Sínodo se refuerza rumbo a la Asamblea final de octubre

4:00 p.m. | 21 feb 24 (CX/RNS).- Ya en el tramo final del Sínodo sobre la Sinodalidad (2021 – 2024), el Papa anunció un par de medidas para fortalecer el proceso previo a la Asamblea de octubre. Nombró a seis nuevos consultores para la Secretaría general del Sínodo y ordenó que se formaran grupos de estudio para trabajar con la Curia Romana y puedan explorar cuestiones clave que surgieron de la discusión del año pasado. Compartimos además un comentario que señala el trabajo por hacer en las Iglesias locales durante estos meses que siguen y lo que ya se está avanzando.

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Primeras novedades en la previa hacia la Asamblea

El Papa anunció por primera vez su decisión de celebrar un Sínodo de los Obispos sobre la Sinodalidad el 16 de febrero de 2020, y ese proceso se ha desarrollado durante los últimos cuatro años en varias etapas, comenzando con una consulta local, diocesana, involucrando a los laicos. Los resultados de esa consulta se discutieron a nivel continental en siete asambleas regionales diferentes, y las conclusiones de esas reuniones se abordaron a nivel mundial el pasado mes de octubre, cuando obispos, clérigos, religiosos y laicos de todo el mundo se reunieron en Roma durante todo un mes para discutir cómo implementar la sinodalidad en todas las facetas de la vida de la Iglesia.

Bajo el título “Por una Iglesia sinodal: Comunión, participación, misión”, el sínodo se centra en cómo transformar la vida y las estructuras de la Iglesia para hacer del catolicismo un hogar más dialogante, colaborativo y acogedor para todos los creyentes. Se clausurará formalmente con la Asamblea de este año.

El sábado, cuatro años después de que se anunciara la sinodalidad como tema del Sínodo, el Vaticano anunció que la Asamblea de este año se celebrará del miércoles 2 al domingo 27 de octubre. Al igual que el año pasado, se ha pedido a los participantes que lleguen antes del 29 de septiembre para asistir a un retiro de dos días, del 30 de septiembre al 1 de octubre, previo al sínodo propiamente dicho.

Francisco también nombró nuevos consultores para la Secretaría General del Sínodo de los Obispos, entre ellos monseñor Alphonse Borras, vicario episcopal de la diócesis de Lieja (Bélgica); Gilles Routhier, profesor de teología en la Universidad de Laval (Canadá); y Ormond Rush, profesor asociado de teología en la Universidad Católica Australiana. También nombró consultoras a varias mujeres, entre ellas la hermana Birgit Weiler, profesora del Departamento Académico de Teología de la Pontificia Universidad Católica de Perú; la señora Tricia Bruce, presidenta de la Asociación para la Sociología de la Religión; y la señora Maria Clara Lucchetti Bingemer, profesora de teología en la Pontificia Universidad Católica de Río de Janeiro.

Además, el Papa emitió un quirógrafo por el que se establecen diferentes grupos de estudio que colaborarán con los dicasterios de la Curia Romana en la profundización de algunos de los temas que surgieron durante la discusión sinodal de octubre del año pasado. En ese contexto, se señala la labor de la Secretaría General del Sínodo, que depende directamente del Papa pero que al mismo tiempo se diferencia de la Curia Romana al tener una relación única con los episcopados locales: “Sostiene y acompaña el proceso sinodal establecido cada cierto tiempo, favoreciendo con espíritu sinodal las relaciones de los obispos y de las Iglesias particulares entre sí y en comunión con el Obispo de Roma”. La Secretaría se encargará de organizar los grupos de estudio.


Más recursos para aliviar la tensión hacia octubre

Aunque durante la sesión del año pasado se exploraron diversos temas, como la pobreza, el cambio climático y la necesidad de paz en medio de las numerosas guerras y conflictos violentos que se están produciendo en todo el mundo, las cuestiones más apasionantes y controvertidas que se abordaron fueron el papel de la mujer y el acercamiento a la comunidad LGBTQ+. Los temas que suscitaron las aportaciones más variadas y emotivas fueron la ordenación sacerdotal de las mujeres, el diaconado femenino y la conveniencia o no de permitir la bendición de parejas del mismo sexo.

En diciembre, el Dicasterio para la Doctrina de la Fe, dirigido por el cardenal Víctor Manuel Fernández, amigo y confidente del Papa, emitió la polémica declaración Fiducia supplicans sobre la naturaleza pastoral de las bendiciones. En ese documento, el DDF con la aprobación del Papa delineó las circunstancias en las que se podían dar bendiciones a parejas en situación irregular, incluyendo divorciados y vueltos a casar sin nulidad y parejas del mismo sexo, siempre y cuando estas últimas no se hicieran en ámbitos litúrgicos formales y no causaran confusión con el sacramento católico del matrimonio.

La Fiducia supplicans generó una ola de controversia y reacciones que reflejan el intenso debate que tuvo lugar en el aula sinodal durante la Asamblea del año pasado, aunque a una escala mucho mayor.

Al publicar el texto antes de que comience la segunda sesión del sínodo con sede en Roma este año, Francisco ha dado un paso más para garantizar que el debate no se vea empantanado por diferencias irreconciliables sobre una cuestión específica. Del mismo modo, este año parece haberse interesado directa y personalmente por la cuestión de la mujer, y decidió dedicar las dos últimas reuniones de su Consejo de Cardenales al papel de la mujer en la Iglesia.

Llamado el “C9”, el Consejo de Cardenales es un selecto grupo de cardenales de todo el mundo que asesoran al Papa en asuntos de gobierno y reforma de la Iglesia. Tanto en su sesión de diciembre como en la de febrero, un grupo de mujeres se dirigió al Consejo sobre cómo facilitar la presencia de las mujeres en la Iglesia, especialmente en puestos de toma de decisiones y liderazgo.

Una de las mujeres que participó, la monja española Linda Pocher, ha dicho que, aunque no se está debatiendo el tema de la ordenación sacerdotal de las mujeres, el papa Francisco apoya el diaconado femenino y está estudiando métodos para su implantación. En una reciente entrevista con Europa Press, Pocher dijo que el Papa “está muy a favor del diaconado femenino”, y que ella y las otras dos mujeres invitadas a hablar durante la reunión del C9 de febrero, entre ellas una obispa anglicana, abordaron específicamente este tema.

Al profundizar en este tema de manera tan intencional con su grupo más cercano de asesores, es posible que Francisco esté planeando actuar unilateralmente de la misma manera que lo hizo con las bendiciones del mismo sexo, sacando un tema conflictivo de la mesa antes de que comience el sínodo para que los participantes no se obsesionen con las diferencias de opinión sobre un tema en el que, con toda probabilidad, nadie estará de acuerdo.

Lo que suceda con ese tema en octubre, o incluso antes, está por verse, pero hay muchos otros temas que los nuevos grupos de estudio dicasteriales explorarán, incluyendo otros aspectos de la participación de las mujeres en la Iglesia. Al establecer estos grupos de trabajo, el Papa ha dado un paso concreto para garantizar que el espíritu de la sinodalidad siga siendo una fuerza activa dentro del Vaticano, incluso después de que concluya el Sínodo sobre la Sinodalidad.

¿Cómo avanza ahora mismo el Sínodo?

El trabajo no se ha detenido con vistas a la sesión conclusiva de octubre de 2024, y las Iglesias están llamadas a reflexionar sobre el documento de síntesis publicado el pasado mes de octubre, a promover nuevas consultas y a preparar contribuciones. A estas alturas ya queda poco tiempo para que los organizadores recojan las reacciones de las iglesias locales a tiempo para la próxima asamblea. En una hoja de trabajo publicada para ayudar a reflexionar sobre los resultados de la primera Asamblea, desde la Secretaría del Sínodo sugieren elegir tres prioridades e iniciativas en las que centrarse. El documento también anima a las iglesias a presentar una muestra de sus reflexiones a un comité local de teólogos, canonistas y líderes pastorales.

El episcopado de cada país es el encargado de supervisar este proceso y redactar un resumen de no más de ocho páginas, que deberá enviarse a la oficina vaticana del Sínodo antes del 15 de mayo. “Somos conscientes de la cuestión del tiempo, pero desde el principio también hemos insistido en que no se trata sólo de ser un ‘buen estudiante’ y enviar documentos y libros. Lo más importante es cómo continúas este proceso sinodal”, explicó Nathalie Becquart, religiosa subsecretaria del Sínodo de los Obispos.

Becquart dijo que corresponde a las diócesis locales encontrar formas de ampliar la participación, especialmente entre quienes se han alejado de la Iglesia o viven en los márgenes. “Si nos fijamos sólo en el número de los que participaron, estamos lejos de todos los bautizados“, dijo Becquart, “pero la sinodalidad es paso a paso”. Se espera que entre junio y julio se publique un nuevo Instrumentum Laboris que resuma todas estas deliberaciones, “un primer borrador posible”, dijo Becquart, para que los miembros del sínodo lo discutan y lo enmienden.

Hay muchos otros pendientes en la lista de Becquart. Una de las principales conclusiones de la primera asamblea, celebrada el pasado otoño, fue la necesidad de contar con teólogos y canonistas en el aula sinodal para responder consultas en tiempo real, según Becquart. Otra cuestión por resolver es el acceso de los medios de comunicación: Francisco, buscando promover un libre intercambio de ideas, emitió un decreto de silencio sobre los participantes hasta después del sínodo.

A pesar de los desafíos, Becquart señaló numerosas iniciativas que muestran cómo se está adoptando la sinodalidad de forma concreta. En África hay escuelas sinodales y en Suiza estructuras eclesiásticas sinodales. Los educadores católicos y las órdenes religiosas están elaborando recursos y cursos de formación sobre la sinodalidad. Los asistentes al primer sínodo “encendieron el fuego” de la sinodalidad en sus iglesias locales de todo el mundo, afirmó. “Si nos fijamos en el comienzo del sínodo, en dónde estábamos y dónde estamos ahora, la sinodalidad es un tema y una realidad importantes”, dijo Becquart. “No quiero decir que sea perfecta en todas partes, sabemos que hay resistencias. Pero veo que algo grande está pasando, aunque no haga mucho ruido”.

VIDEO. Café Sinodal – Sesión V: Posibles caminos para la Sinodalidad

Información adicional
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Fuentes

Crux / Religion News Service / Alfa y Omega / Oficina de Prensa de la Santa Sede / Synod.va / Video: Synodal-U / Foto: Cynthia Bailey Manns

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