Card. Wuerl: Amoris Laetitia es un documento de consenso enraizado en la tradición

4:00 p m| 14 oct 16 (NCR/BV).- El cardenal Donald Wuerl, Arzobispo de Washington, se pregunta por qué algunos elijan criticar la exhortación apostólica del Papa Francisco sobre la vida familiar, cuando el documento refleja claramente la tradición de la Iglesia católica y la opinión consensuada de sus obispos. En una entrevista con el National Catholic Reporter, el cardenal afirmó que Amoris Laetitia es el resultado de un proceso de dos años de consultas y se ajusta correctamente a la enseñanza de la Iglesia, a partir del Concilio Vaticano II.

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“Si alguien tiene algún tema en particular que le preocupa, debería decirlo”, dijo Wuerl. “Sin embargo, el punto de partida para mí es que atravesamos un proceso de dos años que desembocó en un documento que es claramente de consenso y enraizado en la tradición magisterial de la Iglesia”.

El cardenal comentó sobre la encíclica en respuesta a una pregunta sobre las críticas que ha recibido, y que en los últimos meses ha llegado hasta tonos algo grotescos. Una crítica publicada en julio, firmada por algunos teólogos y un prelado de la Iglesia, dijo que contiene “peligros para la fe y la moral católica”.

Amoris Laetitia fue publicada en abril por Francisco como una respuesta a las discusiones sostenidas en las dos Asambleas del Sínodo de los Obispos, celebradas en el Vaticano en el 2014 y el 2015, sobre los problemas de la vida familiar.

El documento pidió a los sacerdotes católicos del mundo dejar que sus vidas se “compliquen maravillosamente”, acogiendo la gracia de Dios que actúa en las situaciones difíciles, y a veces no convencionales, que enfrentan las familias.

Wuerl también habló sobre lo que Francisco está buscando con la elección de los nuevos obispos -de todo el mundo- y sobre la reciente creación de dos nuevas oficinas del Vaticano, que racionaliza la labor de la iglesia en varias áreas.

Asamblea sinodal muestra “enorme continuidad” con predecesores

Sobre el proceso sinodal del 2014 y 2015, el cardenal dijo que Francisco está “retomando el camino que dejó el Concilio”. Rastreando la historia de la Iglesia desde el Concilio, Wuerl dijo que “hubo mucha confusión” después de la reunión de tres años entre los obispos del mundo.

“Dejó mucha fatiga, teológica y litúrgica también”, dijo. “Tardó todo el pontificado de Juan Pablo II para que vuelva más o menos a encaminarse. Y ahora tenemos a Francisco diciendo: Está bien, volvamos ahora mismo a la inspiración del Concilio”.

El cardenal dijo que el Papa está diciendo: “Vamos a centrarnos en el papel de los laicos en la Iglesia, vamos a centrarnos en cómo los fieles, bien formados en la fe, son los que se supone van a transformar el orden secular.”

Wuerl explicó que el Papa Pablo VI creó el proceso de celebración de Asambleas sinodales en la Iglesia al final del Vaticano II, para permitir que los obispos del mundo lleguen a Roma de vez en cuando y “mantengan viva la experiencia colegial” que tuvieron en el Concilio.

Dijo que Juan Pablo II utilizó Asambleas del Sínodo para reflexionar sobre cada uno de los diferentes documentos del Vaticano II.

“Ahora Francisco está diciendo, ‘Mira, hemos tenido 30 años del Sínodo centrado en la enseñanza'”, dijo Wuerl. “‘Sabemos que estamos en un buen lugar. Fijémonos ahora en el elemento transformador'”.

“Creo que por eso nos sigue desafiando a testimoniar el Evangelio, no sólo con las palabras sino con nuestras acciones”, dijo Wuerl, apuntando a las reacciones positiva que Francisco recibe por “cómo vive el Evangelio con tal simplicidad”.

El cardenal dijo que ve una clara continuidad en la enseñanza entre Francisco y sus predecesores.

“El énfasis está en el testimonio de vida, más que en el testimonio verbal”, dijo Wuerl. “Pero veo una enorme continuidad entre el Concilio y lo que Pablo VI estaba tratando de empezar y lo que Juan Pablo II hizo posible gracias a todo el trabajo de estabilización de la Iglesia en todas sus enseñanzas para poner en práctica el Concilio”.

“Ahora Francisco viene y dice: ‘Vamos a seguir haciendo esto'”, dijo.

Wuerl también dijo que Francisco está dando especial importancia al papel del Sínodo en la vida de la Iglesia.

Según el cardenal Wuerl, el proceso de los sínodos sobre la familia y el resultado al que dieron lugar, Amoris Laetitia, reflejan no solo las prioridades de Francisco sino también la aplicación correcta de la eclesiología del Vaticano II.

El arzobispo de Washington recordó el papel que jugó el cardenal Baldisseri, secretario general del Sínodo, no solo en la organización de los dos sínodos sobre la familia, asi como en la presentación de Amoris laetitia, y en el hecho de haber precedido al cardenal Müller, Prefecto de Doctrina de la Fe, en el consistorio en el que ambos fueron nombrados purpurados, en el 2014.

Todos estos datos los interpreta el cardenal Wuerl como una reafirmación por parte de Francisco de la doctrina contenida en Lumen gentium, la Constitución Dogmática sobre la Iglesia. “La curia existe para implementar las decisiones y políticas a las que llegan los obispos, siempre con Pedro y nunca sin él”, aseveró. El Sínodo con prioridad sobre la Curia.


Fuente:

National Catholic Reporter

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