12/02/11: Tours en las entrañas de Lima: Plazuela Buenos Aires

El afán es redescubrir, quizás recordar. Son las primeras horas del día y el entorno se somete al frío limeño. Las casonas y quintas exhiben, sin resignación, sus paredes cochambrosas y descuidadas. Hace tiempo que nadie intenta documentar la historia que cada jirón, cuadra o calle, alrededor de estos barrios, guardan consigo. Poco a poco, el eterno y rechinante sonido de los vehículos que pasan, el apuro reflejado en los preocupados rostros del gentío, el sentido de decadencia, se apoderan del ambiente. Estamos en los Barrios Altos de Lima

Quinta contemporánea de los Barrios Altos. Foto: Marco Gamarra Galindo

Antonio Raymondi, panorámico, observa los incesantes pasos que das hacia la plazuela. Dejas a Santa Ana para dirigirte donde el Carmen. No andas solo. Los transeúntes te escoltan unas cuántas cuadras hasta que desaparecen, se esfuman, sospechosos. Sigues conversando, y mientras concuerdas que Lima todavía puede ser la gran ciudad que fue, te vas acercando a la plazuela que tanto quisiste pero que no conociste, a las callejuelas contempladas por la ciudad vacía. Es Buenos Aires.

Plazuela Buenos Aires, Barrios Altos de Lima. Foto: Marco Gamarra Galindo.

Unos centenarios árboles evidencian el carácter solitario del casco externo de la ciudad, de los sitios empinados de la urbe, son los barrios altos de Lima. La tradición se respira, pero se resiste a ser vista fácilmente. Junto a ti, unas bancas despintadas, sostenidas a duras penas por el fierro herrumbrado, enmarcan el camino lineal por toda la Plazuela Buenos Aires. Wilfredo Ardito, mi compañero y amigo, aprovecha para tomar fotos, ahí está el Conde de Lemos, el antiguo cine símbolo de estas calles calcinadas por el sol, hoy casi irreconocible, por allá, una casona esquinera de notoria peculiaridad, comenta.

Antiguo cine Conde de Lemos, Barrios Altos de Lima. Foto: Marco Gamarra Galindo.

Debajo del árbol que miras de reojo, unos cuerpos inmóviles, silenciosos, parecen sobresalir. Una silueta parece dibujarse, se halla oculta por la sombra frondosa del árbol que dejas de mirar. De todos modos, sigue siendo peligroso venir temprano, dices, cuidadoso. Sigues caminando por la antigua plaza cuyos faroles en época añorada, daban la hora en Lima, la moda en el centro.La Plazuela Buenos Aires mantiene el sentimiento limeño, barrioaltino, criollo vivo en tu interior. Piensas en el esplendor que tuvieron alguna vez sus empedradas veredas, los hermosos malambos pintados de un color añejo, el sabor y maña del habitante de esos callejones de un solo caño y casonas de suntuosos balcones que rodean el sitio, y que no dejas de retratar. Aquí, pues, recuerdas, se proclamó el día de las canciones que recitaban Felipe Pinglo y el’Karamanduka’, de la música criolla.

Quinta de un solo caño en los alrededores de la Plazuela Buenos Aires. Foto: Marco Gamarra Galindo.

Sabes que ya es hora de partir, de volver a dejar las cosas como están, pero sabes que ahora ya no depende de ti, comprendes que las cosas siempre han estado en las manos de todos, de los somnolientos que yacen debajo del árbol, de Wilfredo, de mí, de las autoridades. Hemos contribuido con nuestra labor, asombrados y divertidos, recorriendo y conociendo nuestra ciudad, dando nuestra voz de protesta por la desidia hacia nuestros patrimonios como con la que se trata a la plazuela Buenos Aires, del rincón de la vuelta el barrio, eso es lo nuestro.

Plazuela Buenos Aires en tradicional captura. El día de la canción criolla se proclamó, un 31 de octubre de 1944, en este rincón de los Barrios Altos.

A tu salida, algunas quintas de un solo caño dejan ver sus pasadizos desolados, estrechos y profundos. No dudas en retratarlos, es para concientizar a la gente, dices. Caminas nuevamente, bajas la mirada. Agárrate Catalina. Oyes en el horizonte nuevamente a los comerciantes gritar el nombre de sus productos, más cercano el interminable ruido que dejan escapar los vehículos por las calles del centro, y el apuro del gentío que te escolta unas cuántas cuadras antes de llegar al paradero de la esquina que te anuncia el término de tu recorrido, de tu travesía, de todo. Lima es un caos, una mañana melancólica.

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Comentarios

  1. Wilfredo Ardito escribió:

    Un lugar que merecería una suerte mejor y que espera ser atendido por el bien de sus habitantes.

  2. Juan Carlos Yáñez H. escribió:

    Felicitaciones por el blog, Marco. Quisiera saber si se puede formar parte de alguna de las visitas por el Centro Histórico, ahí dejo mi correo. Gracias!

  3. vitto escribió:

    Hola muy poca informacion existe en internet sobre los alrededores de la plazuela Buenos Aires, sobretodo de la canchita buenos aires, donde dicen jugaba huaqui gomez sanchez, el mismo lolo. donde podria encontrar informacion de eso. si me pudieras ayudar te lo agradeceria. Gracias

  4. Paola Angulo escribió:

    Una romantica descipcion, menos mal que aun hay personas como ustedes que tienen interes en recoger la historia y tradiciones que una parte de Lima en la cual naci y la que amo con todo mi criollo corazon, mi querido Barrios Altos…

  5. Luis Valdiviezo Moncada escribió:

    La plazuela Buenos Aires era la calle mas linda de Barrios Altos, adornada por una hermosa pileta y bancas para descansar y conversar, calle privilegiada pues tenìa todos los servicios que requeràn los vecinos, panaderìa, lecherìa, heladerìa, peluquerìa, zapaterìa, bazares, librerìa, botica, restaurantes, cancha de futbol,,oficina bancaria, casa de prèstamo, centro musical, bodega, billar, a una cuadra el mercado y la iglesia, a dos cuadras el colegio fiscal y la cuna maternal, y a tres cuadras la Maternidad de Lima. Nacì en la quinta del Carmen, jiròn Huànuco 853, fui vecino de Alejandro Rodrìguez la primera guitarra de Los embajadores criollos. Lindos años de mi niñèz y juventud, por eso añoro mi Barrios altos.

  6. Hector Moncada escribió:

    Primo “Lucho” ampay..! mi respeto y saludos a la familia.

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