La economía japonesa muestra señales de recuperación; habría crecido en 1,3% durante el último trimestre del año pasado (5,5% en términos interanuales)[1], lo que representaría la mayor tasa de crecimiento en casi tres años, y el octavo trimestre de expansión económica consecutiva.
El impulso que se aprecia en los indicadores macroeconómicos es atribuido, fundamentalmente, a la expansión de las exportaciones, las cuales se incrementaron en 18,9% en enero. Del mismo modo, durante el año 2006 se observó una recuperación de las ventas de las grandes corporaciones como “Toyota”, “Canon”, “Nissan” y “Nipón Steel”, así como la consolidación de la industria financiera, tras el surgimiento de uno de los mayores bancos mundiales en activos, “Sumitomo Mitsui Banking Corporation”. Respecto al consumo interno, el gasto medio familiar llegó a 1937 euros en enero[2], 1,4% más que el registrado en diciembre, y 0,6% más que el mismo período del año anterior.
Por otro lado, el gobierno japonés ha mostrado interés en reducir sus ratios de deuda pública, actualmente en 150,2% del PBI (el cual representa el indicador de deuda más alto entre los países pertenecientes a la OECD), hasta 148% del PBI para fines de este año. Este objetivo lo alcanzaría a través del incremento en la recaudación tributaria que se registraría como consecuencia de la mejora en los niveles de ventas de las empresas. Además, el gobernador del Banco de Japón asegura que incrementará la tasa de interés[3] de manera gradual, ya que considera que la economía seguirá encaminada hacia un incremento en precios y salarios.
Recordemos que la crisis japonesa se remonta a finales de 1989, año en que la bolsa de Tokio se derrumbó, poniendo fin a un ciclo especulativo que se inició en 1985; los precios de los valores accionarios e inmobiliarios se habían multiplicaron consecutivamente, mientras que el PBI para el mismo período no reflejaba tal crecimiento. El derrumbe del precio de las acciones y las propiedades, que actuaban como garantías de sus créditos, produjo que los bancos japoneses acumulen una cartera morosa muy grande[4]. Lo anterior, sumado a la deflación que produjo un descenso en los salarios y niveles de inversión, marcó el inicio de una de las crisis económicas más prolongadas en la historia nipona.
[1] El crecimiento estimado de la economía para el año 2006 habría sido de 2,2% en términos reales.
[2] Fuente: Diario “El País” 08/04/07. España
[3] En la actualidad, la tasa se encuentra en 0,5%, el nivel más alto en una década
[4] La acumulación fue de más de un billón de dólares (cerca del 25% del PBI), de los cuales el 30% era incobrable. Financial Times (15/04/1999)