El presidente paraguayo, Fernando Lugo ha inaugurado una treintena de viviendas sociales destinadas a las clases más desfavorecidas. El acto simbólico llega tres meses después de declarar la “emergencia habitacional” en un país que tiene 800.000 familias sin techo.

Esta situación permitirá “disponer libremente” de fondos para agilizar la construcción de hogares sociales en cuatro departamentos identificados como prioritarios: el Central, que incluye las ciudades que bordean Asunción, Caaguazú (centro-este), Alto Paraná (este) y Cordillera (centro).

La iniciativa, que siguió según el Gobierno a “décadas de inacción”, fue encomendada a la Secretaría Nacional de la Vivienda, que se propuso la construcción de 2.600 viviendas este año y que cuenta también al igual que la SAS, con aportes del Fondo de Convergencia Estructural del Mercosur. Con una población en torno a 6,3 millones de personas, las estadísticas oficiales difundidas a finales de 2010 revelan que el 35% vive en condiciones de pobreza, y de ellas más de la mitad en la práctica indigencia.

El problema de la falta de vivienda viene agudizado por el elevado coste del cemento y el hierro en Paraguay, explicó el constructor español Luis Palmiro. Palmiro y su empresa han acudido a la Expo 2011 que en estas semanas se desarrolla en Asunción con una propuesta de “vivienda industrializada”, a un coste de 13.500 dólares por 36 metros cuadrados, que aspira a contribuir a los proyectos gubernamentales.

La casa prefabricada que la compañía española ha presentado al Senavitat y la Presidencia paraguayos está hecha de estructuras de acero galvanizado, aseguró Palmiro, quien expresó el interés hallado tanto en sus interlocutores oficiales como por el público que acude a la Expo, en particular de ganaderos y agricultores del interior del país
Entregadas 30 de las 75 viviendas.

El presidente Lugo ha participado junto al ministro de la Secretaría de Acción Social (SAS), Hugo Richer, en el acto de entrega de 30 viviendas de un total de 75 que serán construidas en el asentamiento María Auxiliadora, en el municipio de San Antonio, a unos 20 kilómetros al sur de Asunción.

Ubicada en la ribera de río Paraguay, San Antonio es una pequeña ciudad que forma parte de lo que se conoce como el Gran Asunción, donde en los últimas décadas se han incrementado los asentamientos de chabolas de familias pobres provenientes de zonas rurales del país.

Según indicó Richer, el proyecto demandó una inversión global de más de 1.200 millones de guaraníes (más de 200.000 euros) y las residencias, de 48 metros cuadrados y construidas por los propios pobladores de la zona, fueron acondicionadas para familias con un promedio de cinco miembros.

Como novedad, las familias recibieron los planos de su nuevo hogar, con la idea de que futuras ampliaciones guarden “sentido estético” con el nuevo barrio, dotado de zonas de esparcimiento como un campo deportivo y un parque de juegos.