Acallado escucha pasar los buses y carros que diariamente asaltan las pista; giran la calle como quien gira un vaso de cerveza en una cantina barata, veloces. El smog y polvo que dejan detrás queda impregnado en sus colosales torreones y murallas de quincha, sin reparo ni cuidado. El ajetreo del gentío rimense lo mantiene despierto, más en las mañanas, cuando el barrio recordado por muchos como ‘Abajo el Puente’ se dispone a realizar sus actividades cotidianas. Su ubicación a puertas del río explica su posición estratégica y acaudalada, hoy, peculiar. El constante movimiento de la urbe, por su parte, parece formar una escena trivial y a la vez interesante, quizás hasta vital. Su imponente sombra a raz del piso resalta un aspecto medieval de arquitectura, todo en plena avenida Loreto.
La construcción está inspirada en la arquitectura medieval. Foto: Marco Gamarra Galindo.
Han pasado muchos siglos, quizás un tanto menos o un tanto más, que ha ocupado a sus anchas una vistosa cuadra del Rímac. Unas miradas curiosas, jadeantes y expectantes rompen la sencillez en que está inmerso el día a día del Centro de Lima y se disponen a comentar la realidad en que se halla. Es, pues, difícil que pase desapercibido, aún en épocas duras y cambiantes. La acción final, sin embargo, siempre ha sido la misma: indiferencia y olvido. El destino de este castillo colonial parece dirigirse, sin opción, a la destrucción irremediable, a sumar como otras construcciones antiguas, la lista de vestigios que existieron alguna vez y que ya no se hallan en pie, solo presentes en las escasas fotografías y en la memoria de algun morador nostálgico.
Pintorescos torreones del palacio-castillo. Foto: Marco Gamarra Galindo.
Logro cruzar la pista luego de que un interminable número de vehículos, de todas las líneas imaginables, transcurren las últimas pistas del Rímac, por el antiguo banco de tabaco, a unos pasos del castillo. Por el estado de su arquitectura podría decirse que ha sufrido no solo negligencia, también hasta algun incendio. Sus puertas y ventanas yacen cerradas desde hace ya muchos años, quizás por la serie de disputas familiares que siempre han existido alrededor de la propiedad de las casonas antiguas, y que generalmente terminan con la clausura del inmueble hasta finiquitado el juicio. Solo la casona sabe qué historias guardará detrás de sí.
Muy interesante construcción, no sabía nada de ella. Mi primera impresión fue la de preguntar ¿Fue este un catillo que pretendió defender la ciudad de Lima virreinal de algún ataque? Por las ventanas de las paredes parece que no, lo cual hace más grande la interrogante sobre la función de esta extraña construcción. Me gustaría saber más de ella, su antigüedad e historia así como en que calle del Rímac se encuentra.
Gracias.
países de Europa mutilados por las guerras conservan su armoniosa arquitectura y en lima …acaso fue víctima de alguna hecatombe???