¿Sabía que a pesar de cientos de años, existe aún parte de la gran Muralla de Lima en pie?
Al parecer, aquel destino funesto que acabó con varias construcciones históricas del Centro de Lima ha sido esquivo a algunos fragmentos de la Muralla de Lima: los denominados baluartes de Santa Lucía, Comandante Espinar y Puerto Arturo, únicos recuerdos vivos de aquel fortín que protegió alguna vez el Damero de Pizarro. Es inevitable llegar a la conclusión que si siguen permaneciendo en el olvido, estos tres inmuebles ubicados en El Agustino, caerán pronto en una destrucción irreversible.
Se requiere remontarnos a 1684 para entender más a fondo la historia de la Muralla de Lima, año donde el virrey Melchor de Navarra y Rocafull establece el sistema de amurallado en la capital. Este cerco que comprendió once kilómetros de perímetro defendió por casi doscientos años a la Ciudad de los Reyes hasta que “murió virgen de pólvora”, es decir, nunca recibió algún ataque de piratas o corsarios. Precisamente la destrucción de la Muralla se dio por el afán modernizador peruano del siglo XIX, emprendido por el gobierno de Balta mediante el proyecto de demolición de Henry Meiggs.
Sin embargo, la Muralla presentaba ya algunas rupturas previas que se produjeron como consecuencia de las construcciones del Parque de la Exposición y el Cementerio General Presbítero Matías Maestro, explica Luis Sifuentes de la Cruz en “Las Murallas de Lima“. Del proceso de modernización solo sobrevivieron tres baluartes de los treinta y cuatro que confirmaron la muralla. Se trata de los baluartes Santa Lucía (Jr. José Rivera y Dávalos), Comandante Espinar (Jr. Boulevard República) y Puerto Arturo (Jr. Pativilca). De los tres, es el primero el que se halla en mejor estado de conservación.
El Baluarte Santa Lucía
Es, en efecto, el baluarte que se halla en mejor estado de conversación. Si no ha sufrido el mismo daño que los otros dos baluartes es porque en sus inmediaciones funciona el Hogar de Madres Solteras ‘Gladys’, entidad que ha preferido conservar su integridad. Ocupa un área pentagonal cerrada en cuatro lados por un muro de sección trapezoidal y en uno por edificaciones contemporáneas de un piso. Desde el pasaje empedrado y el campo deportivo se aprecian tres de sus lados. Se observa un dintel. Está ubicado en el Jr. José Rivera y Dávalos con el Pasaje de los Santos, distrito de El Agustino.
El Baluarte Santa Lucía, El Agustino. Foto: Marco Gamarra Galindo.
El Baluarte Comandante Espinar
El Baluarte Comandante Espinar está ubicado en la Urbanización Santoyo, distrito de El Agustino. Se mantuvo en buen estado hasta la década de los cincuenta del siglo XX, época en que la zona empieza a urbanizarse. Como toda la Muralla, el sistema constructivo de este baluarte está compuesto por adobe, ladrillos y una base de piedras.
Baluarte Comandante Espinar, El Agustino. Foto: Marco Gamarra Galindo.
El Baluarte Puerto Arturo
Otro importante fragmento de la antigua Muralla de Lima se erige en el Jr. Pativilca, El Agustino. Hoy yace bajo un uso de vivienda: son muchas las familias necesitadas que han utilizado sus muros de canto rodado, adobe y cal para guarecerse de cobijo. Incógnito, lleva muchas décadas soportando la indiferencia de las autoridades.
Baluarte Puerto Arturo, El Agustino. Foto: Marco Gamarra Galindo.
Lastimosamente, la irresponsabilidad y desconocimiento han sepultado en el olvido mucha de la historia y memoria de nuestra ciudad. Esperemos que la Municipalidad de El Agustino, la Municipalidad Metropolitana de Lima y el Ministerio de Cultura pongan en valor estos lugares que son verdaderos patrimonios de Lima. Leer más »