CUANDO LA MEDICINA RESULTA PEOR QUE LA ENFERMEDAD

Los biocombustibles se presentaban como una solución ideal para las grandes corporaciones, quienes enfrentaban la presión por reducir las emisiones de gases contaminantes. Sin embargo, hoy en día son los principales culpables por la crisis global de incremento de los precios de alimentos. El Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial (BM)[1], en su última reunión de primavera (12 y 13 de abril del 2008), han puesto de manifiesto la relación entre el incremento del uso de los biocombustibles y el incremento de los precios de los alimentos.

En un extenso análisis de finales del año 2007[2], se mostró la reacción en cadena del boom de los biocombustibles. Durante los primeros años de la era de los biocombustibles[3], (1) la demanda de maíz y soya aumentó rápidamente; lo que produjo que los precios de ambos se elevaran. (2) Esto incentivo a que los acres se destinen a estos cultivos, sobre todo al maíz, en detrimento de otros cultivos que fueron desplazados, llevando también al incremento de sus precios. (3) Los cambios en el precio del trigo se trasladó a la harina, el pan y otros derivados. Por otro lado, el incremento en la soya se tradujo en incrementos a los aceites para cocinar y la margarina. (4) El pollo, la carne de ganado y los lácteos también subieron, ya que los anteriores productos mencionados forman parte de su alimentación.

Lo antes señalado, se complementó con otros factores que también afectaron los precios de los alimentos: las sequías, el incremento del petróleo (encareció los fertilizantes y elevo el costo de transporte) y, los cambios en los patrones alimenticios de países como China cuyo consumo de carne per cápita aumentó en 150% desde 1980. Las consecuencias de estos factores se observan directamente en los precios de los alimentos, los que según el FMI, se han incrementado en 48% desde el 2006[4].

Finalmente, las consecuencias se observan en los precios de los alimentos, los cuales se han incrementado en 48% desde el 2006 según el FMI. Del mismo modo, ha llevado a que las revueltas sociales se agraven en países con altos niveles de pobreza. Una solución muy practicada por países del primer mundo, esta llevando a consecuencias mayores que no sólo afectan a sus propias economías (inflación), sino que producen que los más pobres deban pagar nuevamente la factura de decisiones apuradas con resultados ya previsibles desde sus planteamientos iniciales[5].

[1] Cada primavera el Comité Monetario y Financiero Internacional (FMI) y el Comité para el Desarrollo (BM/FMI) celebran reuniones para discutir los avances de la labor del Fondo y el Banco.
[2] Corinne Alexander and Chris Hurt, “Biofuels and Their Impact on Food Prices,” Purdue University, September 2007, at www.ces.purdue.edu/extmedia/ID/ID-346-W.pdf.
[3] La producción de esta fuente de energía despego alrededor del 2000.
[4] Robert Zoellick, presidente del Banco Mundial, en el encuentro semestral de ministros de economía de 185 naciones, alertó que dicha escalada de los precios agravaría la pobreza de 100 millones de personas.
[5] Se ha mostrado que por ejemplo, el etanol (muy usado en países ricos), ofrece una reducción muy magra de gases invernadero frente a la gasolina, pudiendo además agravar la situación si causa mayor deforestación por la extensión de sus cultivos.

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Comentarios

  1. CESAR PAREDES escribió:

    quisiera que den más profundidad a estos temas en su impacto en la canasta de consumo de las familias peruanas y que parte de las tierras agricolas de nuestro pais estan siendo utilizada para el cultivo de estas plantasdestinas a convertirse en biocombustibles, ¿existen otros cultivos que sean biocomestibles para que no incremente el precio de los bienes de consumo alimenticio?

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