Cabify lanza Access, una nueva categoría adaptada a personas con movilidad reducida

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Cabify, la aplicación que permite solicitar vehículos con conductor profesional, ha presentado Access, un servicio que proporcionará coches adaptados a las necesidades de personas con movilidad reducida en las próximas semanas, según ha informado hoy la compañía a través de un comunicado.

Cabify Access debutará en una primera etapa en Madrid, aunque el objetivo es ampliar el servicio a Barcelona, Sevilla, Málaga y Valencia durante los próximos meses. La elección de la capital de España para lanzar el servicio se debe a que según datos de FAMMA?Cocemfe Madrid (Federación de Asociaciones de Personas con Discapacidad Física y Orgánica de la Comunidad de Madrid), alrededor de 108.716 madrileños presentan una discapacidad reconocida, sobre todo en lo que concierne a movilidad reducida.

La compañía ha explicado que “busca favorecer la independencia y autonomía de miles de personas con movilidad reducida a través de una alternativa de desplazamiento de calidad”, por lo que el servicio Access está sujeto a las mismas tarifas que la gama Cabify Lite, la más económica de la compañía.

“En Cabify apostamos e innovamos para que nuestras ciudades sean más accesibles y libres de barreras para todos los habitantes. La inversión en Cabify Access nace de esta premisa y tiene como punto de partida garantizar la independencia y autonomía de las personas con movilidad reducida a través de un servicio de transporte económico y asegurando los estándares de calidad propios de nuestra marca. Desde Cabify ponemos nuestras ideas, servicios y recursos tecnológicos a disposición del Área de Medio Ambiente y Movilidad del Consistorio de Madrid en apoyo a sus próximos planes para mejorar la autonomía de las personas con movilidad reducida”, ha explicado el general manager de Cabify Madrid, Sevilla y Valencia, Mariano Silveyra.

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Aplicaciones para estudiantes con discapacidad visual

En el ámbito tecnológico, las aplicaciones para celulares son una excelente herramienta para usos académicos y cotidianos

 

  Aplicaciones para estudiantes con discapacidad visual
Fuente: Shutterstock

La tecnología móvil hoy en día es central para el desarrollo de diferentes actividades. Los teléfonos celulares ya no son meros dispositivos para hacer llamadas y enviar mensajes de texto, sino que funcionan como pequeñas computadoras con un sinfín de prestaciones. Si bien en sus comienzos las aplicaciones para celulares estaban pensadas para el usuario tipo, actualmente se desarrollaran nuevos programas pensados para personas con diferentes discapacidades, como las visuales.

Las apps para personas con discapacidad visual son una buena herramienta de integración para crear comunidades sin brechas digitales, y ayudan a mejorar la calidad de vida y la independencia de las personas que la padecen.

Estas aplicaciones suelen ser las mismas que otros usuarios utilizan, pero adaptadas a las personas con diferentes discapacidades visuales, para que ellas también puedan disfrutar de las funcionalidades de estos programas, ganar más autonomía e integrarse en la comunidad con mayor facilidad.

Son diversos los usos que se pueden dar a estas apps en el ámbito educativo, y ayudan a los estudiantes a participar más en cada clase y mejorar su proceso de aprendizaje. Aquí te presentamos las apps móviles de este tipo más destacadas:

Be my eyes: es una aplicación que permite interactuar a la persona con discapacidad visual con cualquier otra persona. Es una buena herramienta para aquellas personas con problemas de visión que necesitan solicitar ayuda remota mediante una videollamada.

My Script Calculator: una app fácil y muy intuitiva, ideal para los estudiantes invidentes que necesitan realizar operaciones matemáticas en una pantalla. Con este programa se pueden escribir números, símbolos y expresiones  con el dedo y realizar cálculos complejos.

Super Visión para CardBoard: dirigida a personas con baja visión, esta app funciona como una lupa virtual que permite hacer del smartphone un magnificador electrónico. Con ella los estudiantes de poca visión pueden leer textos y ver objetos lejanos con mayor nitidez.

Aipoly Vision: es un reconocedor de objetos y colores que ayuda a las personas invidentes a entender su entorno y saber qué tienen frente a ellos. Solo basta con apuntar con la cámara del celular para que el programa reconozca los objetos y los describa con una voz.
Fuente: Universia México

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La domótica acude en ayuda de personas con discapacidad

Las personas con discapacidad pueden beneficiarse de la domótica para aumentar su autonomía. En ocasiones, sin embargo, parece que todavía existe una gran distancia entre la promesa que las tecnologías ofrecen y la realidad de las personas con diversidad funcional. ¿Dónde están las claves?

Hace más de 15 años, Joaquín Romero, afectado de esclerosis múltiple, tomaba una decisión simple pero a la vez trascendente: domotizar toda su vivienda para vivir con mayor autonomía. Probablemente, fue uno de los pioneros en nuestro país en abordar un proyecto tan ambicioso y, posteriormente, junto con sus hermanos, Joaquín fundaría una empresa, BJ Adaptaciones, para hacer llegar esas soluciones al máximo número de personas.

La experiencia vital de Joaquín, así como el trabajo con numerosas personas con diversidad funcional durante estos años, me anima a escribir este artículo, que pretende reflejar las claves para que la tecnología ofrezca todo su potencial a las personas que más la pueden utilizar.

CLAVE 1. LA TECNOLOGÍA EN EL HOGAR PUEDE SER DE MUCHA UTILIDAD

Las tecnologías domóticas o de control de entorno pueden aportar soluciones simples a problemas cotidianos de personas con discapacidad. Es necesario conocer y reconocer su utilidad. Se pueden enumerar algunas soluciones de ejemplo:

Grúas de techo que facilitan las transferencias; sistemas que permiten responder al interfono sin desplazarse; dispositivos adaptados a la movilidad de cada persona, que permiten avisar a un familiar dentro o fuera del hogar; control alternativo de la televisión y otros elementos audiovisuales, independientemente de la movilidad en las manos; accionar puertas, botones de ascensores, elevadores y otros elementos desde la silla de ruedas para permitir que entrar y salir de casa esté al alcance de todos; controlar desde la cama una luz, una persiana, la televisión, el movimiento de la propia cama, poder hacer una  llamada y todo ello adaptado a la movilidad de cada persona, etc.

CLAVE 2. OFRECER LAS SOLUCIONES QUE LAS PERSONAS NECESITAN

Si se observa la oferta de algunas empresas domóticas, en ocasiones se pueden encontrar soluciones muy sofisticadas más cercanas al lujo que a la autonomía. Sin duda, todas esas soluciones pueden ser deseables para todos, pero es importante tener en cuenta las preferencias de cada uno a la hora de priorizar las soluciones. Puede que muchas personas con graves discapacidades prefieran elegir el control sobre elementos como camas, teléfonos, grúas o audiovisuales respecto a otros más habituales como ventanas, persianas, toldos o sistemas de riego.

Otro aspecto importante es potenciar la capacidad de decisión de las personas, tratando de evitar sistemas que tomen constantemente decisiones en nombre del usuario (”es hora de encender la luz”, ”toca bajar las persianas”, generación de una alerta porque hay una situación anómala sin consultar antes al usuario…).

CLAVE 3. LA TECNOLOGÍA DEBE ADAPTARSE A LAS PERSONAS

Hoy en día existe una infinidad de formas de dar las órdenes al hogar. Es posible hacerlo con un mando a distancia, desde un ordenador, con un solo pulsador y un sistema secuencial, con la voz, desde un teléfono móvil, desde la silla de ruedas, la cama, el sofá, con un panel en la pared…, sistemas preparados para personas con discapacidad auditiva, visual, física o intelectual… Los clientes y usuarios deben exigir que los sistemas se adapten a sus capacidades e intereses.

CLAVE 4. SIMPLICIDAD. RESOLVER PROBLEMAS CONCRETOS

Para gozar de las ventajas de la tecnología no es necesario instalar sistemas complejos y completamente integrados. En muchas ocasiones es posible encontrar soluciones simples basadas en un único producto que resuelven problemas muy significativos. La modularidad de los sistemas, su escalabilidad y sencillez de instalación son criterios básicos para su elección.

CLAVE 5. TECNOLOGÍA Y ARQUITECTURA DEBEN IR JUNTAS

Una casa no sólo son unas paredes que limitan un espacio por el que circular. Los edificios son lugares que ofrecen una serie de servicios a sus usuarios. Servicios, como la protección del ambiente exterior, el ocio, la comunicación, la higiene, la alimentación, la cocina, el trabajo, las relaciones sociales. Los edificios no están creados para ser ”accedidos” sino para ser ”usados”. Por eso, no basta con la accesibilidad, es necesaria la usabilidad.

Un buen equipamiento tecnológico puede perder el sentido con un mal diseño de la vivienda y un buen diseño puede no ofrecer suficiente usabilidad a sus habitantes.

CLAVE 6. ASEQUIBILIDAD

Para que las tecnologías de control doméstico puedan llegar al máximo número de personas con discapacidad es imprescindible que el precio de las soluciones sea asequible y que exista un sistema público que facilite su adquisición a las personas que no puedan permitírselo, de la misma forma que ocurre en muchos países vecinos.

CLAVE 7. EL VALOR DE CADA PERSONA Y DE SU AUTONOMÍA

Sin perjuicio de la clave anterior y de la escala de valores de cada persona, es probable que se pueda avanzar en la importancia que se le da a la autonomía de las personas con diversidad funcional, tanto desde un punto de vista personal como social. En algunas ocasiones puede ocurrir que la persona con alguna limitación quiera evitar nuevos gastos e infravalore su autonomía.

Cuando es económicamente viable, disponer de tecnología que facilita la vida debería ser visto como una inversión prioritaria y no como un gasto. La autodeterminación para actividades tan sencillas como cambiar el canal de la televisión, o entrar y salir de casa debe ser considerada como un indicador de salud de las personas.

CLAVE 8. DIFUSIÓN, CONOCIMIENTO, FORMACIÓN

Todavía existe un déficit de información sobre todos estos temas tanto por las personas con diversidad funcional, como por sus familias y profesionales. Es significativo, por ejemplo, que en la mayoría de facultades de arquitectura o de los profesionales del ámbito social o sanitario que atenderán posteriormente a las personas con discapacidad no se incluyan estas materias para el estudio.

Será necesaria, por lo tanto, mucha difusión, formación, información y evaluación para que este tipo de soluciones lleguen a todas las personas que la necesitan.

CLAVE 9. CONFIAR EN ESPECIALISTAS

Para que un proyecto en autonomía personal pueda ser exitoso es importante confiar en empresas especializadas que conozcan y comprendan la situación de las personas con diversidad funcional y que puedan integrar las soluciones de tipo tecnológico con las de tipo constructivo y otros productos de apoyo.

CLAVE 10. DAR EL PRIMER PASO

Parecería fácil, pero, a veces, aún conociendo todas las claves y ventajas que supone la aplicación correcta de la tecnología en el hogar, cuesta que los usuarios y/o sus familiares den el primer paso aún teniendo la posibilidad de hacerlo.

Los frenos para la adopción de la tecnología que ayuda a mejorar la autonomía pueden ser diversos. Pero nuestra experiencia nos demuestra que una vez se ha visto y se probado el nivel de satisfacción y de felicidad, así como, incluso en algunos casos, la estabilización de la salud del usuario es inconmensurable. Solo hay que dar un primer paso.

CONCLUYENDO

Aquel primer paso dado por Joaquín y otros pioneros hace años está dando frutos cada vez más numerosos. Cada día son más las personas que son más autónomas gracias a la tecnología y el número seguirá creciendo. La mejora de calidad de vida de las personas beneficiarias, sin duda, justifica cualquier esfuerzo.

Fuente: nobbot.com

UNI imprimirá en 3D prótesis para personas con discapacidad física

Con equipos de última tecnología dará servicios a bajo costo y apoyará proyectos científicos

Moderno laboratorio en UNI permitirá realizar prótesis en 3D. Foto: Difusión

La Universidad de Ingeniería realizará bioimpresiones en 3D de prótesis para personas que sufran discapacidad física, gracias a un moderno laboratorio que acaba de inaugurar su Centro de Tecnologías de la Información y Comunicaciones (CTIC-UNI).

El director del CTIC-UNI, Alonso Tenorio Trigoso, explicó que las impresiones en 3D no son caras pues cada rollo de filamento de 500 gramos que usa cuesta 180 soles. “Para diseñar una prótesis articulada de brazo, por ejemplo, se necesitan unos 400 gramos de filamento”.
Este servicio de bioimpresión que brindará el nuevo laboratorio puede ser usado por entidades de salud, públicas o privadas, y personas con discapacidad que necesiten apoyo tecnológico para su tratamiento. Inclusive puede servir para quienes requieran una reconstrucción maxilofacial.
 
Órganos en 3D
Aunque el uso de esta tecnología no se aplica en intervenciones más complejas, puede aplicarse para diseñar órganos como el ojo que un paciente puede perder en un accidente o amputación.
“Si la persona pierde el globo ocular, las impresoras 3D pueden imprimir sobre filamento de vidrio. De esta manera, puede recuperar el ojo, aunque no la visión porque el trabajo es de primera calidad y, a pesar de la pérdida, el paciente recupera su capacidad emocional.
Aunque los equipos son modernos, aún no pueden hacer impresiones complejas como ocurre en otros países en donde se elaboran órganos internos como el páncreas y corazón. Ello, señaló Tenorio Trigoso, porque a los prototipos le adicionan componentes mecatrónicos (piezas mecánicas).
“Sin embargo tenemos equipos para elaborar marcapasos, prótesis de nariz, faciales y elementos odontológicos”, indicó.
Apoyo a la ciencia
Apoyo a la ciencia
Las impresoras y escaner 3D que forman parte del laboratorio tecnológico del CTIC-UNI permitirán también fabricar satélites miniaturizados.
Estos son una especie de robot que tienen sensores medioambientales que usan docentes y alumnos para realizar sus investigaciones. “Son vehículos autónomos para exploración. Como el Curiosity que creó la NASA para investigar el planeta Marte”, puntualizó.
Responsabilidad social
También serán de gran utilidad en los diversos rubros públicos y privados tales como las telecomunicaciones, transporte y energía. Asimismo, se prevén trabajos de responsabilidad social liderados por los investigadores del CTIC UNI.
“En CTIC creemos que la investigación científica y la responsabilidad social van de la mano, es por ello que a corto plazo, se elaborarán prótesis 3D que serán utilizadas en la reconstrucción de rostros en pacientes oncológicos o con algún grado de discapacidad, a fin de buscar su reinserción en el medio laboral y mejorar su calidad de vida”, refirió Tenorio Trigoso.
Dicho proyecto se trabajará en conjunto con el odontólogo peruano Rodrigo Salazar Gamarra, quien durante su estancia en Brasil junto a Cícero Moraes, responsable de la reconstrucción del rostro de Santa Rosa de Lima, Sor Ana, entre otros santos, le devolvió parte del rostro a un hombre con cáncer.
(FIN) SMS/RRC

El Giromouse, para mejorar la calidad de vida de las personas con discapacidad

Junto a tres compañeros de la Facultad (Ingeniería electrónica, UBA), Iván Isaack desarrolló Giromouse, un dispositivo de muchísima utilidad para personas con discapacidad.

Por ahora cuentan con prototipos en uso y para demostraciones, mientras avanzan en el diseño industrial que además, incluye hacerlo inalámbrico. Pero para llegar a lo que a simple vista se nos presentará como una vincha, debieron trabajar con algoritmos, giróscopos, acelerómetros, magnetómetros, unidades inerciales que hicieron posible un mouse nuevo, que se maneja con pequeños movimientos de la cabeza.
Lo presentaron en el concurso Potenciate, que promueve el gobierno de la Ciudad de Buenos Aires y obtuvieron el primer premio en la categoría Innovación, Ciencia y Tecnología. También en INNOVAR, el Concurso Nacional de Innovaciones, organizado por el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación, en el que ganaron el primer premio en Tecnología para la discapacidad.
“Somos cuatro compañeros de la Facultad -contó Iván para mencionar a Facundo Cancino, Iván Di Vito y Matías Ñañez.
¿A partir de qué desafío o propuesta comenzaron a trabajar en el Giromouse?, preguntamos y lo escuchamos: surgió del papá de Facundo, que es neurólogo y director de una clínica de rehabilitación en Buenos Aires, que le propuso crear soluciones aprovechando la tecnología”.
“Facundo fue a la clínica, conoció pacientes con distintas patologías y vio que había mucho para hacer. Encontró un chico que cayó de un caballo y quedó cuadripléjico. Antes, este chico usaba la computadora y ya no tenía posibilidades de hacerlo, porque hay dispositivos, pero son muy caros o muy incómodos, algunos casi no sirven, entonces termina recurriendo a la enfermera”.

Nos invitó y comenzamos a trabajar -contó- en esto que tiene mucho de ensayo y error, probando con los pacientes. Hicimos un dispositivo con un sensor que se mordía para hacer el click. Pero nos dijeron que se podía romper de tanto morderlo, que se ensuciaba con la saliva. Decidimos hacer otro, con un sistema de espera, y si bien anduvo, resultó muy lento”.
“Seguimos pensando, porque los cuadripléjicos en general sólo mueven la cabeza y los músculos de la cara. Se me ocurrió probar con un sensor que tomara el movimiento de una ceja cuando se levanta. Hicimos el prototipo (que trajo al diario y pudimos probar) y anduvo”.
“Ahora en la clínica hay cuatro prototipos en uso, mientras una diseñadora industrial está trabajando en el diseño de la carcasa. Nosotros nos ocupamos del software -contó- ya tenemos el modelo inalámbrico y queremos instalarle un programa con distintas opciones de clicks y que permita agregar funciones directas, como por ejemplo, llamar a un enfermero”.
Como es de imaginar, Iván compartió el deseo del grupo, que es industrializar el Giromouse.
Para esto cuentan con el respaldo de los premios obtenidos no sólo en lo económico sino también en la oferta de un espacio físico donde trabajar y el apoyo del INTI para gestionar la patente y hacer el control de calidad.
-Con tanto desarrollo, pruebas y demostraciones del Giromouse, ¿cómo van con la carrera?, preguntamos e Iván respondió “bien. Todos la tenemos como prioridad”.
Y si bien no fue un trabajo hecho para presentar en una cátedra, agregó que los profesores de ingeniería biomédica a los que comentaron su invención y ayudaron cuando tuvieron alguna duda, convocaron a los dos Iván a trabajar en laboratorio de biomédica de la Facultad.
“Nos sumamos a un proyecto para hacer un exoesqueleto, para personas con problemas para caminar. Algo así como unas piernas robóticas”, simplificó.

 El Giromouse

Ya se sabe que el prototipo funciona y no falla. Tiene un sensor de movimiento dispuesto para un costado de la cabeza que toma los movimientos hacia arriba, abajo y a los lados e indica para dónde debe ir el puntero del mouse y otro que, situado sobre una ceja (cualquiera de las dos, porque el dispositivo es inteligente) cuando ésta se levanta activa el click. Tiene un chip programado que se encarga de procesar los datos de los dos sensores para traducirlos en información que envía a la computadora.
“Usamos giróscopos, acelerómetros y magnetómetros y a partir de este algoritmo logramos detectar el movimiento de giro y con el mismo principio, el de la ceja”, explicó Iván.
El Giromouse une dos grandes ejes: las ganas de probar, de innovar en lo tecnológico, desafío propio de estudiantes de ingeniería electrónica, y el deseo de poner los conocimientos al servicio de las personas con cuadriplejía.
“Nunca había estado en una clínica de rehabilitación. Ver la falta de independencia que tiene una persona te moviliza, porque está en una cama sin nada que hacer y una computadora puede cambiarle la vida. Tenemos el caso de un contador, que hoy puede manejar la computadora y trabajar”, compartió.
Y así como hoy la prioridad es culminar la carrera universitaria, Iván Isaack, Facundo Cancino, Iván Di Vito y Matías Ñañez planean crear después una empresa de tecnología asistiva.
De sus proyectos y sus logros se puede saber más ingresando a lab-a.com.ar, la página propia en la que se lee “LAB•A nace del deseo de mejorar efectivamente la calidad de vida de personas con discapacidad a través de la tecnología. Para cumplir este objetivo creemos indispensable el desarrollo de dispositivos y de software directamente desde las necesidades reales de las personas en estas situaciones, y es por eso que todos nuestros productos nacen de la interacción entre pacientes que comunican sus necesidades y prueban los productos, profesionales de la salud que asesoran el desarrollo, y profesionales de la tecnología que materializan las soluciones”.

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