Este ciclo tuvo mucho de política. Hubo, alrededor de estos seis meses, arduos debates y largas tertulias con los compañeros de la universidad. Durante este semestre se vivieron fuertemente las elecciones presidenciales 2011: una oportunidad para dialogar y comprender la problemática del país desde la perspectiva universitaria. También se eligieron a los representantes universitarios ante la Asamblea Universitaria (REA) y los integrantes a los Consejos de Facultad. Un ciclo que me permitió conocer mejor mi futuro profesional.

Las elecciones se vivieron en la PUCP y en las calles.

Empezaba las clases sabiendo que iba a ser este ciclo muy importante -ya que mi ingreso a la facultad ya se estaba avizorando-, con mucho entusiasmo también por hacer de este semestre una grata y enriquecedora experiencia. Y sí que lo fue. Entre las cosas nuevas que aprecié, estuvieron sin duda las elecciones presidenciales, un proceso extenso que terminó por dividir a la comunidad universitaria. Muchos de mis amigos decidieron participar directamente en ellas: ya sea como fieles simpatizantes en los mítines o voceros que, a través de una pregunta discreta al profesor, comentaban los aciertos de uno y las debilidades del otro. Se vivió apasionadamente la contienda política: cada presentación de Ollanta Humala o Keiko Fujimori era criticada o defendida a capa y espada por sus respectivos simpatizantes. Fueron pocos los que se mantuvieron estoicos, indiferentes. Yo no pude mantenerme ausente del constante debate estudiantil: apoyé a Ollanta Humala -que continuaba la línea democrática de Alejandro Toledo- y que además aseguraba un crecimiento económico con rostro social, con disminución de la desigualdad.

Junto a los catedráticos Nelson Manrique y Ronald Gamarra; y amigas Katherine Reyes y Alejandra Navarro en la marcha ‘Fujimori Nunca Más’.

Durante el semestre, otrora amigos de la etapa de cachimbos, y por el contexto aguerridos simpatizantes de Keiko u Ollanta, mantenían viva la discusión airosa, el análisis político -muchas veces alturado-, en lo que era antes el comentar diario de los cursos del ciclo. En repetidas ocasiones el convertirse seguidor de un bando terminó por debilitar la amistad con el otro. Sin embargo, hubo amistades incondicionales que consideraron el fluir de ideas como una oportunidad necesaria para estar informados sobre el desarrollo de un proceso muy vital para el mantenimiento de la democracia. Quizás en el momento que escribo estas líneas, ya muchas hayan recuperado su vitalidad, quizás otras, por la intensa de la campaña, no hayan encontrado jamás el mismo asidero.

Alejandro Toledo visita la PUCP.

No solo brindé mi apoyo a Ollanta Humala, (y en primera vuelta a Alejandro Toledo), sino que también respaldé la candidatura de Ronald Gamarra -destacado abogado y defensor de derechos humanos que se enfrentó a la dictadura fujimontesinista en la búsqueda de la punidad de los delitos de corrupción y violaciones a los derechos fundamentales – como Congresista. Estuve junto a él en varios diálogos con las bases de Perú Posible, personas con mucho entusiasmo y de humilde condición, que nos brindaron su apoyo. Lastimosamente no pudimos obtener la meta principal ?la curul- pero nos quedamos con la experiencia de haber aprendido mucho sobre la política y formas de participación en democracia.

Semanas después participaba yo -ahora como candidato- en otro proceso electoral: las votaciones estudiantiles por representantes ante la Asamblea Universitaria. Una oportunidad que aproveché para interactuar con los movimientos políticos de la PUCP (Coherencia, UNES, Izquierda Unida, Vanguardia, etc.) y con sus líderes. Aunque no logré adjudicarme un puesto dentro de los elegidos -acaso faltó un poco; obtuve 602 votos- conocí la importancia de la representación universitaria y la necesidad de que exista una clase joven dispuesta a asumir el futuro del país. No se borrarán de mi mente aquellas dos semanas en las que, junto a Jian Pool Farfán, Jocelyn Herrera e Ítalo Hidalgo recorríamos los pasillos de quizás todas las facultades de la universidad para, luego de pedir permiso al catedrático de turno, dirigirnos al alumnado y presentarles nuestras propuestas. Muchas veces estas actividades estuvieron por encima de los estudios, los cuales, felizmente, no terminé por descuidar.

En PuntoEdu, oficializando mi candidatura.Henry Pease García, Realidad Social Peruana
Poder entender y analizar la problemática de nuestro país, de su clase política y de sus instituciones estatales, fueron las interrogantes centrales del curso. Con su despierta crítica, Henry Pease pudo brindarnos una opinión muy respetable sobre las políticas y el modelo de Estado del gobierno aristocrático, del régimen revolucionario de las Fuerzas Armadas y de la dictadura fujimorista, para luego analizar el segundo gobierno alanista. Durante las elecciones, Pease García también postuló al Congreso (contó con el apoyo de toda la clase, no solo por la trayectoria que tenía, sino también por el entusiasmo y ánimo que despedía en cada clase). Su curso, se quejarían muchos, consideraba las lecturas de dos grandes compendios que, sin embargo, contenían espléndidas y oportunas interpretaciones sobre la realidad social peruana, de ambos bandos -izquierda y derecha-. El sistema de partidos y su necesaria reforma, el accountability horizontal, diversas interpretaciones sobre por qué nuestras instituciones carecen de una verdadera representación de la ciudadanía, fueron interesantes debates erigidos en clase.

Rocío Verástegui Ledesma, Jefa de Práctica de Realidad Social Peruana
Con Rocío Verástegui pusimos en el tapete los principales factores que afectan el desarrollo económico con inclusión. Importante tener a la mano los informes anuales del PNUD: Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo y poder interpretarlos bajo la ayuda de una especialista, aún más si se cuenta con experiencia de trabajo en el Parlamento, como efectivamente ella lo tenía.

Eduardo Villanueva Mansilla, Comunicación Social
Es sin duda uno de los catedráticos que más entusiasmo le pone a su clase. Se le ve muy cosmopolita, internacionalista pero también muy local, con mucha chispa criolla. Presta mucha atención a lo que el alumno le pregunta o comenta -no se debe hablar incongruencias, al menos que quieras exponerte a que haga de ti el ridículo, como diciéndote ‘¡hey, despierta!’-. Como muestra del interés que tiene por que la clase entienda la temática del curso, Eduardo Villanueva siempre evalúa y organiza trabajos grupales. Amante acérrimo de los Power Rangers y pesadilla de los ‘Ppkuys’, Villanueva es amado por muchos, aunque también tiene detractores -que generalmente son sus ‘jalados’-. Es bibliotecario y profesor de Tecnología de Información. Tiene una interesante página web (www.eduardovillanueva.com) y una page fan en Facebook ?muy graciosos los debates filosóficos que se dan allí, muy profundos, también.

Gabriela Ramírez Parco, Derecho
Me agradó mucho su clase. Un verdadero curso para introducirnos en el estudio del Derecho. Textos pertinentes sobre el Estado de Derecho, El Estado social-demócrata y los problemas que lo afectan: la corrupción, el sistema de carcelería, el racismo, la violencia familiar. Atractiva la temática de los Derechos Humanos y el breve repaso sobre el juicio al expresidente Alberto Fujimori. Muy paciente, atenta y servicial la profesora Gabriela Ramírez, quizás la vuelva a ver ya en facultad. Todavía tengo impregnado los rostros de mis amigos Diana Aduviri y Bruno Escobedo -preocupados, con alguna duda, del curso, que creo al final de cada clase podian solucionar-.

Cecilia Monteagudo de Bacigalupo, Filosofía Moderna
De las mejores profesoras que he tenido. Es conocido que los conceptos filosóficos no son fácil de manejarlos: se requieren estudios prolongados y exhaustivos. Cecilia Monteagudo sí que los ha interiorizado de manera muy didáctica y analítica. No me olvidaré del su examen final -que fue oral-, el primero que he dado en toda mi instancia en la PUCP. Una pequeña aula. Frío. Silenciosos, alumnos esperan su turno. Dentro, rumores de intensa batalla. Era mi turno. Ojos cansados, debilitados por el estudio. Atención a lo que dices. Una pregunta. La respondes. Aciertas. Muy bien. Has leído a Kant, Nietzsche y Marx. Casi toda la historia de la filosofía moderna la tienes en mente, intacta, difusa, quizás. Estás listo. Sucede. Aprobaste, y con excelencia académica.

Juan Gonzales Hurtado, Jefe de Práctica de Filosofía Moderna
Se desempeña como crítico de cine del programa ‘De 6 a 9’ de Canal N. Miembro fundador del Grupo Atoq. Investigación y Creación Audiovisual. En la actualidad trabaja en una tesis de maestría acerca de la constitución de una hermenéutica de la imagen cinematográfica. También goza de mucha facilidad para explicar la problemática filosófica de la etapa moderna. Lo vi, durante el ciclo, caminando con unos lentes negros, muy peculiares, que también solía llevar a clase.

María Luisa Castillo Zárate, Lógica y Epistemología
Muy interesante curso, a pesar de lo complicado que puede ser la epistemología por instantes. María Luisa tiene una voz muy suave -algunas veces parecía tener un dejo argentino o uruguayo-. A pesar de ello, su clase era realmente interesante por el conocimiento que tenía sobre los temas del curso. Como parte de la nota final, nos dejó un trabajo sobre falacias -sobre el cual, Diana Aduviri, Mario Aguilar, Alejandra Yepes, Andrea Callirgos y yo, mi grupo,- elaboramos un anecdótico video.

Andrea Palacios Miguel, Jefa de Práctica de Lógica y Epistemología
Andrea Palacios recibió durante el semestre, con agrado, todas nuestras interrogantes. Según nos contó, éramos la primera clase de la cual ella era Jefa de Práctica. Pues, pasamos con ella muchas clases perfeccionando nuestros conocimientos de la clase de María Luisa Castillo. Se preocupó reiteradamente por clases adicionales, nunca de más para una calificada o examen.