La Tumba del coronel peruano Segundo Leiva es la historia de cómo un país le puede dar la espalda a quienes, en vida, no estuvieron a la altura de las circunstancias y defraudaron las expectativas de toda una nación. Recordado por el ‘Apure Leiva’ de Francisco Bolognesi, Segundo Leiva, Jefe del II Ejército del Sur que se había establecido en Arequipa -ante la incursión chilena-, se convirtió luego de la Guerra del Pacífico, en uno de los personajes más detestados y polémicos. ¿La razón? El haber prestado oídos sordos a las comunicaciones y telegramas de Francisco Bolognesi, quien le solicitaba apoyo para seguir defendiendo la ciudad de Arica. En su Tumba, en el Cementerio Presbítero Maestro, se dejan leer borrosas sus dos iniciales: S.L. (Segundo Leiva), en un nicho cuya entrada está cubierta de cemento mal esparcido, como si toda una nación quisiese borrar de su historia a este personaje.