Mientras el panorama de la economía mundial continúa deteriorándose, el Fondo Monetario Internacional (FMI) recomienda tomar acciones en tres frentes: intervención del gobierno en los mercados financieros para retomar el flujo de crédito y apoyar recapitalizaciones bancarias; medidas fiscales para contrarrestar la caída abrupta en la demanda privada y apoyar la liquidez de países emergentes para reducir los efectos adversos de las salidas de capital causados por la crisis financiera.
Con respecto a la restauración de la estabilidad en los mercados financieros, el FMI indica que las recapitalizaciones y el reconocimiento de las pérdidas por parte de los bancos son claves.
Por el lado del estímulo fiscal para revivir el crecimiento, las medidas deben ser grandes y diversificadas y durar más de uno o dos trimestres. El criterio en ese sentido es maximizar el efecto multiplicador, incluyendo acciones como ayuda al sector vivienda y financiero, transferencias a familias de escasos recursos vía de desempleo, beneficios tributarios para trabajadores de bajos ingresos, expansión de beneficios cubriendo necesidades básicas y gasto en proyectos principales que se puedan ejecutar rápidamente. Reducciones temporales de impuestos a ingresos personales y a las ventas también se podrían aplicar. Sin embargo, el FMI no recomendaría reducción en impuestos a las empresas, impuestos a los dividendos y ganancias de capital, o incentivos especiales para las empresas, ya que probablemente sean inefectivos y difíciles de revertir.
Según las últimas proyecciones del FMI, las economías desarrolladas se contraerían 0.25% en el 2009, siendo la primera caída anual de estas economías en el período post-guerra. Por su parte, el PBI real de Perú crecería 9.2% en el 2008 y 7.0% en el 2009, según las cifras del World Economic Outlook de Octubre de 2008.