El Cementerio Presbítero Matías Maestro no solo acoge en descanso eterno a distinguidos políticos e intelectuales de la historia peruana, sino también a diversos integrantes del Cuerpo General de Bomberos Voluntarios del Perú, cuya labor humanitaria y patriótica ha sobresalido desde su fundación en 1860.
Antonio Alarco Espinosa es considerado el primer héroe bombero del Perú. Falleció defendiendo a la patria en la Torre de la Merced, en pleno Combate del 2 de Mayo. Al grito de “Yo soy peruano, a mí me toca”, Alarco se ofreció como voluntario. Así como él y Francisco Távara, muchos bomberos reposan en el Presbítero Maestro.