Bastón blanco, el curioso origen de la herramienta esencial de toda persona no vidente

Un símbolo indiscutido de autonomía, este invento ayuda de manera diaria al desplazamiento de aproximadamente 3 millones de ciegos en la Argentina. Su historia, sus avances y su valor para todos aquellos que sufren de alguna discapacidad visual

5 millones argentinos poseen dificultad o limitación permanente, de ésta cifra se desprende que el 59,5 % de este total padece atrofias varias visuales (iStock)
5 millones argentinos poseen dificultad o limitación permanente, de ésta cifra se desprende que el 59,5 % de este total padece atrofias varias visuales (iStock)

En Argentina, los datos oficiales respecto a la discapacidad detallados en el último censo a nivel nacional en el año 2010 afirmaron que en el país viven más de 5 millones de personas con dificultad o limitación permanente, lo cual es equivalente al 12,9% del total de la población. De esta cifra se desprende que el 59,5 % de este total padece atrofias varias visuales. Frente a está problemática, el gran invento del bastón blanco simboliza desde la década del ’30 un gran paso en materia y asistencia de discapacidad visual.

El bastón actúa como instrumento de identificación de personas ciegas. Por otro lado también les permite desplazarse de manera autónoma y quizás más segura. Su uso facilita la detección de obstáculos en la vía pública y al ras del suelo. Frente a una ciudad llena de deterioros urbanos, este mecanismo es de vital importancia para evitar accidentes y otorgarles mayor seguridad al andar.

El bastón blanco actúa como instrumento de identificación de aquellas personas ciegas que les permite desplazarse de manera autónoma y quizás más segura (iStock)
El bastón blanco actúa como instrumento de identificación de aquellas personas ciegas que les permite desplazarse de manera autónoma y quizás más segura (iStock)

“El bastón blanco es la herramienta que utilizan las personas ciegas para desplazarse de manera autónoma en calles, transportes públicos y lugares cubiertos de gran dimensión. Facilita la orientación espacial, pues posibilita detectar las esquinas y caminar en línea recta” aseguró la biblioteca argentina para ciegos es sus redes sociales.

Se dice que el invento tiene sus orígenes en tierras argentinas. Según historiadores y datos recolectados de los familiares cercanos de José Mario Falliotico, político e inventor santafecino, la peculiar idea surgió un 22 de junio de 1931 en Buenos Aires. José se encontraba en la inserción de la calle Rivadavia y Medrano cuando visualizó a un peatón desconcertado al tratar de cruzar, claramente luego de unos minutos, se percató de que se trataba de una persona no vidente. Luego de auxiliarlo y al volver a su hogar, se preguntó cuál podría ser la posible solución para poder identificar a personas ciegas y así, lograr auxiliarlas en el cruce de calles de manera más rápida. Fue entonces que se le ocurrió la brillante idea de identificación mediante un clásico palo blanco.

Pero como en ocurre en el mundo de los inventores, los orígenes de la idea suelen ser motivo de controversia. Otras fuentes informan que en 1921, el fotógrafo inglés ciego James Biggs fue el primero en utilizar está técnica. Pero el argentino Falliotico y el británico Biggs tuvieron un reconocimiento moral ya que el bastón fue patentado por George A. Benham, presidente del Club de Leones de Illinois, en Estado Unidos.

De esta manera nace este particular mecanismo que en la actualidad, asiste a miles de personas con visión reducida y ceguera total. Pero como toda innovación, sus mejoras son abismales, tanto en materia de tecnología como en adaptación del mecanismo según los usos de cada persona.

El bastón verde surgió ante la necesidad de representación y desvinculación por parte de aquellos grupos con visión reducida (iStock)
El bastón verde surgió ante la necesidad de representación y desvinculación por parte de aquellos grupos con visión reducida (iStock)

El bastón verde, aún no tan popular en su uso, surgió ante la necesidad de representación y desvinculación de aquellos grupos con visión reducida por patologías como glaucoma, retinosis pigmentaria, entre otras. Este bastón se creó como símbolo de pertenencia y diferenciación entre ceguera completa y visión reducida pero siempre respetó su símbolo inicial, la identificación entre diferentes patologías para compresión y asistencia de los ciudadanos para con personas con movilidad reducida. Este bastón verde se convirtió en un símbolo de gran importancia tanto para el individuo como para su entorno, y permitió reacciones emocionales como también, la noción de un grupo de pertenencia.

En el mundo existen varios proyectos para desarrollar esta herramienta, ideas como bastones con sensores que emiten una alarma al usuario para lograr esquivar obstáculos a mayores distancia, o bien, instrumentos basados en tecnologías inteligentes que puedan incursionar en el reconocimiento facial, capaces de guiar en interiores o detectar todo tipo de obstáculos. Todos estas investigaciones, se encuentran aún en etapa de desarrollo y prometen ser la solución a futuro en materia de adaptación de las personas con discapacidad en un mundo actual donde el desarrollo y la evolución urbana crece notoriamente.

Los relieves en las baldosas que marcan la cercanía de las vías en el subte fueron un gran avance para las personas que sufren esta discapacidad (iStock)
Los relieves en las baldosas que marcan la cercanía de las vías en el subte fueron un gran avance para las personas que sufren esta discapacidad (iStock)

En las grandes periferias existen avances entorno a esta problemática pero aún hay muchos ejes fundamentales que mejorar. El bastón blanco hace su gran aporte hace décadas pero la conciencia social es fundamental a la hora de facilitar el traslado de quienes sufren ésta patología.

“El subte mejoró muchísimo en relación a los pisos, se marcaron con relieves las baldosas para determinar la cercanía de las vías, lo que posibilitó una grana ayuda para nosotros. Por otro lado, en relación a el nivel de deterioro de calles, falta mucho por mejorar. Otra problemática actual es la mugre en las calles. Por ejemplo el otro día tuve que llegar a mi casa y limpiar el bastón debido al excremento de animales en las veredas. Las calles llenas de basura, bolsas, escombros y manteros con mercadería no colabora a la hora de transitar debidamente por la vereda”, declaró Lucía Torres vocal y miembro de la comisión directiva de la biblioteca Argentina para ciegos a Infobae.

“En estos 16 años que viajo sola pude notar que se mejoró muchísimo el trato con la gente. Nosotros nos adaptamos también para poder lidiar y comprender a las personas que nos ayudan. Pero existe aún mucho desconocimiento y un largo camino por recorrer”, finalizó.

Fuente: infobae.com

Dot, el primer reloj inteligente para invidentes

Por medio de lenguaje Braille, se permitirá leer mensajes de texto y consultar las redes sociales

 

Dot, el primer reloj inteligente para invidentes
Dot, el primer reloj inteligente para invidentes

El primer reloj inteligente para invidentes llegará a manos de los consumidores a finales de marzo de 2017, gracias a la compañía Dot Inc.

Por medio de lenguaje Braille, Dot permitirá leer mensajes de texto, consultar las redes sociales, buscar direcciones en Google Maps, conocer la hora y programar alarmas; todo esto gracias a una conexión vía Bluetooth con el teléfono del usuario.

 El reloj desarrollado por el diseñador coreano Eric Kim tiene una velocidad de lectura de 30 palabras por minuto y permitirá que las personas con esta discapacidad puedan aprovechar las nuevas tecnologías.

De acuerdo con su creador el Dot representará un gran avance en terreno de la inclusión puesto que los anteriores dispositivos tecnológicos de este tipo eran excesivamente costosos y por lo tanto poco accesibles para la mayoría de las personas en esta situación.

Este “smartwatch” se venderá por 290 dólares, lo que representa una gran diferencia con herramientas anteriores cuyo costo ascendía a más de 3 mil dólares. Está fabricado con aluminio que lo hace ligero y durable, además la batería del dispositivo tiene una duración de siete días.

La compañía ya tiene preparados 100 mil relojes que serán distribuidos a lo largo de este año y esperan que las ventas se incrementen para el 2018.

Fuente

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La domótica acude en ayuda de personas con discapacidad

Las personas con discapacidad pueden beneficiarse de la domótica para aumentar su autonomía. En ocasiones, sin embargo, parece que todavía existe una gran distancia entre la promesa que las tecnologías ofrecen y la realidad de las personas con diversidad funcional. ¿Dónde están las claves?

Hace más de 15 años, Joaquín Romero, afectado de esclerosis múltiple, tomaba una decisión simple pero a la vez trascendente: domotizar toda su vivienda para vivir con mayor autonomía. Probablemente, fue uno de los pioneros en nuestro país en abordar un proyecto tan ambicioso y, posteriormente, junto con sus hermanos, Joaquín fundaría una empresa, BJ Adaptaciones, para hacer llegar esas soluciones al máximo número de personas.

La experiencia vital de Joaquín, así como el trabajo con numerosas personas con diversidad funcional durante estos años, me anima a escribir este artículo, que pretende reflejar las claves para que la tecnología ofrezca todo su potencial a las personas que más la pueden utilizar.

CLAVE 1. LA TECNOLOGÍA EN EL HOGAR PUEDE SER DE MUCHA UTILIDAD

Las tecnologías domóticas o de control de entorno pueden aportar soluciones simples a problemas cotidianos de personas con discapacidad. Es necesario conocer y reconocer su utilidad. Se pueden enumerar algunas soluciones de ejemplo:

Grúas de techo que facilitan las transferencias; sistemas que permiten responder al interfono sin desplazarse; dispositivos adaptados a la movilidad de cada persona, que permiten avisar a un familiar dentro o fuera del hogar; control alternativo de la televisión y otros elementos audiovisuales, independientemente de la movilidad en las manos; accionar puertas, botones de ascensores, elevadores y otros elementos desde la silla de ruedas para permitir que entrar y salir de casa esté al alcance de todos; controlar desde la cama una luz, una persiana, la televisión, el movimiento de la propia cama, poder hacer una  llamada y todo ello adaptado a la movilidad de cada persona, etc.

CLAVE 2. OFRECER LAS SOLUCIONES QUE LAS PERSONAS NECESITAN

Si se observa la oferta de algunas empresas domóticas, en ocasiones se pueden encontrar soluciones muy sofisticadas más cercanas al lujo que a la autonomía. Sin duda, todas esas soluciones pueden ser deseables para todos, pero es importante tener en cuenta las preferencias de cada uno a la hora de priorizar las soluciones. Puede que muchas personas con graves discapacidades prefieran elegir el control sobre elementos como camas, teléfonos, grúas o audiovisuales respecto a otros más habituales como ventanas, persianas, toldos o sistemas de riego.

Otro aspecto importante es potenciar la capacidad de decisión de las personas, tratando de evitar sistemas que tomen constantemente decisiones en nombre del usuario (”es hora de encender la luz”, ”toca bajar las persianas”, generación de una alerta porque hay una situación anómala sin consultar antes al usuario…).

CLAVE 3. LA TECNOLOGÍA DEBE ADAPTARSE A LAS PERSONAS

Hoy en día existe una infinidad de formas de dar las órdenes al hogar. Es posible hacerlo con un mando a distancia, desde un ordenador, con un solo pulsador y un sistema secuencial, con la voz, desde un teléfono móvil, desde la silla de ruedas, la cama, el sofá, con un panel en la pared…, sistemas preparados para personas con discapacidad auditiva, visual, física o intelectual… Los clientes y usuarios deben exigir que los sistemas se adapten a sus capacidades e intereses.

CLAVE 4. SIMPLICIDAD. RESOLVER PROBLEMAS CONCRETOS

Para gozar de las ventajas de la tecnología no es necesario instalar sistemas complejos y completamente integrados. En muchas ocasiones es posible encontrar soluciones simples basadas en un único producto que resuelven problemas muy significativos. La modularidad de los sistemas, su escalabilidad y sencillez de instalación son criterios básicos para su elección.

CLAVE 5. TECNOLOGÍA Y ARQUITECTURA DEBEN IR JUNTAS

Una casa no sólo son unas paredes que limitan un espacio por el que circular. Los edificios son lugares que ofrecen una serie de servicios a sus usuarios. Servicios, como la protección del ambiente exterior, el ocio, la comunicación, la higiene, la alimentación, la cocina, el trabajo, las relaciones sociales. Los edificios no están creados para ser ”accedidos” sino para ser ”usados”. Por eso, no basta con la accesibilidad, es necesaria la usabilidad.

Un buen equipamiento tecnológico puede perder el sentido con un mal diseño de la vivienda y un buen diseño puede no ofrecer suficiente usabilidad a sus habitantes.

CLAVE 6. ASEQUIBILIDAD

Para que las tecnologías de control doméstico puedan llegar al máximo número de personas con discapacidad es imprescindible que el precio de las soluciones sea asequible y que exista un sistema público que facilite su adquisición a las personas que no puedan permitírselo, de la misma forma que ocurre en muchos países vecinos.

CLAVE 7. EL VALOR DE CADA PERSONA Y DE SU AUTONOMÍA

Sin perjuicio de la clave anterior y de la escala de valores de cada persona, es probable que se pueda avanzar en la importancia que se le da a la autonomía de las personas con diversidad funcional, tanto desde un punto de vista personal como social. En algunas ocasiones puede ocurrir que la persona con alguna limitación quiera evitar nuevos gastos e infravalore su autonomía.

Cuando es económicamente viable, disponer de tecnología que facilita la vida debería ser visto como una inversión prioritaria y no como un gasto. La autodeterminación para actividades tan sencillas como cambiar el canal de la televisión, o entrar y salir de casa debe ser considerada como un indicador de salud de las personas.

CLAVE 8. DIFUSIÓN, CONOCIMIENTO, FORMACIÓN

Todavía existe un déficit de información sobre todos estos temas tanto por las personas con diversidad funcional, como por sus familias y profesionales. Es significativo, por ejemplo, que en la mayoría de facultades de arquitectura o de los profesionales del ámbito social o sanitario que atenderán posteriormente a las personas con discapacidad no se incluyan estas materias para el estudio.

Será necesaria, por lo tanto, mucha difusión, formación, información y evaluación para que este tipo de soluciones lleguen a todas las personas que la necesitan.

CLAVE 9. CONFIAR EN ESPECIALISTAS

Para que un proyecto en autonomía personal pueda ser exitoso es importante confiar en empresas especializadas que conozcan y comprendan la situación de las personas con diversidad funcional y que puedan integrar las soluciones de tipo tecnológico con las de tipo constructivo y otros productos de apoyo.

CLAVE 10. DAR EL PRIMER PASO

Parecería fácil, pero, a veces, aún conociendo todas las claves y ventajas que supone la aplicación correcta de la tecnología en el hogar, cuesta que los usuarios y/o sus familiares den el primer paso aún teniendo la posibilidad de hacerlo.

Los frenos para la adopción de la tecnología que ayuda a mejorar la autonomía pueden ser diversos. Pero nuestra experiencia nos demuestra que una vez se ha visto y se probado el nivel de satisfacción y de felicidad, así como, incluso en algunos casos, la estabilización de la salud del usuario es inconmensurable. Solo hay que dar un primer paso.

CONCLUYENDO

Aquel primer paso dado por Joaquín y otros pioneros hace años está dando frutos cada vez más numerosos. Cada día son más las personas que son más autónomas gracias a la tecnología y el número seguirá creciendo. La mejora de calidad de vida de las personas beneficiarias, sin duda, justifica cualquier esfuerzo.

Fuente: nobbot.com

Turismo accesible: los retos que el Perú enfrenta

En el país más de un millón y medio de personas tienen algún tipo de discapacidad, sin embargo estas no son atendidas debidamente en el sector turístico. ¡Es hora de impulsar un turismo más inclusivo!

Más de un millón y medio de personas en el Perú tienen alguna discapacidad. Foto: Turismoadaptado.com
Más de un millón y medio de personas en el Perú tienen alguna discapacidad. Foto: Turismoadaptado.com
De qué vale enorgullecernos de nuestro Centro Histórico de Lima declarado Patrimonio de la Humanidad, decir en alto que Machu Picchu es una de las siete Maravillas del Mundo o jactarnos de que el río Amazonas es una de las siete Maravillas Naturales. De que vale tener esos méritos internacionales si todos no pueden llegar a ellas, ahí el principal problema del turismo en el Perú: la accesibilidad.

En nuestro país habitan 1’575,402 personas que tienen algún tipo de discapacidad, siendo el 5% de la población total, según cifras de la Encuesta Nacional Especializada sobre Discapacidad (Enedis), realizada por el Instituto Nacional de Estadística en el año 2012. A esto se suman el número de personas mayores, embarazadas, familias con bebés o madres con pequeños, entre otros.

“Todas estas personas también tienen el interés de conocer su propio país y más aún tienen el derecho de disfrutar de toda la oferta turística”, Gálata Llano, Gerente General de Safe City, empresa dedicada a ofrecer servicios de accesibilidad y seguridad vial.

A comparación de algunos países latinoamericanos como Argentina, Brasil, Uruguay y Chile –donde se impulsa el turismo accesible en óptimas condiciones-, en el Perú sigue siendo condición que muy pocas agencias lo desarrollan.

Y es como lo recalca Llano, no es suficiente con tener una atracción turística accesible, también se necesitan de hoteles, medios de transporte o servicios accesibles. “La idea va más allá de eliminar barreras arquitectónicas. Se espera que las personas que atiendan los servicios turísticos estén capacitadas y que exista sensibilización de lo imprescindible que resulta contar con un espacio para las actividades cotidianas”.

Para el 2030, se calcula que habrá 1.800 millones de turistas en el mundo –precisó Xu Jing, Director Regional para Asia y el Pacífico de la Organización Mundial del Turismo (OMT)-. Por tanto, estamos a tiempo para el Perú trabaje es todas las áreas respectivas, sumándose a la lista de países latinoamericanos que ya son un referente de la promoción del turismo accesible.

Una forma de lograrlo es empezando a contar con balnearios con sillas anfibias para que los discapacitados disfruten de la playa, como lo hace Argentina; tener alojamiento y servicios de transporte en los carnavales con el fin de ayudar a los discapacitados visuales a disfrutar de los desfiles mediante audífonos para narración en vivo, como lo hace Brasil, tener en cada agencia una guía de alojamientos y establecimientos accesibles como lo hace Chile.

Sin embargo, no todo está perdido en nuestro país, algunos tours inclusivos se realizan en Lima, como los mirabuses que circulan de vez en cuando por Miraflores. Así como los circuitos turísticos que se promueven en Machu Picchu y el lago Tititcaca, dirigidos a personas con discapacidad. Apoyemos la causa y hagamos juntos un turismo más inclusivo.

El dato

Safe City es una empresa peruana especializada en brindar soluciones de accesibilidad y seguridad vial, la cual se ha propuesto en función a una campaña de sensibilización, colocar en agenda los temas de accesibilidad e incentivar la concientización en la población.

Fuente: larepublica.pe

Blappy, una nueva app de chat por bluetooth para personas con discapacidad sensorial

Investigadores del Centro Español de Subtitulado y Audiodescripción (CESyA), dependiente del Real Patronato sobre Discapacidad y gestionado por la Universidad Carlos III de Madrid (UC3M), han desarrollado Blappy, una aplicación que permite la comunicación chat vía bluetooth entre dos personas con diversidad funcional.

Blappy

Blappy es una aplicación para smartphones que está diseñada para posibilitar una comunicación ágil entre personas con discapacidad visual y/o auditiva. Permite convertir mensajes de voz en texto y viceversa, además de incluir imágenes en alto contraste, la posibilidad de realizar zoom en la pantalla y resultar compatible con el servicio de accesibilidad TalkBack. Para hacer uso del servicio, basta con tener instalada la app en dos terminales a menos de 30 metros en un entorno cerrado de bluetooth. Una vez registrado el usuario, existen dos maneras de establecer el envío de mensajes: por reconocedor de voz o por teclado.

Esta aplicación podría resultar de interés para una gran cantidad de usuarios. Solo en España hay cerca de un millón de personas que tienen discapacidad visual y alrededor de otro millón que tienen discapacidad auditiva, según CESyA. La aplicación está disponible en cuatro idiomas (castellano, francés, inglés y portugués), pero su tecnología permite traducir las conversaciones a todos los idiomas que detecta el servicio de Google Translator.

Blappy está disponible para móviles con sistema operativo Android y para utilizarla basta con descargarse la app en la Play Store y habilitar el bluetooth para conectarse con otro teléfono inteligente que también la tenga instalada. No obstante, sus desarrolladores ya trabajan en una versión que pronto estará disponible para móviles de la plataforma iOS de Apple.

En palabras de Belén Ruiz Mezcua, profesora titular del departamento de Informática de la UC3M y directora gerente de CESyA, esta iniciativa constituye una apuesta por la accesibilidad y “es un ejemplo de transferencia de tecnología al servicio de las necesidades sociales”. Del mismo modo, “cumple con el paradigma de un diseño accesible para todos”, afirma Adrián Baeza, investigador del CESyA y uno de los profesionales implicados en el lanzamiento del proyecto.

Este proyecto se ha desarrollado con el apoyo del Laboratorio de Accesibilidad Audiovisual de la UC3M, que está compuesto por 19 profesionales y que forma parte del Centro de Tecnologías para la Discapacidad y la Dependencia del Parque Científico de la UC3M.

Para más información: http://blappy.cesya.es/

Fuente