Hace algunos días, el gobierno dio a conocer el resultado de la evaluación hecha a los docentes peruanos. De los 183 118 profesores que rindieron la prueba (el domingo 9 y el jueves 13) solo aprobaron 8 744, apenas el 5% de los maestros. De ellos, solo 151 obtuvieron una nota superior a 14, lo que les da el derecho a realizar la segunda etapa del proceso de nombramiento. Estos resultados, confirman la necesidad de realizar una reforma profunda en el sistema educativo.
El hecho de incrementar el gasto público en educación o las remuneraciones de los docentes, no garantizan la mejora de la educación[1]. Así, el informe PISA 2007 (Programa para la Evaluación Internacional de los Alumnos), menciona que a partir de ciertos niveles de riqueza, la influencia de los contextos sociales y culturales, los sistemas educativos, las políticas aplicadas y las actitudes sociales e individuales sobre la educación cobran progresivamente mayor importancia. Tal como lo muestra el siguiente gráfico:
Fuente: PISA y FMI (2006). Elaboración Propia.
Ello nos plantea la necesidad de una reforma del proceso de capacitación, teniendo como principal eje al docente. Al respecto, un estudio reciente[2], recomienda hacer tres cosas: conseguir los mejores profesores, sacar lo mejor de los profesores y dedicarse personalizadamente a todo niño que se vaya quedando rezagado.
[1] De acuerdo al Compendio Mundial de la Educación 2007 de la UNESCO, el porcentaje del gasto en educación que se destina a salarios en el Perú es mayor que otros países que nos llevan ventaja en pruebas internacionales.
[2] How the world’s most improved school systems keep getting better