Luego de una semana cargada de datos sobre la evolución de la economía de los EEUU, continúa la incertidumbre sobre la magnitud de la desaceleración económica en el mediano plazo. A inicios de semana, se señalaba una revisión al alza del PBI correspondiente al tercer trimestre[1], lo cual dio el tono positivo, puesto que esta nueva lectura alcista responde a una fuerte inversión empresarial (10,0% anual), una revisión al alza en los inventarios, y un déficit comercial más estrecho. Este crecimiento, según el Libro Beige[2] de la FED, se habría dado en la mayoría de regiones del país.
El consumo interno continuaría actuando como el dinamizador más importante de la economía en el mediano plazo. Este componente vendría impulsado por la caída sostenida en el precio de la energía, y por la presión al alza en los salarios, producto del ajuste actual por el que atraviesa el mercado laboral[3] .
No obstante, también se dieron a conocer indicadores económicos que señalarían la permanencia de ciertos riesgos sobre una desaceleración más pronunciada de lo pensado. Por ejemplo, la venta de casas había disminuido en 3,2% durante octubre[4] de 2006 con respecto a setiembre del mismo año, mientras que la caída habría sido de 24,5% con respecto a octubre de 2005; continuando así, la recesión en el sector inmobiliario. Peor aún, la actividad manufacturera estadounidense se contrajo en noviembre por primera vez en tres años y medio[5], mientras que el gasto en construcción disminuyó fuertemente en octubre. Sin duda alguna, la lectura del índice manufacturero constituyo el dato más preocupante de la semana, ya que el mercado de bonos no tardó en reaccionar, llevando los rendimientos de los títulos a 10 años, a sus mínimos de 10 meses; mientras que el dólar perdía fuerza frente a la libra esterlina y al euro.
Por el lado de los precios, la inflación subyacente; la cual excluye alimentos y energía, aumentó en 2,4%, ubicándose, por segundo mes consecutivo, en niveles “incómodamente altos” según declaraciones de funcionarios de la FED[6]. Por lo pronto, la FED esperará los indicadores de empleo de esta semana para evaluar los riesgos inflacionarios por el lado del mercado laboral; aunque se espera que mantenga en 5,25% su tasa referencial, durante su reunión del próximo 12 de diciembre.
[1] La expansión habría sido del 2,2%, en lugar del 1,6% estimado inicialmente.
[2] Reporte donde se analiza la evolución económica de cada uno de los 12 distritos de la FED.
[3] “Global Scenarios: Trends and Risks”, Danske Bank, noviembre 2006.
[4] Según el Departamento de Comercio de EEUU.
[5] El índice ISM cayó a 49,5 desde los 51,2 de octubre.
[6] Michael Moskow, Presidente FED de Chicago.