Sinodalidad en evolución y el nuevo documento de trabajo

10:00 a.m. | 15 jun 24 (NCR/VTN).- Teólogos del mundo ya están preparando el mapa de temas que guiará la decisiva Asamblea del Sínodo sobre la sinodalidad, en octubre de este año. Esto incorpora y analiza los insumos de iglesias locales, que han surgido desde la síntesis del gran encuentro del año pasado, que contó por primera vez con el voto de laicos y mujeres. En paralelo, se inició la labor de los nuevos grupos de estudio, creados por el Papa para ahondar en las cuestiones más complicadas compartidas por los fieles. Ambas novedades invitan a observar el camino de preparación, a pocos meses de la etapa final de este desarrollo enfocado en la sinodalidad.

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Comienzan los trabajos para el Instrumentum laboris 2

Con el documento Hacia octubre de 2024 enviado el pasado mes de diciembre a todos los obispos del mundo, la Secretaría General del Sínodo solicitó a las iglesias locales que profundizaran en los puntos del Informe de Síntesis que son fundamentales para el tema del Sínodo, partiendo de una pregunta guía de todo el proceso sinodal: “¿Cómo ser una Iglesia sinodal en misión?“. En los últimos meses, estas instancias han realizado su trabajo enviando contribuciones a través de sus episcopados, otras reuniones regionales y las Iglesias Católicas Orientales.

“Me impresiona especialmente ver la implicación de toda la comunidad eclesial en este largo proceso de discernimiento”, afirmó el cardenal Mario Grech, máxima autoridad de la Secretaría General del Sínodo. “Además de las reflexiones surgidas del trabajo sobre el Informe de Síntesis de la Primera Sesión, el material recibido contiene testimonios reales sobre cómo a nivel local entienden la sinodalidad y, más importante aún, cómo la están poniendo en práctica. La Iglesia sinodal no es un sueño, sino una realidad viva que genera creatividad y nuevos modelos relacionales en la misma comunidad local o entre diferentes iglesias o agrupaciones eclesiales”.


Contribuciones de todo el mundo

“El Pueblo Santo de Dios se ha puesto en marcha por la misión gracias a la experiencia sinodal. ¡Las semillas de la Iglesia sinodal ya están brotando!”, expresó el cardenal Jean-Claude Hollerich SJ, Relator General de la XVI Asamblea General Ordinaria del Sínodo de los Obispos, al concluir los trabajos del grupo de teólogos y teólogas que del 4 al 14 de junio trabajaron en los informes que llegaron a la Secretaría General del Sínodo con vistas a la Segunda Sesión de la XVI Asamblea que se llevará a cabo del 2 al 27 de octubre de 2024.

El grupo de teólogos (hombres y mujeres, obispos, sacerdotes, consagrados/as y laicos), procedentes de distintos continentes, ha trabajado sobre los 107 informes de las Conferencias Episcopales y de las Iglesias Orientales Católicas, sobre la contribución de la USG-UISG (respectivamente Unión Internacional de los Superiores Mayores y Unión Internacional de las Superioras Generales), y sobre las más de 175 observaciones, procedentes de realidades internacionales, facultades universitarias, asociaciones de fieles o de comunidades y personas particulares. Otra fuente importante de reflexión fueron los informes presentados por los sacerdotes en la reunión de trabajo de tres días del encuentro Los Párrocos por el Sínodo.

De todos estos informes emergen “una Iglesia viva y en movimiento”. Entre los temas que más se repiten están: “la formación a la sinodalidad, el funcionamiento de los órganos de participación, el papel de las mujeres, de los jóvenes, la atención a los pobres, la inculturación, la transparencia y la cultura de rendición de cuentas por parte de quienes asumen un ministerio en la Iglesia, pero también la catequesis y la iniciación cristiana, la colaboración entre Iglesias, la figura del obispo”.

“Los informes relatan a menudo la experiencia de personas que han realizado una verdadera conversión personal. Otros, sin embargo, de personas que siguen experimentando confusión, preocupación o ansiedad. En particular, existe el temor de que lo que se envía no se tome en serio o de que ideologías y grupos de presión de fieles se aprovechen el camino sinodal para imponer su propia agenda”, señala el cardenal Mario Grech, Secretario General de la Secretaría General del Sínodo. “Por eso, precisó el Purpurado, es bueno recordar que la Asamblea de octubre no trata de tal o cual tema, sino de la sinodalidad, de cómo ser una Iglesia misionera en camino. Todas las cuestiones teológicas y las propuestas pastorales de cambio tienen este objetivo”, agregó Grech.


“El nuevo Instrumentum laboris nacerá del compartir”

Escucha y discernimiento. Estos son los dos elementos esenciales que caracterizan el método de composición del nuevo Instrumentum laboris (IL) necesario para la Segunda Sesión de la XVI Asamblea General del Sínodo de los Obispos que tendrá lugar el próximo mes de octubre. El equipo internacional formado por una veintena de teólogos, que concluyó su fase de consulta para la elaboración de este documento el 13 de junio en Roma, tenía un mandato preciso: leer, analizar y tener en cuenta los resúmenes enviados desde las diferentes instancias mencionadas en todo el mundo. Los trabajos de este equipo internacional, que fueron a puerta cerrada, comenzaron con un retiro espiritual de media jornada. Las jornadas intercalaron momentos de trabajo (individual, en sesión plenaria y en grupos). La Eucaristía diaria y los momentos de oración personal garantizaron que los trabajos se desarrollan en el clima necesario para el discernimiento.

“Esta gran comisión no inserta sus propias creencias o patrones de pensamiento en el nuevo IL, sino que sigue el principio de sinodalidad propio de la Iglesia”, explica don Darío Vitali, consultor del Sínodo y profesor de eclesiología en la Pontificia Universidad Gregoriana. El teólogo, que participó en los trabajos del equipo, se ha dado cuenta cada vez más de lo importante, casi imprescindible, que la nueva Sesión sinodal de octubre esté respaldada por un texto que pueda hacer balance de los avances realizados hasta ahora.

“Si analizamos la Sesión de octubre pasado y el informe resumido que surgió de ella, podemos ver que se ha desarrollado un consenso importante sobre algunas cuestiones que no será necesario volver a discutir, mientras que será útil pensar en otras, como las vinculadas a la cuestión fundamental: cómo ser Iglesia sinodal en misión”.

Analizar la relación entre naturaleza misionera y sinodalidad será uno de los principales desafíos de la próxima Sesión sinodal. “Lograr compartir una idea en este frente requiere un largo camino por recorrer, una conversión de mentalidad y un cambio de ritmo”, añade Vitali. Porque “no estás cómodo dentro de tu casa, pero la vida de la Iglesia es vida de anuncio, de camino”. Otro desafío, concluye el teólogo, es el de la participación. “En el pasado, la misión se confiaba, por así decirlo, a ‘especialistas’. Hoy todos deben participar en la misión de la Iglesia debido a la dignidad original del Bautismo”. Según comunicó la Secretaría General del Sínodo, la publicación del texto está previsto para los primeros diez días de julio, después de que el Consejo Sinodal Ordinario haya dado seguimiento a otras etapas de redacción del documento antes de someterlo a la aprobación definitiva del Santo Padre.


Las etapas del procesos de redacción

El proceso de redacción del IL continuará con otras etapas: una vez identificada la estructura del futuro documento mediante la articulación del material recibido de los teólogos, el Consejo Ordinario realizará un primer discernimiento de lo redactado. Seguirán las fases de redacción del documento propiamente dicho y un sistema de amplia verificación hasta que el Consejo Ordinario apruebe el documento que se presentará al Santo Padre para su aprobación definitiva. La publicación del texto está prevista para la segunda semana de julio.

Al respecto, monseñor Riccardo Battocchio, Secretario Especial de la XVI Asamblea señaló que, “El IL para la Segunda Sesión de la XVI Asamblea será diferente del anterior. Si para la Primera Sesión era importante poner de relieve la amplitud de los temas a tratar, el documento de trabajo para la sesión de octubre pretende, en cambio, destacar algunos nudos que hay que desentrañar para responder a la pregunta Cómo ser una Iglesia sinodal en misión, tomando en cuenta el camino recorrido hasta ahora y proponiendo argumentos teológicamente fundamentados junto con algunas propuestas concretas para ayudar al discernimiento confiado a los miembros de la asamblea”.

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Los nuevos grupos de estudio y la naturaleza evolutiva del proceso sinodal

En 1960, dos años antes del inicio del Concilio Vaticano II, el papa Juan XXIII creó 10 comisiones preparatorias para sentar las bases de lo que se convertiría en un acontecimiento histórico que acercaría la Iglesia al mundo moderno. Y precisamente, uno de los principales resultados del Concilio de 1962-1965 fue el establecimiento del Sínodo de los Obispos, destinado a promover una mayor colegialidad entre los obispos y el Papa. Ahora, con Francisco, el Sínodo ha evolucionado notablemente, incluyendo por primera vez en 2023 la participación de los laicos que tienen derecho a votar-2 sobre el documento final de la Asamblea.

“Este nuevo tipo de sínodo con laicos es claramente una gran novedad”, dijo el teólogo de la Universidad de Villanova, Massimo Faggioli. Y más recientemente, tras la primera Asamblea del Sínodo sobre la sinodalidad celebrada el pasado octubre, el Papa decidió establecer grupos de trabajo para estudiar algunas de las cuestiones más controvertidas que han emergido en el sínodo hasta el momento, y declaró que los grupos permanecerán activos incluso después de la asamblea final del sínodo en octubre de este año.

“No me sorprende que esté sucediendo ahora”, explicó Faggioli al portal de noticias National Catholic Reporter (NCR), señalando que antes del Vaticano II se establecieron grupos de trabajo y se ajustaron una vez que el concilio se puso en marcha. Según Faggioli, los nuevos grupos de trabajo son “un importante reconocimiento de que se necesita agregar una labor diferente, que sume”. Pero él, y otros teólogos, también advierten que quedan muchas cuestiones abiertas.


¿Controlar la conversación?

Entre las cuestiones que abordan los 10 grupos de estudio destacan el proceso de selección de obispos, la formación en los seminarios y el papel de la mujer en la Iglesia, que fueron algunos de los temas más debatidos y divisivos que surgieron en la Asamblea del Sínodo sobre la sinodalidad de octubre de 2023. Al anunciar los grupos, el titular de la secretaría del sínodo, el cardenal Mario Grech, dijo que las nuevas estructuras ayudarían a profundizar en la reflexión teológica. También permitirán que los respectivos dicasterios vaticanos cuyo trabajo se vea relacionado con determinados temas colaboren más entre sí, dijo.

El P. Clarence Devadass, director del Centro de Investigación Católica de Kuala Lumpur (Malasia) y uno de los delegados asiáticos del Sínodo, dijo a NCR que cree que los grupos de estudio ayudarán a proporcionar una base bíblica y teológica más sólida para muchos de esos temas. “En cierto modo, eso fue insuficiente en la primera sesión”, dijo. Devadass añadió que no cree que los grupos de estudio sean un esfuerzo por empezar a controlar el diálogo o frenar el debate, sino más bien “dar un paso más para poder profundizar en la conversación”.

Arnaud Join-Lambert, teólogo de la Universidad Católica de Lovaina (Bélgica) y miembro de la comisión de metodología del Sínodo, dijo que la creación de grupos de estudio supuso una sorpresa, pero podría percibirse como una respuesta a la observación de muchos de que la asamblea de 2023 no consideró lo suficiente la experiencia de los teólogos.

Sin embargo, también advirtió de otra dimensión que sí podría considerarse más problemática. “Podría ser un método para excluir cuestiones propiamente teológicas del debate sinodal” cuando vuelva a reunirse, dijo. Faggioli coincidió en que la decisión de “aportar más ‘sustancia’ teológica” es una “señal positiva”, pero dijo que el número de comisiones y la composición -que debe incluir a la oficina sinodal del Vaticano, expertos teólogos, miembros de la curia romana, abogados canónicos y la Comisión Teológica Internacional- da lugar a una “arquitectura muy compleja” que hace difícil su valoración.

Aunque NCR ha confirmado que se han constituido y reunido varias de las comisiones, no se ha hecho pública la composición de las mismas. Un portavoz de la oficina sinodal del Vaticano no respondió a una petición de comentarios sobre si esto seguirá siendo así.


¿Cómo influyen los grupos de estudio en la Asamblea de octubre?

Durante el mes que duró la Asamblea sinodal de 2023, hubo un intenso debate sobre el papel del ministerio de la mujer, la ética sexual y el papel de los laicos, entre las muchas cuestiones que se plantearon a lo largo del mes. Con la creación de los grupos de estudio -que informarán al sínodo en octubre de 2024 pero continuarán hasta mediados del 2025– aun no está claro qué esperar cuando los delegados sinodales vuelvan a reunirse en Roma este otoño y cuál será el orden del día de la segunda asamblea. “El gran éxito del proceso sinodal hasta ahora es que ha logrado reunir a actores que dialogaban mucho, y correlacionar la reflexión teológica, el discernimiento magisterial y el sensus fidei”, dijo Join-Lambert, que no está seguro de cómo afectarán los grupos de estudio a esta dinámica.

Tras la asamblea de 2023, se pidió a las conferencias episcopales y a las diócesis de todo el mundo que organizaran consultas de seguimiento que se han presentado hasta el pasado mayo, y que son la base del Instrumentum laboris que se está preparando. La creación de las comisiones de estudio, según Faggioli, es una señal de que Francisco “prefiere que la segunda sesión, y el sínodo sobre la sinodalidad en general, sea un ejercicio sobre la práctica de la sinodalidad más que sobre la discusión teológica”. Dijo que esto ya está teniendo efecto, con parroquias, diócesis y otros grupos católicos utilizando el discernimiento sinodal en sus propias funciones y toma de decisiones. “Pienso que es justo lo que espera Francisco”, dijo Faggioli. “Una nueva energía”.

Pero, ¿qué quedará de las cuestiones que surgieron de las bases durante el proceso de tres años que incluyó sesiones de escucha de millones de católicos de todo el mundo? La historiadora y teóloga Catherine Clifford, profesora de la Universidad St. Paul de Ottawa y delegada laica en el Sínodo, dijo que aunque los temas en sí “no son el foco central” de la próxima asamblea, “estamos trabajando para conseguir una Iglesia en la que estas cuestiones sólo puedan tratarse de manera sinodal”. Para empezar, dijo a NCR, esto significa que “no se puede tener una Iglesia sinodal en la que no haya mujeres participando en todos los niveles de las estructuras y prácticas decisorias de la vida de la Iglesia, en absoluto”.

La creación de los grupos de trabajo, dijo Clifford, es una forma tanto de mantenerse abierta a los temas que puedan emerger, como de enfocar mejor la segunda asamblea sinodal en la práctica y el proceso de la sinodalidad misma. Clifford dijo que el trabajo de los grupos de estudio debe ser “abierto, transparente y debe rendir cuentas para que tengamos más información sobre cómo se van tomando las decisiones”. Señaló que, a lo largo de los años, el Vaticano ha establecido numerosas comisiones de estudio para cuestiones concretas, pero que no ha hecho públicas sus conclusiones.

De hecho, el documento final de síntesis de la Asamblea del Sínodo de 2023 pide específicamente que los resultados de anteriores comisiones papales y teológicas sobre el tema de las mujeres diáconos se presenten para su consideración en la Asamblea de 2024. “Como delegada, tengo la responsabilidad de decir: miren, se han llevado a cabo todos estos estudios secretos y no sabemos cuál ha sido el resultado”, dijo Clifford. “La forma en que se han tratado estas cuestiones en los últimos 50 años ha minado la confianza de los fieles bautizados”.

Una iglesia sinodal, dijo, implica necesariamente que “antes de tomar una decisión, el magisterio haga todos sus deberes y escuche a todo el mundo y tome decisiones basadas en datos ampliamente aceptados, que tomemos decisiones basadas en pruebas o que estemos respondiendo a las posibles necesidades reales que la gente está experimentando”.

VIDEO. ¿Qué es el Sínodo de la Sinodalidad que realiza la Iglesia católica?

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Fuentes

Vatican News (2 y 3) / National Catholic Reporter / Video: Sin Fronteras / Foto: Vatican Media

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