El Molino Santa Clara (Barrios Altos), imponente casona republicana declarada Patrimonio Histórico de Lima (1973), tiene mucho que contar. Conocemos de ella su íntima relación con la colonia italiana asentada en nuestro país -la obra de Luis Josué Rainusso y la de sus hermanos ligures-, las dieciocho estatuas de marmol de carrara que estuvieron en su fachada, el empleo del extinto río Huatica por parte del molino para la elaboración de harina y su hermosa arquitectura de resaltante estilo italiano. Sin embargo, ¿qué conocemos de sus interiores?
Molino Santa Clara, ubicado a la izquierda de la iglesia Santa Clara, Barrios Altos. Foto: Marco Gamarra Galindo.
Mañana de invierno. Barrios Altos a la vuelta de la esquina. Elevado el camino que emprendemos por el Jirón Áncash. Solos, en procesión, recorremos calles que son de otra época, de otro momento. El tramo que nos dirigía a la Quinta Heeren tendrá que esperar, pues, está sucediendo un hecho inédito. Una de las puertas del Molino Santa Clara se abre, sigilosamente, ante nuestros ojos. Al frente del portón central, una señora trata de ingresar: es nuestra oportunidad para conocer los interiores del molino. Cruzamos la pista desierta hacia el lado de la señora para, casi suplicándole, pedirle el ingreso a la centenaria casona. Con un gesto más de incredulidad que de afirmación, nos permite entrar. Un pequeña habitación nos recibe -oscura, rodeada de mueblería-; conduce al patio, acondicionado ahora a la vivienda de múltiples familias.
Vista desde la habitación oscura que conduce al patio interior. Urge la investigación y la documentación de los interiores del Molino Santa Clara. Foto: Marco Gamarra Galindo.Ladridos caninos y unas miradas gatunas nos reciben. En el extremo izquierdo, un añejo balcón se deja apreciar. Debajo de su plataforma, como sosteniéndola, yacen presentes una serie de columnas. En una esquina, una escalera de mármol resiste al tiempo. Al centro de la escena, dos jóvenes árboles irradian vida. Estos son los interiores de una de las puertas del Molino Santa Clara. ¿Qué reliquias todavía guardará detrás de sí este monumento histórico del siglo XIX?
Escaleras de mármol que dan ingreso a una de las habitaciones del Molino Santa Clara. Foto: Marco Gamarra Galindo.
Es interesante imaginarnos cómo habrá sido este recinto de notoria belleza arquitectónica en su tiempo. Sin embargo, sea cual fuese la imagen que construyamos, tenemos hoy por hoy la necesidad de interesarnos por conservar lo que queda. Los inquilinos, la empresa privada y las entidades estatales deben trabajar en conjunto para mejorar las condiciones físicas de la casona y propiciar una serie de factores que haga viable su recuperación sostenible.
Esta casona representa, claramente, el influente estilo italiano que contagió a Lima durante la llegada de un considerable número de inmigrantes de dicho país a la capital. Foto: Marco Gamarra Galindo.
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