Si se toma en consideración la persistente debilidad económica a nivel mundial, traducida en una disminución neta de los términos de intercambio, y las dificultades para llevar a cabo el plan de estímulo fiscal internamente, el panorama económico se presentará especialmente difícil en lo que resta del año. Ante este panorama se esperaría que el Banco Central pueda disminuir su tasa de interés de referencia a niveles acordes con una desaceleración y que eviten desincentivar la provisión de créditos a la industria y al consumo. Sin embargo, dado el limitado efecto que tendría la tasa de interés de referencia cuando más cerca se encuentra de 0%, el Banco Central ha aprobado recientemente otro instrumento de política monetaria: compra temporal con compromiso de recompra de cartera de créditos. Si bien se trata de un instrumento que promoverá la liquidez en nuevos soles, también conlleva un riesgo importante para el Banco Central, porque la calidad crediticia suele disminuir a medida que la actividad económica disminuye y se produce un incremento de la morosidad.