Las economías de todo el mundo, en particular, las de América Latina, se encuentran a la expectativa del impacto que tendrá sobre ellas la actual crisis del sector inmobiliario en los Estados Unidos [1] en términos de una contracción del crédito mundial, incremento del riesgo país, volatilidad de los mercados financieros, rebrotes inflacionarios, disminución del comercio internacional, entre otros. A esto se suma la posibilidad de una eventual recesión económica de ese país [2].
No obstante, en el caso de una crisis económica norteamericana, el dinamismo de Europa y Japón y los todavía altos precios de los commodities –principalmente minerales, granos y cereales– atenuarían sus efectos sobre América Latina. Además, la región se encontraría menos vulnerable que en anteriores oportunidades pues sus países cuentan con excedentes en cuenta corriente, cuantiosas reservas internacionales, menor ratio de deuda externa sobre PBI, solidez fiscal y una política cambiaria flexible.
Una reciente publicación de la CEPAL ha planteado un factor adicional que fortalece a la región [3]. El estudio señala que el continente asiático, una década después de la crisis de 1997, es fuente fundamental del financiamiento del déficit comercial norteameri cano y ha absorbido durante 2005 y 2006 alrededor del 70% de las corrientes mundiales de inversión destinadas a los países en desarrollo, entre ellos, los países de América Latina. Esto ha desarrollado una expansión del comercio intrafirma e intraindustrial entre ambas regiones, derivado del creciente grado de complementariedad de sus países.
Al respecto, la creciente vinculación económico-comercial de América Latina con el Asia se viene convirtiendo en una base sólida de crecimiento económico regional en el mediano plazo, lo cual reduce paulatinamente la fuerte dependencia de los Estados Unidos. Cabe resaltar que, así como es necesario diversificar los mercados para poder presentar una mejor respuesta ante shocks externos y recesiones económicas de nuestros principales socios comerciales, resulta prioritario modificar la estructura de las exportaciones, la cual se concentra en recursos naturales y manufactura de baja intensidad tecnológica, además de fomentar el desarrollo de redes de cadenas producción y comercialización a nivel regional como extrarregional.
[1] Ver artículo: “Contagio por la crisis inmobiliaria de los EE.UU.”, 20 de agosto 2007
[2] La financiera Merrill Lynch ha ajustado hacia abajo sus proyecciones de crecimiento económico de Estados Unidos para 2008, del 2,3% al 1,5%.
[3]Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL).“Panorama de la inserción internacional de América Latina y el Caribe 2006. Tendencias 2007”, agosto de 2007.
Ok, estamos de acuerdo pero creo que no Chile uno de los mas solidos en America Latina a podido diversificar de
manera importante sus ecportaciones ya ven la alta dependencia del Cobre y las frutas que son los mas importantes
La idea es buena pero en que medida sr esta aplicando de manera pragmatica.