Construido en 1959 por el presidente Manuel Prado, el Cementerio General de El Ángel se posiciona, junto al Presbítero Maestro, como una de las necrópolis más representativas y tradicionales del Perú. En sus avenidas y jirones, tal ciudad, yacen en paz eterna los restos de personalidades como Juan Velasco Alvarado, Ricardo de Jaxa Malachowsky, Honorio Delgado, Manuel Scorza, Martín Adán, Lorenzo Palacios ‘Chacalón’, Chabuca Granda, Lucha Reyes, Luis Banchero Rossi y Augusto Ferrando, entre otros. Su construcción surgió ante la necesidad de la ciudad de Lima de contar con un nuevo cementerio -dado que la capacidad del Cementerio Presbítero Matías Maestro, el más espacioso desde el siglo XIX-, había llegado a su límite.
La administración del Cementerio General El Ángel o simplemente ‘El Ángel’ corresponde a la Sociedad de Beneficencia de Lima. Foto: Marco Gamarra Galindo.
Acabamos de dejar Maravillas y la larga avenida que conduce a la Huerta Perdida. La mañana no cesa en su intento por producir frío y quebrajo en los pocos transeúntes reunidos en el Jirón Áncash. Se respira silencio, pronto melancolía. Los primeros mausoleos parecen romper la monotonía del horizonte urbano de este sector de Lima. De pronto, se dibuja un ambiente peculiar, una mezcla entre arte y tragedia que no puede pasar desapercibida. Estamos ante dos grandes cementerios, cargados de historia y también de un pasado que se hace presente –El Ángel y el Presbítero Matías Maestro-. Esta vez, quizás convocados por recorrer el lugar donde descansan los peruanos cuya vida y obra tuvo como escenario las últimas décadas del XX, personajes de gran relevancia en nuestra vida política y cultural, y –a diferencia con el Matías Maestro- voces autorizadas de una cultura nueva que surgió tras la llegada de los migrantes a la capital –ocurrida con fuerza a partir de los 50’s.
El Ángel es una verdadera ciudad -una necrópolis- ubicada en los Barrios Altos de Lima. Nótese los nombres andinos que tienen las calles. Foto: Marco Gamarra Galindo.
Quizás contagiadas con el entorno –tal vez luego de una ardua mañana de trabajo- las floreras, con cierta pausa al caminar, se acercan a nosotros a ofrecer sus rosas multicolores, que se dejan ver marchitas por el paso de las horas. La avenida principal por el que surgen las demás calles está defendida por un aguerrido ángel de mármol. El camino que está a sus espaldas yace desierto, pasivo. Los últimos visitantes de la tarde empiezan su recorrido a casa, acogidos por el recuerdo y la añoranza que implica aquel largo viaje de ubicar el lugar donde algún amigo o pariente lleva descansado ya varios años, evocando para ello la remembranza del último adiós y todos las anécdotas en vida.
La tumba de Lorenzo Palacios ‘Chacalón’ es una de las más visitadas de El Ángel. Foto: Marco Gamarra Galindo.
El Ángel está ubicado en la cuadra 16 del Jirón Ancash, en la zona de los Barrios Altos de Lima. Tiene una extensión de 29 hectáreas, con pabellones, tumbas y mausoleos, además de un crematorio (de aproximadamente 400 metros cuadrados) y una zona para la realización de ceremonias religiosas. Si bien el Presbítero Maestro (1808), el cementerio más antiguo de América, es más amplio en metros cuadrados, El Ángel cuenta con más pabellones o cuarteles que el fundado en la colonia -616 frente a 400-, cada uno de los cuales tiene entre 100 y 200 nichos de mármol, cuarzo y otros materiales.
Lugar de reposo del reconocido arquitecto polaco Ricardo Jaxa Malachowsky que vivió por muchos años en Perú. Diseñó y construyó muchas obras hoy declaradas patrimonios históricos como el Edificio Rímac, Palacio de Gobierno (parte de esa obra pertenece a Claude Sahut), Palacio Legislativo. Fachada del Palacio Arzobispal, Interior del Palacio Municipal de Lima, Club Nacional, Sociedad de Ingenieros, fachada del Teatro Municipal, Caja de Depósitos y Consignaciones, Banco Italiano (hoy Banco de Crédito), Embajada de Colombia, etc. Foto: Marco Gamarra Galindo.
En nuestro intenso recorrido, acompañados de uno que otro guardián –pero generalmente del silencio que parece proteger el reposo de esta verdadera ciudad-, pudimos toparnos con interesantes y refinados mausoleos, tumbas de 1959, promociones enteras de alguna institución policial o educativa (maestros o funcionarios del mismo), pabellones muy amplios como el Santo Cristo, avenidas enteras de nichos –algunos llenos de vida, otros sumidos en el olvido-, perros que súbitamente aparecían y desaparecían, alguna historia trágica que relataban David Pino y Antonio Polo a Marco San Miguel, Fernando Poblete y a mí.
Tumba del General Velasco Alvarado (1968-1975). En 1980, fue objeto de un atentado dinamitero por Sendero Luminoso, en una de sus primeras acciones en el marco del conflicto armado interno. En la actualidad un considerable sector de la sociedad civil respalda la gestión que tuvo Velasco al mando del Gobierno Revolucionario de las Fuerzas Armadas (obsérvese las flores). Foto: Marco Gamarra Galindo.
Son muchas las personalidades peruanas que se encuentran sepultadas en El Ángel. A diferencia con el Presbítero, su orientación es más bien popular debido a la existencia en las últimas décadas de camposantos privados ubicados en las periferias de la ciudad. Importantes exponentes del arte, deporte, medicina, política, historia, periodismo y música del siglo XX yacen en el tradicional cementerio El Ángel. Su construcción se inició en junio de 1956 por iniciativa del presidente Manuel A. Odría. Fue erigida en la locación del fundo Anchieta Alta frente a la plazoleta del ‘Ángel de la Resurrección’ o ‘Ángel del Juicio’ (escultura anónima fundida en Francia en 1868 y que estuvo en el lugar desde 1877). El primer cadáver sepultado perteneció al señor Juan Luis Uccelli Rainusso, fallecido el 3 de julio de 1959. La portada de ingreso del cementerio del Ángel, tiene un gran mural pictórico del artista peruano Fernando de Szyszlo, y una escultura de Joaquín Roca Rey.
Muchas tumbas y mausoleos están inmersos en el olvido. Evidencia de esto es el estado avanzado de la vegetación sobre el cemento -que por momentos parece querer no dejar rastro alguno-. Foto: Marco Gamarra Galindo.
Entre los personajes que uno puede visitar está Hermilio Valdizán –médico peruano-, Sebastián Salazar Bondy –dramaturgo peruano-, Zenón Noriega –Ministro de Guerra de Odría-, Juan Velasco Alvarado –presidente peruano-, Honorio Delgado –médico peruano-, Chabuca Granda –cantautora peruana-, Akira Kato –considerado el padre del vóleibol peruano-, Lucha Reyes –la ‘Morena de Oro del Perú’-, Luis Banchero Rossi –empresario peruano-, Augusto Ferrando –popular presentador de la televisión peruana-, Chacalón –símbolo de la cultura migrante-, Flor Pucarina –cantante peruana-, Julio Mau Orlandini –músico peruano-, Martín Adán –escritor peruano-, Ricardo de Jaxa Malachowsky -arquitecto polaco- y el cenotafio de José María Arguedas (que estuvo por muchos años en este cementerio; ahora su tumba está en su tierra natal), entre otros.
Tumba de José María Arguedas -que en realidad es un cenotafio (tumba vacía)- ya que ha sido trasladado a la fuerza, y ante la negativa de su esposa, a Andahuaylas. Foto: Marco Gamarra Galindo.
Los restos de Arguedas no fueron simplemente "trasladados" sino más bien ROBADOS por un grupo de fanáticos, para ser llevados por tierra y a la mala a la ciudad que vio nacer a nuestro gran novelista. Arguedas no merecía un final como ese.
Muy cierto Miguel Angel, su traslado fue ilegal y además, no tuvo la aprobación de sus familiares, los que en realidad tienen, pues, la última palabra. Muy penoso el hecho que, por cierto, cabe recordar. Saludos!
Excelente articulo del paseo que tuvimos el otro día por esta necropolis limeña. El ángel que se encuentra a la entrada del camposanto, estuvo antes en el Parque de la Exposición. Saludos!
Gracias David! Fue un paseo muy enriquecedor que amerita una repetición! Saludos, estimado amigo.
No puede ser que las autoridades de nuestro pais no se encargen de la tumba de nuestro escritor Arguedas ,solo siren para robar el dinero de nuestro PERU .Me guastaria que le rindan un homenaje , que le Ministro de Cultura se encarge de que le hagan un nicho donde se muestre un poco de respeto ala persona que nos dio a dar a conocer la realidad de ls andesy lo hermoso que es y que nos ayudo a golpear nuestra conciencia para lograr un pais mejor del de ahora por eso se le dijo :"EL ESCRITOR ETNÓLOGO"
saludos y gracias por la informacion
UKMe guastaria que le rindan un homenaje , que le Ministro de Cultura se encarge de que le hagan un nicho donde se muestre un poco de respeto ala persona que nos dio a dar a conocer la realidad de ls andes y lo hermoso que es y que nos ayudo a golpear nuestra conciencia para lograr un pais mejor del de ahora por eso se le dijo :"EL ESCRITOR ETNÓLOGO"
saludos y gracias por la informacion
Devemos mostrar un poco de respeto
ala persona que nos dio a dar a conocer la realidad de los andes y lo hermoso que es y que nos ayudo a golpear nuestra conciencia para lograr un pais mejor del de ahora por eso se le dijo :"EL ESCRITOR ETNÓLOGO"
saludos y gracias por la informacion
Hola María
Sí, en efecto, es indignante lo sucedido con los restos de nuestro gran escritor José María Arguedas. Un hombre que merece todo nuestro respeto merece descanso eterno.
En El Ángel está también Manuel Scorza
Estimado A. Comotti.
Muy agradecido por esa valiosa información. La hemos añadido al artículo.
Saludos cordiales
Marco.
bueno y FLOR PUCARINA que, tuve la suerte de conocerla, ya que fue gra amiga de mi abuela, el peru, somos todos, no solamente algunos.
Hola, buenas tardes… disculpen, he tratado de ubicar la tumba de Bruno Roselli “El loco de los Balcones”, Historiador del Arte Italiano que vivió sus últimos años y murió aquí, según mis investigaciones, he llegado a encontrar en los registros de la Beneficencia pública de Lima, dónde debería estar enterrado, las direcciones del nicho son “San Anacacio” Nro. 8 Letra C pero en ese lugar se encuentra otra tumba fechada en 1966, Roselli falleció en 1970, aún me falta averiguar si fue trasladado a otro lugar pero he llegado hasta aquí recientemente, ojalá pueda averiguarlo. Cualquier dato será bienvenido. Gracias.