El 11 de octubre de este año el Poder Ejecutivo envió al Congreso de la República un proyecto de ley que busca modificar la distribución del canon minero y permitir la transferencia directa del 35% de dichos recursos a favor de la población. Con su aprobación, se propone que desde el 2 de enero de 2008 las municipalidades de los lugares en los que se explota el recurso natural sean las encargadas de distribuir el dinero recaudado entre las familias que cumplan con los requisitos establecidos. El monto entregado a cada familia no debe superar los 6000 nuevos soles anuales, formándose con el sobrante un fondo inembargable por parte de la municipalidad.
A su favor, el vicepresidente de Latin Pacific Capital, Emilio Zuñiga, señaló que la nueva distribución propuesta acelerará la lucha contra la pobreza y permitirá reducir la pobreza de 45% al 30% para el año 2011. Asimismo, señaló que es una medida de emergencia ante todas las trabas actuales para combatir la pobreza[1].
Por su parte, Claudio Herzka[2], señaló que es necesario distinguir entre reducir y aliviar la pobreza. El último término implica transferir recursos para paliar la falta de acceso a servicios básicos.Sin embargo, reducir la pobreza implica crear oportunidades para que las personas con escasos recursos puedan generar individualmente un ingreso creciente. En este orden de ideas, el peligro de la presente propuesta es que el mayor consumo por familia no promueva necesariamente un mayor empleo y genere dependencia en el mediano plazo, la cual sería insostenible ante una reducción de los precios internacionales de los minerales.
Aunque la propuesta es políticamente atractiva, la distribución directa del canon minero entre los distritos involucrados puede no lograr sus objetivos sino existe complementariedad con las políticas macroeconómicas sectoriales. Al respecto, Gonzáles de Olarte (2006)[3], sostiene que la lucha contra la desigualdad y la pobreza es más efectiva a través de la vía del crecimiento económico con calidad, complementada por políticas redistributivas, por lo que es necesario que los gobiernos regionales y locales, bajo la dirección del gobierno central, trabajen de manera coordinada. Sólo así se dejará de duplicar esfuerzos y se podrá poner en marcha una sólida política socio económica de largo plazo.
[1] Lima, Oct. 14 (Andina de Noticias).
[2] Comentarista de Perú 21, Lima, Oct 19 (Perú 21).
[3] Desarrollo Integrador, Descentralizado y Exportador: DIDE.
estoy de acuerdo en lo que dice
Vivo en una las ciudades que recibe en los últimos años un suculento canon minero, y me duele mucho ver que el lugar donde nací no desarrolla nada, me duele mirar que el futuro no va a mejorar para las nuevas generaciones, darle a las familias de escasos recursos un ingreso mímino mensual sería inducirles más al asistencialismo que el estado nos está acostumbrando.