A la altura de la Carretera Central con el Club El Bosque, en Chosica, existen unas figuras geométricas y serpentiformes conocidas como los geoglifos de Yanacoto. Estos trazos que posiblemente corresponden al Periodo Inicial (2000-1000 a.C.) de la cronología andina están dibujados sobre la terraza aluvial de la quebrada Yanacoto. Además de no ser muy conocidas por la ciudadanía, este complejo de geoglifos no ha sido investigado a profundidad.
Geoglifos de Yanacoto, testimonios de la historia precolombina del distrito de Chosica-Lurigancho. Foto: Marco Gamarra Galindo.
“El complejo de geoglifos de Yanacoto está conformado por líneas y círculos de evidente motivo geométrico; está presente la recurrencia de líneas paralelas con remates circulares a manera de bordes. Están incluidos, además, trazos que se pueden interpretar como serpentiformes”, señala Arnold Aguilar, estudiante de Arqueología de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos (UNMSM) y joven interesado en conocer la historia prehispánica de Chosica. Su estudio no se limita al trabajo de gabinete: ha recorrido la quebrada de Yanacoto y los cerros aledaños un sinfín de veces para investigar los primeros asentamientos en la zona. Uno de los sitios que más le gusta visitar es el complejo de geoglifos de Yanacoto. “Cada día me parecen más hermosos y misteriosos”, nos cuenta mientras observa las líneas y círculos del complejo, un notable vestigio precolombino que nos permite conocer más sobre la cosmovisión andina.
Arnold Aguilar explica a Junnior Reyes las características de la quebrada de Yanacoto, donde se encuentran ubicados los geoglifos milenarios. Foto: Marco Gamarra Galindo.
Los geoglífos de Yanacoto fueron registrados en la década de los 80’s por el arqueólogo peruano Alberto Bueno Mendoza. Son una muestra extraordinaria del arte figurativo monumental que, según los estudiosos, podrían corresponder al Periodo Inicial (2000 – 1000 a.C.) de la cronología andina.
Alrededores de los geoglifos de Yanacoto. Para acceder a ellos se requiere emprender una caminata de aproximadamente una hora. Durante el recorrido el visitante aprecia un innumerable número de estructuras oblongas de datación prehispánica como las que se aprecian en la imagen. Foto: Marco Gamarra Galindo.
“Hay que considerar que los periodos, horizontes o cualquier cronología que se utilice, siempre cuenta con una cierta continuidad cultural de elementos que quedan y otros que cambian dentro de la cultura y se reflejan en las evidencias materiales. Si nosotros postulamos que esto es un geoglifo precerámico, por ejemplo, y luego postulamos que también existen evidencias cerámicas aledañas –que se pueden apreciar en la zona-, podemos establecer que esa división cortante entre lo que es precerámico y lo que es cerámico aquí no se da de manera tajante: hay todo un proceso de desarrollo cultural que evidencia continuidades y cambios, y donde la introducción de la cerámica no causa un impacto trascendental en lo que concierne a las expresiones figurativas de la cultura. Esta es una de las hipótesis a trabajar”, apunta Arnold Aguilar, revelando que todavía hay mucho por estudiar en el lugar.
Presencia considerable de cerámica dispersa en la zona. Foto: Marco Gamarra Galindo.
Uno de los trazos que más llama la atención son las líneas serpentiformes. Éstas, comenta Arnold Aguilar, “se encuentran en la cerámica Ichma, sobre todo al estilo Huancho asociado a esta cultura y que geográficamente podría pertenecer al curacazgo de los Ruricancho o Lurin-huancho. La toponimia actual, si consideramos que el nombre del distrito de Chosica es Lurigancho, nos asocia a estos términos arqueológicos y sus posibles esferas de accion”. Sobre los círculos concéntricos y motivos geometricos, Aguilar señala que también están presentes en varias culturas. “Estos tipos de decoraciones se encuentran en, por ejemplo, La Galgada, en Huaca Prieta, en Chilca y en varios otros sitios también precerámicos que tienen motivos geométricos y círculos concéntricos en las decoraciones textiles, en algunas manifestaciones rupestres, en los muros de piedra, etc. Estamos ante un horizonte estilístico, geométrico para el inicio del Periodo Formativo (o entiéndase por Periodo Inicial) con una cronología aproximadamente de dos mil a mil años antes de Cristo”.
Arnold Aguilar señalando los círculos concéntricos de los geoglifos de Yanacoto. En quechua la palabra ‘Yanacoto’ significa montículo de piedras de color negro. Esto se aprecia en la zona. Foto: Marco Gamarra Galindo.
Sobre la relación que podría existir entre el Templo en U de Yanacoto, ubicado a 1 km aprox. de los geoglifos, con el complejo, Aguilar indica que “existen planteamientos que suelen asociar geoglifos a Templos en U, y eso pues es un postulado antiguo: El arqueólogo Lorenzo Roselló asoció constantemente los campos de geoglifos de Canto Grande a Templos en U existentes. Por la misma línea el también arqueólogo Aurelio Rodríguez postula el mismo planteamiento (de asociar geoglifos con Templos en U o a diferentes tipos de desarrollo cultural). Lo que opina Aurelio Rodríguez es que eran caminos ceremoniales, caminos de los dioses, donde se realizaban las fiestas, él los denomina ‘taquis’, huellas”.
Templo en U de Yanacoto. Foto: Marco Gamarra Galindo.
No se descarta que el complejo de geoglifos de Yanacoto haya sido más grande de cómo lo apreciamos hoy en día. “Como podemos observar, hay dos líneas paralelas con su remate redondeado (…), el otro extremo no existe porque ha habido un deslizamiento de rocas que ha destruido parte de ese trazo. Esto nos puede permitir postular tentativamente que este complejo de geoglifos se extendió un poco más. Las actividades aluviónicas que vienen con regular intensidad, la han ido deteriorando. Estamos en una zona donde hay huaycos”, añade.
En las cercanías de la quebrada de Yanacoto se encuentran los restos arqueológicos de Santa Maria y Quirio, además de un camino inca intervalles. Foto: Marco Gamarra Galindo.
“Lastimosamente los geoglifos han sido olvidados por las autoridades y son generalmente aquellas personas que habitan sus cercanías los que conocen su existencia: muchos, pues, ignoran que en Lima también hay geoglifos”, explica con asidero el estudiante de arqueología.
Vista del valle del río Rímac desde la quebarada de Yanacoto. Foto: Marco Gamarra Galindo.
Los geoglifos de Yanacoto están ubicados en el kilómetro 29.5 de la Carretera Central, a la altura del Club el Bosque, a unos quince minutos del Parque Central de Chosica. Al pie de la quebrada existe el AA.HH. Yanacoto al que se accede por mototaxi. Desde el centro poblado, el trayecto a los geoglifos es aproximadamente de una hora y media, caminando por terrenos pedregosos. El área del complejo de geoglifos comprende una longitud de 200 metros aproximadamente. Esperemos que las autoridades difundan y, sobretodo, protegan la integridad de estos geoglifos que nos permiten conocer más sobre la idiosincrasia y cosmovisión de los antiguos peruanos. Además del recorrido a los geoglifos, futuros recorridos por la zona podrían incluir visitas a los sitios arqueológicos de Santa María I, II y Quirio I, II. Leer más