Un chaleco permite disfrutar del baño en casos de tetraplejias y paraplejias

El Centro Tecnológico de Confección, ubicado en Talavera de la Reina (Toledo), y la Fundación del Hospital Nacional de Parapléjicos de Toledo han colaborado en un proyecto que permite disfrutar del baño con mayor independencia en los casos de tetraplejia, paraplejia y parálisis cerebral.

El resultado es un diseño similar a un chaleco salvavidas convencional, pero con un tejido más ligero y flexible, sin costuras para aportar mayor comodidad al usuario y evitar rozaduras, y con soportes para mantener elevada la cabeza, en los casos de tetraplejia, y sostener y alzar las piernas.
Durante casi un año los investigadores del Centro Tecnológico de Confección, ubicado en Talavera de la Reina, han trabajado en este prototipo que ya han probado en entornos acuáticos usuarios del Hospital de Parapléjicos de Toledo y que se presenta en la feria Capacitalia, que se inaugura hoy en Ciudad Real.

Efe ha presenciado una de estas pruebas reales en la piscina del Hospital Nacional de Parapléjicos y ha recabado las impresiones y opiniones de quienes han utilizado la prenda.
El chaleco lleva adaptado unos elementos de sujección al muslo, para elevar la pelvis, y dispone de un soporte de apoyo de la cabeza para los casos de tetraplejia.

Alejandro Fernández es el responsable del proyecto del Centro Tecnológico de Confección y ha explicado a Efe que en estas prendas han aprovechado las características del “lightex”, un tejido ligero, resistente al aire y al agua y con “gran flotabilidad”, debido a su estructura laminar, que le permite adaptar la prenda al usuario en función de su peso y otros aspectos.
“Se ha buscado subsanar una deficiencia que había en productos textiles diseñados para esta población y aprovechar las características del lightex, un tejido que proporciona esta flotabilidad que es su característica principal”, ha señalado Fernández.

El chaleco aporta “mucha libertad” e independencia al usuario y se ajusta a su cuerpo con más suavidad que los chalecos salvavidas convencionales debido a la ausencia de costuras y la ligereza del tejido. Lo destaca Agustín Redondo al terminar su baño en la piscina.
Por su parte, Iván Díaz reconoce que el resultado es “bueno” y que la sujección de la cabeza mediante el elemento de apoyo, a modo de capucha, puede ser muy útil en casos de gran tetraplejia.

La parte última de este proyecto de investigación es atraer a empresas para que comercialicen estas prendas y encuentren en este sector una alternativa de negocio.
Algo particularmente interesante teniendo en cuenta que no hay ningún producto similar en el mercado, ni en España ni en el resto Europa, según ha indicado Alejandro Fernández.
El proyecto lo han coordinado Luis Merchán y Pedro Gómez, del Hospital de Parapléjicos de Toledo, y cuenta con el apoyo económico de la Consejería de Economía de Castilla-La Mancha y de los fondos FEDER.

Fuente: EFE

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Las células madre, el remedio del mañana

Empezó el primer ensayo clínico en los Estados Unidos con las polémicas células madre embrionarias.

Hace dos semanas se produjo un anuncio largamente esperado por científicos de todo el mundo: la Administración de Medicamentos y Alimentos de Estados Unidos (FDA) autorizó, por primera vez, el uso de células madre derivadas de embriones humanos en personas con lesiones medulares.
El ensayo clínico, que ya fue puesto en marcha por el grupo privado Geron Corporation, revivió el duro debate que rodea el tema, y no sólo por las implicaciones éticas, sino también por los resultados que pueda arrojar en el plano terapéutico.
Aunque suene a ciencia ficción, se espera que en el futuro estos trabajos aporten la cura para males intratables.

¿Por qué tan potentes?
Instantes después de que se produce la concepción se forma un primer paquete de células iguales entre ellas, llamado blastocisto.
Cada una de estas células tiene el potencial de transformarse en cualquier parte del cuerpo humano. Tal capacidad llevó a la ciencia a llamarlas células madre pluripotentes o células madre embrionarias.
Esa es la razón por la cual grupos de investigación de todo el mundo las han convertido en el objeto principal de sus estudios.

Es más, se cree que esa capacidad sirve para regenerar tejidos perdidos o dañados (en casos de quemaduras graves, por ejemplo), para curar enfermedades como la diabetes, el alzheimer y el párkinson e incluso para producir nuevos órganos que reemplazarían a los deteriorados.
El hecho de que estas células soñadas sólo se obtengan de embriones humanos (en el caso del ensayo estadounidense, son sobrantes de procesos de fertilización asistida) ha sido la causa de agrias discusiones que incluso han pisado el terreno político.
Uno de los ejemplos más palpables lo dio el gobierno del hoy ex presidente de Estados Unidos George W. Bush, que prohibió la financiación con fondos públicos de toda investigación que recurriera al uso de células madre procedentes de embriones. En marzo del 2009 el gobierno del presidente Barack Obama levantó este veto. Pero no fue, valga decirlo, la última palabra sobre el tema en ese país, pues un juez federal ordenó, en agosto pasado, detener temporalmente el flujo de fondos para el estudio con estas células.

La decisión no afectó la financiación privada de estas investigaciones. Geron sólo necesitaba el visto bueno de la FDA. Y ya lo tiene.

Las adultas ya tienen aplicaciones
Existen dos clases de células madre: las adultas y las embrionarias.

Las primeras están en casi todos los tejidos, sobre todo en la médula ósea, la mucosa olfativa y la piel. Las segundas están en embriones humanos naturales, obtenidos de procesos de fertilización ‘in vitro’ o similares.
El uso más conocido de las adultas es el trasplante de médula ósea en pacientes con leucemia; se sabe que a partir de esas células se producen todas las líneas sanguíneas. Se cree que en el futuro más de 80 males (como la esclerosis múltiple y la artritis) se beneficiarían con estas células adultas. De hecho, esta semana en Mallorca (España) fueron utilizadas para ayudar a reconstruir los senos de una mujer mastectomizada por cáncer.

Con las embrionarias, en teoría, se espera que no sólo puedan regenerarse tejidos, cambiar órganos y atenuar enfermedades, también que puedan producirse neurotransmisores, hormonas y otras sustancias deficitarias del cuerpo, que también se manifiestan como patologías, como en el caso del Parkinson y la diabetes.
El ensayo en pacientes con lesiones de la médula es el primero que se hace con propósitos terapéuticos. El resto de los avances se han logrado en laboratorio.

Carlos Francisco Fernández
Asesor médico de EL TIEMPO

Fuente: eltiempo.com

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Los sordos se programan para ver mejor

La gente sorda informa que su visión periférica es más aguda.

La gente sorda de nacimiento es capaz de reprogramar las áreas de su cerebro asignadas al oído para mejorar su visión, afirma un estudio.

Tanto las personas sordas como las invidentes frecuentemente afirman que, para compensar, sus otros sentidos son más agudos.

Sin embargo, hasta ahora no se sabía cómo se lograba este proceso cerebral.

La mejora en la visión periférica, que a menudo dicen tener las personas con sordera, podría generarse en la zona cerebral que normalmente se encarga del oído periférico.

Científicos de la Universidad de Ontario Occidental, Canadá, se abocaron a probar esa teoría y, en el reporte sobre los resultados sobre el que informa la revista Nature Neuroscience, señalan que el cerebro tiende a aprovechar todo su potencial.

Compensación
Los investigadores utilizaron gatos con sordera congénita para probar qué partes del cerebro se ocupaban de esta compensación.

Los animales fueron sometidos a pruebas en las que se destellaban luces en la periferia de su visión normal.

Cuando la corteza auditiva -la parte del cerebro que normalmente procesa la información de sonidos- se desactivaba temporalmente, la visión periférica mejorada de los gatos parecía también apagarse.

En un estudio más detallado, el equipo descubrió que la parte de la corteza auditiva responsable era la zona normalmente encargada de detectar los sonidos periféricos.

Tal como explica el doctor Stephen Lomber, quien dirigió la investigación, “el cerebro es un órgano muy eficiente y no permite que ninguno de sus espacios se desperdicien”.

“El cerebro desea compensar por el sentido perdido con mejoras en otras áreas que son beneficiosas”.

“Por ejemplo, si usted es sordo, se beneficiaría al ver en su visión periférica a un auto que se acerca desde lejos. Como no puede oír al auto acercándose al lado, sí puede verlo con más agudeza y detectar qué tan rápido se está moviendo”, señala el científico.

Y agrega que el entendimiento de lo que ocurre dentro de la corteza auditiva en ausencia de información de sonido puede ayudar a los médicos a comprender lo que ocurre cuando una persona con pérdida de oído se somete a un implante coclear.

“Si el cerebro se reprograma a sí mismo para compensar por la sordera, ¿qué ocurre cuando se restaura el oído?”, pregunta el doctor Lomber.

Tiempo de reacción
La doctora Joanna Robinson, investigadora del Real Instituto Nacional para Personas con Sordera (RNID) del Reino Unido, recibe positivamente los resultados del estudio.

“Esta investigación -expresa- apoya estudios anteriores que afirman que la gente con sordera congénita tienen un campo visual más grande que la gente que puede escuchar”.

“Otros estudios que nosotros financiamos recientemente mostraron que los adultos sordos también pueden reaccionar a objetos en su visión periférica con más rapidez que los adultos que sí escuchan, pero los niños sordos reaccionan más lentamente que sus pares que escuchan”.

“Esto indica que quizás toma algún tiempo para que la parte auditiva del cerebro logre hacer el cambio para compensar y procesar la información visual”, explica la experta.

Fuente: bbc.co.uk

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