La OECD anunció la adhesión del Perú a la Declaración sobre Inversión Internacional y Empresas Multinacionales que promueve la misma organización, convirtiéndose en el onceavo miembro de los llamados países emergentes en suscribirse a esta, además de los 30 países miembros de la OECD.
Esta Declaración es un compromiso por parte de los países firmantes a i) promover un clima de inversión; ii) alentar las contribuciones positivas que las empresas multinacionales puedan tener sobre el progreso económico y social; y iii) minimizar y solucionar las dificultades que puedan surgir por las operaciones de estas empresas. Por otra parte, se brinda, a las empresas multinacionales que operan en, o hacia, los países firmantes una serie de recomendaciones propuestas por los propios estados, acerca de las responsabilidades de los negocios en temas como el empleo, derechos humanos, medio ambiente, derechos de los consumidores, impuestos, etc[1]. De esta manera, tanto los gobiernos como las empresas multinacionales expresan un compromiso: el primero respecto a las condiciones que las empresas encontraran en el país, y estas, a su vez, tienen en cuenta las recomendaciones en temas que suelen crear controversias sociales.
Otro aspecto a destacar es el impacto positivo sobre la inversión extranjera directa (FDI), ya que junto a los tratados comerciales aumentarían las inversiones a corto y mediano plazo[2].
[1] Para ver el texto de las recomendaciones a las empresas multinacionales puede ver http://www.oecd.org/dataoecd/21/20/16975360.pdf
[2] Además, precios de commodities altos, como los actuales, también incentivan a las firmas a acelerar sus inversiones y reinversiones (World Investment Report 2007, pag 89).