En el jirón José Pardo y la calle Huamalíes, en los Barrios Altos (Centro de Lima), existe una quinta llena de historia y tradición. Construida durante el gobierno del Virrey Manuel Amat y Juniet, la Quinta del Rincón del Prado (XVIII) fue antaño un ‘Pavillon de mon plasir’. Aún conserva un teatrín colonial y la apariencia de suntuosa mansión que albergó a diversas familias de clase y abolengo. Hoy, sin embargo, está inmerso en el olvido. Municipalidad y empresa privada podrían trabajar juntos por el bien de este inmueble histórico.
Archivo de la etiqueta: Quinta del Prado
21/01/11: La Quinta del Prado: historia y presente de una reliquia colonial
Solar muriendo diste paso a la quinta,
hoy no hay portera ni alambre para tender,
y tus cifras cambiaron por letras,
y hasta el caño tiene doble V…”
Según Juan San Martín Vásquez en el libro ‘Edificaciones civiles y vida cotidiana en la Lima colonial’, el virrey Amat mandó a construir la casa huerta Prado hacia 1762, en la parte alta de la ciudad, con la finalidad de tener un lugar apacible para descansar cerca de la casa de gobierno.
En el jirón José Pardo y la calle Huamalíes, en los Barrios Altos, existe una quinta llena de historia y tradición. Construida durante el gobierno del Virrey Manuel Amat y Juniet, la Quinta del Rincón del Prado (XVIII) fue antaño un ‘Pavillon de mon plasir’. Aún conserva un teatrín colonial y la apariencia de suntuosa mansión que albergó a diversas familias de clase y abolengo. Hoy, sin embargo, está inmerso en el olvido.
Actualmente, la recordada Quinta o Rincón del Prado es un tugurio ruinoso, sin el más mínimo rastro de su anterior apariencia rococó, excepto los fragmentos de los murales de su teatrín y oratorio. Es monumento nacional desde 1972.
La Quinta del Rincón Prado fue erigida en 1762, siguiendo la moda del afrancesamiento. Algunos dicen que Virrey Amat fue el que dirigió su construcción, otros que el virrey solo intervino en su diseño. Ambas precisiones permiten advertir que el palacete tiene un vínculo muy fuerte con el virrey español. Esto se debe, afirma el historiador Juan Manuel Ugarte en su libro “Lima incógnita”, que era “conocida la afición del virrey por la arquitectura y sus pretensiones como inspirador de varias fábricas que se levantaron bajo su dirección (…)”.
Una quinta muy hermosa conocida también como la “Quinta de los tres Patios”. Queda en la “Calle del Prado”, en los Barrios Altos.
En las afueras, “más cercano a los bastiones del cinturón fortificado que preservaba a la ciudad de las sorpresas de la filibustería, que del núcleo urbano, en sitio de huertas y follajes, apartado y discreto”, se construyó la Quinta del Rincón Prado, la cual evoca el recuerdo de las casonas y palacetes que fueron edificados con el único fin de ser espacios de recreación y de descanso para sus dueños. Leer más