Ubicada en una extensa área en el Valle del río Rímac, la zona arqueológica de Huanchihuaylas o ‘Huancho Huaylas’, un vestigio prehispánico de relevancia histórica para el distrito de Ate, y considerado Patrimonio Cultural de la Nación, yace en evidente estado de desamparo.
Sitio Arqueológico de Huanchihuaylas ha sido dividido por la construcción de una pista. Foto: Marco Gamarra Galindo.
Al pie de unos cerros, en el AA.HH. Dignidad de Huanchihuaylas, descansa la zona arqueológica de Huanchihuaylas, centro poblado mayor correspondiente al Intermedio Temprano (100 a.C. – 650 d.C.). Está compuesta por una serie de edificaciones –pirámides truncas sostenidas por estructuras de terraplén y plataformas- y pequeñas habitaciones defendidas por muros de adobe y piedra. Se aprecia la técnica del tapial o uso del molde en la construcción de sus muros. El sitio arqueológico también está conformado por un espacio público central, así como áreas extensas de entierros.
Asentamiento precolombino Huanchihuaylas o ‘Huancho Huaylas’. Presenta pirámides. Foto: Marco Gamarra Galindo.
Huanchihuaylas ha sido habitado en distintos momentos por las culturas Lima e Ichma. En sus tiempos de esplendor estuvo representada por el diseño de complejos arquitectónicos monumentales estructurados en torno a plazas. Entre los vestigios culturales hallados se encuentran objetos cerámicos, textiles y óseos humanos.
Pequeñas habitaciones en el Sitio Arqueológico de Huanchihuaylas, Ate. Se aprecia el uso de material pétreo en sus paredes. Foto: Marco Gamarra Galindo.
Este asentamiento precolombino pudo abastecer de recursos hídricos a sus dominios gracias al canal de Ate o Lati que surge del río Rímac. La construcción del primer ramal probablemente se terminó entre los 400 a 500 d.C. (Cultura Lima), y atravesaba el actual distrito de La Molina. En los años 900 y 1,400 d.C. (Cultura Ichma) se inicia la construcción del segundo ramal para ampliar las áreas de cultivo, el cual recorre los actuales distritos de Ate, La Molina y Surco.
Durante la colonia, el Virrey Juan de Mendoza y Luna ordena fundar nuevas jurisdicciones españolas en Lima. Una de ellas fue Ate, conformada a su vez por Ate Alto y Ate Bajo. Huanchihuaylas perteneció a uno de los fundos de Ate Alto, más conocido como Santa Clara. El dominio de Santa Clara y anexos correspondía al corregimiento de Lima que era administrado por Gerónimo Barreto. En 1573 Barreto parte de Lima por la portada de Barbones para llegar a Huanchihuaylas y Pariachi: su finalidad era exigir a los indios de dicha jurisdicción a que cumplan sus obligaciones instauradas por el Virreinato, cobrar en partes los 890 pesos autorizados por las autoridades y construir un lugar de castigo conocido como el ‘Infiernillo’.
Uso del tapial en la construcción de los muros. Foto: Marco Gamarra Galindo.
Durante la República, el sitio arqueológico ha permanecido en el olvido y en la indiferencia. Ello se puede apreciar conociendo que hasta hace unas décadas todavía no era declarada Patrimonio Cultural de la Nación. El Colegio de Arquitectos del Perú (CAP) asegura que parte considerable del sitio arqueológico de Huanchihuaylas ha sido destruido por las construcciones de la Granja Azul, el Hotel El Pueblo y el Cementerio del AA.HH. Esperemos que las autoridades recuperen este centro arqueológico, testimonio de vida de nuestros antepasados. Podría ser tomada como parte de un circuito arqueológico del distrito de Ate o como un espacio público de los pobladores de la zona, con los cuidados y arreglos correspondientes. Leer más