Paul Wolfowitz renunció a la Presidencia del Banco Mundial (BM) el pasado jueves, después de varias semanas de intensa deliberación y tensión dentro del propio Banco y de cobertura de la prensa mundial. Más allá del evento específico que desencadenó la crisis – la compensación y tratamiento excepcional a una persona vinculada sentimentalmente a Wolfowitz – es posible que la desaprobación generalizada esté relacionada con la incoherencia entre el discurso anticorrupción con el que Wolfowitz inició su mandato en marzo de 2005 y la naturaleza del evento.
No obstante el evento y sus consecuencias inmediatas, es oportuno preguntarse como marchan los fundamentos de la relación entre el Banco Mundial y los países que atiende, de modo que se pueda distinguir lo fundamental de lo transitorio.
Existen detractores[1] y defensores[2] de la labor institucional del Banco. Las críticas de los detractores se concentran en la legitimidad y efectividad de sus decisiones. En el fondo estas críticas no cuestionan la existencia de la institución, sino sus problemas de coordinación y representatividad, propias de instituciones complejas y con múltiples fuentes de influencia como el BM. Por su parte, los defensores se concentran en la importancia que tienen las instituciones que promueven el desarrollo, sobre todo porque atienden a la demanda ética de mejorar la calidad de vida de quienes habitan los países más pobres del mundo. Si bien el rol del BM es exitoso intermediando recursos para países cuya situación económica impide su acceso a los mercados de capitales, en la práctica las decisiones del Banco en beneficio de los ciudadanos de los países más pobres, se diluyen en la complejidad de los canales de transmisión por los que discurren.
Los problemas de coordinación y representatividad deben ser atendidos con más transparencia, mientras que el problema de la complejidad de los canales de transmisión debe atenderse con soluciones que hagan explicitas las limitaciones para lograr impacto. El contexto reciente en América Latina – con varios países prescindiendo de la relación con el BM y el Fondo Monetario – debe incorporarse como un factor que señala la gravedad de los problemas que enfrenta la institución globalmente.
[1] Una fuente de información critica y bien estructurada sobre el BM y otras instituciones es www.bicusa.org
[2] Fuente: “The World´s Banker”. Sebastian Mallaby
agradesco la informacion obtenida en este articulo me ha ayudado ha tener una vision mas analitica para mi educacion