Considerando que el desarrollo y regulación del sector microfinanciero tienen rasgos distintos en cada país, se elaboró un ranking en base a un índice compuesto por 13 indicadores agrupados en tres dimensiones: i) marco regulatorio e institucional [2], ii) clima general de inversión [3], y iii) nivel de desarrollo institucional [4].
El índice global, que permite efectuar comparaciones entre 55 países a nivel mundial [5], posiciona a 6 países de América Latina (Perú, Bolivia, Ecuador, Nicaragua, Colombia y El Salvador), 2 de Asia (Filipinas e India) y a 2 de África subsahariana (Ghana y Uganda) dentro de los 10 primeros lugares. En estos países, la competencia de mercado así como el rango de productos y servicios ofrecidos por las instituciones microfinancieras es robusta. Si bien en estos países que obtuvieron una destacada performance en todas las categorías, hecho que revela el compromiso de la región con las microfinanzas, sólo dos obtuvieron un score superior a 70 sobre una escala que fluctúa entre 0 y 100. Estos resultados suponen que existe un amplio margen para mejorar a través de diferentes vías, dependiendo de las necesidades y posibilidades de cada país.
En contraste, un pais con menor ranking se caracteriza por tener limitaciones en temas de competencia (intervenciones del Estado) y desarrollo de productos (normas obstructoras) [6].
En el caso del Perú, destaca la importancia de tener una autoridad regulatoria autónoma e independiente, además del compromiso asumido por el Estado en lo que concierne a la promoción de las microfinanzas como una actividad comercial. Se debe recordar que esta industria constituye una herramienta de desarrollo en la medida que provee de créditos a las MYPE [7]. Éstas tienen una indiscutible importancia en la economía peruana (42% del PBI), en la PEA (79%) y en el crecimiento de la actividad exportadora del país (65% de las empresas exportadoras son MYPES) [8].
[1] Global Microscope on the Microfinance Business Environment (Economist Intelligence Unit). Tambipen ocupó el primer lugar a nivel de América Latina por segundo año consecutivo.
[2] Considera reconocimientos legales oficiales, restricciones de tasas de interés, distorsiones de mercado, requerimientos de capital y capacidad regulatoria.
[3] Toma en cuenta estándares contables y requerimientos de transparencia entre proveedores microfinancieros.
[4] Contempla el grado de concentración de mercado, el rango de servicios provistos y la calidad de información del prestatario.
[5] Inicialmente el índice fue construido para 20 países de América Latina y el Caribe. En 2009 considera además 12 países de África subsahariana, 7 de Europa Oriental y Asia Central, 7 de Asia Oriental, 5 del sur de Asia y 3 del Medio Oriente y África del Norte. Esta selección se dio sobre la base de la importancia o potencial de desarrollo de sus sectores microfinancieros.
[6] Tailandia y Vietnam, Trinidad y Tobago, Jamaica, Venezuela y Uruguay.
[7] Considérese los bajos niveles de bancarización (23.91%, según SBS).
[8] Boletín Electrónico del Proyecto USAID/Perú/MYPE Competitiva.