El último miércoles la agencia calificadora de riesgo Fitch Ratings mejoró la calificación de la deuda peruana de largo plazo en dólares de “BB+” a “BBB-“ con perspectiva estable en el mediano plazo, elevando al país de la categoría de países con “grado especulativo” al grupo denominado “grado de inversión”[1]. Para la agencia Fitch Ratings, el crecimiento económico continuo de más de sesenta meses, junto a la importante mejora de los indicadores de solvencia externa y fiscal[2], permitieron que el Perú sea considerado como un país de “moderado riesgo de crédito o adecuada capacidad de pago”.
En otras palabras, en un escenario internacional de esperada desaceleración de la economía estadounidense y elevados precios de las materias primas, que generalmente se asocian a percepciones financieras de incertidumbre y riesgo, el Perú se encontraría en capacidad de contrarrestar cualquier posibilidad de incumplimiento de pago de sus obligaciones y cualquier eventual concentración de sus exportaciones en pocos productos.
Esta mejor percepción de los mercados financieros internacionales provocará: 1) una mayor presión a la apreciación del nuevo sol en el mercado cambiario, debido a la mayor confianza de los flujos de capitales para ingresar al país y realizar inversiones; 2) y una reducción en el costo de financiamiento para tanto el sector privado como el público, debido a un ajuste a la baja de las tasas de interés. Asimismo, no se esperarían mayores novedades en la bolsa de valores por cuanto sus actores y los precios de las acciones ya habían interiorizado que el Perú obtendría el grado de inversión durante el 2008.
Este es el primer paso pues se trata sólo del nivel más bajo de cuatro en la categoría Grado de Inversión. Además, para consolidar la pertenencia a dicha categoría, todavía resta la revisión del riesgo de crédito que realicen durante el 2008 otras dos importantes agencias calificadoras, Moody’s y Standard & Poor’s. Por consiguiente, el Perú deberá cuidar la percepción internacional de sus riesgos políticos y sociales (pobreza, institucionalidad, desigualdad, infraestructura), así como continuar con las reformas del mercado laboral, la modernización de la política tributaria y la reducción del gasto corriente.
[1] Fitch Ratings también elevó la calificación de la deuda peruana de largo plazo en nuevos soles, que ya tenía grado de inversión, de “BBB-“ a “BBB”.
[2] Según el Scotiabank, “el Perú ha acelerado su crecimiento de niveles de 7% a niveles de 9%; en los últimos doces meses, las Reservas Internacionales Netas (RIN) han pasado de US$ 18 135 millones a US$ 32 306 millones (78%), superando en poco más de US$ 10 000 millones el stock de deuda pública externa; y en los últimos meses, el Perú ha realizado diversas operaciones de reperfilamiento/prepago de deuda (Club de París, bonos Brady) y operaciones de swap de monedas”. Todo ello reduce la vulnerabilidad del país frente a shocks externos.
Y ahora que obtuvimos el grado de inversion que nos queda por hacer?
Que nos dice standard and Poors creo debemos seguir el camino trazado por Chile Con Calificación de riesgo A y es que tiene un superavir fiscal estructural del 1% del PBI su ratio deuda/PBI es 10% debemos tender hacia esos indicadores y ir elevando nuestro
Fondo de Estabilización Fiscal para enfrentar la desaceleración de EEUU.
Nuestro Microentorno y Macroentorno; son buenas para producir derivados de madera. (cuadros de madera, con el tipo de madera de cedro) ???
Alegrò a muchos del gobierno y empresarios la mejora en la clasificación de la deuda peruana de largo plazo en dólares a "grado de inversiòn", asignado por una de las tres empresas clasificadoras dominantes del mercado internacional. Pero, para el comùn de los peruanos, esta "nota" (por la forma similar a la que un profesor califica el desempeño de sus estudiantes) resulta incomprensible, cuando esto no se manifiesta positivamente en sus bolsillos.
Valen algunas reflexiones: Què tan importante puede ser obtener esta clasificacion de deuda cuando ustedes mismos afirman que "no se esperarían mayores novedades en la bolsa de valores por cuanto sus actores y los precios de las acciones ya habían interiorizado que el Perú obtendría el grado de inversión durante el 2008". Es decir, estas empresas al momento de realizar las clasificaciones de riesgo únicamente resumen información que ya es pública y que, por tanto, la información que entregan es irrelevante y coincidente con la opinión general del mercado.
Què tan vàlida puede ser esta asignaciòn de riesgo, cuando se cuestiona la honestidad de la señal de solvencia emitida por las Empresas Clasificadoras de Riesgo, respecto de la mayoría de empresas envueltas en los pasados y recientes escándalos, y no publicaron advertencias a tiempo sobre situaciones de crisis financieras, bancarias y cambiarias (todo esto ejemplificadas por los resonantes casos de Enron, Worldcom y Tyco, en Estados Unidos, Crédit Lyonnais, Vivendi Universal, Ahold, Addeco y Parmalat, en Europa; otros casos como Barings, Procter & Gamble, Metallegesellschaft, Orange County; y los múltiples problemas de las economías de México, los países asiáticos, Rusia y Argentina; y el ùltimo caso de las hipotecas subprime en Estados Unidos).
Por otro lado, se afirma que las empresas clasificadoras no son capaces de detectar a futuras empresas exitosas, las más nuevas y sin antecedentes financieros, pues se sabe que solo le darían la mejor categoría de riesgo a empresas con experiencia e historial formidable, empresas con antecedentes crediticios de varios periodos y de comprobado cumplimiento en sus pagos, puesto que la antigüedad es un indicativo de la consolidación y madurez de la empresa en el mercado, y por tanto una señal de su prestigio, pese a que bonos de empresas con grado de inversión les bajaron la categoría o la perspectiva de riesgo. La CNN, por ejemplo, se hizo realidad gracias a bonos basura (bonos con "grado especulativo").
Pese a todo, en la medida en que los gobiernos nacionales latinoamericanos necesiten dinero, más importante será para sus países contar con bajo riesgo, cuando intentan atraer a los inversionistas privados o institucionales.
Entonces, ¿dònde radica el poder de las agencias clasificadoras?. A decir verdad, lo que es determinante para el status y la influencia de las empresas clasificadoras, es que los actores de mercado los perciban como instituciones importantes y se actúa colectivamente de acuerdo con esta base, incluso si se puede demostrar que estas creencias son falsas.
A riesgo de parecer pesimista o aguafiestas, debo concluir que el Perù no seguirà siendo una plaza atractiva para los inversionistas (aun con buena clasificaciòn de riesgo), en tanto no se combata efectivamente la corrupciòn, y reine la impunidad, perdièndose la confianza en las instituciones; se siga alimentando el descontento en las comunidades nativas, vecinas a explotaciones mineras, petroleras y forestales; se amplìe la zona de influencia del narco-terrorismo, hacia las esferas del poder polìtico, vìa el soborno, el chantaje y el amedrentamiento; y que algunas regiones del paìs opten por el separatismo frente al centralismo limeño (alentados por los recientes sucesos de Santa Cruz-Bolivia).
Alegrò a muchos del gobierno y empresarios la mejora en la clasificación de la deuda peruana de largo plazo en dólares a "grado de inversiòn", asignado por una de las tres empresas clasificadoras dominantes del mercado internacional. Pero, para el comùn de los peruanos, esta "nota" (por la forma similar a la que un profesor califica el desempeño de sus estudiantes) resulta incomprensible, cuando esto no se manifiesta positivamente en sus bolsillos.
Valen algunas reflexiones: Què tan importante puede ser obtener esta clasificacion de deuda cuando ustedes mismos afirman que "no se esperarían mayores novedades en la bolsa de valores por cuanto sus actores y los precios de las acciones ya habían interiorizado que el Perú obtendría el grado de inversión durante el 2008". Es decir, estas empresas al momento de realizar las clasificaciones de riesgo únicamente resumen información que ya es pública y que, por tanto, la información que entregan es irrelevante y coincidente con la opinión general del mercado.
Què tan vàlida puede ser esta asignaciòn de riesgo, cuando se cuestiona la honestidad de la señal de solvencia emitida por las Empresas Clasificadoras de Riesgo, respecto de la mayoría de empresas envueltas en los pasados y recientes escándalos, y no publicaron advertencias a tiempo sobre situaciones de crisis financieras, bancarias y cambiarias (todo esto ejemplificadas por los resonantes casos de Enron, Worldcom y Tyco, en Estados Unidos, Crédit Lyonnais, Vivendi Universal, Ahold, Addeco y Parmalat, en Europa; otros casos como Barings, Procter & Gamble, Metallegesellschaft, Orange County; y los múltiples problemas de las economías de México, los países asiáticos, Rusia y Argentina; y el ùltimo caso de las hipotecas subprime en Estados Unidos).
Por otro lado, se afirma que las empresas clasificadoras no son capaces de detectar a futuras empresas exitosas, las más nuevas y sin antecedentes financieros, pues se sabe que solo le darían la mejor categoría de riesgo a empresas con experiencia e historial formidable, empresas con antecedentes crediticios de varios periodos y de comprobado cumplimiento en sus pagos, puesto que la antigüedad es un indicativo de la consolidación y madurez de la empresa en el mercado, y por tanto una señal de su prestigio, pese a que bonos de empresas con grado de inversión les bajaron la categoría o la perspectiva de riesgo. La CNN, por ejemplo, se hizo realidad gracias a bonos basura (bonos con "grado especulativo").
Pese a todo, en la medida en que los gobiernos nacionales latinoamericanos necesiten dinero, más importante será para sus países contar con bajo riesgo, cuando intentan atraer a los inversionistas privados o institucionales.
Entonces, ¿dònde radica el poder de las agencias clasificadoras?. A decir verdad, lo que es determinante para el status y la influencia de las empresas clasificadoras, es que los actores de mercado los perciban como instituciones importantes y se actúa colectivamente de acuerdo con esta base, incluso si se puede demostrar que estas creencias son falsas.
A riesgo de parecer pesimista o aguafiestas, debo concluir que el Perù no seguirà siendo una plaza atractiva para los inversionistas (aun con buena clasificaciòn de riesgo), en tanto no se combata efectivamente la corrupciòn, y reine la impunidad, perdièndose la confianza en las instituciones; se siga alimentando el descontento en las comunidades nativas, vecinas a explotaciones mineras, petroleras y forestales; se amplìe la zona de influencia del narco-terrorismo, hacia las esferas del poder polìtico, vìa el soborno, el chantaje y el amedrentamiento; y que algunas regiones del paìs opten por el separatismo frente al centralismo limeño (alentados por los recientes sucesos de Santa Cruz-Bolivia).
Es lomejor que le pudo pasar al pais…auqnue todavias nos falta mucho por mejorra..
Creo que debemos seguir trabajando para blindar el sector fiscal ,podriamos buscar estructurarlo para obtener un superavit fiscal del 1%PBI,incremental el Fondo de Estabilización fiscal a 500 millones de soles , el ratio deuda publica/PBI debe apuntar a niveles de 25%.Debemos tener un mayor control de los creditos suplementarios que saltan los controles del presupuesto general de la republica
El grado de Inversion por parte de las otras clasificadoras de riesgo Standard and Poors y Moodys investor
seria inminente
Creo debemos seguir blindando nuestro sector fiscal tratando de estructurar un superavit fiscal estructural de 1%
del PBI , incrementando el Fondo de Estabilización Fiscal a 500 millones de soles,disminuyendo el uso de los creditos suplementarios que saltan los controles del Presupuesto General de la Republica,disminuyendo la emisión primaria