Durante la semana pasada, la UNESCO dio a conocer su último informe sobre el estado actual de la educación en América Latina (“Educación para Todos”)[1]. Este informe, que busca monitorear los últimos avances en Educación de cara al 2015, señala que nuestro país estaría ocupando el octavo lugar (de un total de 19 países latinoamericanos), en el ranking de países con mayores posibilidades de cumplir, antes del 2015, la meta de acceso total a la educación, alfabetización, igualdad de género y tasa de supervivencia escolar (entendida esta última como la “no deserción o abandono escolar”).
Estos resultados, que colocan al Perú en una posición optimista dentro de la región, deben servir para reflexionar sobre algunos datos arrojados por este informe; por ejemplo, el hecho de que en nuestro país la inversión anual por alumno sea de tan solo US$ 350, cuando hay países como Brasil, México, y Uruguay que invierten US$ 600, US$ 900, y hasta US$ 1000 por alumno respectivamente. Este, es un claro indicador de que la educación en el Perú no es un tema exclusivo de Política Educativa, sino también de Política Macroeconómica. Si queremos lograr un acceso total de nuestros niños, debe potenciarse la relación entre la política social y el gasto público.
Por otro lado, este informe (que no ahonda en el tema de la calidad de la educación) señala que las pruebas internacionales de aprovechamiento escolar (matemáticas y lenguaje) en Chile, Perú, y Brasil no han variado su promedio. Esto es, si nos guiamos por los resultados obtenidos en el “Informe sobre el Progreso Educativo en el Perú 2006” de GRADE y PREAL[2], tenemos que solo una pequeña proporción de los estudiantes peruanos logra alcanzar el nivel de aprendizaje suficiente en matemáticas (15,1%), y comprensión de lectura (9,6%) que corresponden al grado que cursan.
La importancia de contar con un sistema educativo que no sea solo equitativo, sino también eficiente radica en que la educación es uno de los principales generadores de desarrollo en un país, lo que tiende a generar empleo, reducir pobreza, y mejorar las condiciones de vida de las personas.
[1] www.unesco.org
[2] “Informe de Progreso educativo Perú 2006” (PREAL, GRADE), “Políticas de Educación Básica 2006-2011” (Martín Benavides y José Rodríguez).