En las últimas semanas el debate sobre el proyecto de ley que plantea la eliminación de la renta básica, ha dado lugar a la revisión/renegociación del contrato-ley que firmó en 1994 la empresa Telefónica del Perú (TdP) con el Estado Peruano.
Lo que se busca es mejorar las condiciones de los usuarios mediante la reducción de tarifas y la ampliación de la cobertura, evitando violentar la situación contractual con TdP, que no sólo terminaría en un caso de arbitraje internacional sino que además constituiría un mal precedente para la inversión en el país. [1] Los participantes de la negociación son representantes de Osiptel, como asistente técnico y regulador, el Estado, como concedente, y Telefónica, como concesionario. Los puntos en los que se buscará acuerdo son: 1) tarifa y renta mensual (renta básica), 2) tasación de minutos a segundos, 3) acumulación de saldos de tarjetas prepago y plazo de caducidad, 4) tarifas de larga distancia nacional e internacional, 5) telefonía pública, 6) expansión del servicio telefónico en el interior del país en zonas de preferente interés social; y, 7) innovación telefónica en el servicio. [2]
No obstante, cabe señalar que esta discusión no es nueva. En el año 2003 la renta básica y la facturación al segundo fueron materia de discusión. En dicho momento, dominaron las presiones sobre el gobierno de tal forma que las medidas adoptadas fueron sólo un paliativo y no se llegó a resolver el problema de fondo. Según Jorge Fernández Baca, el problema de telefonía debió tratarse de forma general dentro del marco de la Ley de Telecomunicaciones en lugar de renegociar con TdP y correr el riesgo de darle privilegios y un mayor poder monopólico. En este sentido, en las negociaciones debería quedar claro cuál es el trade-off entre los incentivos que se otorgue a TdP para mejorar las condiciones del consumidor y los efectos de éstos sobre la estructura del mercado.
[1] De acuerdo a cifras del Ministerio de Transportes y Comunicaciones (MTC), en Lima por cada 100 personas existen 16 teléfonos mientras que en Puno por cada 100 personas sólo hay 1 teléfono.
[2] MTC