La COP30 será en la Amazonía, la Iglesia impulsa iniciativas
3:00 p.m. | 1 abr 25 (CELAM/NCR).- Este año, Belém, Brasil, acogerá el principal encuentro sobre el cuidado del medioambiente. En este marco, la Iglesia católica intensifica sus acciones, centrando su tradicional Campaña de la Fraternidad en la ecología integral, y desplegando una Pre-COP en Belém, con la participación de decenas de representantes de la región. Además, los obispos, con el respaldo de científicos, intentan presionar al gobierno y detener las exploraciones petrolíferas cercanas a la desembocadura del río Amazonas, que amenazan con un daño irreversible.
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Campaña de Fraternidad 2025: Ecología integral
La Campaña de Fraternidad, que lleva 61 años en marcha, es un clásico nacional de la Iglesia brasileña. Nació por iniciativa del cardenal Dom Eugênio de Araújo Sales —una figura del episcopado brasileño— como expresión de caridad y solidaridad en favor de la dignidad de la persona humana, de los hijos e hijas de Dios. Se ha convertido en una expresión de comunión, conversión y de compartir. En su edición 2025 el tema elegido es “Fraternidad y Ecología Integral”, y el lema está tomado del relato bíblico de la creación del mundo: “¡Dios vio que todo era muy bueno!” (Génesis 1:31).
Se lanzó con diversas celebraciones, gestos y actos en todo el territorio brasileño. Una referencia la dio el arzobispo de Porto Alegre (RS), presidente del episcopado brasileño y presidente del CELAM, cardenal Jaime Spengler, quien inauguró la iniciativa en su arquidiócesis, en un lugar simbólico de las inundaciones y de ayuda humanitaria tras los trágicos momentos vividos en mayo de 2024, por las lluvias torrenciales y los desbordes de los ríos y el dique en la ciudad de Canoas (RS).
La ciudad, según Dom Jaime, quedó prácticamente sumergida por la catástrofe de mayo del año pasado, cuando el agua alcanzó cerca de tres metros de altura. Ahora hay un proceso de recuperación en marcha. En una entrevista, Dom Jaime dio varias pistas sobre las que pivotea esta campaña en su arquidiócesis: afirmó que la reflexión sobre el tema de la ecología integral debe involucrar a las nuevas generaciones, la elección del lugar tuvo como objetivo promover la conciencia y la responsabilidad sobre el cuidado y la protección socioambiental, recordando la tragedia enfrentada el año pasado y la ayuda prestada a las personas afectadas por las inundaciones.
“He dicho y defendido que necesitamos construir de otra manera, de una manera nueva. Y creo que el tema de la Campaña de la Fraternidad también resalta este aspecto: no necesitamos cosas nuevas por hacer cosas nuevas, sino cosas nuevas según lo que la propia tierra, el propio planeta, pide a cada uno de nosotros”, aseguró ante las cámaras. El cardenal Spengler tiene su esperanza certera en las nuevas generaciones: “Aquí es donde entra toda la dimensión de la educación: las escuelas, las universidades, que tienen un espacio único para promover la ecología integral”.
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Francisco: Proteger la Creación de la codicia y la explotación
Al comienzo del tiempo de Cuaresma, el Papa saludó a los católicos en Brasil y elogió a los obispos del país por su continuo apoyo a la Campaña de Fraternidad, que este año está dedicada a la “Fraternidad y Ecología Integral”. También expresó su esperanza de que la iglesia de Brasil contribuya a la COP30, la conferencia de la ONU sobre el clima que se celebrará del 10 al 21 de noviembre, “en el corazón de la querida Amazonia”.
Los esfuerzos de la Iglesia podrían ayudar a las naciones y a las organizaciones internacionales a “comprometerse efectivamente en prácticas que ayuden a superar la crisis climática y a preservar la maravillosa obra de la Creación, que Dios nos ha confiado y que tenemos la responsabilidad de transmitir a las generaciones futuras”, escribió el Papa.
Con su Campaña de Fraternidad, los obispos de Brasil están invitando a todos los fieles a seguir en Cuaresma un camino de conversión personal sobre la base de la encíclica del Papa de 2015, Laudato si’, sobre el cuidado de nuestra casa común. Ese documento y su continuación, Laudate deum en 2023, dijo Francisco, pretenden llamar la atención de todo el mundo sobre la urgencia de cambiar su actitud hacia el medio ambiente y su relación con él.
La “crisis ecológica es un llamado a una profunda conversión interior”, escribió. El mensaje del Papa elogia a la Conferencia Episcopal por proponer un tema dedicado a la ecología integral. “Que todos podamos, con la ayuda especial de la gracia de Dios en este tiempo jubilar, cambiar nuestras convicciones y nuestras prácticas para dejar que la naturaleza descanse de nuestras ávidas exploraciones”.
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La Iglesia de la Amazonía brasileña realiza su Pre-COP
Los días 25 y 26 de marzo de 2025, la sede de la Conferencia Nacional de los Obispos de Brasil en Belém do Pará, ciudad que será sede de la COP en el mes de noviembre, acogió la Pre-COP Norte, con la participación de más de 50 representantes de la región, en el marco del programa Iglesia hacia la COP30, organizado por la Conferencia Episcopal (CNBB) y que pretende suscitar la reflexión sobre el cuidado de nuestra casa común, tema de la Campaña de Fraternidad 2025.
Cambiar de lógica
Una celebración eucarística, presidida por Paolo Andreolli, obispo auxiliar de Belém y miembro de la comisión de la CNBB para la preparación de la COP30, dio inicio al encuentro. En el día de la Anunciación del Señor, el obispo destacó la importancia de los signos, de ser signo, de esperanza, de “hacer realidad lo que esperamos y deseamos”. Subrayó que “el hijo de Isabel se convierte para María en signo de que nada es imposible para Dios”, llamando a los participantes en el encuentro a ser signo, a entrar en el camino de la conversión ecológica, a pasar de la lógica de la extracción desmedida de recursos a la lógica del cuidado.
El encuentro ha buscado facilitar procesos de convergencia, “para intentar comprender cuál es nuestro papel ante el desafío de la ecología integral”, según el asesor de la Comisión Episcopal para la Acción Socio-Transformativa, Dário Bossi. Destacó la importancia del Magisterio del papa Francisco y del trabajo ecuménico y la interacción con otros procesos populares. El objetivo es buscar ayuda colectiva para identificar los desafíos de la COP30 como iglesias locales y aumentar nuestra incidencia a nivel nacional e internacional. Se trata de entender cómo la COP30 impacta en nuestra presencia como Iglesia, para fortalecer la acción en los territorios, donde se producen los cambios y se marca la diferencia, tejiendo redes.
Pensar en la crisis actual
Según Mons. Hudson Ribeiro, obispo auxiliar de Manaos, la Pre-COP “es un encuentro que realmente nos provoca a pensar en la crisis que estamos viviendo. Es peor de lo que imaginábamos, y estamos teniendo esta oportunidad de profundizar nuestros conocimientos con personas invitadas que comparten estas experiencias en nuestras comunidades, en nuestros grupos, en los territorios donde la Iglesia actúa. Pero también estamos teniendo la oportunidad de escuchar a científicos que investigan y están aquí en la región amazónica, con información sobre el impacto del calentamiento global en los territorios, y esto nos ha alertado para pensar en alternativas más concretas”.
El obispo subraya la importancia de que el tema del calentamiento global esté en la agenda global y sea discutido en parlamentos, no solo por los estados, sino también por los municipios. Destaca la necesidad de valorar las iniciativas presentes y de que el clamor de los pueblos vulnerables, afectados por el calentamiento global, sea escuchado por la Iglesia. Pide que la Iglesia actúe como voz, manos y brazos, para responder al grito de alerta sobre el cuidado del planeta, sin perder la esperanza, pero reconociendo el impacto real del calentamiento global, especialmente en la Amazonía.
La Amazonía no es para lucrar
Mons. Erwin Kräutler, obispo emérito de la diócesis del Xingú, destacó el papel profético de la Iglesia católica frente a la crisis socioambiental y llamó a la responsabilidad hacia las futuras generaciones. Reiteró que la Amazonía debe ser protegida para vivir y sobrevivir, no para lucrar, especialmente en beneficio de los pueblos indígenas. Resaltó que, como señaló el profesor Mario Tito, la fe debe tener una aplicación social, particularmente en la Amazonía, que ha sido explotada irracionalmente. Esta situación requiere un enfoque de ecología integral que cuide tanto de la vida como del medio ambiente.
Los participantes conocieron los Ejes Temáticos de la COP30 y reflexionaron, con la ayuda de Ima Vieira, sobre la “Crisis climática y eventos extremos en el bioma amazónico y la zona costera de la macrorregión Norte”. Además, se presentaron experiencias de territorios indígenas, pesqueros, quilombolas y agrícolas, con testimonios de denuncia contra grandes proyectos, especialmente las empresas mineras, y se destacó el papel de la Iglesia para apoyar la existencia de estos pueblos. También se abordaron los avances de la Red Eclesial Panamazónica (REPAM) y la Cumbre de los Pueblos, con rondas de diálogos regionales que presentaron compromisos hacia los acuerdos macrorregionales.
Ser conscientes de la realidad climática
Según la religiosa Rosiene Gomes, coordinadora de las Pastorales Sociales del Regional Norte 1 de la CNBB, la Iglesia en Brasil se está movilizando para aumentar la conciencia de la población sobre los problemas globales, especialmente en la Amazonía. Destacó la importancia de la Pre-COP, que nos permite comprender profundamente los daños que afectan a las poblaciones vulnerables. Enfatizó el rol de la Iglesia frente al actual escenario destructivo y la necesidad de actuar unidos en comunión. Subrayó la importancia de actuar “unidos como Iglesia, especialmente en este momento en que hablamos tanto de caminar juntos”. Un encuentro que debe llevarnos a “asumir nuestro papel de cristianos con más compromiso, más responsabilidad”.
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21 obispos firman carta contra exploración petrolífera en Brasil
Un grupo de 100 científicos, ecologistas, activistas sociales y católicos -entre ellos 21 obispos- hicieron pública una carta en la que condenan los planes del gobierno de Lula de realizar prospecciones petrolíferas cerca de la desembocadura del río Amazonas. La carta afirma que la exploración petrolífera cerca de la costa del estado amazónico de Amapá, en el norte de Brasil, sería un “suicidio ecológico”, e insta a una reducción inmediata de la producción y el consumo de combustibles fósiles.
Según los firmantes, la extracción de petróleo en esa zona no solo sería perjudicial para los biomas locales, sino que supondría la continuación de un modelo económico que libera una cantidad excesiva de carbono a la atmósfera, lo que contribuye a las emisiones de gases de efecto invernadero que atrapan el calor y calientan el planeta.
El padre Dario Bossi, miembro de la Comisión Especial de Minería y Ecología Integral de la Conferencia Nacional de Obispos de Brasil, dijo que el grupo quería que la Iglesia desempeñara un papel significativo entre los firmantes de la carta, por lo que buscó el apoyo de obispos de todas las regiones de Brasil. “Demuestra que no es solo un segmento social el que critica el proyecto del gobierno, sino una asociación integrada por diferentes actores de diversos espacios”, afirmó.
La idea de prospectar petróleo en el llamado Margen Ecuatorial -región que abarca la costa brasileña desde Río Grande del Norte hasta Amapá y más allá hasta la Guayana Francesa, Surinam y Guyana- no es nueva. Desde 2014, la petrolera estatal Petrobras ha solicitado en varias ocasiones autorización a la agencia medioambiental gubernamental IBAMA (Instituto Brasileño del Medio Ambiente y de los Recursos Naturales Renovables) para explorar las reservas de petróleo de la región.
Después de la destrucción ecológica ocurrida durante la administración del expresidente Jair Bolsonaro (2019-2022), gran parte de la campaña de Lula se centró en la promesa de reconstruir las políticas de protección ambiental de Brasil. Marina Silva, una conservacionista de larga trayectoria que comenzó su activismo político junto al icono amazónico Chico Mendes (1944-1988), fue nombrada por Lula ministra de Medio Ambiente y Cambio Climático. Marina Silva y Lula ya habían trabajado juntos durante su primer y segundo mandato (2003-2006, 2007-2010), pero ella renunció al gobierno en 2008 por desacuerdos sobre las políticas del presidente, especialmente la construcción de centrales hidroeléctricas en ríos amazónicos.
Con la negativa del IBAMA a conceder una licencia a Petrobras para la exploración de petróleo en Amapá, Marina Silva -cuyo ministerio engloba al IBAMA- y Lula han vuelto a estar en bandos opuestos. “El IBAMA categorizó la operación como de máximo riesgo, según su criterio. Se trata de una región extremadamente rica desde el punto de vista biológico”, declaró a NCR Luiz Marques, profesor de Historia de la Universidad Estatal de Campinas y uno de los principales promotores de la carta pública.
VIDEO. Lula defiende exploración petrolera cerca de la desembocadura del Amazonas
Marques, que estudia los impactos ecológicos del actual sistema económico y en 2020 fue autor de un libro titulado Capitalismo y colapso ambiental, destacó que la costa de Amapá tiene una enorme concentración de fitoplancton, producido por los sedimentos nutritivos liberados al mar por el río Amazonas. El fitoplancton absorbe el carbono atmosférico. “Es también una de las mayores regiones de manglares del mundo, además de tener una vasta concentración de arrecifes de coral”, dijo.
La autoridad medioambiental del gobierno argumentó que Petrobras no facilitó información esencial sobre cómo contendría los posibles derrames de petróleo. La carta dice que el IBAMA enumeró 18 impactos negativos si se lleva a cabo la exploración petrolífera en la región, cuatro de ellos de gran magnitud. Las corrientes marinas de la zona esparcirían rápidamente el petróleo derramado por toda la región, incluida la costa de la Guayana Francesa. La petrolera argumentó que ha incluido toda la información solicitada en una nueva revisión del proyecto, que el IBAMA lleva evaluando desde noviembre de 2024.
El 12 de febrero, durante una actividad, Lula se quejó del tiempo que el IBAMA está tardando en analizar la solicitud. Según él, el proyecto es solo para explorar las reservas de petróleo en la zona, no para iniciar la explotación. La carta menciona otros movimientos del gobierno de Lula que van en contra de sus promesas, como la adhesión a un grupo de colaboradores de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (conocida como OPEP+) y el proyecto -expresado en un documento del Ministerio de Minas y Energía de Lula en 2023- de convertir a Brasil en el cuarto mayor productor de petróleo del mundo.
Lula y otros miembros de su gobierno argumentan que el dinero generado por la explotación del petróleo beneficiará a los más pobres de Brasil y servirá para financiar la transición energética del país. “Es un gran error. Sabemos que no quedará nada para la gente después de que la extracción de petróleo y la minería devasten sus territorios”, dijo a NCR Mons. Vicente de Paula Ferreira, quien dirige la Comisión. Marques está de acuerdo. Según él, solo el 1% de los recursos relacionados con la producción de petróleo se han destinado en todo el mundo a financiar la transición energética. En Brasil, algo más del 30% de los ingresos generados por el petróleo van a parar al Estado, el resto a los accionistas. Y las ganancias estatales, en general, no se revierten en políticas públicas, sino que se utilizan para financiar la deuda pública con los bancos.
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La comisión de minería y ecología integral de los obispos viene promoviendo, junto con otras organizaciones, una serie de actividades para concienciar sobre la emergencia ambiental en Brasil de cara a la COP30. “Desgraciadamente, al mismo tiempo que Brasil acogerá la COP30, está tramitando una autorización para la prospección petrolífera en la Amazonia y parte del Congreso quiere liberar la minería en tierras indígenas”, dijo Ferreira.
Mons. Bossi dijo que la comisión no tiene muchas expectativas sobre los resultados de la COP30. En vista del negacionismo climático de Trump y otros líderes mundiales, dijo que la COP solo puede “ser fructífera si sigue existiendo como un espacio de diálogo y negociación internacional”. Pero la comisión sí es optimista sobre las posibilidades de llegar a un público brasileño más amplio a lo largo del año y hablar sobre los desafíos ambientales actuales. “También esperamos poder resistir a proyectos como el de la exploración petrolífera en la Amazonia”, añadió.
Según Bossi, los proyectos de exploración petrolífera han estado sacrificando alternativas que afectan a las economías locales y que podrían aportar soberanía alimentaria a las comunidades y, al mismo tiempo, ayudar a equilibrar la biodiversidad y el clima. Por ejemplo, el gobierno podría incentivar la producción de castaña por parte de las pequeñas comunidades tradicionales de algunas zonas de la Amazonia, en lugar de producir más petróleo.
Como forma de oponerse a los proyectos de prospección petrolífera, la comisión ha estado promoviendo la idea de zonas libres de minería y de petróleo. “La Amazonia en su conjunto debería ser una de esas zonas libres, sobre todo cuando vemos el impacto de las prospecciones petrolíferas en la selva tropical de Perú o Ecuador, por ejemplo”, declaró Bossi. En opinión de Bossi, Brasil está ahogando el liderazgo en materia ecológica que podría tener durante la COP30.
Marques cree que los grupos sociales que se oponen a la prospección petrolífera en el Margen Ecuatorial deben esforzarse al máximo por debatir estas cuestiones con la sociedad. “Estoy seguro de que la gente no comprende exactamente la gravedad de nuestra situación”, afirmó. “Nadie quiere un futuro peor. Debemos actuar”.
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Fuentes
ADN CELAM / National Catholic Reporter (2) / Religión Digital / Videos: REDEVIDA Informação – CNBB (Episcopado Brasil) – Canal 44 – Amazonia No Ar – France 24 / Foto: CNBB
