Líderes religiosos: Rendir cuentas de compromisos climáticos en COP28

11:00 a.m. | 24 nov 23 (NCR/RNS).- Cerca de treinta líderes religiosos firmaron, con motivo del Global Faith Summit on Climate Action, una declaración interconfesional con la que se comprometen a movilizar a sus comunidades para hacer frente a la crisis climática y piden a los líderes políticos que adopten medidas concretas y compromisos serios en la COP28. Se anunció también la instalación del “Pabellón de la Fe” en el mismo espacio de la COP28, nueva iniciativa que ha programado más de 60 eventos y buscará fortalecer los vínculos de los líderes religiosos con los demás responsables en la Cumbre.

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Los líderes de las principales religiones del mundo han hecho un llamado a los gobiernos y al mundo empresarial para que aprovechen la próxima cumbre de las Naciones Unidas sobre el clima con el fin de impulsar una transición justa y rápida de los combustibles fósiles a las fuentes de energía limpia, y para que las naciones establezcan mecanismos de rendición de cuentas que les obliguen a cumplir sus compromisos de acción climática. La declaración de 28 líderes de alto nivel que representan a 19 tradiciones religiosas diferentes, entre ellos el Secretario de Estado Vaticano, el cardenal Pietro Parolin, se dio a conocer semanas antes de la conferencia internacional sobre el cambio climático COP28.

La 28ª cumbre sobre el clima, que contará por primera vez con la visita papal y un pabellón dedicado a las religiones, concluirá un proceso plurianual de “evaluación global” que se teme que muestre que las naciones están muy lejos de alcanzar los objetivos del Acuerdo de París de 2015, incluido el de mantener el aumento medio de la temperatura mundial en 1,5 grados centígrados (2,7 grados Fahrenheit). El verano de 2023 fue el más caluroso en el registro histórico y, según un nuevo informe, los últimos 12 meses han sido los más calurosos de la era moderna.

El cambio climático se debe principalmente a la quema de combustibles fósiles, y los científicos han afirmado que por cada grado que aumente el calentamiento aumentan los riesgos relacionados con el clima -como inundaciones, sequías, subida del nivel del mar y tormentas extremas- que amenazan a las personas y los ecosistemas. “Mientras nos encontramos en el precipicio de la historia, considerando la gravedad de los retos a los que nos enfrentamos colectivamente, somos conscientes del legado que dejaremos a las generaciones venideras”, escribieron los 28 líderes religiosos.

“Imploramos vivamente a todos los responsables de la toma de decisiones reunidos en la COP28 que aprovechen este momento decisivo y actúen con urgencia, entretejiendo una red de acción compartida y profunda responsabilidad. La urgencia del momento exige que actuemos con rapidez, colaboración y determinación para sanar nuestro mundo herido y preservar el esplendor de nuestro hogar común”, dice el manifiesto.

En el texto, los líderes religiosos afirmaron: “Nuestra fe nos inculca el deber sagrado de cuidar no sólo a nuestra familia humana, sino también al frágil ecosistema que nos acoge”, y reafirmaron que cada una de sus tradiciones pondría de su parte para lograr “un cambio de paradigma en nuestra relación con la Tierra y todos sus habitantes, fomentando un profundo sentido de reverencia y responsabilidad”.

La declaración interreligiosa para la acción por el clima se firmó el 7 de noviembre en una cumbre de líderes religiosos celebrada en Abu Dabi (EAU) previa a la COP28. Más de 200 participantes -religiosos, académicos, jóvenes, científicos e indígenas- asistieron a la reunión de dos días organizada por el Consejo Musulmán de Ancianos junto con el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) y la presidencia de la COP28.

VIDEO. Sesión inaugural de la Cumbre Mundial de Líderes Religiosos

 

La reunión ha sido el más reciente esfuerzo por parte de las religiones del mundo para participar más decididamente en las negociaciones internacionales y en la toma de decisiones sobre las respuestas al cambio climático y la restauración de la biodiversidad. En 2016, el papa Francisco organizó una reunión similar en el Vaticano, donde se firmó una declaración interreligiosa sobre el clima sin precedentes, que se entregó a los líderes en la cumbre COP26 de Glasgow (Escocia). El mes pasado, Francisco publicó Laudate deum, una exhortación apostólica “sobre la crisis climática” que, en parte, perfila las expectativas para la COP28.

Se calcula que 6.000 millones de personas, es decir, el 84% de la población mundial, se identifican con una fe, religión o sistema de valores, según el Pew Research Center. En un mensaje de vídeo durante el encuentro interreligioso, el Secretario General de la ONU, Antonio Guterres, afirmó: “Necesitamos la voz moral y la autoridad espiritual de los líderes religiosos de todo el mundo para apelar a la conciencia de los mandatarios mundiales, concienciar su ambición e inspirarlos para que hagan lo que es necesario”.

Entre los firmantes figuran representantes de las principales religiones del mundo -budismo, cristianismo, hinduismo, judaísmo e islamismo-, así como bahá’ís, sijs, mahikaris y mandeos. Entre los signatarios se encuentra Parolin, que firmó en nombre del Papa; Mohamed al-Duwaini, adjunto de Al-Azhar al-Sharif, que representó a Ahmed al-Tayeb, gran imán de la mezquita de Al-Azhar de El Cairo y máximo líder del Islam suní; el Patriarca Ecuménico Bartolomé de Constantinopla; Debra Boudreaux, directora ejecutiva de la Fundación budista Tzu Chi; y el gran rabino David Rosen, presidente internacional de Religiones por la Paz.

El documento, firmado cuando se cumple un mes de la guerra en Tierra Santa entre Israel y Hamás, fue entregado al Presidente designado de la COP28, el sultán al-Jaber, quien lo calificó de “poderosa expresión de intenciones que el mundo entero necesita escuchar”. Las expectativas de resultados satisfactorios en la COP28 han sido escasas entre muchos observadores, en parte debido a los profundos lazos de al-Jaber y el país anfitrión, EAU, con la industria petrolera, incluidos los planes para ampliar la producción, incluso cuando la Asociación Internacional de la Energía ha declarado que no se pueden explotar más combustibles fósiles si se quiere alcanzar los objetivos trazados.

En un mensaje, Parolin afirmó: “La comunidad científica ha dejado claro que necesitamos un cambio de rumbo urgente. La crisis climática, que tiene profundas raíces éticas, es un ejemplo alarmante y claro de un fallo de conciencia y responsabilidad”, y añadió que “el verdadero enemigo es el comportamiento irresponsable”. Al-Duwaini, el alto funcionario de Al-Azhar, expresó su esperanza de que la COP28 “se distinga de conferencias anteriores por lograr resultados más sustanciales a través de esfuerzos de cooperación con todos los sectores, incluidas las comunidades religiosas, para ser más proactivos y pragmáticos a la hora de abordar los impactos del cambio climático”.

En el manifiesto, los líderes religiosos esbozaron 13 llamamientos a la acción para que los jefes de Estado, gobiernos y negociadores de la COP28 los tuvieran en cuenta. Subrayaron la necesidad de “respuestas urgentes” en forma de transiciones energéticas aceleradas que garanticen “la justicia y la equidad y lo que es moralmente correcto”. Añadieron que “nadie debe quedarse atrás” en la transición energética, con especial atención a centrarse en las necesidades de los niños, las comunidades más vulnerables a los impactos climáticos, las mujeres, los pueblos indígenas y la naturaleza.

Instaron a los responsables políticos y a las empresas a “adoptar conjuntamente una transición rápida y justa que abandone los combustibles fósiles y adopte fuentes de energía limpias”, y afirmaron que los países con mayores recursos deberían liderar la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero que atrapan el calor y apoyar los esfuerzos de mitigación y adaptación al cambio climático en los países en desarrollo. Los líderes religiosos también pidieron a los gobiernos que establezcan “mecanismos de rendición de cuentas” que les obliguen a cumplir sus planes climáticos (conocidos como contribuciones determinadas a nivel nacional) en virtud del Acuerdo de París, que carece de medidas de aplicación y regulación.

Además, “imploraron” que los gobiernos se comprometieran a financiar el recién creado fondo de “pérdidas y daños” para ayudar a las comunidades ya afectadas por los impactos del cambio climático, y que las instituciones financieras y el sector privado “adoptaran inversiones responsables y prácticas empresariales alineadas con las normas climáticas, medioambientales y sociales”. Otras peticiones implicaban vincular las acciones sobre el cambio climático con los esfuerzos de restauración de la biodiversidad, proteger el planeta “como fuente de vida” y desarrollar un modelo de crecimiento más circular “que nos permita vivir una vida equilibrada y digna en armonía con la naturaleza”.

Además de comprometerse a integrar las enseñanzas y los valores ecológicos en sus instituciones religiosas, educativas y culturales, los líderes confesionales también se comprometieron a “participar activamente” en debates públicos sobre cuestiones medioambientales, como la defensa del derecho humano a un medio ambiente limpio, sano y sostenible, y la defensa de la biodiversidad y la conservación de la fauna y flora silvestres, así como de los derechos de los pueblos indígenas.

En ese sentido, afirmaron que alinearán sus finanzas -acumulativamente el tercer mayor inversor del mundo, controlando 5 billones de dólares en capital, según un estudio de FaithInvest, con sede en el Reino Unido- con una norma ética “que soporte un planeta próspero y a sus habitantes”. La declaración no mencionaba la desinversión en combustibles fósiles, de la que las organizaciones confesionales representan la mayor parte (36%) de las casi 1.600 instituciones que están realizando desinversiones en todo el mundo.

Los líderes religiosos añadieron que “liderarán la búsqueda y reimaginación de estilos de vida sostenibles con menos emisiones de carbono” que respeten los recursos de la Tierra y cambien los patrones de consumo.

En la COP28, el primer pabellón religioso de la historia acogerá más de 60 eventos. Pretende servir de espacio para que los líderes religiosos dialoguen con los dirigentes políticos, la comunidad empresarial y los jóvenes activistas en un esfuerzo por ampliar la acción climática a toda la sociedad, declaró Mohamed Abdelsalam, secretario general del Consejo Musulmán de Ancianos que organiza el espacio.

La abuela Mona Polacca, líder indígena de la tribu india del río Colorado, se refirió en una declaración a la COP28 como “una oportunidad histórica para que nosotros, los líderes religiosos y espirituales, hagamos lo que el gran jefe indígena lakota Toro Sentado dijo en su infinita sabiduría: Juntemos nuestros corazones, mentes y espíritus para ver qué vida daremos a nuestros hijos”.

LEER. Abdelsalam: Central el rol de las confesiones en la lucha contra el cambio climático

VIDEO. Cumbre Mundial de Líderes Religiosos – Ceremonia de firma

El primer “Pabellón de la Fe” de la Cumbre sobre el Clima

El papa Francisco participará en la inauguración del primer “Pabellón de la Fe” durante la 28ª Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, que se celebrará en los Emiratos Árabes Unidos. Mientras los líderes políticos de todo el mundo se reúnen para evaluar en qué medida están abordando el cambio climático, las autoridades religiosas -incluido Francisco, que es a la vez jefe de Estado y líder de la Iglesia católica mundial- tendrán un nuevo espacio destacado. El “Pabellón de la Fe” está coordinado por el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente, el Consejo Musulmán de Ancianos, el Centro Interreligioso para el Desarrollo Sostenible, la Diócesis Episcopal de California y docenas de otros grupos religiosos.

El obispo Marc Andrus, líder de la diócesis de Bay Area (California), declaró en una entrevista a Religion News Service: “Algunos de los que asistimos a la Conferencia de las Partes procedentes de organizaciones religiosas llevamos mucho tiempo esforzándonos por tener un espacio propio y representativo, y mayor protagonismo. Creemos que tenemos que hacer oír juntos voces más fuertes para hacer frente a la urgente necesidad de combatir los efectos del cambio climático. El nuevo pabellón es una forma de plasmar de manera material nuestro compromiso de ser un ámbito activo en la labor contra el cambio climático”.

El rabino Yonatan Neril, director ejecutivo del Centro Interreligioso para el Desarrollo Sostenible, con sede en Jerusalén, expresó el entusiasmo de los líderes por la participación de Francisco en la inauguración del pabellón, cuyo coste los organizadores no quisieron revelar. Dijo que la instalación puede albergar hasta 100 personas y acogerá 65 sesiones que abordarán la forma en que los principales grupos religiosos trabajan para reducir el cambio climático. Las confesiones representadas son el islam, el cristianismo, el sijismo, el judaísmo, el hinduismo, el bahaísmo, el budismo, las religiones indígenas y el zoroastrismo.

“El Pabellón de la Fe estará justo en el corazón de la COP28, situado cerca de la Cumbre Mundial de Acción por el Clima y de la zona donde tienen lugar las negociaciones”, dijo Neril. “Esto demuestra la importancia del movimiento interreligioso para ayudar a hacer frente a la emergencia climática y ofrece una oportunidad única para el contacto de las religiones con las principales partes interesadas, incluidos los responsables políticos y los negociadores”.

Varios líderes religiosos de alto nivel ofrecerán discursos en el pabellón. Entre ellos figuran el gran rabino Ephraim Mirvis, del Reino Unido; el obispo Thomas Schirrmacher, secretario general de la Alianza Evangélica Mundial, con sede en Nueva York; y Sadhvi Bhagawati Saraswati, presidenta de la Fundación Divine Shakti, con sede en la India.

La mayoría de estos oradores son firmantes de la declaración de la Global Faith Summit on Climate Action. Entre algunas iniciativas compartidas, la diócesis de California ha sido pionera en el uso de una aplicación de “seguimiento del carbono”, que ayuda a los usuarios a reducir su huella de carbono revisando cuánto viajan en avión o en coche, la fuente de calor de sus hogares y los tipos de alimentos que eligen para comer. Andrus explicó que su iglesia presentó el modelo durante la Semana del Clima celebrada en septiembre en Nueva York, en la que musulmanes, hindúes, católicos romanos y otros debatieron sobre cómo pueden marcar diferencias tangibles para responder al cambio climático.

En el “Pabellón de la Fe”, explicó, representantes de distintas religiones podrán hablar y presentar ejemplos de cómo están intentando regenerar la Tierra o reducir los efectos negativos que producen en ella: desde sijs que han creado “pequeños bosques sagrados” en la región india del Punjab hasta cristianos ortodoxos etíopes que están “rodeando sus iglesias de bosques” en medio de un desierto. Andrus y Neril, al igual que los firmantes de la declaración, esperan que las futuras cumbres de la ONU sobre el clima también incluyan un pabellón dedicado a la fe, así como la presencia continuada de destacados líderes religiosos.

“La mayoría de la población mundial, y muchos de los negociadores políticos de las COP, profesan una religión”, declaró Neril. “Sin embargo, en las 27 primeras conferencias de la ONU sobre el clima, las figuras religiosas de alto rango rara vez han aparecido. En la COP28 de Dubái, hemos trabajado para aumentar significativamente la presencia de líderes religiosos de alto nivel, y pretendemos hacerlo en futuras COP”.

VIDEO. Cumbre Mundial de la Fe, oportunidad para promover la acción por el clima y fraternidad

Información adicional
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Fuentes

National Catholic Reporter / Religion News Service / Ecclesia – COPE / Videos: / Foto: PaRD

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