P. Juan Bytton: El modo de dialogar en el Sínodo es su gran aporte

4:00 p.m. | 5 dic 23 (BV).- El jesuita peruano Juan Bytton participó como experto facilitador en la Asamblea del Sínodo de obispos de octubre. Su labor consistió en coordinar y posibilitar los trabajos de los círculos menores, grupos en los que se discutió las premisas del documento de trabajo. En una entrevista con Buena Voz, el P. Bytton señaló la participación de laicos y, sobre todo, la metodología que guió la Asamblea como los aportes más importantes. Y aunque fue inevitable el cansancio -por las tres semanas que ha durado el encuentro- ni la oposición o diversidad de perspectivas evitó que prospere el diálogo sinodal.

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¿Cómo resumiría la experiencia vivida en la Asamblea del Sínodo? ¿Qué aspecto positivo le gustaría destacar? ¿Y algo que tal vez no resultó como se esperaba?

El ambiente fue muy positivo. Se esperaba una experiencia así del Sínodo, por el encuentro del pueblo de Dios, los obispos y todos con el santo padre. Del trabajo intenso que se tuvo, creo que lo más positivo fue el encuentro, el haber llegado hasta la Asamblea luego de un camino largo desde la fase diocesana. Y por supuesto, el compartir diario. Creo que eso se esperaba y se quería escuchar a la gente, había muy buen ambiente entre todos los participantes.

Con respecto a lo que no resultó como se esperaba, creo que la intensidad del trabajo cansó, fueron cuatro semanas de trabajo fuerte, entonces ya para el final de la tercera semana la gente estaba cansada ya mirando el tema de volver. Pero ahí es que se escuchó una frase pronunciada por una de las religiosas y que me gustó mucho: hay que resistir, hay que seguir esforzándonos por todas las personas que están confiando en este proceso, vale la pena seguir batallando. Entonces por ahí hubo también esa actitud.

Y si algo no resultó, sería para los que buscaban resultados al final de la Asamblea, soluciones inmediatas. Y creo que eso es porque no tenían claro qué se esperaba del Sínodo. Pero en general, para ser una primera experiencia con el pueblo de Dios, creo que el balance es muy positivo.

Durante el desarrollo de la Asamblea, ¿qué nueva metodología o práctica ha marcado la diferencia? ¿por qué?

Creo que el gran éxito de esta Asamblea ha sido la metodología, la denominada “conversación en el Espíritu”. Estuvo orientada con una pauta, con un modo de llevarse a cabo, de modo que permitiera recoger los frutos después de escuchar a la gente. Es un camino muy interesante la conversación en el Espíritu que va del yo al tu y del tu al nosotros, intercalando rondas de reflexiones y diálogo, y se va llegando al fruto de la conversación. El fruto es un proceso, se va dando, no hay un resultado cerrado, sino que se va dando. Para mí, la metodología fue lo que más marcó la diferencia, la gran novedad, junto a la gran diversidad entre los padres y madres sinodales.

Según la síntesis final, ¿cuál cree que es el aporte principal que deja esta primera parte de la fase final del Sínodo sobre la Sinodalidad?

Efectivamente, el gran aporte creo que fue la metodología. Es decir, el hecho que se pueda hacer “conversación en el Espíritu”, poder escuchar a los demás sin llegar posiciones antagónicas extremas o imponer ideas. Creo que es posible y se ha demostrado. Si bien éramos más de 300 personas, la idea es replicar esto a nivel diocesano, parroquial, a nivel local, una metodología perfeccionable -como todo-, pero creo que ese ha sido el gran aporte. No el qué, sino el cómo. Y un “cómo” bien hecho, lógicamente nos va a llevar a resultados en el Espíritu. Tengamos en cuenta que quien dirige este proceso es el Espíritu Santo, entonces tenemos que tener todas las “herramientas” en sintonía con el Espíritu. De otra manera fracasa todo intento humano.

VIDEO. P. Juan Bytton, SJ sobre el Instrumentum Laboris

 

¿Qué le ha parecido la participación histórica de laicos y mujeres? ¿Hasta dónde podría llegar esa representación en futuras asambleas? ¿Y podría sumarse esa misma participación a otros momentos de decisión en la Iglesia?

Sobre la participación, ha sido muy interesante y de hecho ha sido uno de los puntos fuertes, tanto para gente a favor o gente en contra del proceso sinodal. Algunos han dicho que esto no es una Asamblea de obispos porque había laicos y laicas -no obispos- que votaban. Y no es así, porque la Asamblea de obispos está primero bajo la constitución apostólica Episcopalis communio (EC 8), eso es fundamental, ya que lo permite, y la participación de hombres, mujeres -no obispos- le da una riqueza única porque permite escuchar y compartir de tú a tú.

El pastor tiene una función lógicamente, pero laicos y laicas también la tienen y este encuentro fue el momento de intercambiar, de verse cara a cara, de interpelarse con respeto, con cariño. Y en ese sentido, también es lógico que tengan voz y voto porque si no al final volvemos a lo mismo, que sean solo los obispos quienes decidan. La Asamblea, desde mi punto de vista, estuvo muy bien planteada y muy bien propuesta dentro del magisterio y documentos de la Iglesia. No hubo nada irregular, o que al Papa simplemente se le haya ocurrido. Se ha seguido todo el procedimiento.

Y que esto abra otro de tipo de posibilidades a otras asambleas más adelante, claro que sí, estamos en esa etapa. Recordemos que la pregunta fundamental que impulsa el camino sinodal es ¿cómo evangelizar en el mundo de hoy? Entonces tenemos que estar abiertos a todas las propuestas personales, comunitarias e institucionales, y a los cambios necesarios para acercarse más a todo el pueblo de Dios. Necesitamos que el pueblo de Dios en sus diferentes funciones y roles, bajo el mismo Espíritu, se sienta también parte de la Iglesia.

Esta “innovación”, ha sido algo muy enriquecedor y que abre una puerta a lo que pueda venir más adelante, sea a nivel de Iglesia universal, pero también a nivel local. De hecho, el derecho canónico lo contempla: la participación a través de consejos pastorales, el consejo económico, y el modo a cómo se llega a tomar decisiones. Siempre hay una autoridad, es su rol, pero el proceso es lo que se está viendo precisamente.

¿Hacia dónde podrían apuntar nuevas innovaciones o ajustes en el desarrollo de estas asambleas sinodales, teniendo como referencia la etapa final de octubre 2024?

Yo diría dos básicamente. Primero, ver el modo en que el documento final, el informe de síntesis, y todo lo trabajado llegue al pueblo de Dios, a todas las iglesias locales. Hay que ser creativos. Eso sería lo primero, que estos frutos en proceso de octubre de este año lleguen a todos. Para eso también es importante el rol de los comunicadores, que tienen que tener la fuerza y entusiasmo necesaria.

Lo segundo, no cansarse de seguir escuchando al pueblo de Dios. Hay que seguir llegando a personas, comunidades, parroquias, congregaciones que no se han sentido involucradas por algún u otro motivo en el camino sinodal. Entonces hay que seguir involucrando y ser creativos, recurrir a encuestas, encuentros, recursos, materiales, porque este camino ya no para. Seguiremos caminando sinodalmente, porque si bien la Asamblea general tiene una fecha asignada, el camino, el proceso continúa. Por eso hay que seguir siendo creativos para poder llegar a todos.

VIDEO. P. Juan Bytton: ¿Qué es la sinodalidad?

 

La mayoría de vaticanistas coinciden en que la oposición al Papa, dentro de la Iglesia, es una minoría bastante reducida pero que hacen bastante ruido. ¿Se manifestó esa oposición durante las discusiones de la Asamblea sinodal?

En los diálogos y discusiones durante el Sínodo hubo gente que discrepaba y podía expresarse con toda libertad. Eso fue una gran ventaja. Y la metodología funcionó, a pesar de presentarse posiciones distintas y difíciles. Hay que entender algo, venimos de realidades distintas, entonces cada uno lee un principio, una propuesta desde su punto de vista, y esa es precisamente una de las enseñanzas: la catolicidad, la diversidad, que tenemos que caminar en la medida que vayamos incluyendo a todos, no solo un determinado grupo, conservadores o liberales, no. Hay muchas experiencias que hay que seguir escuchando para ir integrándolas.

Considerando eso, creo que la oposición también puede venir desde el hecho que uno no se siente involucrado, o porque eres LGBT, o el diaconado de las mujeres, entre otros temas de frontera. Y pienso que una buena respuesta es el camino que se ha adoptado para el Sínodo, formar comisiones de estudio, de reflexión, para seguir cuestionándose y seguir viendo esto en otras realidades. En la Amazonía, por ejemplo, fue una excelente experiencia para poder pensar en posibilidades que ahora pasan a nivel teológico, canónico, y de magisterio también. Hay que considerar también que hay mucha gente que está en contra o tiene miedo por falta de información. Sí hay una oposición, pero creo que el camino sinodal está ayudando de alguna manera a seguir acercando.

Hace muy poco se anunció un nuevo documento del Papa que establece una reforma en la manera en que se reflexiona e investiga la teología católica ¿Cuál es la novedad de este documento? ¿Cómo se vincula con el desarrollo del actual Sínodo?

De hecho, este documento sobre la renovación del estudio de la teología forma parte del camino sinodal, para seguir profundizándolo. Lo señalado en la Carta Apostólica como “gran novedad” -aunque no es novedad, sí es muy importante- es la contextualización de la teología. Toda teología es contextualizada, el problema es que muchas y muchos nos quedamos en contextos anteriores y antiguos, en contextos donde nacieron determinadas reflexiones. La idea es contextualizar el estudio teológico hoy.

Entonces, el cambio de paradigma no es otra cosa que seguir a Jesucristo desde el punto de vista de la teología cristiana, es decir encarnar la reflexión, los estudios. Que sea capaz de leer la realidad y que la realidad sea capaz de leer la reflexión teológica, a eso es lo que está apuntando el Papa. Contextualizar es una idea tan antigua como la religión misma, pero hay que recordarla porque muchos departamentos de teología, muchas facultades, lamentablemente se dedican a repetir, y hay que generar teología. Por supuesto que no hay que olvidar lo anterior, pero hay que generar nueva teología, hay que hacer otro esfuerzo y el documento del Papa apunta a eso básicamente. De hecho, hay muchos puntos más, pero creo que el gran aporte es ese y esperemos que los departamentos de teología, los seminarios, las universidades, se apunten porque es un reto muy interesante para volver a una pregunta clave: ¿Cómo seguir evangelizando? ¿Cómo encontrar la presencia de Dios en tantísimas realidades diferentes, más allá de lo que el libro o el manual me enseña?

VIDEO. EWTN – Entrevista acerca del Sínodo sobre la sinodalidad

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Fuentes

Videos: ITVCA – Arzobispado de Lima – EWTN / Fotos: Captura de Youtube (Canal Juan Bytton SJ) – Jesuitas Lat

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