POR: ROXABEL RAMÓN
Corrían los primeros años de los sesenta y bajo el cielo de Lima no se contaba ni dos millones de habitantes. Sin embargo, desde la década anterior los conos se iban engrosando de migrantes de todo el país.
Algo le decía al alcalde Luis Bedoya Reyes que Lima se transformaría en la frenética metrópoli que hoy nos alberga: ya somos ocho millones, 200 mil taxis, más de 30 mil vehículos de transporte público masivo, según la Gerencia de Transporte Urbano de Lima. Además, hoy compramos automóviles con la frecuencia con que comprábamos televisores en los sesenta.
Se construyó solo hasta la entrada de Barranco, aunque según el proyecto original debería llegar hasta la Panamericana Sur, en San Juan de Miraflores (SJM). Cierta dejadez en los setenta y la crisis económica de los ochenta truncaron el proyecto.
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Recientemente, la alcaldesa Susana Villarán ha anunciado que completará el tercer tramo: se trata de un poco más de 5 km, desde el ingreso a Barranco hasta alcanzar la Panamericana Sur en su km 22 y la Av. Pedro Miotta, en SJM. Con ello, la Vía Expresa completaría sus 19,4 km proyectados. Los nuevos estudios de factibilidad ya fueron ordenados y estarán listos a fin de año.
De ser aprobados, la ejecución empezaría el próximo año. En el 2014, cuarenta y ocho años después de iniciada la primera etapa, la Vía Expresa del Paseo de la República estaría terminada.
La última actualización del proyecto, ordenada en el 2006 por la Municipalidad de Lima, decía que se requería US$25 millones. Ese era el costo que anunciaba también Lourdes Flores Nano, quien durante la última campaña electoral al municipio ofrecía completar la obra de Bedoya.
Pero para el actual gerente municipal de Lima, Miguel Prialé, el desembolso podría superar los US$200 millones, debido a que en el 2006 había 300 inmuebles por expropiar. “Han pasado cinco años y no solo se han multiplicado las construcciones sobre el trazo sino que se han valorizado”.
Asegura que el costo es proporcional al beneficio. “Hoy corren 120 mil vehículos al día por la Vía Expresa. La mitad llega al tramo final y debe continuar por donde pueda al cono sur”, afirmó.
EN DERECHO DE VÍA
Las expropiaciones se harán sobre el trazo original, de tres carriles a cada lado, a nivel de la superficie, y a lo largo de Barranco, Surco y SJM. El trazo mantiene derecho de vía desde la década del sesenta. Es decir, los propietarios estaban avisados por el Estado de que, llegado el momento, se les expropiaría el terreno o inmueble cuando el Estado decidiese usar su derecho de vía en bien de la colectividad.
“Allí debió haber más cuidado de parte de los tres municipios distritales; no debieron permitir que se consoliden edificios. A través de normas de zonificación debieron haber restringido los permisos a construcciones livianas, dada la proyección de la vía”, opina el especialista en derecho municipal, Julio Castiglioni.
En tanto, la Cámara Peruana de la Construcción (Capeco) calcula que el metro cuadrado de un inmueble construido en la zona de Surco por donde pasará la Vía Expresa cuesta entre US$900 y US$960.
Según los planos originales, a los que tuvo acceso este Diario, se deberá expropiar 8.697 m² al colegio Champagnat, 6.748 m² al colegio Hiram Bingham (donde se levantarán rampas); así como se afectará 108.493 m² de la villa de la Fuerza Aérea del Perú. “Tengo entendido que se va a poner en venta el terreno de la base aérea Las Palmas, lo que va a facilitar nuestro proyecto”, comentó Prialé. Asentamientos humanos, mercados y cooperativas de vivienda también serán afectadas en SJM.
EL METROPOLITANO
Prialé reveló que en paralelo a los estudios para concluir la Vía Expresa se decidirá el recorrido del Metropolitano hacia el cono sur. “Una opción es reducir recorridos hacia Chorrillos y llevarlos hacia SJM. Pero se requiere estudios de demanda, considerando el paso del tren eléctrico y el fastidio de los vecinos de Barranco con el flujo actual”, adelantó.
LAS CIFRAS
6.000 Millones de dólares se pierden al año en el país por la ineficiencia del transporte, según un estudio de Proexpansión del 2009.
5 km/h Es la velocidad promedio en la que se recorren las vías más congestionadas de la capital, según el Centro de Investigación del Transporte Terrestre.
6 Años de su vida pasa un limeño promedio dentro de un vehículo de transporte público .
45 Minutos como máximo debería tomar transportarse en Lima.
90 Minutos se demora un ómnibus en promedio, de cono a cono, según la ONG Luz Ámbar.
Fuente: El Comercio