El pasado 01 de septiembre la Bolsa de Valores de Colombia (BVC) lanzó al mercado su nuevo mercado centralizado de Derivados basado en un servidor de negociación proporcionado por NASDAQ-OMX. La BVC se convirtió de esta manera en el tercer país de Latinoamérica, luego de Brasil y México, en abrir una plataforma de negociación de instrumentos derivados.
Conceptualmente existen por lo menos tres razones que justifican la inversión para el desarrollo de un mercado de riesgos, especialmente los mercados centralizados: i) el incremento en la liquidez de los subyacentes en los mercados al contado, ii) la contribución para la determinación de los precios tanto en los mercados al contado como para la determinación de los precios de derivados más sofisticados que se negocian en mercados no centralizados, y iii) la contribución al proceso de acumulación de capital en cualquier economía.
El mercado de derivados Colombiano salió con dos productos: uno es el contrato de futuros sobre TES (títulos de deuda pública del Gobierno) y otro sobre el tipo de cambio, sin embargo se espera nuevos productos como un derivado sobre el Índice de Capitalización de la Bolsa y también sobre la IBR, que es la nueva tasa de referencia del mercado interbancario. En los derivados estandarizados, el riesgo de contraparte es inexistente debido a que la cámara de compensación (CRCC en Colombia) se interpone entre los inversionistas que realicen una negociación, asegurando el cumplimiento de las condiciones del contrato para ambas partes mediante una adecuada administración de riesgos, el uso de garantías y en última instancia, su propio capital. La principal desventaja de los derivados estandarizados es que, debido a la estandarización, es más difícil ajustar el producto a las necesidades específicas de cada inversionista. Sin embargo, los beneficios en términos de alta liquidez y profundidad de los mercados, y la eliminación del riesgo de contraparte superan ampliamente las desventajas.