El Impuesto General a las Ventas (IGV) está diseñado para que afecte a los consumidores de distintas clases sociales por igual, ya que todos deben pagar lo mismo por el consumo de los bienes que requieren. Sin embargo, en un país en el que la pobreza bordea el 44,5% a nivel nacional, los individuos de menores recursos son los se ven más afectados ante el aumento de este tipo de impuesto.
Esta semana se ha propuesto una rebaja gradual del IGV para los próximos años, la cual implicaría que este impuesto pase de 19% en 2007 a 18% en 2008, hasta alcanzar el 15% para el año 2011. Esto se podría lograr debido al contexto económico favorable que atraviesa el país, que permite un continuo incremento de los ingresos fiscales. La pregunta entonces es: ¿permite el contexto económico, de mayores ingresos fiscales, una reducción del IGV? La importancia del IGV sobre los ingresos tributarios ha venido decayendo en los últimos años. Así, en julio de 2000 representaba el 31.3%, mientras que a julio de 2007 fue de 26,8%. Paralelamente, la participación del impuesto a la renta ha ido en aumento, al pasar de 20,1% en julio de 2006 a 38,5% en julio de este año, como consecuencia del aumento del Producto Bruto Interno.
Por tanto, el cambio en la composición de los ingresos tributarios parece permitir una reducción del IGV, sin que esto genere un impacto negativo sobre los ingresos en comparación a años anteriores. Sin embargo, la adopción de una política de disminución del IGV debe de estar fundamentada en la evolución de otras variables, entre ellas, la base tributaria.
No estoy de acuerdo ,hay un deficit fiscal estructural y queremos bajar ingresos fiscales eso es generar mas deficit por lo tanto mayor endeudamiento publico, hay mucha informalidad en el pais debido a la pobreza y al nivel de susistencia que trabajan muchas microempresa familiares.
El contenido favorable de ingresos fiscales es transitorio y tomen en cuenta la estranflacion de EEUU que se viene y su incidencia en la economia mundial