior y de Defensa, a dos militares en retiro, Usted violó uno de sus compromisos: “Proclamo que los ministros de Defensa y del Interior serán CIVILES en respeto al principio del control democrático sobre las fuerzas de seguridad”. Y, tal vez, nuestro silencio de quienes fuimos testigos de ese compromiso, nos está pasando hoy la factura.

Para quienes hemos sido víctimas de violaciones de nuestros derechos por parte del Estado, por acción o por omisión, porque actuó directamente contra nuestros familiares o porque nos desprotegió como ciudadanos; no podemos tolerar que el Estado, que nos representa también a las víctimas, siga actuando en contra de nuestros derechos. Levantando voces en favor de la injusticia, de la impunidad, del olvido.

Saber qué pasó con nuestros familiares, saber dónde están, saber quiénes tienen responsabilidades en estos crímenes de lesa humanidad es nuestro DERECHO y como tal, nosotros no renunciamos a ello, más bien exigimos que se haga JUSTICIA. Si los juicios de violaciones a los derechos humanos se inician después de 20, 30 años no ha sido por impedimento de los familiares sino por complicidad del Estado, por indiferencia, por falta de colaboración de los ministerios del Interior y Defensa para brindar la información necesaria y oportuna que identifiquen responsabilidades. Por complicidad.

La lucha contra la impunidad ha sido un esfuerzo aislado de familiares, activistas de DDHH, algunos periodistas, ciudadanos conscientes, jóvenes que luchan contra el olvido y contra cualquier “PUNTO FINAL” sinónimo de impunidad. Hasta el momento no hemos conocido de un compromiso político para acabar con ella, no a través de leyes de amnistía como en la época de la dictadura o de cerrar juicios para favorecer a malos militares responsables de estos crímenes sino escuchando el clamor de los familiares, abriendo el corazón a la solidaridad por años de dolor, de incertidumbre de “no saber”, dejando actuar a la justicia.

El 30 de agosto se conmemoró el Día Internacional del Desaparecido; en nuestro país existen cerca de 15,000 peruanos que hacen falta en sus hogares, en sus familias, que dejaron truncos proyectos personales, familiares, comunales, que nos los arrebataron de la manera más cruel e inexplicable y frente a los cuales, el Estado, aún no dice nada de qué hacer para encontrarlos, para devolverlos a sus familiares, para pedirles perdón. Esa debería ser la preocupación de quienes nos gobiernan con “inclusión social”.

Hay que tener mucha sensibilidad para gobernar un país, para entender los derechos de los demás y saber respetarlos; después de escuchar al señor Daniel Mora, sé que él no la tiene por lo que espero que Usted, Señor Presidente, sea consecuente con su propio compromiso, con su propio juramento; con la confianza que le dieron la mayoría de peruanos, incluyendo a muchos familiares y retire de inmediato del cargo de Ministro que le asignó al señor Mora, porque sus palabras son agraviantes para cualquier familiar que después de 30 años de injusticias, aún sigue en pie, mantenido por la esperanza de que este gobierno que ofreció “el cambio”, también será para él.

Se nos acusa a los peruanos de tener una memoria frágil, sólo para recordar, dejo a Usted algunas frases de su Juramento por la Democracia, del cual fui testigo:

“…una República donde todos y todas tengamos los mismos derechos, las mismas libertades y las mismas obligaciones…democracia o dictadura, es hoy nuestro dilema. Dictadura con todo lo que esto significó entre 1990 y el 2000…violaciones innumerables a los derechos humanos, corrupción…

Gana Perú quiere despejar todas las dudas existentes…y ratificar los principios sobre los cuales gobernaremos el Perú…No sólo proclamar mis compromisos ante todo el país sino expresarlos bajo la solemne gravedad de lo que es un juramento y además he pedido a un grupo de ciudadanos…que acompañen este acto y que testifiquen así ante la historia mi compromiso con el país…

Respetaré los derechos humanos de todos y no permitiré ningún tipo de influencia política en las investigaciones que hoy están en curso…

Proclamo que los Ministros de Defensa y del Interior serán CIVILES en respeto al principio del control democrático sobre las fuerzas de seguridad…

En mi gobierno primarán los principios de no discriminación y de igualdad de oportunidades que nadie será menos en la Patria que es de todos y que nadie deberá sentir que no se le dio o no tuvo la oportunidad y la protección que el estado tiene por deber.

Juro ante Dios, ante la historia y ante mi pueblo que cumpliré estas promesas y seré un Presidente que sólo actuará dentro del orden constitucional y el Estado de derecho”

En espera de su decisión, quedo de Usted,

Atentamente,

Gisela Ortiz Perea

Familiar Caso la Cantuta. Leer más »

01/09/11: Carta al Presidente Ollanta Humala: caso Daniel Mora

Sobre la propuesta de impunidad del Ministro de Defensa Daniel Mora.

El actual Presidente no puede permitir que funcionarios públicos contradigan el discurso que promueve: justicia para todos.

Sr. Ollanta Humala Tasso
Presidente de la República del Perú

De mi consideración.

Esta comunicación tiene por objeto demandar a su gobierno un deslinde categórico respecto de la propuesta del actual miembro de su Gabinete, el Sr. Ministro de Defensa Daniel Mora, de buscar“un punto final” a la investigación de violaciones de derechos humanos cometidas por militares enel periodo de violencia política.

Como usted conoce, las leyes de “punto final” oamnistía vulneran las normas internacionales dederechos humanos y la obligación internacional del Estado peruano de juzgar y castigar a los autores de graves violaciones de los derechos humanos. Son una de las peores formas de renunciaa los valores de la Democracia por parte de las autoridades gubernamentales.

Estas normas no pretenden sino consagrar la impunidad de crímenes que ofenden a la humanidad,como desapariciones forzadas, ejecuciones, torturas, violaciones sexuales o masacres. La CorteInteramericana de Derechos Humanos se ha pronunciado claramente al respecto en su sentenciadel Caso Barrios Altos vs. Perú.

Su partido llegó al poder enarbolando propuestas de inclusión y respeto de Derechos y Libertadesy se han realizado anuncios muy positivos al respecto, que han generado un clima de saludableexpectativa. Leyes de punto final no pueden ser coherentes con las políticas que han ofrecidoaplicar. De prosperar tales iniciativas, significarían la degradación moral y la pérdida de legitimidadde su administración, casi en su nacimiento.

Esperamos una rápida rectificación, la separación del Sr. Mora del cargo de ministro de Estado, ypor el contrario, se cumplan las promesas electorales de hacer vinculantes las recomendacionesde la Comisión de la Verdad y Reconciliación. De ser otro el rumbo, los ciudadanos haremos uso denuestra libertad para expresar nuestro desacuerdo acudiendo a las instancias de justicia nacional einternacional que correspondan.

Atentamente,

Ronald Gamarra
Equipo de Incidencia en Derechos IPRODES

Cc.

Sr. Salomón Lerner
Presidente del Consejo de Ministros

Sr. Eduardo Vega Luna
Defensor del Pueblo Leer más »