Disfrute virtual para personas con discapacidad

El objetivo de Feel es crear experiencias sensoriales para aquellos con alguna limitación física

Juan Antonio Fuentes, arquitecto de 29 años, lleva varios años estudiando las posibilidades que ofrece la realidad virtual. “Esta tecnología podría servir para que aquellas personas con discapacidad disfrutaran de vivencias de un modo virtual que, por sus limitaciones físicas, no pueden llevar a cabo. Por ello he ideado Feel”, dice. “Estoy en proceso de desarrollo de una plataforma web en la que los usuarios puedan descargarse este tipo de contenidos y disfrutarlos en su casa con unas gafas adaptadas. Por ejemplo, experiencias de buceo o de paracaidismo. El objetivo es que una lesión, por muy grave que sea, no impida a alguien experimentar este tipo de entretenimiento, aunque sea de un modo virtual”, añade Fuentes.

El modelo de negocio que plantea Fuentes es proporcionar una serie de paquetes con diferentes acciones y que los usuarios paguen por descargárselas. “Si alguno quiere una experiencia en concreto que no aparece en las ya disponibles, Feel podría generarla de forma personalizada. Aunque tendrá un coste superior. Todavía no he pensado en los precios”, asegura.

No existe una fecha de lanzamiento pues Fuentes se encuentra en búsqueda de financiación. “Dispongo de los medios y el conocimiento para desarrollar Feel. Solo necesito una inyección económica”, concluye.

Fuente: elpais.com

Diseñado un arnés robótico que ayuda a recuperar la capacidad de caminar tras un ictus

La nueva técnica posibilita una rehabilitación más rápida y eficaz de la deambulación en pacientes que han sufrido un ictus o una lesión medular

La mayoría de pacientes que sobreviven a un ictus presentan algún tipo de discapacidad residual - ARCJean-Baptiste MignardotHIVO
La mayoría de pacientes que sobreviven a un ictus presentan algún tipo de discapacidad residual – ARCJean-Baptiste MignardotHIVO

El ictus o accidente cerebrovascular constituye una de las primeras causas de discapacidad en todo el mundo. De hecho, la gran mayoría de los 300.000 pacientes que, solo en nuestro país, han sobrevivido a un ictus presenta algún tipo de discapacidad residual, caso de la pérdida de la capacidad para caminar. En consecuencia, y una vez sufrido el episodio, los afectados se ven abocados a pasar largas jornadas sobre una cinta de andar para recuperar la deambulación. Una terapia rehabilitadora que requiere una enorme inversión de tiempo y energía pero que no siempre ofrece resultados satisfactorios. Y es que contrariamente a como sucede al caminar sobre una cinta, en la ‘vida real’ hay cambios de direcciones, de superficies y de velocidad de la marcha. Es decir, hay muchas fuerzas gravitatorias en juego. De ahí la importancia de un nuevo estudio llevado a cabo por investigadores de la Escuela Politécnica Federal de Lausana (Suiza), en el que se describe un nuevo método que posibilita una recuperación mucho más rápida y eficiente de la capacidad de caminar en pacientes que han sufrido un ictus y otras lesiones neurológicas, incluidas las lesiones medulares.

Como explica Jean-Baptiste Mignardot, director de esta investigación publicada en la revista «Science Translational Medicine», «la recuperación de la deambulación tras un trastorno neurológico requiere una ‘reprogramación’ de la interacción entre los mecanismos corporales y las fuerzas gravitacionales. Pero a pesar de la importancia de las interacciones de la locomoción dependientes de la gravedad, estos componentes esenciales en la rehabilitación de la deambulación han recibido, por lo general, una atención mínima. Por ello, hemos diseñado un algoritmo adaptativo que personaliza las fuerzas multidireccionales aplicadas al tronco al caminar en función de los déficits motores específicos de cada paciente».

Fuerzas gravitatorias

En la actualidad, muchas de las terapias rehabilitadoras que se emplean para la recuperación de la capacidad de deambulación tras un ictus o una lesión medular incluyen un arnés que corrige la posición del tronco superior mientras el paciente camina sobre una cinta de andar. Un arnés rígido cuyo único propósito es enderezar el tronco y que no tiene en cuenta los cambios de dirección o de ritmo durante la deambulación. Quizás porque no hace falta: la dirección en la cinta siempre es la misma. Y el ritmo de marcha, por lo general, también.

Pero, ¿qué pasa si el paciente, tal y como ocurre en el mundo real, quiere, por ejemplo, ir hacia atrás o hacia los lados? En estos casos, las fuerzas de la gravedad tienen un efecto que debe ser compensado por la posición del tronco. Lo cual no puede llevarse a cabo si el arnés es rígido.

Para solventar este problema, los autores han diseñado un arnés robótico que contrarresta las fuerzas gravitatorias sobre el tronco mientras los pacientes caminan hacia delante, hacia atrás o lateralmente. Y dado que los usuarios presentan problemas motores derivados de sus lesiones neurológicas, los autores también han desarrollado un algoritmo que ajusta individualmente la posición del arnés en función del déficit motor de cada paciente.

Es más; el sistema está controlado por una red neural artificial que varía las fuerzas aplicadas sobre el arnés mediante un cable y a partir de la información de más de un centenar de variables relacionadas con el movimiento corporal.

Pero este arnés robótico, ¿funciona? Pues sí. Los resultados de este estudio, llevado a cabo con 26 pacientes en rehabilitación tras un ictus o una lesión medular, mostraron que los participantes que requerían apoyo para caminar lo hacían de una forma totalmente natural y con unas capacidades motoras similares a los de los individuos sanos gracias al arnés robótico. Y en los casos en los que los pacientes podían llegar a caminar sin ayuda, el arnés mejoró el equilibrio, la coordinación de extremidades y la colocación del pie al pisar.

Aún habrá que esperar

En definitiva, parece que el nuevo arnés robótico –y su algoritmo– es más efectivo que los arneses rígidos a la hora de procurar la recuperación de la deambulación tras una lesión neurológica. De hecho, una hora de entrenamiento sobre el terreno con el arnés y el algoritmo conllevó importantes mejoras en la capacidad para caminar sin ayuda en cinco pacientes con lesión medular, mientras que el andar sobre una cinta durante el mismo periodo de tiempo provocó que uno de los sujetos experimentara un empeoramiento real y objetivo de su locomoción.

Como indican los autores, «nuestros resultados ponen de relieve la importancia del apoyo preciso del tronco para proporcionar protocolos de rehabilitación de la marcha y establecer un marco práctico para aplicar estos conceptos en la práctica clínica rutinaria».

Y esta nueva tecnología, ¿cuándo estará disponible para su uso por los pacientes? Pues aún habrá que esperar. Como concluye Jean-Baptiste Mignardot, «a día de hoy ya estamos llevando a cabo un ensayo clínico utilizando esta estrategia de asistencia robótica para la rehabilitación de pacientes con lesiones medulares».

Fuente: abc.es

La realidad virtual, accesible para personas con discapacidades físicas

Un desarrollador muestra las posibilidades de un ‘software’ para adaptar sin modificar los controles físicos de la realidad virtual a personas con movilidad reducida

La realidad virtual, accesible para personas con discapacidades físicas

En su definición simplificada, la realidad virtual “permite la generación de entornos que rompan las restricciones habituales de espacio-tiempo, lo cual hace posible la generación de movimiento, intercambio y comunicación.” Esto supone que los movimientos realizados en el mundo real se recogen y trasladan mediante controles y sensores al mundo virtual. Y aunque el mundo virtual puede desobedecer las reglas físicas en la práctica sucede que cada limitación de movimiento en el mundo físico se traslada también al mundo virtual.

De modo que para una persona que usa silla de ruedas, que está postrado en una cama o que tiene un brazo inmovilizado o amputado, sus limitaciones para moverse libremente suponen un impedimento para moverse también libremente en entornos virtuales, lo que resulta en cierto modo contradictorio teniendo en cuenta las posibilidades que ofrece la realidad virtual. “El afán por recrear en un entorno virtual los movimientos corporales de forma realista y precisa está dejando fuera a las personas con discapacidades físicas”, dicen en Make.

Greg Bednarski ha desarrollado Walkin VR con el propósito de resolver esta incoherencia. El programa informático de Greg consiste en un asistente por software que permite a las personas con movilidad limitada o reducida hacer un uso de la realidad virtual sin que sus limitaciones corporales supongan un impedimento. Si bien plataformas de realidad virtual como SteamVR permiten realizar una serie de ajustes de configuración para adaptarse a las necesidades o preferencias del jugador —por ejemplo, cuando se utiliza un juego de realidad virtual en un espacio físico de tamaño reducido–, el “driver” Walkin VR mejora esta adaptación teniendo en cuenta además las limitaciones físicas del jugador.

Las plataformas de realidad virtual de consumo más completas, como las de Oculus, HTC Vive o PlayStation VR, constan de gafas de realidad virtual con diversos sensores de movimiento —para reconocer hacia dónde se dirige y hacia dónde mira el usuario— y con un par de controladores que se manejan con ambas manos, que introducen en el entorno virtual los movimientos del cuerpo y permiten interactuar con objetos irreales. El sistema también puede incorporar un sensor externo que capta desde fuera y de manera tridimensional los movimientos del usuario con precisión adicional a los movimientos registrados por los sensores incorporados en las gafas.

Un aspecto importante de Walkin VR es que no requiere ninguna modificación en los sistemas de realidad virtual ya existentes, ni tampoco hacer modificaciones en las aplicaciones o juegos. En cambio, el asistente utiliza diversas combinaciones de los controladores y de los sensores ya existentes para introducir en el entorno virtual movimientos que un jugador no puede realizar en el mundo físico. En este vídeo de ejemplo un usuario con un brazo inmovilizadopuede simular los movimientos del segundo controlador (el que manejaría con el brazo que tiene en cabestrillo) mediante movimientos hechos con la cabeza; el asistente modifica de este modo el entorno virtual para adaptarse a la persona que está en desventaja con el resto de jugadores, que no perciben esa adaptación personalizada.

En este otro vídeo una jugadora en silla de ruedas y con una limitación de movimiento en los brazos también puede hacer uso de otro juego que requiere desplazarse y levantar ambos brazos para desplazarse por el entorno computerizado, apuntar y disparar. En este caso el asistente Walkin VR compensa esa limitación haciendo un seguimiento del movimiento de los ojos a partir de los cuales simular en tiempo real el movimiento de los brazos. De nuevo se trata de un juego existente y sin modificar que el “driver” adapta a la limitación física de esa persona.

Aunque Walkin VR se puede adquirir como unos 30 euros todavía según Greg es un desarrollo en beta al que se le irán añadiendo opciones que amplíen las posibilidades de juego y de uso de la realidad virtual para personas con discapacidades físicas. Sin embargo, dicen en Road to VR, resolver este problema no debería ser solo la tarea de un programador: “los desarrolladores de aplicaciones y de juegos de realidad virtual deberían consensuar la manera de hacer que los juegos y las aplicaciones VR sean tan inclusivos como sea posible a todo tipo de jugadores.”

Fuente: elpais.com

Desarrollan mochila diseñada para personas con discapacidad visual

Presentaron mochila con lenguaje Constanz y localizador que emite un sonido cuando la persona silva o aplaude.

Desarrollan mochila diseñada para personas con discapacidad visual

En el Perú existen cerca de 160,000 personas invidentes y casi 600,000 que tienen alguna discapacidad visual, condición que compromete su calidad de vida, desarrollo integral y bienestar familiar.

En ese contexto y pensando en las necesidades de la población con discapacidad visual – pero dirigido a todo tipo de usuarios – la compañía Totto presentó la Prisma Inn.

Esta es una mochila creada para personas con discapacidad visual, y cuenta con el lenguaje Constanz, un sistema de símbolos en relieve que permite a las personas identificar colores a través del tacto.

El código Constanz está inspirado en los elementos de la naturaleza: el amarillo se identifica con una línea recta en relieve, por la manera como los rayos del sol golpean directamente a la tierra. El azul es una línea ondulada y representa el fluir del agua.

El rojo tiene forma de zigzag, porque el fuego se mueve de forma irregular, y el blanco y el negro son, respectivamente, un aro y un punto. A partir de ahí, juntando las figuras, todas en relieve, se pueden formar los colores del círculo cromático.

En el Perú existen cerca de 160,000 personas invidentes y casi 600,000 que tienen alguna discapacidad visual, condición que compromete su calidad de vida, desarrollo integral y bienestar familiar.

En ese contexto y pensando en las necesidades de la población con discapacidad visual – pero dirigido a todo tipo de usuarios – la compañía Totto presentó la Prisma Inn.

Esta es una mochila creada para personas con discapacidad visual, y cuenta con el lenguaje Constanz, un sistema de símbolos en relieve que permite a las personas identificar colores a través del tacto.

El código Constanz está inspirado en los elementos de la naturaleza: el amarillo se identifica con una línea recta en relieve, por la manera como los rayos del sol golpean directamente a la tierra. El azul es una línea ondulada y representa el fluir del agua.

El rojo tiene forma de zigzag, porque el fuego se mueve de forma irregular, y el blanco y el negro son, respectivamente, un aro y un punto. A partir de ahí, juntando las figuras, todas en relieve, se pueden formar los colores del círculo cromático.

Fuente: peru21.pe

 

Internet de las cosas Así es el ‘bastón 4.0’ para las personas invidentes

Así es el ‘bastón 4.0’ para las personas ciegas
Getty Images

Por Belén Kayser

Los dispositivos móviles y lo táctil pasan de ser el enemigo para las 70.000 españoles que se valen del tacto o el sonido a ayudarles en el día a día.

Más de 70.000 personas en España necesitan adaptaciones específicas para poder compensar su ceguera. Los dispositivos móviles y lo táctil podrían haber sido el enemigo para personas que se valen del tacto o el sonido. Pero está sucediendo lo contrario: se están convirtiendo en su principal apoyo, con la ayuda del big data y el internet de las cosas.

En la palma de la mano, desde hace casi una década, ocurre casi todo. Comunicarnos, movernos, informarnos, pagar… Todo a un clic, todo táctil. Todo en una pantalla plana, suave, sin relieve. “Todo lo que era accesible por salto, por ese clic del botón, está dejando de serlo”. Esta es la queja de Guillermo Hermida, director del CIDAT (centro de investigación y desarrollo de la ONCE) y ciego. “Lo táctil es nuestro enemigo y los avances tecnológicos han sido una involución para nosotros”, explica “pero el internet de las cosas y el big data nos están abriendo un mundo de posibilidades a través del oído gracias a la información en tiempo real”.

La ONCE tiene 72.256 afiliados (cifras de 2016). Ayudar a estas personas a llegar a los sitios sin sobresaltos y desarrollar su vida constituye una carrera en la que compiten fabricantes de electrodomésticos, televisores y teléfonos inteligentes. Un filón, además, para los programadores de aplicaciones, que se frotan las manos con la cantidad de información sobre todos estos sectores que deja como rastro todo el que usa un smartphone. Las balizas, o dicho de otra forma, los sensores que detectan el movimiento y la ubicación, también son un mercado en auge que intenta mejorar la precisión para que los ciegos se muevan sin peligro. “Tres segundos de retardo pueden ser la diferencia entre caerte o no”, apunta Hermida, “pero el problema es que los avances son lentos y que las marcas que apuestan por esto aún tienen precios que pocos pueden permitirse”.

Lo táctil es nuestro enemigo y los avances tecnológicos han sido una involución para nosotros, pero el internet de las cosas y el big data nos están abriendo un mundo de posibilidades a través del oído gracias a la información en tiempo real”.
  • Balizas

La startup de Granada Outbarriers lleva años trabajando un sistema de avisos y balizas para enseñar a caminar por la ciudad a las personas ciegas. “Las balizas se pensaron para el márketing, para conocer mejor al cliente en tiendas o en museos interactivos”, explica Adrián Martínez Rojas, el CEO de la compañía, “pero pensamos en estas otras opciones, porque teníamos un amigo ciego, y empezamos a trabajar”. Así, llamaron a la puerta de comercios y ayuntamientos y cerraron acuerdos con casi 300 locales en ciudades como Granada y Madrid. Su producto, que ha captado la atención del grupo Mahou San Miguel, con los que trabaja, ofrece a la gente ciega avisos sobre la ubicación y obstáculos en calles y locales. El año pasado facturaron 120.000 euros (aún sin beneficios). “Completamos la experiencia con un altavoz porque sabemos lo mucho que supone perder un segundo”.

Los sistemas de balizas, sin embargo, están lejos de ser una solución eficaz, según explican desde la ONCE. “Es un avance positivo, pero de momento son solo paliativos”, explica este portavoz. “Si hay mucha gente se refresca peor la información y con pocos segundos, te puedes caer”. La función de estos dispositivos sería eficiente si además de encontrarse, el ciego se pudiera ubicar. Para esto, los dispositivos móviles adaptados y las aplicaciones móviles que mueve, cumplen una mejor función. “Distingamos entre internet de las cosas y big data”, precisa el director del CIDAT. “Ambos son buenos para nosotros, pero el primero nos ayuda a vivir y el segundo nos mantiene informados en tiempo real, además de servirnos como organismo para trazar patrones de conducta y control de patologías para trabajar en ONCE”.

El departamento al que pertenece CIDAT es una rama privada de la organización. Están centrados, exclusivamente, en el desarrollo de nuevos dispositivos y tecnologías y además sirven de consultoría para empresas. Así, trabajan mano a mano con Vodafone, por ejemplo, en la implementación de un sistema para poder acudir al cine y tener en la palma de la mano los comentarios pertinentes. Netflix, por su parte inauguró hace poco su opción para personas ciegas.

Asimismo, el trabajo con las universidades y centros tecnológicos -desde la Politécnica al MIT- es constante. “Cruzamos datos con ellos, el big data nos ayuda a trazar patrones y hacer mejores implementaciones para los ciegos”, apunta. Otro de sus inventos ha sido crear un diccionario Matemáticas-Braille, de forma que todos los niños puedan asistir a clase en las mismas condiciones, pues el braille tiene menos caracteres que los que requieren las matemáticas. También ganan en importancia aplicaciones de reconocimiento de imagen como TapTapSee.

 

  • Transporte

¿Cómo puede ayudar el big data a una persona que no ve? “Mejora la seguridad, anticipa, planifica… la información es poder, así que cuando más precisa, más específica, mayor seguridad”, explica Hermida. En cuestiones de accesibilidad, si hay socavón en la calle o si hay alguna ruta cortada, el big data ofrecerá información en tiempo real. Explica este trabajador de ONCE que “antes de todo esto, viajar a otro país era una pesadilla, una odisea. Pero ahora todo es más fácil y universal y está online”. El siguiente paso, o la dirección adecuada, asegura, es aumentar el número de fuentes de la que bebe cada aplicación. “El mejor big data es el que se retroalimenta con la información de los usuarios”. Y ponen como ejemplo a una de las aplicaciones más usadas entre este colectivo: Moovit, que además de funcionar como un mapa de conexiones, recoge información de redes sociales sobre incidencias en el transporte público en tiempo real. “Nos da muchísimo detalle y nos ayudan a hacer recorridos mentales”, explica. “También nos da seguridad usar apps como Mytaxi, porque tienes control total del viaje y del pago”.

“La ONCE es nuestra principal referencia a nivel mundial en accesibilidad fuera de Israel (donde se encuentra nuestro equipo de desarrolladores)”, explican desde Moovit, una aplicación que traza la ruta más rápida para llegar al destino elegido usando transporte público.

“Tenemos una relación muy estrecha y productiva con ellos desde hace un año para que nuestra app sea lo más útil y sencilla de usar para las personas con discapacidad visual”, cuentan. “Habitualmente les facilitamos las nuevas versiones de la app que vamos desarrollando antes de que se lancen al mercado, para que realicen un análisis sobre accesibilidad”. Entre sus últimas mejoras está el aumento de los botones, la simplificación de menús y la integración con Voiceover y TalkBack. En Madrid, la app colabora con la Comunidad y el Ayuntamiento.

 

  • Sanidad
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En sanidad también se ha avanzado mucho. Y aplicaciones como Insulclock, además de todas las específicas para hacer seguimiento de enfermedades, consultas y diagnósticos, son una enorme fuente de datos que ayuda a establecer patrones y mejorar las alertas de plagas o brotes de gripe, por ejemplo. “Con el big data podemos hablar de medicamentos accesibles”, cuenta el portavoz de ONCE. “Puedes escanear el medicamento y te lee el prospecto y esta información almacenada en el colegio de farmacéuticos y en los hospitales es también big data”.

Los datos y el IoT confluyen en muchos casos. Así ocurre, por ejemplo, con todo lo que tiene que ver con la gestión de los trámites de oficina, como la agenda, las notas de voz y los recordatorios. Y en casa, aplicaciones como el detector de luz – “para confirmar que cuando llegan las visitas la luz está encendida” – son de gran ayuda para los ciegos. Asimismo, existe cada vez más investigación alrededor del reconocimiento de gestos y entornos. “La inteligencia artificial está avanzando mucho y las compañías que lo saben no dejan de investigar, por ejemplo, Microsoft, con los que también colaboramos”, relata Hermida.

El mundo de la tecnología, sin embargo, sigue manteniendo cierta atmósfera de élite. Y esto es una de las críticas más frecuentes en el colectivo. Incluso para las clases medias, algunos dispositivos que facilitarían la vida de los invidentes hacia la accesibilidad y son paradójicamente de difícil acceso. “El ioT nos va a abrir muchas posibilidades de comunicación”, explica. “Pero también tenemos que poder empezar a hablar con los electrodomésticos. Samsung tiene un área de investigación… La lavadora, el aire acondicionado, los termostatos… IOS viene con la app Casa para poder conectarte a todos los dispositivos. El problema es que no todo el mundo se lo puede permitir”.

Fuente: retina.elpais.com