19/08/12: El Mausoleo de Óscar Heeren en el Cementerio Presbítero Maestro

Óscar Antonio Federico Augusto Heeren Massa (* Hamburgo, Alemania , 27 de noviembre de 1840 – Lima, 8 de febrero de 1919). Hijo de Karl August Heeren y de Maria de los Dolores Ramona Angela Baldomera Massa y Graña. Empresario, minero e ingeniero alemán. Juega un importante papel en el restablecimiento de las relaciones peruano-japonesas que se habían roto a causa de un incidente suscitado en 1872 que da noticia a las autoridades portuarias japonesas del abuso y maltrato que recibían los coolíes en tierras peruanas, lo que ocasionó una disputa legal entre el Perú y el Imperio del Japón. Todo ello empezó cuando el barco peruano ‘María Luz’, que transportaba 225 coolíes chinos desde Macao hasta el puerto del Callao, sufre una serie de desperfectos mecánicos que hizo urgente una escala en Yokohama para los arreglos correspondientes. Aprovechando que la nave había anclado, los coolíes a bordo del ‘María Luz’ se amotinan y denuncian la explotación a la que eran sujetos sus compatriotas en el Perú. Este incidente diplomático se soluciona con el Japón mediante el ‘Tratado Provisional de Paz, Amistad, Comercio y Navegación’, y con China con el ‘Tratado de Tien Tsin’. Oscar Heeren, nombrado Cónsul del Perú en Tokio, desempeña una notable labor en el restablecimiento de las relaciones diplomáticas peruano-japonesas.

En 1872, en los inicios de la era Meiji, cuando el Japón se abría a las otras naciones, el penoso incidente del barco María Luz, ocurrido en el puerto de Yokohama estuvo a punto de comprometer definitivamente a las incipientes relaciones entre el Perú y Japón. Sin embargo, el feliz desenlace del incidente que culminó con el Tratado de Amistad entre los dos países, alentó al cónsul del Perú en Japón, el alemán Oscar Heeren a exaltar éxitosamente las prometedoras posibilidades ofrecidas por el Perú a los inversionistas japoneses. El entusiamo mostrado por Heeren animó efectivamente a un grupo de comerciantes-políticos japoneses a interesarse por los recursos mineros peruanos así como a los territorios amazónicos (Lausent-Herrera: 1988)

En 1874, Oscar Heeren llega al Perú y se asienta en Lima. Organiza un viaje de prospección junto a un grupo de ingenieros japoneses a la región minera de Cerro de Pasco para, en 1889, fundar la empresa Japan-Peru Mining Company con el objetivo de explotar unos yacimientos de plata en la misma región. Lo hizo en sociedad con el financista y futuro primer ministro de Japón, Korekiyo Takahashi. Óscar Heeren también conduce a la delegación japonesa a la vertiente oriental de los Andes Centrales, en el valle de Chanchamayo.La investigadora francesa Isabelle Lausent-Herrera detalla que la labor desempeñada por Óscar Heeren permitió que los visitantes japoneses estuviesen “munidos de muestras de todo tipo y de una rica experiencia” sobre el Perú que, en su país de orígen, compartirían. Esto causó el interés de varios japoneses “en hacerse presente en el Perú tanto en el sector minero como en los proyectos de colonización de la montaña” (Lausent-Herrera: 1988). En Chanchamayo, Óscar Heeren adquiere una parte de la Hacienda San Carlos.

En 1880 construye una gran residencia de estilo austro-húngaro que, con el paso de los años, acogería a las Embajadas de Japón, Bélgica, Alemania, Francia y Estados Unidos. Refiere el historiador de la PUCP, Juan Luis Orrego que este inmueble en sus primeros años, “fue conocida como ‘Quinta del Carmen’, por su proximidad con la Iglesia de la Virgen patrona de los Barrios Altos’. Este condominio se erige en un contexto determinado donde Barrios Altos era un sector de Lima muy recurrido por la aristocracia limeña. Es también principal protagonista de leyendas y cuentos de terror. El empresario japonés Seiguma Kitsutani, ahogado por las deudas, se practica el harakiri en su casa de la Quinta Heeren.

Óscar Heeren casó con Carmen Ignacia Barreda y Osma, dama perteneciente a una familia limeña de raigambre colonial cuya hermana era esposa de Manuel Pardo y Lavalle, primer presidente civil del Perú. Del matrimonio Heeren Barreda nacen Carlos -que contrae matrimonio con Lucila Elías, descendiente del Presidente Domingo Elías- y Carmen -que contrae matrimonio con José Pardo y Barreda (hijo de Manuel Pardo y Lavalle, quien se había casado con su tía, por lo tanto José era su primo hermano; éste también ocupa la Presidencia de la República en dos ocasiones). Del matrimonio Pardo Heeren nacen siete hijos y del matrimonio Heeren Elías tres. El segundo de los siete hijos de la pareja Pardo Heeren, José Pardo Heeren (nacido en 1903) estuvo viviendo en la Quinta hasta muy avanzada edad.

Óscar Heeren falleció en Lima el 8 de febrero de 1909, y fue inhumado en el Cementerio General Presbítero Matías Maestro. Su mausoleo no solo acoge sus restos, sino también los de Carlos Heeren Barreda (hijo), Lucila Elías de Heeren (esposa de su hijo Carlos Heeren Barreda), Ignacia Barreda de Heeren (esposa), Óscar Heeren Elías (nieto) y Carlos Heeren Elías (nieto).

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Comentarios

  1. michael romero priddat escribió:

    Tengo entendido que de los hermanos Pardo heeren el que vivio en la famosa quinta fue Manuel,que era soltero

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