Con un costo de 40.000 dólares, este exoesqueleto robótico ayuda a caminar a las personas con problemas motoros
Las personas que sufren accidentes que los incapacitan muchas veces están relegados a desplazarse con una silla de ruedas. Ante ello, los ingenieros de compañía SuitX crearon un exoesqueleto robótico de solo 12 kilos y que es capaz de adaptarse a cada persona.
“En realidad no podemos solucionar su enfermedad. No podemos arreglar su lesión. Pero sí podemos disminuir los efectos secundarios”, dice el fundador y de CEO SuitX Homayoon Kazerooni. “Se da una mejor calidad de vida”, agrega
El exoesqueleto, llamado Phoenix, devuelve el movimiento a las caderas y rodillas del usuario gracias a pequeños motores incorporados a una prótesis ortopédica tradicional.
Los usuarios controlan el movimiento de cada pierna con unos botones integrados en las muletas y consiguen caminar a velocidades cercanas a un kilómetro por hora, según detallan los creadores al MIT Technology Review.
Phoenix cuenta con una batería externa que se lleva como una mochila que brinda una autonomía al exoesqueleto de hasta ocho horas. Además, los datos del recorrido del paciente pueden ser rastreados con una aplicación.
Sin embargo, SuitX reconoce que desarrollar este tipo de dispositivos supone muchos retos que debieron superar.
“La velocidad, el tiempo de funcionamiento, la movilidad y facilidad de uso tienen que ser lo suficientemente buenos para que el usuario prefiera este sistema a otros ya disponibles”, dice Volker Bartenbach, uno de los inventores.
“Si necesitas 10 minutos en llegar a una panadería que se encuentra a 100 metros de distancia con un exoesqueleto que lleva a cinco minutos en colocarse, es probable que (el usuario) vaya a utilizar la silla de ruedas en su lugar”, agrega.
El principal objetivo ahora es construir una versión infantil del exoesqueleto. Los niños con trastornos neurológicos a veces requieren un entrenamiento exhaustivo para poder andar o pueden arriesgarse a perder la movilidad, afirman los desarrolladores.
Por ahora su precio será de 40.000 dólares, una cifra muy por debajo de inventos similares que llegan a superar los 100.000 dólares. SuitX ya ha abierto las reservas para las primeras unidades de Phoenix, las cuales se esperan sean enviadas durante marzo.
Millones de personas con discapacidad carecen de movilidad mínima debido a que el Tercer Mundo tiene un déficit de 20 millones de sillas para servirles. Los niños de cinco años o más a veces necesitan gatear para moverse o no pueden asistir a la escuela debido a la falta de accesibilidad. Pablo Kaplan, quien durante casi 30 años desempeñó el cargo de vicepresidente de marketing de Keter Plastic, una empresa fabricante israelí de productos plásticos para el hogar y el jardín, decidió acudir en su ayuda y establecer el proyecto Wheelchairs of Hope. El objetivo era producir sillas de ruedas para niños discapacitados en países del Tercer Mundo.
Luego de pasar tres años trabajando en el proyecto, el primer envío de 250 sillas de ruedas para niños en instituciones en Israel y la Autoridad Palestina se enviará este mes, con un lote para los residentes de los campamentos de refugiados en Siria pronto. La distribución de las sillas de ruedas se está realizando a través de instituciones como el Hospital Alyn de Jerusalem y Beit Issie Shapiro en Ra’anana.
Para desarrollar una silla que pueda soportar duras condiciones, pero al mismo tiempo ser cómoda para los niños, Kaplan contactó a su amigo y colega de regreso de sus días en Keter, el Doctor Amir Ziv Av, ahora propietario de la empresa de ingeniería Ziv Av Engineering Group. Juntos desarrollaron una silla ligera -pesa 10 kilogramos en comparación con los 15 kilogramos estándares-, no requiere mantenimiento y es robusta y simple de ensamblar. Lo más importante es que solo cuesta 100 dólares.
“Es una silla diseñada para niños que no se parece a un dispositivo médico. No es una silla de ruedas para adultos adaptada a los niños”, explicó Kaplan. El prototipo del producto fue creado usando una impresora tridimensional gigante, la primera de su tipo en Israel. El financiamiento provino de dinero privado y de una subvención de la Oficina del Científico Jefe del Ministerio de Economía de Israel, dijo Kaplan, un israelí que nació en Argentina. El presidente también aprobó todas las pruebas de estándares internacionales.
Las sillas de ruedas tienen un esqueleto de metal combinado con elementos de plástico. “Las partes que entran en contacto con el niño son de plástico”, detalló Kaplan. Las primeras están dirigidas a niños de 5 a 9 años, que son semiactivas y pueden presionarse. Los especialistas en asientos ocupacionales de Alyn proporcionaron las muy necesarias ideas para el diseño de la silla de ruedas.
Más de 3.000 expositores con tecnología de última generación: móviles más potentes, cepillos que analizan el estado del cabello, televisores ultrafinos y cápsulas para hacer cerveza en casa como si fuese el café de George Clooney. En Consumer Electronics Show (CES), la mayor feria de tecnología que estrena la temporada tecnológica cada año en Las Vegas, hubo novedades al margen del circuito comercial, adelantos pensados para hacer más sencilla la vida de aquellos que tienen que bregar con la discapacidad. La Organización Mundial de la Salud estima que más de 1.000 millones de personas viven con algún tipo de discapacidad. Eso significa que uno de cada siete habitantes del mundo está limitado por problemas de movilidad, visión o audición, por poner solo unos ejemplos.
Es muy probable que estos avances tarden en llegar a los hogares pero el mero hecho de presentarlos en este entorno ya marca un nicho de negocio con un fuerte interés tanto social como comercial. El envejecimiento de Occidente, con los baby boomers entrando en la edad de jubilación prometen muchas más novedades en este campo.
Todos los dispositivos aquí reseñados, salvo uno, el cojín para silla de ruedas, han sido distinguidos con los galardones de innovación en la feria de Las Vegas, que acaba de ser clausurada. Los tres primeros han merecido los premios más importantes, denominados Best of Innovations, y que solo obtienen 36 de los 20.000 productos que se presentan.
1. Un chivato inteligente para ver.Aipoly Vision es una aplicación, de momento solo para iPhone, que utiliza la inteligencia artificial para ayudar a invidentes. Usa la cámara del teléfono para reconocer enchufes, puertas, comida o animales. Va relatando al dueño del móvil en tiempo real qué tiene ante sí, de modo que puede tener más independencia para moverse. Es gratis y se puede descargar en la tienda de aplicaciones de Apple. Esta app ha sido distinguida en la feria CES como uno de los productos Best of Innovations, que premian la excelencia en todas las categorías.
2. Para manejar el ordenador con un guiño. Los suecos de Tobii son especialistas en seguimiento de mirada. Inicialmente se dedicaban al márketing, ofreciendo servicios para saber si los clientes ven con más interés una zona de la pantalla u otra y mejorar su interfaz. A medida que fueron creciendo se dieron cuenta del potencial de sus aparatos para ayudar a quienes tienen movilidad escasa. Tobii Dynavox PCEye Mini es un dispositivo que permite usar cualquier ordenador de pantalla pequeña, portátil solo con la mirada. El uso es muy parecido al de Google Glass, las desaparecidas gafas de la empresa de Menlo Park. La mirada sirve como cursor, pero con sencillos gestos se emula el doble clic, arrastrar y soltar objetos y demás comandos informáticos de uso común. El dispositivo también ha recibido uno de los CES Best of Innovations de la presente edición.
3. Oir mejor con el teléfono.Enzo 2 de ReSound es otro de los 30 dispositivos premiados como los mejores en el CES. Intenta paliar los efectos de la sordera con un sonido equilibrado y más natural que los audífonos convencionales. Promete ser el más discreto del mercado. Se conecta al iPhone para mejorar la relación con el cliente, saber si está bien ajustado, conocer el nivel de batería y actualizar el software.
4, Un bastón con superpoderes. El bastón de siempre también tiene su nueva versión enriquecida. Dring se convierte en un sistema de monitorización y alerta. El ingenio, creado en colaboración con Fayet, un fabricante francés de bastones de más de un siglo de historia, cuenta con sensores de movimiento y GPS. En caso de caída del dueño del bastón, avisa a las personas de su confianza. Fabricado en Francia, la batería promete más de una semana de autonomía.
5. La silla de ruedas que te dice si estás bien sentado. La silla de ruedas es otro de los aparatos de uso común, pero apenas ha evolucionado más allá de retoques en ergonomía y materiales más ligeros. Gaspard se preocupa por uno de los grandes problemas de aquellos obligados a moverse en una de ellas, la mala postura. Su invento añade una plantilla escondida bajo el cojín del asiento que percibe cómo está sentado el usuario a partir de sensores de presión. Después, a través de una aplicación móvil, le indica si su postura es correcta para evitar dolores crónicos o lesiones derivadas. También sirve como báscula y mide el ejercicio físico, como hace el Apple Watch o las pulseras de fitbit.
6. El guante para tratamiento del ictus. La coreana Neofect pone su atención en las víctimas de los accidentes cerebrovasculares. Ofrecen un guante, Rapael Smartglove, para que el esfuerzo en la rehabilitación de las manos dañadas por la lesión obtenga su recompensa. El dispositivo incluye ejercicios con una vertiente lúdica para mantener el interés del paciente. El guante cuenta con diferentes sensores para medir fuerza, giros, velocidad… En pantalla el usuario estará reaprendiendo a mover objetos virtuales, estrujar frutas o meter la llave en una cerradura ficticia.
7. Sentir en la pantalla.Hap2U no se centra de manera concreta en la discapacidad, está pensando para todos los públicos, pero sí resultará más útil a aquellos cuya movilidad y pulso se hayan reducido. Esta herramienta permite sentir la tensión cambiante, distinguir el tacto rugoso o suave de una pantalla táctil. Ofrece una capa extra de sensibilidad y respuesta al movimiento en casi cualquier superficie que recoja nuestros movimientos sobre ella. Se trata del mismo sistema que ofrecen los últimos móviles de Apple, pero con respuesta adaptable. La tendencia háptica, que hace que los aparatos tengan una respuesta física inmediata y fácilmente perceptible, va a ser una constante en la próxima hornada de móviles. En este primer experimento, permite subir el volumen de la radio sobre la pantalla del coche o cambiar de emisora sin quitar la mirada de la carretera, solo con el dedo sobre el panel
Cuando hablamos de “accesibilidad universal”, nos referimos a que esta debe ser para todos, para personas con alguna discapacidad ó para personas que no la tienen, la idea es que se hagan instalaciones ó accesos especialmente para las personas con discapacidad.
Ahi está el punto las instalaciones deben servir para todos, un ejemplo de esto se ha dado en cuanto a accesibilidad en Barcelona, España, quien ha diseñado unas escaleras mecanicas que son adaptables para personas con movilidad reducida, sino que también para todo tipo de usuarios. Y esa es la idea que sean usados por todos.
A continuación el artículo, no dejen de ver el video que trae el artículo, talvez la idea ya ha sido cooncebida anteriormente pero miren el video para que se den cuenta a lo que me refiero con “accesibilidad universal”.
Un estudiante de la UPC diseña una escalera mecánica adaptada para discapacitados
El mecanismo eleva los escalones para crear una pequeña plataforma móvil
Para ver el video y la nota completa denle Click en el enlace: Fuente y Video
EL PERIÓDICO
BARCELONA
Un estudiante de la Universitat Politècnica de Catalunya (UPC) ha diseñado unas escaleras mecánicas que se pueden adaptar a usuarios con silla de ruedas, carritos de niños o bultos considerables. El planteamiento ha sido premiado por el Col·legi d’Enginyers Industrials de Catalunya y la Fundació Universia.
Jesús Sánchez, estudiante de la Escola Tècnica Superior d’Enginyeries Industrial i Aeronàutica de Terrassa (ETSEIAT), ha previsto un sistema que permite que tres escalones de la escalera se levanten creando una pequeña plataforma que eleva al usuario hasta el final del tramo. Una vez allí, los escalones vuelven a su posición original, creando un circuito cerrado semejante a las cintas transportadoras de las maletas, pero en pendiente para aprovechar los trayectos en las dos dimensiones.
Versión para casos más graves
El sistema, que requiere ser activado con un botón situado al inicio de la escalera, admite una versión con mando a distancia para los casos más dificultosos. Lo más difícil, según Sánchez, ha sido “lograr los giros”.
El invento busca ahora inversores para desarrollar comercialmente el prototipo. Según el Instituto Nacional de Estadística (INE), actualmente hay 3,5 millones de personas con algún tipo de discapacidad.