Cónclave a la vista: Los papables y el diálogo entre cardenales
7:00 p.m. | 5 may 25 (RNS/CX).- Durante las congregaciones previas al cónclave emergen las cuestiones más apremiantes para la Iglesia, y con ellas, el perfil deseado para el próximo pontífice. Expertos han destacado ciertos candidatos según lo que se debate en la Santa Sede, además de sus trayectorias, cargos y vínculos. Aunque se insiste en evitar etiquetas o pronósticos —el Espíritu Santo tiene la última palabra—, vale la pena conocerlos: no solo por su posible elección, sino por la influencia que podrían ejercer entre los cardenales votantes.
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El diverso colegio de cardenales reunido en el Vaticano se prepara para iniciar, en cuestión de horas, el cónclave que elegirá al sucesor de Francisco al frente de la Iglesia católica. En esta publicación reunimos a los papabili (cardenales aspirantes) más mencionados en medios especializados, con breves reseñas que permiten conocer sus trayectorias y por qué podrían figurar entre los favoritos de sus pares. Interesa destacar las cualidades que otros cardenales consideran deseables al momento de la elección.
Además, incluimos muestras de algunos de los análisis más detallados del vaticanista John Allen Jr., una de las voces más reconocidas, con amplia experiencia y acceso en el ámbito vaticano. Sin ánimo de encasillar —basta recordar las buenas sorpresas que dejó la elección de Francisco—, para facilitar la lectura respetamos la clasificación adoptada por varios medios: perfiles conservadores, reformistas o vistos como moderados o “de transición”. Al final de esta publicación también recopilamos la última información sobre las congregaciones generales (los encuentros de cardenales pre-cónclave) así como detalles de los últimos preparativos.
Con respecto a los papabili, hay que considerar dos puntos importantes. Debido a que Francisco creó a prelados de las “periferias”, muchos de los electores se habrán conocido recién en estos días, mientras que los que trabajan en la Curia, la burocracia del Vaticano, se conocen entre sí y a muchos otros más. Por otro lado, algunos de los elementos que los cardenales buscan en un Papa nunca cambian: Una trayectoria impecable y fuertes dotes de liderazgo son imprescindibles, y los candidatos deben dominar idiomas y haber viajado mucho. Pero dada la diversidad de sus orígenes, no todas las prioridades de los cardenales coinciden necesariamente con las preocupaciones occidentales.
Francisco eligió al 80% de los cardenales que votarán a su sucesor, pero eso no garantiza que el nuevo Papa tenga ideas afines: El cónclave que eligió a Francisco estaba lleno de cardenales nombrados por los relativamente conservadores Benedicto XVI y Juan Pablo II. Mientras que algunos cardenales quieren ver la continuación del trabajo de Francisco, otros quieren retroceder el reloj a antes de la elección de Francisco en 2013. Otros buscarán un término medio. Antes de las reseñas, enlazamos a un artículo que recuerdan las limitaciones de las especulaciones en esta coyuntura.
LEER. Papables: mucho ruido y pocas nueces
Perfiles conservadores
En los últimos meses del papado de Francisco, a sus detractores se les escuchó decir “Nunca más un latinoamericano. Nunca más un jesuita”, una crítica que lo consideraba demasiado progresista en cuestiones teológicas, incluidas las cuestiones LGBTQ y el rol de las mujeres en la Iglesia, y demasiado desalineado con las prioridades de Europa Occidental. Los conservadores católicos condenaron su acuerdo provisional con la República Popular China, su restricción de la Misa en latín y su enfoque pragmático de la doctrina católica.
Peter Erdo (Hungría, 72 años)
Arzobispo de Budapest y ex presidente de la Conferencia Episcopal Europea, Erdo es desde hace tiempo uno de los favoritos de los pontífices. Nombrado cardenal en 2003 por Juan Pablo II, ocupó varios cargos influyentes en la Curia Romana bajo Francisco, lo que le convierte en un candidato versátil, capaz de navegar por las preocupaciones de Europa y conocedor de los asuntos vaticanos. El cardenal mantiene una buena relación con el primer ministro húngaro, Victor Orban, figura principal en el enfrentamiento entre Oriente y Occidente. Erdo también ha cultivado relaciones con la jerarquía católica de África, doctrinalmente conservadora.
El reservado mediáticamente cardenal Erdo recibió el apoyo del difunto cardenal George Pell, antiguo zar de la economía en el Vaticano e influyente prelado en los círculos conservadores, que describió al purpurado húngaro como “un buen canonista al que me gustaría ver algún día en el cargo más alto”. A pesar de sus credenciales conservadoras, Erdo también se ha pronunciado a favor de los inmigrantes y ha promovido el diálogo interreligioso.
Albert Ranjith (Sri Lanka, 77 años)
Creado cardenal por Benedicto XVI en 2010, Ranjith ha dirigido la Conferencia Episcopal de Sri Lanka, ha ocupado cargos influyentes en el Vaticano y domina 10 idiomas. En su país ha sido una voz destacada para los católicos, con especial atención a los jóvenes y los pobres. Ideológicamente, Ranjith defiende los valores familiares tradicionales, la doctrina católica ortodoxa y el celibato sacerdotal. Se opuso a la legislación de su país que permitía los matrimonios entre personas del mismo sexo y en 2024 prohibió que las niñas sirvieran en el altar, afirmando que era un servicio destinado a promover las vocaciones de hombres jóvenes.
Pero desde un punto de vista social, Ranjith ha subrayado la necesidad de atender a los pobres y marginados y ha instado a los creyentes a defender causas de justicia social. Ha criticado a los capitalistas y las actitudes coloniales hacia el Sur Global. Sri Lanka es un país de mayoría budista en el que conviven muchos cristianos y musulmanes, por lo que Ranjith sabe desenvolverse con destreza en las relaciones multiculturales e interreligiosas.
Robert Sarah (Guinea, 79 años)
Prefecto Emérito de la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos. Es un ex alto funcionario del Vaticano, de mentalidad tradicional y ortodoxa, cuyas obras literarias le han valido un amplio grupo de seguidores en todo el mundo. Habla con fluidez francés, italiano e inglés.
El cardenal Sarah habló de manera casi apocalíptica en el Sínodo sobre la Familia de 2015 sobre lo que considera los “males contemporáneos” del aborto, la agenda homosexual y el islamismo. Publicó el libro Desde lo más profundo de nuestros corazones (2019), escrito en conjunto con Benedicto XVI sobre la crisis del sacerdocio y en defensa del celibato sacerdotal. Sólo los cardenales menores de 80 años pueden votar en estas elecciones. El prefecto emérito Sarah cumple esa edad el 15 de junio de 2025.
Fridolin Ambongo (Congo, 65 años)
El arzobispo de Kinshasa y presidente del SECAM, ha ganado visibilidad como posible sucesor de Francisco gracias a su liderazgo firme y capacidad de diálogo. Su papel fue clave en la respuesta colectiva de la Iglesia africana a Fiducia supplicans, la declaración vaticana que permitía bendecir a personas en uniones del mismo sexo. Ambongo rechazó su aplicación en África, argumentando que contradecía la cultura local, pero lo hizo sin romper la comunión con Roma, mostrando un equilibrio entre fidelidad doctrinal y diplomacia eclesial.
Con una trayectoria marcada por la defensa de los derechos humanos y la crítica a la corrupción en la República Democrática del Congo, Ambongo combina una visión pastoral arraigada en contextos difíciles con una postura conservadora en temas doctrinales. Aun así, muestra apertura al proceso sinodal y a una Iglesia más inclusiva, lo que le otorga un perfil amplio y equilibrado que podría resultar atractivo para muchos cardenales en el próximo cónclave.
VIDEO. Favoritos a suceder a Francisco a horas del inicio del cónclave
Perfiles de transición
En un libro de 2024, un periodista español citó a Francisco reflexionando sobre la elección del papa Benedicto XVI, diciendo: “Después de la revolución de Juan Pablo II, que era un pontífice dinámico, muy activo, que tomaba la iniciativa, que viajaba… Necesitábamos un Papa que pudiera mantener un sano equilibrio, un Papa de transición”. Tras el disruptivo liderazgo de Francisco, algunos prelados podrían buscar un candidato más moderado que pueda señalar la continuidad sin demasiadas sorpresas.
Pietro Parolin (Italia, 70 años)
Diplomático de corazón, Parolin ha viajado mucho y se ha reunido con dignatarios extranjeros, embajadores y líderes mundiales. Como secretario de Estado del Vaticano, desempeñó un papel activo en la ejecución de las políticas y decisiones de Francisco. También es muy reconocible para todos los cardenales, ya que se reunieron con Parolin durante sus visitas obligatorias al Vaticano cada cinco años. Su elección sería una señal de que los cardenales han optado por la continuidad.
Aunque en muchos aspectos sería un candidato idóneo, Parolin ha sufrido algunos reveses. Durante la reforma de las finanzas vaticanas llevada a cabo por Francisco, su dicasterio se vio envuelto en un escándalo en el que se perdieron millones de euros, que desembocó en un juicio contra diez funcionarios vaticanos y empresarios italianos y en el despojo de los activos financieros de la oficina de Parolin.
Algunos también lo ven negativamente debido a su participación activa en la negociación de un acuerdo controvertido y secreto con China sobre la ordenación de obispos en 2018. Mientras que los diplomáticos vaticanos y Francisco elogiaron la medida como una importante apertura hacia la superpotencia en ascenso, entre los conservadores, en particular, se creía que comprometía la capacidad de la Iglesia para denunciar las violaciones de los derechos humanos en el país.
Anders Arborelius (Suecia, 75 años)
Como obispo de Estocolmo, Arborelius tiene mucha experiencia en la representación de la fe católica en un entorno altamente secularizado. Primer cardenal escandinavo, ha hecho de la relación con los protestantes -especialmente los luteranos- una prioridad. Esto hace que Arborelius destaque en un momento en que la Iglesia en Europa se enfrenta a crecientes desafíos y se esfuerza por mantener su identidad sin dejar de ser fiel a la doctrina. Mientras ocupaba importantes cargos en el Vaticano bajo Francisco, ha promovido la causa de los inmigrantes y refugiados y ha abogado por la protección del medio ambiente. Cuando los obispos alemanes impulsaron una reforma progresista en 2023, Arborelio les instó a obedecer a Roma. En algunas diócesis de Suecia, ha permitido a los fieles seguir practicando el rito latino.
Habla muchos idiomas y ha demostrado ser capaz de sobreponerse a las profundas brechas existentes en la Iglesia, criticando los afanes de politización de la institución religiosa. Sobre todo, Arborelio es un cardenal dedicado a evangelizar en un mundo donde los católicos son cada vez más minoría, lo que le ha valido el respeto de Francisco y de muchos otros prelados.
Jean-Marc Aveline (Francia, 66 años)
Es el arzobispo metropolitano de Marsella. En un papable emergente que se dedica a cuestiones de migración y diálogo interreligioso. El cardenal Aveline ha sido retratado a menudo en la prensa francesa, católica o no, como el prelado favorito de Francisco, y se dice que es el más “bergogliano” de los obispos franceses. Aveline fue uno de los 21 cardenales creados por Francisco en el consistorio del 27 de agosto de 2022. En algunos de los temas susceptibles de generar controversia como la ordenación de mujeres, el cuestionamiento del celibato sacerdotal y el acceso a la comunión de los divorciados vueltos a casar, el cardenal Aveline mantiene una actitud cautelosa y se muestra reacio a adoptar una postura clara. Prefiere no hablar de temas delicados ni revelar sus inclinaciones políticas.
Tarcisius Isao Kikuchi (Japón, 66 años)
Un misionero japonés, elegido para dirigir la rama caritativa de la iglesia (Cáritas) en 2023, conoce la Iglesia global y daría continuidad a las prioridades pastorales del papa Francisco. Kikuchi dedicó muchos años a trabajar en África, incluyendo como misionero en Ghana y ayudando a los refugiados que huían del genocidio de Ruanda en 1994. Entretanto, ha asumido un papel destacado en la iglesia japonesa y es conocido por su firme postura contra las armas nucleares. Su experiencia en el ministerio en diferentes países podría considerarse una ventaja dentro del grupo de cardenales, cada vez más diverso a nivel mundial, mientras que sus habilidades de liderazgo ya han sido reconocidas tras su elección para dirigir la conferencia episcopal japonesa, Cáritas y como secretario general de la Federación de Conferencias Episcopales de Asia.
Pablo Virgilio David (Filipinas, 65 años)
Desde 2021, el cardenal preside la Conferencia Episcopal de Filipinas (CBCP), donde ha impulsado declaraciones y acciones colectivas en favor de los derechos humanos y la ética en la vida pública. Bajo su dirección, la CBCP ha adoptado una línea pastoral enfocada en el cuidado de los sectores más vulnerables, como los pobres urbanos, las víctimas de violencia y los jóvenes en riesgo. Es considerado uno de los principales expertos en la Biblia de su país. “¡Santo Padre, me ha cambiado la vida otra vez!”, dijo luego de comprobar que su nombre figuraba entre los nuevos purpurados del último consistorio celebrado el pasado 7 diciembre en Roma.
Sobre su voto para elegir al nuevo Papa, dijo que elegiría a un cardenal “profundamente espiritual y pastoral en su estilo de liderazgo, que represente a una Iglesia local vibrante, especialmente del sur global, que conozca bien las Sagradas Escrituras, que esté arraigado en la genuina tradición apostólica y represente la orientación radical”. En declaraciones a medios luego del Sínodo sobre la sinodalidad en 2023, pidió “abandonar la tendencia a discriminar a las personas debido a su orientación sexual”.
Perfiles reformistas
Para algunos cardenales, no hay marcha atrás tras los profundos cambios y reformas que ha iniciado Francisco. Muchos de los elegidos por el pontífice argentino para el cardenalato son líderes enérgicos con un profundo conocimiento de la sinodalidad y su potencial para cambiar las estructuras de poder en la Iglesia. A medida que los movimientos conservadores populistas crecen en Occidente, algunos prelados podrían estar buscando un Papa que pueda hacer frente a la creciente ola nacionalista.
Matteo Zuppi (Italia, 69 años)
Como presidente de la Conferencia Episcopal Italiana, Zuppi puede contar con el apoyo de la numerosa delegación italiana en el cónclave. También está estrechamente vinculado al movimiento católico laico de San Egidio y es conocido por su impresionante pedigrí en la promoción de la paz y el diálogo en conflictos globales, empezando por su trabajo en Mozambique en 1992. El perfil de Zuppi como pacificador llevó a Francisco a recurrir a él como su enviado de paz en la guerra de Ucrania. Ha empleado sus conocimientos de diplomacia internacional para reunirse con dirigentes estadounidenses, rusos y chinos, al tiempo que ha facilitado intercambios de rehenes, el respeto de la libertad religiosa y la prestación de ayuda caritativa.
Como arzobispo de Bolonia, Zuppi ha hecho hincapié en la necesidad de integrar a inmigrantes y refugiados en la sociedad, acoger a miembros de la comunidad LGBTQ y entablar un diálogo interreligioso. Será una opción progresista para los cardenales que desean que el papado amplíe su papel en la resolución de conflictos internacionales.
Luis Tagle (Filipinas, 67 años)
Llamado a menudo el “papa Francisco asiático”, el carismático cardenal filipino es desde hace tiempo uno de los favoritos para el papado. No sólo representaría la creciente influencia de la Iglesia en Asia, sino que podría dinamizar la evangelización de toda la Iglesia: Su etapa como arzobispo de Manila ha propiciado un aumento de las vocaciones y una participación activa de los jóvenes en la vida católica.
Pero si el cardenal tiene el carisma, aparentemente carece de habilidades de gestión. En 2015, Francisco nombró a Tagle para dirigir la red mundial de caridad católica Cáritas pero luego fue sustituido en una reestructuración en 2022. Después, fue nombrado para supervisar el departamento vaticano de evangelización, pero fue nuevamente relegado cuando se reestructuró. A pesar de este vaivén en su liderazgo, está claro que también se ha ganado las simpatías de muchos en Roma. Comparte el enfoque pastoral de Francisco sobre las cuestiones sociales, haciendo hincapié en la necesidad de anteponer los seres humanos a las interpretaciones rígidas de la doctrina.
Jean Claude Hollerich (Luxemburgo, 66 años)
Es el arzobispo de Luxemburgo y es considerado uno de los papables más progresistas. Ha afirmado que él está en la misma línea que Francisco. “¿Nos negaríamos a bendecir a una pareja homosexual porque son ‘pecadores’ y bendeciríamos a un empresario que va a invertir contra la humanidad? Es hipócrita”, dijo en una entrevista. Cuando le preguntaron qué opinaba de un “Hollerich papa”, el cardenal contestó entre risas: “hay hombres mucho más calificados que yo”. También se ha mostrado a favor de que el celibato sea una opción para los sacerdotes.
Otros posibles candidatos reformistas: El cardenal Mario Grech de Malta, de 68 años, figura clave en el Sínodo de Francisco sobre la Sinodalidad; el cardenal Joseph Tobin de Newark, Nueva Jersey, de 72 años; el cardenal Robert Prevost de Chicago, de 69 años, que dirigió el departamento vaticano que supervisa a los obispos. Muchos consideran improbable la elección de un Papa de la Anglosfera, dada la poderosa influencia que Estados Unidos tiene en el mundo en términos políticos.
El “dark horse”: El cardenal Konrad Krajewski, de 61 años, limosnero del Papa, encargado de gestionar las iniciativas caritativas del pontífice. El prelado polaco es conocido por haber ayudado a comunidades transexuales italianas, por haber restablecido el suministro eléctrico a un edificio para personas sin hogar que había sido cortado y por visitar fosas comunes en Ucrania.
Todos estos prelados, aunque no sean elegidos, seguirán desempeñando un papel crucial como “hacedores de reyes”, junto con defensores de la continuidad de la visión del papa Francisco como los cardenales Jean-Claude Hollerich, Timothy Radcliffe y Michael Czerny. Los cardenales Raymond Burke y Gerhard Mueller liderarán probablemente las filas conservadoras.
VIDEO. 15 cardenales sucesores potenciales del papa Francisco (clic en “Mirar en YouTube”)
Los papables bajo la lupa del vaticanista John Allen Jr.
Pierbattista Pizzaballa (60 años, Italia)
Cuando el cardenal Pierbattista Pizzaballa supo el lunes de Pascua que el papa Francisco había fallecido, canceló de inmediato sus compromisos y partió hacia Roma. Mientras se despedía desde la sede del Patriarcado Latino de Jerusalén, donde ha guiado durante una década a los católicos de Tierra Santa, un grupo de colaboradores y amigos le cantó en árabe un emotivo deseo de bendición, consciente de que tal vez pronto lo verán convertido en el próximo papa.
Pizzaballa nació en 1965 en Castel Liteggio, en la provincia de Bérgamo, cuna también de Juan XXIII. Ingresó al seminario siendo joven, se unió a los franciscanos y fue ordenado sacerdote en 1990. Se trasladó luego a Jerusalén, donde estudió teología bíblica, hebreo moderno y lenguas semíticas. A partir de 2004 se convirtió en Custodio de Tierra Santa, destacándose por su capacidad de diálogo entre israelíes, palestinos, jordanos y egipcios, lo que lo posicionó como un líder moderado y respetado.
Gracias a ese perfil, en 2014 organizó en el Vaticano una histórica oración por la paz entre líderes israelíes y palestinos, con la presencia del papa Francisco y del Patriarca Bartolomé. En 2016 fue designado administrador apostólico de Jerusalén, rompiendo con una tradición reciente de liderazgo local. Su gestión comenzó con la difícil tarea de resolver una crisis financiera causada por su antecesor, que había invertido sin respaldo económico en una universidad en Jordania. Pizzaballa logró estabilizar la situación mediante recortes, donaciones y venta de bienes.
En 2020, Pizzaballa asumió formalmente el cargo de patriarca, y en 2023 fue creado cardenal por el papa Francisco. Casi de inmediato estalló la guerra en Gaza, y desde entonces Pizzaballa se ha encontrado atrapado entre sus amigos de Israel y el mundo judío, por un lado, y su rebaño mayoritariamente palestino y de habla árabe por el otro. En la medida de lo posible, ha intentado mostrar simpatía y comprensión por ambas partes: Ha criticado duramente lo que considera excesos de la operación militar israelí, pero también se ha ofrecido como rehén a cambio de los ciudadanos israelíes retenidos por Hamás.
Personalmente, Pizzaballa resulta a veces un poco brusco al primer contacto, pero progresivamente más cálido y con un agudo sentido del humor a medida que se le conoce. También se dice que tiene una ética de trabajo prodigiosa.
¿Los argumentos a favor de Pizzaballa como Papa?
En primer lugar, precisamente porque su vida ha estado dominada por las complejidades de Oriente Próximo y la división entre Israel y Palestina, nunca se ha visto obligado a tomar posiciones públicas claras sobre cuestiones doctrinales y pastorales divisivas. Su posición sobre, por ejemplo, la bendición de personas en uniones homosexuales o la ordenación de mujeres diáconos es un misterio. Como resultado, no trae mucho bagaje al cónclave en términos de controversias eclesiásticas pasadas, lo que potencialmente lo hace atractivo tanto para aquellos que buscan la continuidad con el papa Francisco como para aquellos que esperan un cambio.
Por otra parte, el historial de Pizzaballa en la brecha entre israelíes y palestinos, a veces logrando la rara hazaña de parecer estar en ambos lados a la vez, podría ser un factor a favor en un cónclave en el que la curación de las divisiones católicas internas desatadas por la era del papa Francisco bien puede parecer una prioridad. Ciertamente, la reputación de Pizzaballa por su astuta gestión financiera sería muy útil en un momento en el que el Vaticano se enfrenta a una profunda crisis fiscal, incluyendo el inminente déficit en sus fondos de pensiones. La esperanza podría ser que si sacó de apuros al Patriarcado de Jerusalén, tal vez podría hacer lo mismo con la Santa Sede.
A ojo de buen cubero, Pizzaballa tiene el perfil necesario para ser Papa. Es alto, con un Van Dyke de aspecto distinguido y el porte de un hombre serio. Junto con sus antecedentes y su reputación, es un conjunto convincente. Una última consideración: Un Papa es también el obispo de Roma, y aunque Pizzaballa no es romano, tiene derecho a los afectos locales. Su tío, Pier Luigi Pizzaballa, fue arquero de la Serie A italiana en los años sesenta y setenta, y jugó en la Roma de 1966 a 1969. Dado lo apasionados que son los romanos por el fútbol, quizá se sientan inclinados a transferir algo de eso a su nuevo obispo.
¿Los argumentos en contra?
El argumento en contra de Pizzaballa suele empezar por su edad, 60 años, que podría augurar un papado más largo de lo que algunos cardenales desearían. Sin embargo, su edad también podría funcionar en sentido contrario, asegurando a los cardenales que desean estabilidad, que no tendrán que pasar de nuevo por los trastornos de una transición papal en un futuro próximo.
Además, la falta de una indicación clara de la postura de Pizzaballa en muchos temas católicos controvertidos podría asustar a algunos votantes, llevándoles a considerar un papado de Pizzaballa como un camino hacia lo desconocido. Para todos aquellos que piensan que la elección de otro Papa italiano supondría un paso atrás en lugar de un paso adelante, Pizzaballa estaría obviamente descalificado por esos motivos, aunque haya pasado la mayor parte de su vida adulta fuera de Italia.
Robert Francis Prevost (69 años, Estados Unidos)
Durante mucho tiempo, la idea de un Papa estadounidense parecía impensable, ya sea por razones logísticas —los cardenales de EE.UU. llegaban tarde a los cónclaves— o geopolíticas, por temor a que un “papa superpotencia” fuera visto como una extensión del poder de Washington. Hoy, esos argumentos han perdido fuerza: EE.UU. ya no es la única superpotencia y, dentro del Colegio Cardenalicio, importa más el perfil pastoral y político del candidato que su nacionalidad.
Uno de los nombres que más suena ahora es el del cardenal Robert Francis Prevost, de 69 años, quien dirigió el influyente Dicasterio para los Obispos bajo el papa Francisco. Ex superior general de los agustinos, Prevost es considerado un hombre moderado, con gran capacidad de escucha y de juicio sereno. Nacido en Chicago, estudió matemática y teología antes de doctorarse en Derecho Canónico en Roma y pasar más de una década como misionero y formador en Perú.
Tras su etapa como prior en Chicago, en 2001 fue elegido superior mundial de los agustinos, cargo que ejerció durante dos mandatos desde Roma. A lo largo de su carrera acumuló experiencia pastoral, académica y de gestión, aunque enfrentó críticas por su firma en un caso de abuso clerical antes de que existieran protocolos estrictos. Hoy es visto por muchos cardenales como una figura de equilibrio, con visión global y experiencia curial, lo que lo convierte en un contendiente serio en el próximo cónclave.
En noviembre de 2014, el papa Francisco nombró a Prevost administrador apostólico de la diócesis de Chiclayo, en Perú, y un año después se convirtió en obispo diocesano. Históricamente, los obispos peruanos han estado muy divididos entre un ala izquierda cercana al movimiento de la teología de la liberación y un ala derecha cercana al Opus Dei. En esa mezcla volátil, Prevost llegó a ser visto como una influencia moderadora, reflejada en el hecho de que sirvió en el consejo permanente de la conferencia y como vicepresidente de 2018 a 2023.
El pasado mes de febrero, el papa Francisco incluyó a Prevost en la orden exclusiva de los cardenales obispos, una clara señal de la confianza y el favor papales, y esto a pesar del hecho, según los observadores, de que Prevost y el difunto pontífice no siempre estaban de acuerdo, pero Francisco, sin embargo, vio en el prelado estadounidense a un hombre en el que sentía que podía confiar.
¿Cuál es el caso para Prevost?
Fundamentalmente, hay tres cualidades que los cardenales buscan cada vez que tienen que tantear a un posible Papa: Quieren un misionero, alguien que pueda poner una cara positiva a la fe; un estadista, alguien que pueda estar en el escenario global con los Donald Trumps, Vladimir Putins y Xi Jinpings del mundo y mantenerse firme; y un gobernador, alguien que pueda tomar el control del Vaticano y hacer que las cosas funcionen correctamente, incluyendo la gestión de su crisis financiera.
Hay argumentos sólidos para afirmar que Prevost cumple los tres requisitos. Pasó gran parte de su carrera en Perú como misionero, y parte del resto en el seminario y en tareas de formación, lo que le ha permitido apreciar lo que supone mantener encendida la llama de la fe. Su experiencia global sería una ventaja en los retos de la diplomacia, y su personalidad naturalmente reservada y ecuánime bien podría prestarse al arte de la diplomacia. Por último, sus exitosas trayectorias en diversos puestos de liderazgo -superior religioso, obispo diocesano y prefecto vaticano- ofrecen pruebas de su capacidad para gestionar.
Además, Prevost no juega con los estereotipos clásicos de la arrogancia americana. Por el contrario, como han dicho recientemente el periódico italiano La Repubblica y la cadena de televisión nacional RAI, parece il meno americano tra gli americani, “el menos americano de los americanos”.
Fundamentalmente, un voto por Prevost se vería a grandes rasgos como un voto por la continuidad con gran parte de la sustancia de la agenda del papa Francisco, pero no necesariamente el estilo, ya que es más pragmático, cauteloso y discreto que el difunto papa, todas ellas cualidades que muchos de sus compañeros cardenales podrían encontrar deseables. Además, se considera que Prevost tiene más o menos el perfil de edad adecuado. Cumple 70 años en septiembre, por lo que un papado de Prevost sería lo suficientemente largo como para garantizar la estabilidad, pero no tanto como para evocar imágenes de un Padre Eterno en lugar de un Santo Padre.
¿Los argumentos en contra?
Para empezar, Prevost es una especie de enigma en lo que se refiere a muchas de las cuestiones controvertidas de la vida católica. En cuanto a su postura sobre cuestiones como la ordenación de mujeres diáconos, la bendición de personas en uniones homosexuales o la Misa en latín, ha jugado sus cartas muy cerca del chaleco. Para algunos cardenales, eso podría hacer de Prevost un camino demasiado desconocido, especialmente entre los votantes más conservadores que quieren alguna garantía de mayor claridad.
Además, Prevost es uno de los cardenales estadounidenses contra los que la Red de Supervivientes de Abusados por Sacerdotes (SNAP, por sus siglas en inglés) ha presentado quejas por presunta mala gestión de las denuncias de abusos. Una de ellas se refiere al sacerdote acusado de Chicago, y las otras a dos sacerdotes de Chiclayo (Perú). Esta historia tiene otra cara convincente: Múltiples partes han defendido la conducta de Prevost en ambos casos, el abogado canónico que inicialmente representó a las víctimas peruanas es un ex sacerdote caído en desgracia, y mientras estuvo en Chiclayo, Prevost fue jefe de una exitosa comisión diocesana para la protección de menores. Sin embargo, el mero indicio de culpabilidad podría ser suficiente para preocupar a algunos electores.
A un nivel básico, puede preocupar si Prevost tiene realmente el carisma necesario para actuar en la escena mundial, para inspirar y entusiasmar. Dado que gran parte de su trabajo a lo largo de los años ha sido entre bastidores, no ha tenido muchas oportunidades de encender el mundo con su sonrisa. Por otra parte, vale la pena recordar que el cardenal Jorge Mario Bergoglio de Argentina tenía fama en Buenos Aires de ser una figura distante y gris, incómoda a los ojos del público, y todos sabemos cómo resultó eso una vez que se metió en los zapatos del Pescador.
La conclusión es que Prevost satisface gran parte de lo que los cardenales han buscado tradicionalmente, e incluso su falta de un historial claro en algunas cuestiones controvertidas podría ser más una ventaja que un inconveniente. Un tributo de 2023 de la CTU en el momento de su elevación al Colegio Cardenalicio resume más o menos su atractivo. “Prevost aporta al Colegio Cardenalicio el corazón de un misionero y años de experiencia ministerial, que van desde las aulas académicas a los barrios pobres, pasando por las altas esferas de la administración”, se afirma. “Encarna la llamada evangélica a estar dispuestos a servir allí donde el Espíritu nos guíe”. Veremos dentro de unos días si eso les parece a al menos dos tercios de los cardenales electores de Prevost el perfil de un Papa.
Fridolin Ambongo Besungu (65 años, Congo)
El Arzobispo de Kinshasa y presidente del SECAM (Simposio de Conferencias Episcopales de África y Madagascar), ha emergido como una figura destacada en el panorama eclesial actual. Su liderazgo se evidenció especialmente tras la publicación de la declaración vaticana Fiducia supplicans, que autorizaba la bendición de personas en uniones del mismo sexo. Ambongo encabezó la respuesta africana, declarando que dicha práctica no sería aplicada en el continente, argumentando que contradecía la cultura y ethos africanos. Esta postura colectiva, inédita por parte de una conferencia continental, destacó su capacidad de liderazgo y coordinación.
A pesar de su oposición a Fiducia Supplicans, Ambongo mantuvo una comunicación abierta con el Vaticano, demostrando una habilidad para equilibrar la fidelidad doctrinal con la diplomacia eclesial. Su enfoque permitió expresar desacuerdos sin romper la comunión con Roma, una cualidad valorada en el contexto actual de la Iglesia. Esta capacidad de diálogo y firmeza en principios ha fortalecido su perfil como posible sucesor de Francisco.
Nacido en la República Democrática del Congo, Ambongo ha sido una voz crítica contra la corrupción, la explotación de recursos y las injusticias sociales en su país. Su experiencia pastoral en un contexto de desafíos políticos y sociales le ha otorgado una perspectiva única sobre las necesidades de la Iglesia en regiones en desarrollo, lo que podría aportar una visión renovada al liderazgo eclesial global.
En temas doctrinales, Ambongo mantiene posturas conservadoras, oponiéndose a las bendiciones de parejas del mismo sexo y defendiendo el celibato sacerdotal. Sin embargo, también ha mostrado apertura hacia una Iglesia más inclusiva y sinodal, alineándose en ciertos aspectos con las reformas impulsadas por el papa Francisco. Esta combinación de tradición y apertura le confiere un perfil equilibrado que podría ser atractivo para diversos sectores dentro del Colegio Cardenalicio.
En resumen, el cardenal Ambongo representa una figura de liderazgo firme y dialogante, con una profunda comprensión de las realidades africanas y una capacidad probada para gestionar tensiones dentro de la Iglesia. Su perfil combina fidelidad doctrinal, sensibilidad pastoral y habilidades diplomáticas, cualidades que lo posicionan como un candidato relevante en el próximo cónclave.
VIDEO. Explicación del Cónclave paso a paso. Conferencia para periodistas y reporteros
La serie completa de “Papables del día” propuesta por John Allen Jr.
- Cardenal Pietro Parolin
- Cardenal Matteo Zuppi
- Cardenal Péter Erdő
- Cardenal Fridolin Ambongo Besungu
- Cardenal Pierbattista Pizzaballa
- Cardenal Jean-Marc Aveline
- Cardenal Luis Antonio “Chito” Tagle
- Cardenal Robert Francis Prevost
- Cardenal Anders Arborelius
- Cardenal Mario Grech
- Cardenal Cristóbal López Romero
- Cardenal Malcolm Ranjith
- Cardenal Fernando Filoni
Sobre las cuestiones propuestas en las congregaciones generales
- Los cardenales continúan su reflexión, perfilan la figura de un Papa pastor
- X Congregación General. Los 133 cardenales electores ya están en Roma
- IX Congregación General de Cardenales: unidad, profecía y misión
- Unidad, misión y verdad: claves de la octava Congregación de Cardenales
- Los cardenales llaman a construir, sin demora, una paz justa y duradera
- Cardenales abordan situación económica de la Santa Sede
- El precónclave, en el descuento: sin marcha atrás a Francisco
- 48 horas para el cónclave: los papables toman la palabra en las congregaciones generales
VIDEO. Los cardenales multiplican contactos para sellar alianzas, últimos días de encuentros
Más información de la previa al cónclave
- Aquí está el nombre del nuevo papa: ¿quién es quién entre los cardenales?
- Juran los oficiales y encargados del Cónclave 2025
- Los preparativos en la Capilla Sixtina para el Cónclave
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Fuentes
Religion News Service / CNN en Español / La Nación / Crux Now / Videos: El País – AFP Español – RTVE Noticias – Caracol – Rome Reports / Foto: EFE

