Tomayquichua, pueblo donde nació y vivió su infancia Maria Michaella Villegas y Hurtado, conocida en el ambiente limeño como ‘la Perricholi’, nos acogió durante nuestras vacaciones. El pueblo está ubicado en la parte sur de Huánuco; si se va desde Lima por la carretera central se debe pasar por Ticlio, luego por las Pampas de Junín y, finalmente, continuar la ruta hasta llegar a Huánuco.
Monumento en recuerdo al amor que vivieron La Perricholi y el Virrey Amat. Foto: Marco Gamarra Galindo.
El distrito de Tomayquichwa o Tomayquichua se encuentra a catorce kilometros de Huánuco (Capital de Huánuco). El clima es un poco caliente y resalta el ambiente de campiña que se vive. Desde la carretera se observa un escrito en la cima de un cerro que dice: ‘Tomayquichua tierra de ‘La Perricholi’. Tomayquichua es rústica, rodeada de casas andinas, majestuosos paisajes, gente amable y serena que responde atentamente nuestras curiosidades.
Casas que adornan el lugar e inspiran el alma. Foto: Marco Gamarra Galindo.
Tomayquichwa cobijó a la ‘La perricholi’, pero no solo de ella, sino de la abuela de Santa Rosa de Lima, el pintor Ricardo Flores Gutiérrez y el famoso escritor peruano Enrique Lopez Albújar. Cabe recalcar que Tomayquichwa fue fuente de inspiración para la novela de Albújar: ‘El hechizo de Tomayquichwa’.
Lo que pudimos visitar fue el recinto de la amante del virrey Amat y Juniet, quien no es mas que ‘la perricholi’. Su casa está conservada e, inclusive, se puede ingresar. Un guía puede explicarte cómo fue la vida de aquella mujer. Como se sabe, esta mujer se ganó el apodo de ‘perricholi’, según algunos, a consecuencia de un arrebato o enfurecimiento del virrey, quién la llamo de esa forma despectiva delante del público. Ambos tuvieron un hijo que, por cosas de la historia, se convertiría en un prócer de la independencia, dejando de lado la causa realista.
Casona de ‘La Perricholi’, en Tomayquichua. Foto: Marco Gamarra Galindo.
Este distrito de Huánuco es un pueblo que los invita a todos. Tienen para disfrutar de espaciosos restaurantes y ambientes gratos. Si tienen la oportunidad, vayan.
Podrán divertirse como yo, el Virrey Amat. Foto: Marco Gamarra Galindo.