No a Keiko (NAK) puede ser considerado el movimiento más fuerte e influyente de las redes sociales en toda la historia de la política peruana. A pesar de su corto tiempo de creación (2009), ya cuenta con 110,443 activos seguidores (solo en Facebook, para el cierre de esta nota) que cada día, hora y segundo, a través de diversas publicaciones, expresan su rechazo e indignación hacia un eventual gobierno de Keiko Fujimori, hija del condenado Alberto Fujimori por crímenes de corrupción y lesa humanidad, y hoy candidata al sillón presidencial.
El colectivo No a Keiko fue fundado el 29 de mayo del 2009. En la actualidad la conforman miles de peruanos a nivel nacional y del extranjero.
La oposición a Keiko, reflejada ampliamente en las redes sociales y en los colectivos como NAK que forman parte de ellas, es más unida y, por lo tanto, más exhaustiva comparada a la oposición dispersa de otros candidatos. Esto es quizás lo más contundente de ‘No a Keiko’. Es tan abierta la crítica que es casi imposible observar a algún fujimorista emitir un comentario. Su opinión, en un parpadeo, podría ser cuestionada por decenas de miembros de NAK. Evidentemente un profujimori que intente argumentar de manera educada, tendrá espacio en NAK, aunque saldrá perdiendo, como dicen de manera coloquial, “por goleada”.
Así, la finalidad del grupo –que es concientizar a la población de que Keiko no es una alternativa que pueda continuar de manera acertada el desarrollo sostenido del país-, posee mayores posibilidades de ser concretada, ya que cada vez reúne a más usuarios y, por ende, más publicaciones y reportajes en contra de Keiko en la página (que no están basados en “chismes”, sino en evidencias verídicas). Lo más interesante es que estas sociedades virtuales también participan en la vida real, fortaleciendo aún más el objetivo del colectivo.
Está claro que también la situación política y personal de Keiko dejan muchas dudas. Si no existieran los serios cuestionamientos hacia su persona por la población en general y por la prensa seria –quienes, por cierto, juegan un gran papel a través investigaciones periodísticas y “destapes”- los colectivos como NAK serían más “corazón” que pruebas.
Polémicas entorno a la credibilidad de Fuerza 2011 como el financiamiento del narcotráfico a su campaña, los papelones de la enfermera Gina Pacheco y del cantante Pepe Vásquez, las propuestas de sus candidatos –téngase en cuenta la pena de muerte (encabezada por Martha Chávez), la amnistía a terroristas y militares violadores de derecho humanos (presidida por Víctor Robles), el restablecimiento del servicio militar obligatorio (postulada principalmente por Kenji Fujimori) y un sinfín más- han incentivado y permitido la proliferación de grupos y colectivos en su contra, quienes de manera válida ya han dado su voz y veredicto: los Fujimori no más al gobierno. Leer más