Luego de la fallida reunión de la OMC en Cancún 2003, debido a la divergencia de opiniones por el comercio de productos agrícolas entre los países industrializados y aquellos en vías de desarrollo; la Sexta Conferencia Ministerial de la OMC en Hong Kong culminada el pasado 18 de diciembre ha conseguido que se mantenga como eje central de la negociación agrícola los tres pilares definidos en la ronda de Doha: disminución de la ayuda interna, una mayor competencia de las exportaciones y el acceso a los mercados.
El texto final gira en torno a la decidida reducción de la ayuda interna a los agricultores, una mayor disciplina para con las empresas estatales que puedan causar distorsión en el comercio, un aseguramiento de la continuidad de la ayuda alimentaria a los países miembros en vías de desarrollo y sobre todo la eliminación de subsidios a la exportación agrícola para el año 2013. [1]
Esto se logra dentro de un ambiente de apoyo por parte de los directivos del Fondo Monetario y el Banco Mundial, Rodrigo Rato y Paul Wolfowitz respectivamente, quienes en declaración conjunta señalaron que no se debe prestar atención a los grupos de interés proteccionistas que se beneficiarían del fracaso de la conferencia y que no permiten que se borren las altas barreras comerciales.
Sin embargo, organismos como OXFAM consideran estos avances insuficientes dados los US$ 250 000 millones que la Unión Europea, Japón y Estados Unidos gastan en conjunto en subsidios agrícolas cada año, agravándose lo anterior por lo concentrado y segregado de su ayuda, pues en el caso de USA el 78% de sus subsidios se dirigen al 8% de los agricultores más grandes de dicho país.
Por otro lado, el Comisario de Comercio de la UE, Peter Mandelson, afirmó que no se puede negociar en un contexto en el que al menos el 60% de los US$ 2 600 millones que Estados Unidos donó como asistencia alimentaria durante el año 2003, fueron en realidad, gastados dentro de su mismo país y no en los países más pobres.
Por lo pronto, no se ven buenas perspectivas para la consecución de los acuerdos de Hong Kong. En Estados Unidos, el Senado acaba de rechazar el pasado 21 de diciembre el pedido del Presidente para recortar los pagos directos por cosechas por un valor de US$ 5 700 millones en diez años y, en vez de ello, aprobó recortes en la ayuda agrícola por sólo US$ 2 710 millones en cinco años, medidas insuficientes para poder cumplir con las metas al 2013.
[1] Disponible en:
http://www.wto.org/spanish/thewto_s/minist_s/min05_s/final_text_s.htm